Mi hija Lourdes. Decimoséptima Parte

Hola. Vuelvo con un capitulo más de la historia de mi hermosa hija Lourdes. Para los que no nos conocen aún, estos relatos narran los hechos más destacados que me fueron ocurriendo desde que Lou, mi hija extra matrimonial se mudo a mi casa con mis otros hijos y comenzó lentamente a volverse mi obsesión. Si no conocen la historia les recomiendo antes de seguir leyendo, ponerse al día con las publicaciones anteriores. Aquí les dejo los links

http://www.poringa.net/posts/relatos/2723179/Mi-hija-Lourdes-Primera-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723417/Mi-hija-Lourdes-Segunda-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723690/Mi-hija-Lourdes-Tercera-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2724346/Mi-hija-Lourdes-Cuarta-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2725152/Mi-hija-Lourdes-Quinta-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2727063/Mi-hija-Lourdes-Sexta-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2728754/Mi-hija-Lourdes-Septima-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2732594/Mi-hija-Lourdes-Octava-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2736011/Mi-hija-Lourdes-Novena-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2741906/Mi-hija-Lourdes-Decima-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2750247/Mi-hija-Lourdes-Onceaba-parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2753768/Mi-hija-Lourdes-Doceava-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2757408/Mi-hija-Lourdes-Treceava-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2789866/Mi-hija-Lourdes-Decimocuarta-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2953404/Mi-hija-Lourdes-Decimoquinta-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2959790/Mi-hija-Lourdes-Decimosexta-Parte.html


Ahora si, continuamos: 

Cuando me desperté estaba esposado a una camilla de hospital. Un par de policías estaban a mi al rededor
- Se está despertando, mirá - dijo el más cercano a mi. 
- Qué pasó? - dije todavía confundido. Lo único que sabía era que había chocado con una violencia importante. 
- Esperábamos que nos pudiera decir usted, infringió tantas leyes que le conviene empezar a cooperar antes de complicar más su situación - me amenazaba el segundo policía 
- Yo... no se, estoy un poco confundido, donde está Lourdes? - les pregunté, evidentemente mi nena me había metido en un grave problema esta vez. Siempre pensé que esa relación algún día saldría a la luz y complicaría mi vida pero parece que ahora me podía perjudicar más de lo que imaginaba

- Bueno, ya tenemos el nombre de Natalia Natalia - dijo uno de los oficiales. Entendí la jerga policial, así hablan de los N/N o sea personas sin identificar. 
- Todavía está inconsciente mi hija? - les dije ya entrando en un grado de desesperación que me hacía tirar de las esposas que me ataban a la camilla
- Su hija estaba en el auto también? Entonces quien era la mujer que iba junto a usted en el asiento del acompañante? - Parece que me habían agarrado con las manos en la masa o mas bien con la pija afuera del pantalón. La verdad a esa altura el escarnio publico que podía provocar quedar expuesto poco me preocupaba, solo quería saber como estaba mi nena
- No entiendo muy bien que estaba pasando en ese auto pero la joven que viajaba con usted está en la morgue a la espera de ser identificada, nos puede decir quien era? si había alguien más en el vehículo necesitamos saberlo ahora mismo para emprender la búsqueda.   

En ese momento sentí que se me venía el mundo abajo. Un tétrico escalofrío me recorrió todo el cuerpo y el corazón empezó a latir a un pulso frenético. 
- No no no no noooo! Hay un error déjenme salir de acá la tengo que ver! - empecé a gritar mientras tironeaba de las esposas con fuerza sacudiendo toda la camilla. Sentía el frío metal lastimando mis muñecas pero no me importaba, solo quería salir y demostrarles que se equivocaron. Necesitaba ver a mi hermosa Lourdes una vez más 
- Basta se está lastimando, quédese quieto! - Me trataban de sujetar entre los dos pero mi desesperación aumentaba. En el tironeo seguía forzando las esposas tratando de zafarme
- Anda a buscar una enfermera para que le de un calmante! - gritaba uno de los policías mientras apretaba mi brazo que ya estaba empezando a sangrar por la fuerza que hacía sobre las esposas. 
Cuando abrió la puerta pude ver a mis hijos y mi ex mujer llorando en el pasillo. Mi angustia ya era total, la vista se me empezó a nublar por las lagrimas y un nudo en la garganta me sacaba la respiración

