Mi hija Lourdes. Decimoquinta Parte

Hola finalmente regresé. Mejor tarde que nunca. Hasta la página está cambiada desde la última vez que escribí uno de estos relatos. Para quienes no me conocen mi nombre es Alejo y esta historia es la serie de eventos que se produjeron en mi vida desde mi reencuentro con mi hija Lourdes. Para quienes quieran conocer la historia o ya no la recuerden aquí están los capítulos anteriores:

http://www.poringa.net/posts/relatos/2723179/Mi-hija-Lourdes-Primera-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2723417/Mi-hija-Lourdes-Segunda-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2723690/Mi-hija-Lourdes-Tercera-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2724346/Mi-hija-Lourdes-Cuarta-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2724346/Mi-hija-Lourdes-Cuarta-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2727063/Mi-hija-Lourdes-Sexta-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2728754/Mi-hija-Lourdes-Septima-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2732594/Mi-hija-Lourdes-Octava-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2736011/Mi-hija-Lourdes-Novena-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2741906/Mi-hija-Lourdes-Decima-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2750247/Mi-hija-Lourdes-Onceaba-parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2753768/Mi-hija-Lourdes-Doceava-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2757408/Mi-hija-Lourdes-Treceava-Parte.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/2789866/Mi-hija-Lourdes-Decimocuarta-Parte.html

Ahora si. Continuamos:

Oí unas voces en el pasillo murmurando. Me asomé tomando las precauciones del caso a ver que era lo que ocurría. Pude ver una silueta masculina entrando al cuarto de Lourdes y conociéndola me iba a sentir muy tonto si no veía. Sin emitir sonido alguno me acerqué a la puerta entreabierta. Mi beba siempre tenía un as bajo la manga para sorprenderme. Esperaba verla con ese tipo en la cama pero para mi sorpresa estaba con dos. Ambos acariciaban sus pechos mientras probaban sus ardientes labios y su deliciosa lengua.

Mientras comenzaba a frotarme la verga encima del boxer mi vista se empezó a acostumbrar a la oscuridad y pude reconocer al flaco del boliche, el dueño con aspecto de gánster. El otro degenerado no era nadie más que el degenerado de mi hermano. Lou ya había liberado sus miembros y los masturbaba suavemente haciéndolos totalmente dóciles a sus juegos de placer. La mirada en sus ojos demostraba lo satisfecha que se sentía de tenerlos dominados. los acercó bien a su cara y pasaba sutilmente su lengua por esas dos pijas. El solo contacto les producía tanto placer que ya no podían acallar sus gemidos. Al parecer eso le encantaba a mi nena que al escucharlos gozar se metió entera la de su tío hasta la garganta haciendo que mire al cielo y disfrute de esa boca tan sublime. Yo ya tenía la mía en la mano y me pajeaba sin importar nada.

El tal Fran la tomo del pelo y puso su pija sobre sus labios, a lo que mi nena respondió con una sonrisa picara y luego la devoró completa. La cabeza de Lou se movía con maestría. De verdad era excitante ver a esa perra en acción. Pajearme mirando a mi hija me volvía loco de placer. Cerré los ojos un instante y una caricia me sobresaltó.
- mmm como la tenes - me dijo Lourdes mientras envolvía con su caliente mano el tronco de mi verga.
- Como me calentas - dije y a pesar de que se escuchó un poco raro era tan placentero que no me importó.
- Me la voy a comer toda Al - respondió. Eso si me terminó de llamar la atención, De golpe todo tomo sentido. Desperté en mi cama como me pasaba tantas veces solo que esta vez no estaba solo.

La hermosa Barbara estaba conmigo desde la noche anterior. Y me masturbaba mientras me miraba con esa cara de muñeca en mi almohada, como disfrutando de cada gesto de placer que me sacaba.
- Que lindo despertarse así - le dije cuando logré articular unas palabras
- Vamos a hacerlo más lindo, voy a desayunar una rica leche - me dijo con una sonrisita complice
Como se podía esperar se agachó y sumergió la cabeza de mi pija en esos labios carnosos. Me agarré de las sabanas y apreté los dedos de los pies al sentir los espasmos de placer que me regalaba esa boquita. Al bajar la mirada la vi como me miraba y la calentura aumentó aún más.
Esa cola redonda y perfecta sobresalía hacia la derecha así que caliente como estaba la agarré con las dos manos y la acomode hacia mi lado. Con la boca llena de mi verga hizo un sonido que parecía ser su consentimiento para que disponga de esa cola a mi antojo.

