Verano caliente parte 2

Del club fuimos hasta su casa habrán sido 10 cuadras pero fueron eternas. No sabía que decir. Ambos estábamos en un silencio cómplice. Hasta que le pregunté jodiendo que había para merendar. Ella me miró y sonrió diciéndome que había comprado facturas para su hija pero este finde decidió viajar con unos amigos para Rosario. En ese momento saco un juego de llaves y se dirigió hacia una casa yo la seguía y en eso pude observar como se notaba la tira de una tanga por debajo de su remera.
La casa era una de las más llamativas de la zona con un piso y con un frente espectacular conformado por 2 palmeras y un auto recién comprado según lo que me había contado.
Una vez dentro deje mis cosas en el móvil (que era más grande que mi pieza) y me dirigí al comedor. Este se comunicaba con la cocina que era grande, un quincho y las escaleras al nivel superior.
Lucía se encontraba preparando las cosas. Sirvió en una bandeja un par de facturas y un mate. A pesar del día feo que tocó había humedad ella me dijo empeza tranquilo que me voy a poner comoda porque transpire un poco. Sólo escuche que subía las escaleras que tenía a mis espaldas. 
Mientras aproveché y empecé a cebar el mate.
De repente escuché un ya estoy lista y me dí vuelta, quedé perplejo. Apareció Lucía en un escalón con las piernas desnudas y una camisa puesta que dejaba ver sus senos me miró fijo a los ojos y me dijo: ¿Qué pasa no tenes hambre? Rápidamente me levanté de mi asiento, el tiempo se relentizo, y me dirigí a esa figura atractiva. El sólo hecho de mirarla y el morbo de la situación me provocó una erección que se hizo notar.
Lucía me trajo a su pecho y yo con desesperación busque sus labios. La quería comer toda ella con sus manos ya agarraba mi miembro lo apretaba, quería sentirlo estaba desesperada tratando de bajarme la malla . Atolondradamente le agarré los brazos los tire para atrás y la apoye contra la pared. Mi boca fue directamente a su concha que ya estaba húmeda. Mi lengua hizo contacto con esa piel tostada, ella suspiró se dejó llevará y tiro su cola para atrás. Quería hundirme, respirar ahí. Le deje sueltas las manos y una terminó en mí cabeza hundiendola más. Después de un rato me levanté la tire sobre la mesa donde la merienda estaba servida y le arranqué la camisa, los botones salieron volando ella estiró sus brazos las cosas terminaron en el piso y yo me bajé los pantalones de una. No pensé en ese momento racionalmente y lo único que hice fue penetrarla violentamente. La quería partir al medio. Agarré esas tetas que rebotaban las apreté mis dedos estaban marcándose. Lucía se levantó, me comió la boca y agarrándome la pija que estaba como el obelisco empezó a chuparmela desesperada mirándome diciendo hay pendejo desde que te vi sabia que ibas a ser mío. Qué  manera de chupar por dios . Me miraba se la quería tragar toda me escupía, es más la midió con las manos.
De ahí fuimos al quincho que daba al patio con unas medianeras altas. La llevé afuera, la puse en cuatro sobre el pasto y le empecé a dar sin cesar. Le agarré el pelo y tire para atrás. Ella me miraba me decía dale haceme mierda pendejo. Le di nalgadas y en un momento en esa vista puse atención a su cola. Estaba dilatandose. No lo dude. Le hice chuparme un dedo y empecé a jugar y de una se lo metí mientras acelere el ritmo con penetraciones más a fondo. Le encantó, apoyo su cabeza en el suelo y levantó su cola. Me apoye encima puse mis piernas adelante de las suyas y dirigí mi pija a su culo. Entro bien pero estaba medio apretado habré durado 7 min y le avise que iba a acabar. Me dijo acabame adentro.

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