- No! Lourdes! Déjenme verla! Por favor! - gritaba desesperado. Mientras un médico y una enfermera entraban corriendo para inyectarme. Miles de imágenes de mi hija venían a mi mente mientras luchaba y pataleaba contra todos. Desde las dulces sonrisas, los abrazos y besos cálidos, pero también otras de intensa pasión y sobre todo la sonrisa hermosa que me dedicó antes de agacharse en el auto antes del choque. Me pusieron finalmente el maldito calmante y mi cuerpo empezó a perder fuerza. Mientras mi energía se desvanecía Daniela entró corriendo para sorpresa de todos y me dio un fuerte cachetazo en la cara que evitó que me durmiera, luego otro y otro más. No dejaba de pegarme
- Hijo de puta! Mataste a mi bebe! Me gritaba furiosa y desconsolada - mientras intentaban contenerla.
Yo me sentía mucho peor que eso. No hay palabras que definieran lo irresponsable y culpable que me sentía. Mis ojos seguían largando lagrimas pero no tenía fuerza en el cuerpo ni siquiera para intentar secarlas. Sentí como si se me desgarrara el pecho. Todo me daba vueltas por la droga que me inyectaron. Quería gritar pero no me salía la voz. Mi princesa, mi amor, el centro de mi vida se había ido y además su memoria quedaría manchada para siempre por esta prohibida relación expuesta de una forma tan brutal.
Seguramente por efecto del fuerte calmante que me dieron alucinaba con la voz de mi hermosa Lourdes que desde algún lado trataba de consolarme.
- Tranquilo Pa, estoy acá, estoy con vos - escucharla no hacía más que aumentar mi angustia. Sentía que me iba a volver loco. 

Me lleve las manos al pecho, sin darme cuenta de que ya estaba suelto, la camilla se sacudía y una fuerte sirena sonaba sin cesar. 
- Doctor! Doctor! Creo que se despertó! - escuché decir la dulce voz de Lourdes. Abrí los ojos y lo primero que vi fueron sus labios rojos diciendo
- Papi no te muevas, tuvimos un accidente - empecé a recobrar la visibilidad y estaba acostado en una ambulancia. Nunca en mi vida sentí tanto alivio por despertar de un sueño. A decir verdad era la primera vez que quería despertar de un sueño en el que Lourdes estuviera involucrada. 

Un paramedico me revisaba y mi hija me tenía sujetado de la mano. Al perecer estaba tan asustada como yo le estuve en mi sueño porque veía como el delineado de sus ojos se había corrido y dibujaba unas lagrimas negras por su mejilla. 
- Siga la luz, sin mover la cabeza - me decía el joven que movía una linterna de un lado a otro. 
- No creo que pueda moverla de todos modos - le dije, ya que tenía un cuello ortopédico 
- Es bueno que mantenga el humor. Se acuerda lo que pasó? - me preguntaba siguiendo con su control. 
En ese momento hice un esfuerzo por mirar mi pantalón y pude ver que estaba cerrado. Al darse cuenta. Lourdes se sonrió y me guiñó un ojo. Mi hija era toda una joven genio. Antes de que llegaran los la asistencia se encargó de cubrir las huellas de nuestro peligroso juego sexual.
- No me acuerdo mucho, solo recuerdo un impacto fuerte - le dije tocándome la cabeza y haciéndome el boludo olímpicamente.    

- Aparentemente tuvieron un choque con un inconsciente que escapó del lugar - Me informaba serio el médico. Yo hacia mis adentros pensaba "Alejo no podes haber tenido tanto culo, si no se hubiera escapado ese pobre infeliz hubieras quedado totalmente expuesto". No sólo sabía que el accidente era total culpa mía sino que también era consciente de que de haberse bajado del auto, el otro conductor nos hubiera encontrado con las manos en la masa. La sonrisa pícara de Lou me decía que estábamos pensando lo mismo.    
- Tuvieron mucha suerte, cuando vimos el auto pensamos que íbamos a encontrar una tragedia adentro - me explicaba el profesional mientras la ambulancia se detenía. Me bajaron y me metieron por urgencias. Lourdes nos seguía. Al bajar pude ver que tenía el brazo inmovilizado. Nos metieron en diferentes salas y a mi en especial me controlaban hasta los dedos del pie. A pesar de algunos dolores estaba feliz. Contento de que mi nena solo tuviera unos rasguños y un golpe en su brazo. 