Movi su tanga al costado cruzando una de sus nalgas y sumergi mi rostro en ese hermoso culo. Era un regalo del cielo despertar así y fue como me lo tomé. Mientras mi lengua recorría desde su apretada conchita hasta toda la raya de la cola apreté su nuca para que tragara toda mi verga que ya sentía llena de leche. Eso le encantó y cruzo sus piernas encima de mi cara poniendose bien en pose de 69. Era una delicia tenerla así. Esta perra infernal era una puta muy sumisa.

Estaba por acabarla toda en la boca, cuando escuché las risa de mi hija en el piso de abajo. Al parecer había despertado ya. Eso me distrajo y Barbie lo notó.
- Quiero sentirte bien adentro Al - me dijo con su mejor voz de putita y se dio vuelta sentandose lentamente sobre mi inflamada verga.
- Ay que hermosa puta sos nena - le dije al sentir esa concha y verla morderse los labios. Sus enormes pechos quedaron frente a mi y sumados al goce de sentir su concha húmeda me obligaron a tomarla de la espalda y chupar esos ricos pezones. Los gemiditos al sentir eso la hacían más ardiente.

El movimiento de su cadera era glorioso. Estaba buscando un orgasmo memorable y lo iba a lograr. Sentí como me apretaba con fuerza y no pude contenerme más. Exploté en medio de gemidos cruzados que tratamos de callar a besos. La abracé con fuerza mientras los últimos chorros de mi acabada iban a parar a su interior
- Ahora si, buen día - me dijo con la cara roja y agitada. Me besó y se fue
Me quedé ahí acostado con el corazón latiendo a mil por hora y sabiendome un tipo muy afortunado por tener a estas putas.

Ese orgasmo mañanero me permitió escapar de mis conflictos y cuestionamientos por un rato. La voz dulce y finita de mi hija en la cocina me obligaban a hacerlos volver.
¿Hasta cuando iba a durar esta locura? La conciencia de saber que estaba atrapado en este jueguito erótico de dos pendejas calentonas era divertido y placentero yo sabía que no podía ser.
Nunca iba a ser mi mujer. Es mi hija y por más atractiva y sensual que fuera eso no iba a cambiar.
Barbie me tenía en la palma de su mano también. Tanto su padre como su madre son mis amigos de toda la vida, de los pocos que tengo. Si bien Ova ya era una especie de cómplice para mi eso no cambiaba las cosas.

Sentí a Barbara saludar al resto y decidí levantarme para dejar de torturarme. La imagen que me encontré era como la previa de una película porno. El asqueroso de mi hermano comiendo tostadas y las dos pendejas semidesnudas, coqueteando con sus miradas y sonrisas picaras.
- Buen día - dijeron los tres casi al unísono.
- Que pasa gordo? No te bancas la resaca de una noche de boliche? - Me dijo el boludo de Javier.
- Somos viejos para esto, hay que dejarle eso a los jovenes - le dije como para demostrarle lo ridículo que era haciéndose el pendejo.
- Habla por vos. Yo estoy en mi plenitud - me respondió canchereando como siempre. Si supiera que su plenitud fue un polvo con una mina a la que después me cogí dos veces para dejarla satisfecha se callaría la boca pero no valía la pena entrar en esa.
- Yo no. No estoy para bolichear - le respondí humilde.

- Como la pasaste anoche Al? No te vi mucho allá - me preguntó Barbie con vocesita de nena buena. Esa actuación de inocencia cada vez era menos creíble y más provocativa.
- Conocer un poco el lugar - le dije sin mayores detalles
- Le presenté a Fran - interrumpió Lourdes que estaba llamativamente callada hasta el momento. Con eso solo me incomodé mucho al recordar todo lo ocurrido.
- Si lo conoces a Franchesco ya sos un tipo popular - agregó la rubia.
- Ni te imaginas - dijo con un tono decididamente fastidioso Lourdes. Se paró y se fue a su cuarto.
En meses de convivencia era la primera vez que la sentía tan fría y no lo soportaba.
- Que pasa? Anduviste de levante? - Se interesó el pelado.
- No me jodas queres?! - Le dije más enojado conmigo que con él.
Tanto él como Barbara se aguantaron la risa lo que me molestó todavía más.
Decidí salir antes de seguir descargando mi frustración con ellos.