Mientras me incorporaba vi a mis hijos y mi hermano que hablaban con Lou en el pasillo, también estaban Daniela y Luciano. Seguramente el gusano ese estaba preocupado de dejar a Daniela sola con mi hija después del tremendo polvo que se echaron en el piso del baño del teatro. Lou gesticulaba con sus manos.
Veía a mi hija abrazada con su madre y la sensación de alivio volvía a refrescarme. El tenebroso sueño que tuve era obviamente una representación de culpa, por degenerado y por inconsciente. Pero ahora que todo iba pasando tenía que reconocer que solo de recordar la paja y las lamidas de mi hija sobre mi verga estaba haciendo que se me vuelva a parar. Para mi tranquilidad era otra parte que no había sufrido lesiones por el impacto. Sería muy difícil de explicar frente a los médicos.  

Tuve que hacer una declaración policial que fue muy parecida a la que le di al doctor y tras darme cien indicaciones sobre mi cuidado nos dejaron ir a casa. Con el saldo de unos moretones en brazo de Lou, y yo un poco magullado también y con un pequeño corte en la cara y un chichón por haberme golpeado la cabeza contra la puerta. Entre las advertencias, me dijeron que teníamos que estar atentos por ese golpe. Podía experimentar algún problema de percepción transitorios.  
A mi no me importaba. Estaba contento. No dejaba de abrazarla y darle besos en la cabeza. 
- Te pusiste sensible con el choque gordo? - me decía mi hermano que nos llevaba a casa en su auto.
- Papi siempre es un dulce, tío - me defendía Lou y me miraba con tanta dulzura que si no fuera por la presencia de mi hermano y mis hijos la besaría sin parar.
- Está viejo, se pone medio maricón - bromeaba Diego. No me importaba que me carguen. Estaba feliz
- No sabes como quedó el auto! Lo hiciste mierda! - acotó Enzo con esa falta de tacto que tiene el muy bestia. Todos lo hicieron callar. Al parecer mi viejo fordsito era un fierro retorcido. 

Cuando volvimos a casa todos nos cuidaban como si fuéramos discapacitados. Me recordó la época pos infarto. Esas cosas me ponen de muy mal humor. Me siento un inútil. Me siguieron casi hasta el baño hasta que me fui a acostar. Al rato de haberme acostado, siento un par de golpes en la puerta y la bella voz de mi hija preguntando del otro lado 
- Se puede? - Obviamente le dije que si, y entró con un vaso de agua y una pastilla más grande que una empanada. 
- Tenes que tomarte este antes de dormir, dijo el doctor - me decía con un tono tan firme que parecía que me estaba retando. Obedecí a mi nena, a la larga siempre termino haciendo lo que ella me  pide y como si fuera un premio se acercó y me dijo
- Me asustaste mucho mi amor - y me dio un beso en los labios de los más dulces que recuerde. Ese beso y escuchar la palabra amor me dejaron sin palabras. Me quedé con la boca abierta mirándola como una estatua.

- Qué pasa? Te hice doler? - me preguntó un poco asustada.
- No hermosa todo lo contrario - le dije acariciando su mejilla. Se paró y parecía retirarse con esto pero como siempre mi hija todavía me tenía una sorpresa. Puso la traba en la puerta del cuarto y se dio la media vuelta con ese gesto de puta juguetona que tan bien le sale
- Todavía te debo algo papi, tengo que terminar lo que empecé - me dijo con voz de trola y se saboreó los labios como pensando en la leche que me quería sacar. Abrió las sábanas de mi cama y tomo mi verga entre sus manos nuevamente. Ay por favor! Esas manos me hacían olvidar de todo. Las pijas que habrá acariciado para aprender a hacerlo tan bien. Mientras todo eso pasaba por mi cabeza y sus manos no se detenían mi verga fue tomando tamaño y poniéndose muy dura. Mi nena desde el primer día tuvo una facilidad sobrenatural para pararme la pija. 

- Dale una alegría a papá - le dije empujando su nuca. Mi nena no necesitó más que eso para agacharse y meterla lentamente en su boca. El contacto de esos labios carnosos e insaciables me hacía delirar. No pude contener mi gemido cuando su lengua se estiró rozando mis huevos.
- Si mi vida! Que rica boca tenes! - exclamaba loco de placer. La sacó de su boca y empezó a fregarla por su cara, le daba apenas besos con los labios apretados como haciendo trompita 
Esa actitud juguetona y casi infantil con la pija entre sus dedos y su boca me tenía al borde del éxtasis. No me aguanté más. Me arrodillé en el colchón y la agarré de la nuca con fuerza.
- Tragatela toda, la querías? Acá la tenes! - le dije mientras apretaba su cabeza y empezaba a cogerle esa hermosa boca haciendo que se ahogue una y otra vez.  Esa boca me hace perder el control

Mientras me la chupaba como toda una profesional, las imágenes de su polvo en el baño con Luciano venian a mi memoria. Las arcadas de mi nena eran música para mis oídos, se la estaba metiendo hasta los huevos. Ella recibía mi pija como si fuera un manjar y eso me volvía loco. Cada vez que la soltaba ella seguía mamando como la más puta y mirándome con esos ojos enrojecidos pero igual de gatunos


Me estiré todo lo posible pasando mis dedos por la raya de esa hermosa cola, acaricié suavemente ese apretado culito y los húmedos labios de su concha. Nos arrancamos la poca ropa que quedaba 
- Ahora te voy a mostrar como hay que coger a una hembra como vos - le dije sacado
- No te gustó como me cogió mi otro papi? - me dijo provocandome 


- Yo soy tu papi putita - le dije mientras abría de lado a lado esa delicadas piernas. Se la metí con fuerza haciéndola gritar tan fuerte que tuve que taparle la boca. Me encantaba mirarle pero más aún me gustaba cogerla. Cuando senti esa conchita caliente apretando mi pija la empecé a coger como si fuera la última vez. Sus gritos acallados por su mano me calentaban más aún. 
- Te gusta la pija de papi mi amor? - le preguntaba con gotas de sudor recorriendo mi rostro. Ella me hacía que sí con la cabeza ya que no le había soltado la boca todavía


El golpe del respaldo de mi cama contra la pared, sus gritos opacados y mis jadeos eran el sonido ambiente que antecedían a un orgasmo espectacular. Me agarró el brazo con las dos manos haciéndome que quitara la mano de su boca y me dijo con una voz de perra caliente
- Llename de leche quiero sentirla por toda mi piel - ese ruego por semen fue lo que rebalsó el vaso de mi calentura. La saqué y me arrodillé en la cama, arriba de ella. Empecé a pajearme fuerte y pronto sentí que mi pija estaba por explotar. Veía a mi hija saboreándose mientras esperaba su regalo.
Así que decidí dársela sin aviso.


Un fuerte chorro de leche chocó su cara haciendo que cierre los ojos y abra la boca. Ese acto instintivo fue una delicia a la vista. Pero había más leche para mi nena, seguí en su cara y dos bastante abundantes en su cuello y su pecho. Era muy excitante verla bañada en el semen de su padre y juntandolo con sus dedos 
- Como te gusta beba - le dije muerto por el inolvidable polvo pero también por la droga que me había dado.
Caí peso muerto a su lado en la cama. Ella seguía jugando con mi acabada y me miraba riéndose. 
Mis ojos se empezaron a cerrar a pesar de que quería seguir viendo ese pornográfico y obsceno espectáculo que mi hija me seguía regalando. Resistí pero el cansancio me devoraba 


- Viejo, ey viejo! - me despertó, Enzo empujándome el brazo. Me sobresalté mucho al verlo.
Miré a mi lado en la cama y Lou ya no estaba. 
- Qué pasa? Qué hora es? - le pregunté desorientado
- Es temprano, pero te toca el remedio - me dijo con esa precisión característica. Así iban a empezar mis días durante un tiempo según parece. Me molestaba un poco pero era bueno sentirse cuidado.
- Tus hermanos? - le pregunté al enano, mientras me levantaba y me ponía las pantuflas. 
- Cogiendo en el living - me dijo muy fresco Enzo. Yo me quedé duro mirándolo 
- A decir verdad yo estaba en eso pero me mandaron para acá - agregó inmutable
- Qué decís?! - le grité furioso mientras me paraba con ganas de ahorcarlo. 