No podía entender lo que estaba pasando. Tal vez mi hija estaba avergonzada por mi comportamiento. El solo pensar en haberla humillado me llenaba de culpa y angustia. Los sentimientos hacia ella no se podían comparar con nadie. No es solo sexo ya que es mi hija. Mi única hija mujer lo que la hace más especial aún y por si no fuera suficiente también estaba esta extraña relación que mantenía conmigo lo que completaba el cóctel para hacerla el centro absoluto de mi vida. Que esa persona tan importante estuviera avergonzada, ofendida y enojada conmigo era un puñal al corazón. Manejaba sin rumbo tratando de aclarar mi mente. Daba vueltas y vueltas.

Cuando me disponía a regresar y enfrentar a mi hija en busca de respuestas mi celular sonó, como si se tratara de una señal. Al menos así lo tomé yo.
- Hola papi - escuché su dulce voz y fue como una bocanada de aire fresco
- Si corazón, pasó algo? - le pregunté, haciéndome el desentendido
- No nada. Me podes pasar a buscar por casa? - me preguntó un tanto enigmatica
- Voy para allá - le respondí, incondicional como solía ser con ella
- Oki. Te espero abajo - me respondió y cortó antes de esperar mir espuesta
Miré al rededor y di una vuelta en U a toda velocidad. Estaba ansioso por verla.
Al llegar la encontré sola, parada en la puerta. Vestía un pantalón blanco pegado al cuerpo (como casi toda su ropa) y una camperita negra. Hablaba por teléfono y apenas me vio se subió y sin cortar la llamada me dio un papel con una dirección y me dice
- te ubicas para llegar? - Yo lo leí y efectivamente conocía las calles pero no sabía que había en ese lugar. Con cara de extrañado moví la cabeza indicando que si,

Partimos y ella seguía con su llamada como si yo no estuviera en el auto o como si fuera un remisero o algo así. Me molestó un poco su actitud. Supuse que era parte de la rabieta que traía desde la noche anterior. No sabía si la estaba llevando a casa de alguna amiga, de algún tipo, si estuviera de otro humor hubiera fantaseado con que fuera la dirección de un hotel de los tantos que hay por esa zona pero esa idea duró poco en mi mente. Al acercarnos me hizo seña de donde era y le dijo a la misteriosa persona del otro lado del teléfono que ya estaba llegando

Era una casa de fachada modesta. Cortó al fin su llamada y al fin pude cruzar una palabra con ella
- Donde se supone que estamos? - le pregunté sin rodeos y con un tono que demostraba mi irritación
- Ya vas a ver, veni - me dijo con un tono medio burlón.
Se bajó dejándome con la palabra en la boca como había hecho al teléfono y yo la seguí. Apenas tocó la puerta abrieron y para mi sorpresa quien nos recibió no era otra que Daniela. Su madre.
Mi rostro se desfiguró al encontrarla.

- Ah bueno! No sabía que venía el ancianito también - dijo entre risas
- Como anciano, está mas joven que nunca mi papi, dijo abrazandome, con una sonrisa que no había mostrado en todo el día.
- Estoy tan sorprendido como vos - le dije con total franqueza, mientras la seguíamos al interior. Mientras ellas charlaban entramos al comedor, donde esperaba un flaco, que calculé más o menos de mi edad. Los dos nos miramos con la misma cara de confusión.
- Los presento, Luciano este es mi otro papá, Alejo. Pa, este es Luciano, el novio da mamá
No se cuál de las dos cosas me molestó más, que dijera que yo era su "otro papá" como tratando de padre a ese tipo o la sonrisa que le dedicó al hacerlo.
- Un gusto - me dijo con una voz extremadamente grave y un fuerte apretón de manos.
Respondí al saludo con una sonrisa un poco falsa teniendo en cuenta la situación.

Daniela parecía disfrutar mi incomodidad, como siempre. Supongo que en su cabeza pensaría que mi estado tenía que ver con ella pero a quien realmente celaba era a mi preciosa Lourdes.
Las dos estaban vestidas casi iguales. Mi ex seguía pensando que tenía veintitantos al parecer. Pero por más que su figura es envidiable para cualquiera de nuestra edad no podía competir con nuestra hija.