- Si pa anoche al final no comimos nada con todo lo del choque, estábamos comiendo algo - me dijo medio asustado. "sos un pelotudo Alejo" pensé hacia mis adentros. Una consonante cambia todo. Seguramente eran esos problemas de percepción que me advirtió el médico. Mi mente culposa y sobrecargada de sexo no iba a ayudar nada a pasar este periodo de recuperación. 
- Ah claro, perdoná, estoy un poco desorientado - le dije dándole unas palmadas en el brazo.
Arranqué el día en una calma relativa. Los acompañe en la comilona de alimentos chatarra que habían improvisado en la mesa ratona y me tuve que bancar las cargadas por el palo que me pegué. 
Noté dos confusiones más de palabras que creí haber escuchado totalmente distintas, sin el contenido sexual de mi error anterior y las comenté por si tenía algún daño cerebral 


Durante la tarde mientras estaba relajado tomando un licuado. En la paz relativa que me daba saberme con una licencia médica por un tiempo, el timbre sonó. Como Enzo estaba en la casa de uno de sus amigos nerds y Lourdes no se despegaba de mi lado, mi hijo Diego atendió el portero eléctrico
- Parece que tenemos visitantes VIP - dijo extrañado. Yo estaba más confundido todavía. Le pregunté a Lourdes lo que había dicho su hermano para estar seguro. En eso Diego abre la puerta y aparece Francisco, el dueño del boliche. El mismo degenerado que enfiestó a mi hija delante mío. 
- Como esta maestro, no se pare. Me contó Barbie lo que les pasó - me dijo mientras me daba la mano y me tomaba del hombro para que me quede sentado. La verdad no estaba acostumbrado a darle la mano a un hombre con tantos anillos. 


Saludó a mi hija con un beso en cada mejilla aunque la mano en su cintura haciéndole una caricia casi imperceptible no me gustó para nada. Mi hija estaba con un top rosa y una calza blanca criminal.
- Qué locura como maneja la gente, siempre la pagamos los ciudadanos de bien que hacemos lo correcto - decía con cara de consternación. Me daba un poco de vergüenza pero sabía que él tampoco era un ejemplo de ciudadano modelo, por lo poco que lo conocía. 
- Que va a ser, son cosas que pasan, nadie está libere - le dije como para seguirlo en el discurso.
- No, no esta bien. A Lourdes y ustedes los siento muy cercanos. No quiero que se coman este garrón - me dijo, mientras metía la mano en el bolsillo de su fino pantalón de vestir. 
Yo miré a mis hijos y ambos tenían cara de interrogación. Sacó unas llaves con un llavero electrónico y lo puso en la mano de Lou. Cuando mi hija lo dio vuelta vi el logo de una marca de autos alemana.
- Que es esto? - dijo Lourdes. Mientras a mi se me salía el corazón del pecho
- Quiero que lo tengan. Yo me compre el rojo hace poco y este lo tenía medio abandonado. Es modelo 2013 pero anda bien - nos decía mientras yo miraba a mis hijos a ver si estaba escuchando bien.


Nos lleva a la ventana y nos señala el auto. Era un lujo. Color negro, claramente de alta gama, las llantas y el logo brillaban. No era exactamente lo que yo describiría como abandonado. 
- No podemos aceptar esto, es mucha responsabilidad, si te lo rayamos me muero - le dije saliendo del shock pero la sorpresa iba a ser aún mayor con la respuesta que me dio 
- Creo que no estas entendiendo. No les doy la llave como un préstamo. Es un regalo - No miento si digo que casi me desmayo. Dirán que soy un materialista, pero ni con el mayor optimismo soñé en tener alguna vez un auto como ese. Mientras trataba de respirar Lou pego un salto y lo abrazó mientras le agradecía y le daba muchos besos en la mejilla. Diego se tapaba la boca con los ojos abiertos como dos huevos fritos, supongo que mi cara era muy parecida. 


- No te voy a aceptar un no como respuesta. Probalo y vas a ver que te va a gustar - me dijo palmeando mi hombro de forma bonachona. 
- No se que decir. Gracias, Francisco, me dejas sin palabras - le dije con total sinceridad. 
Por un momento pensé "debo estar en coma y esto es un sueño" mientras mi lago más guarro pensaba. La casa se volvió una fiesta con el lujoso regalo de Fran. Incluso salimos a verlo. No salía de mi asombro.
Era toda una motivación para ponerme bien cuanto antes. Diego salió a dar una vuelta a la manzana, antes de irse al laburo y volvió enloquecido. Por obvias razones yo preferí no manejarlo hasta estar totalmente seguro de mis reflejos. Después de eso mi hijo se fue y me dejó con mi hija y su adinerado amigo. 


A los pocos minutos Lourdes se fue a la cocina y yo enloquecido por la maquina que tenía en la puerta charlaba con Francisco como si fuera amigo de toda la vida. En eso estaba cuando mi hija me llama
- Papi veni, que es hora de la pastilla - me dice con un tono medio cantado como se le hace a los nenes
Como la verdad andaba un poco desorientado me excusé un segundo con el invitado y fui.
Al llegar no había ni vaso de agua ni estaba la caja de las pastillas. Solo Lou que se acercó más
- Papi, creo que tendría que "agradecerle" a Fran, nos dejas solos un ratito - me pidió dejándome atónito
- En el espejo del pasillo se ve casi todo el living, si te interesa - me ofreció. 
- Hay que ser agradecida hija - le dije con una sonrisa bastante perversa.


Salí de la cocina, bostezando y Lourdes detras mio. 
- Ya vengo, voy a acompañar a papá a la cama que le da mucho sueño cuando toma el calmante - le dijo a Francisco para poder echarme de un modo mas o menos elegante. Lo despedí actuando un poco y me fui.
Estuve en el cuarto contenido menos de 5 minutos. Cuando abrí lentamente la puerta, escuchaba besos y suspiros. Le hice caso a Lourdes y me acomodé en diagonal al espejo buscando la imagen hasta que los vi. Lou estaba sentada sobre la falda de Francisco y estaban enredados en un beso casi pornográfico. Era muy excitante ver sus lenguas fuera de la boca jugueteando mientras él acariciaba el duro culo de mi nena.


Podía notar la mano de Lourdes en la zona del bulto de su amigo. Bajó el cierre, del pantalón y se deslizó rozando todo su cuerpo esas magnificas tetas. Se acomodó arrodillada entre las piernas del generoso Fran y su cabeza empezó a subir y bajar lentamente. 
- No hay regalo que pague esto bebe, sos la mejor - le reconocía mientras se estiraba en el sillón y miraba hacia arriba gozando de la boca caliente. Solo pensar en esos labios y esa lengua era suficiente para que me toque la pija mirando en el antiguo espejo del pasillo. El excitado tipo, le sacó la remera y como no había corpiño debajo empezó a acariciar los enormes pechos de mi hermosa gatita


Con toda la boca llena de pija, respondió con suaves gemidos que me erizaban la piel. Era un espectáculo divino ver a mi nena en acción y sobre todo con mi aprobación para hacer lo que estaba haciendo.
- Pero que carajo?! - escuché la voz de Enzo, giré un poco y apareció en el espejo. Estaba parado junto a la puerta. Con su mochila todavía puesta viendo como su hermana daba una clase maestra de como se satisface a un hombre. Al ver al pendejo, Francisco se subió los pantalones y dio un salto del sillón 

Lourdes se incorporó también y chistandolo suavemente le ordenó
- Shhh bajá la voz gordito, que papá está durmiendo - mientras sus pechos desnudos se llevaban toda la atención de mi hijo. 


- Relájate un poquito bro - le decía mientras tiraba de las correas de la mochila para que se la saque.
- Donde está papá? - preguntó mientras Lourdes tomaba su mano y la apoyaba sobre uno de sus pechos.
- Duerme por la medicación. Si no hacemos mucho ruido está todo bien - le sugirió mientras le bajaba el cierre del pantalón y metía una mano adentro.
- Vos si que sos puta mi amor - le decía asombrado Francisco mientras veía como Enzo se rendía a los irresistibles encantos de su sensual hermana. Lou empujó al enano contra el sillón y le sacó las zapatillas, después empezó a tirar del pantalón. A esa altura Fran era un espectador de lujo como yo y se pajeaba con la incestuosa escena que tenía en frente. 