A pesar de mi incomodidad la situación para el resto resultaba bastante amena. Me sentía un tonto por estar así. Pregunté por el baño y me levanté rápidamente atravesando un largo pasillo. Solo me refresqué la cara y me quede unos segundos viéndome al espejo.
Al salir imprevistamente me encontré con Daniela en la puerta
- Me podes decir que te pasa que tenes esa cara de velorio? - me increpó
- Nada. Cosas mías - le respondí cortante. Pero no me pude aguantar y agregué
- Vos dejas nuestra hija le diga papá a ese tipo? - al decirlo sentí que el nudo en la garganta había salido.
- Jaja que pasa estas celoso? supongo que de tu hija serán los celos - me dijo con un tono irónico
- Pensas que te voy a celar a vos? - le respondí del mismo modo
- Solo hay una forma de averiguarlo - me dijo y tras mirar de reojo al comedor me tomó el rostro con ambas manos y me dio un beso tan caliente como cuando eramos jóvenes. A decir verdad fue tan fuerte sentir esa lengua en mi boca y esos labios calientes que me recordó a mi ardiente hija. Mi pija sintió lo mismo y despertó de golpe. Debe ser por eso que respondí como si se tratara de Lou. La tomé de la cintura y la acerqué a mi. Pero ella puso su mano en mi pecho y me alejó
- Bueno eso responde mi pregunta - dijo con una sonrisa de satisfacción
- Perdón, no se que me pasó - le dije yo ante su cara burlona. Era mejor que decir la razón de mi repentina excitación. Se alejó unos pasos y gritó
- No amor! Acá no están los lentes! - reportándose con su novio
- No importa! - le gritó él, totalmente ajeno a lo que pasaba. Acto seguido me sonrió y me dejó con la pija dura mirando como se alejaba con mi peor cara de confusión

Al volver nadie pareció notar nuestra sincronizada ausencia. A pesar de seguir un poco shoqueado por lo que acababa de pasar no pude evitar volver a mi disgusto anterior. Me molestó ver la simpatía y complicidad que veía entre Lourdes y su otro padre, como ella lo llamó.
Ya estaba decididamente enojado. Miraba la hora a cada rato como los niños que preguntan "¿cuanto falta?". Me sentía un tonto por comportarme así pero no podía evitarlo
No se cuanto tiempo estuvimos, la verdad no fue mucho pero a mi se me hizo eterno, entre la incomodidad de lo que había pasado con Daniela y la molestia de este tal Luciano y su simpatía con mi hija estaba deseando tener otro infarto pronto.

Finalmente mi hija decidió terminar con la visita y volver a casa. Estaba tan aliviado por marcharme que casi no saludo al irme. Una vez en el auto, le pregunté
- Qué te pasa conmigo? Por qué fue todo esto? - mientras sacaba el auto
- Qué hice? - me dijo con ese gesto de inocencia que hace siempre para mi
- Dale Lourdes, como me trataste todo el día y ahora todo esto de "mi otro papá". No soy tonto - le insistí con un tono firme y seco que nunca utilicé con ella.
- Vos sabes lo que hiciste. No hace falta que te lo diga - me retrucó
- Se todo lo que hago pero no entiendo que te molesta. Te avergoncé? - le pregunté ya resignado
- No. Me cambiaste. Ni siquiera notaste mi presencia ni mi ausencia - Me confesó molesta
Todo este infierno que estaba viviendo hacia horas no era más que celos. Por un lado sentí alivio pero por otro tenía razón.

- Mi amor, vos sos todo para mi. No te pongas celosa, solo traté de seguirte el juego.
Hasta donde vi vos estabas pasándola muy bien también - le respondí
En ese momento logré sacarle una sonrisa, De esas que me enternecen todo e inmediatamente mordió su labio transformando esa ternura en algo un poco más adulto. El semáforo se puso en rojo y nos detuvimos. Su mano acarició la mía que seguía en la palanca de cambios.
- Vos sos mio sabes? - me dijo agarrando mi mano y chupando mi dedo indice con la misma excitante succión que usa para sus ardientes petes.
- Totalmente tuyo - le dije regalado ante sus encantos. Ella nuevamente me sonrió y estiró de su remera para que su escote se viera mas pronunciado, mostrando la mitad de esas hermosas tetas.
Sentí una fuerte bocina en mi nuca. El semáforo se había puesto en verde. Y eso me obligó a volver del encanto en el que me tenía mi hija. Arranqué arando para sacarme de encima al molesto que me apuraba.