Lourdes no perdió el tiempo y empezó a chupar la pija de su hermano recorriendola de lado a lado con su lengua. Como los dos ya habíamos probado esa ardiente boca, podiamos adivinar como succionaba y el placer que le daba al pendejo. Su melena subía y bajaba y Enzo no escatimaba a la hora de expresar su placer. Toda clase de caras y los gemidos que mi hija saca en cada hombre que toca. 
- Vos que haces ahí? - le dijo a Fran, dandose vuelta con los labios brillantes por la mamada.
Rápidamente este se paró y le presentó la pija al lado. Lourdes tironeo de la remera a su hermanito haciendo que se pare y arrodillada entre los dos tomo sus dos vergas y empezó a chuparlas alternadas. Daba una imagen tan de trola agachada entre dos pijas. Se aseguró de acomodarse de frente al pasillo para que pueda ver sus labios devorando cada una. También las lamía como si fueran helados derritiéndose.
Yo no daba más tenía mi pija en la mano y me pajeaba tan rápido como podía 


- Hay hermanita que puta que sos! Sos la mejor! - le decía enloquecido Enzo mientras ella jugaba con la lengua en la punta de las dos pijas. 
- Nene vos si tenes suerte de tener esta diosa en casa - le daba manija excitado por el trio incestuoso del que formaba parte. Lourdes respondió como mejor sabe, aumentando el placer. Apretando fuertemente las dos pijas, las metió juntas en su boca. Los dos gimieron casi hasta los gritos con eso. Mi nena es una chupa pijas insaciable. Verla con dos pijas juntas dentro de sus labios casi me hace salir de mi escondite.
- Por que no la coges, no te animas? . le preguntó Francisco caliente como una pava
- Veni hermanito . le ordenó Lou al ver que Fran se excitaba con la idea. Se abrió de piernas y empezó a sentarse sobre la verga de su hermano que sentado en el sillon deliraba con esa concha.


Mi hija era mucha mujer para esa piltrafa y él mismo lo sabía pero tener ese tremendo cuerpo a disposición era la gloria para un pibe como Enzo. La muy perra aprovechó los gemidos de Enzo para besarlo metiendo toda su lengua en la boca del hermano. Los labios y los gemidos de los dos se fundieron mientras mi nena movía esas caderas hundiendo la verga en su interior. 


Francisco separaba sus carnosas nalgas y parecía estar metiendo algun dedo en el culo de mi hija. Ella lo recibía con una sonrisa de perra gustosa que me hacía hervir la sangre. Sentía como la cabeza de mi pija se llenaba de semen por la trola de mi hija. Me concentraba en no acabar poniendo a prueba mi resistencia.
Estaba con los ojos cerrados un segundo cuando el fuerte gemido de Lou me sobresaltó. Como era de esperarse su dedo fue reemplazado por la hinchada verga que lentamente iba penetrando ese apretado y perfecto culito que era el paraiso terrenal. 


Mi hija estaba siendo doblemente penetrada y ella sabía que yo estaba observando todo. Gritaba a medida que la pija de nuestro generoso invitado se abría paso por ese culo. Veía como Francisco le hablaba al oído a medida que le iba haciendo la cola. Enzo se calentó mucho al ver a su hermana penetrada analmente y aumentó la intensidad de su garche. Lourdes estaba disfrutando en grande, veía como esa carita estaba plena con dos pijas adentro. Su hermano se puso a chuparle las tetas mientras la cogía como un animal y Fran ya le rompía el culo con todo. Estaba cobrandose con intereses el auto. Los dos la lamían toda, ese cuerpo sudado era todo un manjar, salada por la excitación y el sexo ella gozaba de dos hombres perdidamente rendidos por la calentura.


- Este culo es la gloria mi amor y como te moves por favor! - se descargaba Francisco
- Entonces llenamelo de leche - le dijo y se giro besandolo con toda la lengua, su pelo traspirado se pegaba en su rostro, dandole una imagen de puta reventada que me quemaba la cabeza.
Dejo de besarlo y mirando a su hermano con la mejor cara de perra posible le dijo 
- Y vos quiero que la des toda en la boca gordito - y lo besó con más intensidad aún como anticipandole lo placentero que podía ser. Se levantó y se arrodilló poniendose en cuatro sobre la mesita ratona. El culo bien parado y la espalda arqueada para hacer esa manzanita más tentadora. 


Francisco totalmente loco de la calentura se la metió de nuevo con fuerza haciendola gritar. Enzo se calentaba por los gritos de dolor y placer de su hermana y se pajeaba frente a su cara. Lourdes lo agarró empujando con su mano en la cola y devoró la verga completa del pendejo haciendo que los ojos se le pengan en blanco del placer. Mi hijo la agarró del pelo y hacía que se ahogue de pija.
No aguanté más esa pornográfica escena en el living de mi casa. Mi pija explotó y mi largo gemido quedó opacado por los que venían de la mesa ratona.