Mientras caminábamos del auto a casa la miraba con esa mezcla de amor de padre y el deseo que me produce su delicada y sensual figura. Quería besar esos labios carnosos pero sabía lo escandaloso que sería hacerlo en público. Al llegar a casa pensaba arrancarle la ropa y cogerla ahí mismo. No aguantaba más. Pero apenas abrí la puerta recordé algo. A pesar de todo no estábamos solos.
- Ya creíamos que no volvían? - dijo con esos aires burlones mi hermano Javier
- Cómo estamos? - preguntó Barbie que parecía notar el cambio de trato entre nosotros
- Genial - dijo Lou abrazándose de mi cuello y dándome un beso en la mejilla
Como suele pasar. Las dos se tomaron de la mano y se fueron a su cuarto donde se la pasan cuchicheando. Yo me quedé con mi hermano

- Que buen hermano que sos Ale. Gracias por dejarme la casa sola con esta pendeja. No sabes la culeada que le pegué - me dijo sin anestesia.
- Tenes que parar un poco. Es la hija de Osvaldo. No te olvides - Le dije con más envidia que otra cosa.
- Bueno si. Pero vos viste lo que es. Con vos es igual - tenía toda la razón.
Seguimos charlando un rato más de Barbara y lo puta que era. Yo notaba que por momentos estaba al borde de hacer comentarios similares sobre Lou y se aguantaba.
Entre una cosa y la otra se hizo la hora de la cena. Al llegar las chicas Barbie haciéndose la distraída puso un papel en mi bolsillo. Conociéndola. Supuse por donde venía la mano. Se llevo la mano a la boca y me hizo la seña de silencio, con su mejor cara de puta.

"ME DIJERON QUE TE GUSTA MIRAR. ESTA NOCHE A LAS 12 EN TU ESCRITORIO" decía el papel y tenía como firma un beso rojo.
Me puse rojo al verlo. Lourdes le había contado sobre nuestra noche anterior y como me excitó verla. Al parecer tenían una especie de show preparado para mi. Cene ansioso mirándolas a ambas e imaginando que me esperaba. Al terminar la cena anuncié que me retiraba a dormir ya que al día siguiente los chicos volvían temprano. Mi hermano hizo lo mismo y las chicas dijeron que en un rato mas se iban a acostar.
Yo miraba el reloj cada dos minutos. No quería arruinar lo que preparaban.
Cuando marcaba 23:59 abrí la puerta de mi cuarto y fui descalzo hasta mi escritorio. Entré y cerré la puerta. En el medio de la sala había una silla con otra nota. La abrí y decía
"SENTATE Y NO PRENDAS LA LUZ".

Obedecí y del otro lado de la puerta sentí la llave cerrando y las risas de las chicas. Pensé que todo era una broma para encerrarme al tocar el picaporte y sentir que efectivamente estaba atrapado. De pronto las veo a las dos salir al patio por el enorme ventanal espejado. El mismo que alguna vez me sirvió para espiar a Lou con el padre de su amiga. Por si ese recuerdo no bastara para excitarme. Las veo acercarse y noté como venían vestidas. Cada una usaba uno de esos diminutos Babydoll de seda de mi hija. El de Lourdes era negro y bastante traslucido. Se veía a la perfección la redondez de sus pechos y la forma de sus pezones. El de Barbara para no ser menos era rosa y si bien no era tan traslucido era muy escotado y corto. La desnudes parcial de esos hermosos cuerpos era suficiente para excitar a cualquier mortal pero eso no era todo