Mientras escuchaba como seguían culeando a mi nena, limpié el desastre que había hecho en el pasillo. Cuando me paré Fran se había quedado quieto apenas movía su pelvis y gozaba en grande. Se retiró de su lugar y vi como un espeso hilo de semen caía del culo de mi hija. Enzo con la boca abierta y los ojos cerrados se aferró con fuerza a la nuca de su hermana y sus espasmos me mostraron que la acabada fue toda adentro de esa boca de fuego. Vi a Lou voltearse con el espeso semen de su hermano en la boca, mientras jugaba con él moviendo su lengua. 


- Estas hermosa gatita, tomando la leche - le dijo agitado y satisfecho nuestro benefactor automotriz
- Ahora tragatela toda hermanita - le pidió Enzo que estaba en el cielo con tremenda perra. 
Era 10 veces más mujer que la pendeja con la que salía él. Mi hija cerró la boca y se tragó todo. 
- Estaban riquisimos los dos - les dijo, con esa voz gatuna y juguetona que nos vuelve locos a todos.
- Espero que papi no haya escuchado nada agregó mirando hacia el pasillo con hilos de semen colgando de sus labios todavía y ese aspecto salvaje, despeinada y sudada en cada rincón de su cuerpo. Sentí que me estaba dedicando esa imagen final. Volví a mi cama y fingí estar durmiendo por si a alguien se le ocurría controlar. La verdad es que si fuera por mi hubiera salido para darle un segundo polvo entre los tres.


Mi auto estaba más que pagado. Y de paso la muy perra le había dado una tremenda alegría a su hermano menor, con ese espectacular trío. El enano iba a estar más alzado que nunca. Yo estaba más caliente que nunca y creo que el buen amigo Fran iba a empezar a ser una visita más regular en mi casa, pero mi hija seguía siendo un acertijo que seguía desafiando los limites y desbordando toda fantasía sexual. No podía creer que ese minón disfrutara tanto del sexo pero tenía la suerte de seguir teniéndola conmigo. Mientras escuchaba la puerta cerrarse supuse que Francisco se retiraba satisfecho. Al pasar frente a mi puerta escuche la voz de Lou decir con su tono felino
- Vení Encito, vamos a ducharnos - ya no daba más pero ella siempre quiere ir un poco más allá. Mientras me imaginaba el orgasmico baño que iba a tener mi hijo con ese monumento de mujer pensaba hasta donde era capaz. 


No sabía que limite le faltaba cruzar, que mente quemaría con su morbosa forma de ser y cuanto más podía hacernos gozar con sus juegos eróticos. Mientras escuchaba el agua de la ducha empezar a caer pensaba, que ya no sabía que más iba a pasar, como todas las noches desde que mi hija Lourdes piso esta casa.  

 

16 comentarios - Mi hija Lourdes. Decimoséptima Parte

eze_sayavedra +3
Muy buenos relatos, mayormente vas a actualizar los domingos?
alacranesnlaboca +1
Muchas Gracias! Últimamente se fue dando así
relatosexy +3
Esperaba este! Al principio me puse mal por vos pero como siempre me engañaste con los sueños. Me encanta como escribís! Muy caliente!
alacranesnlaboca
Muchas Gracias!
Yosoy277 +1
Muuyyy bueno mi amigo como siempre!
Van puntos
alacranesnlaboca
Muchas Gracias!
megak_0 +1
y la emo,y la otra familia
alacranesnlaboca
A la emo la menciono al pasar cuando hablo de Enzo. No aparecen todos en todos los relatos
raulos2
Creo que es la mejor parte :smile: :v:
rtuire
No tenes ganas de hacerle la cola a Lourdes??
Muy buenos los relatos van 10+
Yetmineitor
Estoy esperando la continuación de esta espectacular historia!!! Soy fiel seguidor!
Palc0vip
que maestro. espero conocer más sobre estas experiencias tuyas, ya sabes por lo que hablamos que te entiendo bastante bien
superblob +1
Recien encontre esta serie de ralatos, parece que no continuara , lastima muy buenos ,puntos.