Se sentaron en el medio del césped y comenzaron a besarse apasionadamente. Con el detalle de que ambas miraban de reojo hacia la ventana. Su plan era excitarme y lo estaban logrando. Desabroché mi pantalón y comencé a pajearme mientras veía como Barbie besaba el cuello de mi hija y bajaba hacia sus pechos. Deslizando la fina prenda por el hombro de Lourdes y dejando al desnudo uno de sus hermosos senos. Mi hija tomo la cabeza de su amiga y la apretó contra su pecho. Podía ver como se mordía los labios de placer mientras Barbie saboreaba esa rica teta. Escuchaba los gemidos de mi hija y coincidían a la perfección con el movimiento de mi mano al pajearme. Con sus dos manos empujó la cabeza de su amiga hacia abajo y se abrió completamente de piernas. Barbara se puso de rodillas frente a ella y esa melena platinada se perdió entre las carnosas piernas de Lourdes. Los gemidos de mi hija se hicieron intensos y con la punta de su pie levantó un poco el Babydoll de la rubia, dejando ese redondo culito desnudo para mi. La frutilla del postre era que no traía ropa interior por ende la vista fue de un desnudo total. Ese precioso culo y esa apretada conchita en todo su esplendor acompañada por el sonido de la chupada y el rostro de satisfacción de Lourdes era la gloria.

Sentía que podía acabar en cualquier momento. El espectáculo era mejor que cualquier porno que haya visto. Todo lo que mis ojos veían era de un erotismo y una perfección hipnóticas.
Ya me había parado junto al ventanal como tratando de atravesar el vidrio espejado. En ese momento mi sangre se congeló al escuchar el sonido de la puerta del patio abrirse fuertemente. Las chicas estaban tan excitadas que no lo notaron. Vi la figura de mi hermano aparecer en escena como si mi película erótica se transformara en una de terror. Sacudía su mano haciendo la seña de mucho calor y no podía cerrar su asquerosa boca ante el espectáculo que se encontró.
Las chicas seguían cada vez mas excitadas.

Yo agarré mis pantalones y me dispuse a salir para detenerlo pero apenas tire del picaporte recordé que estaba encerrado.
- Tío! Que haces acá? - escuché la voz de mi princesa
- No podía dormir y salí a fumar. No las quiero interrumpir sigan con lo suyo hermosa - respondió Javier. Barbie se dio vuelta y disimuladamente miro al ventanal e hizo seña de que guarde silencio.
El muy desagradable se prendió un cigarrillo y se quedó parado ahí esperando que continúen. Pero ellas se miraron y entendieron lo que iba a pasar.
- Veni Javi sentate con nosotras - lo invitó Barbara con una voz gatuna e irresistible
- Creo que Barbie quiere un descanso, me ayudas con esto? - le dijo Lourdes y apenas se sentó se paró y le puso esa conchita hermosa a centimetros de su cara.
- Pero como no mi amor - le dijo mi hermano y apretando sus duras nalgas internó su inmunda boca en le mojada conchita de su sensual sobrina. Ella tomó su nuca calva y gozando me miró. Barbara no perdió el tiempo y buscó dentro del boxer de Javier hasta sacar su ya dura y mojada pija.
Volvió a arrodillarse pero esta vez recorriendo con sus dulces labios toda la verga de mi hermano. Yo estaba ahí encerrado viendo como gozaban. Cerraba los ojos y sentía la succión, los gemidos, los jadeos. Por más bronca que tenía no podía no calentarme esa escena.
- Que pedazo de putas que son - les decía sacado Javier
Lourdes se agachó y lo besó saboreando todos los jugos que había dejado al rededor de su boca. Javier tomo el Babydoll y se lo tironeó hasta sacárselo. La hizo acostarse junto a él y empezó a lamer todo su cuerpo desnudo. Desde su panza hasta sus enormes tetas. Barbara se sacó el suyo quedando las dos totalmente desnudas. A Javier no les daban las manos y la boca para tanta teta de las pendejas.

Pude ver la mano de Lourdes encontrar su pija y masturbarlo intensamente mientras él les saboreaba los pezones a las dos. Lentamente mi nena se deslizó hacia abajo y comenzó a mamársela.
- Si mi amor que puta sos - se descargaba. Por si fuera poco frotaba su concha contra la peluda pierna de mi hermano.
- Te vas a coger a tu sobrina Javi? - le preguntó Barbie lo suficientemente fuerte para que yo escuchara desde adentro. Dándole todo el morbo posible con esa frase.
Lourdes que estaba cabeceando a un ritmo constante para tenerlo al borde del extasis levantó la cabeza y secandose la boca le preguntó
- Querés? - con un gesto de inocencia que no se condecía con el liquido preseminal que colgaba de sus labios. Eso lo volvió loco. La agarró del pelo con violencia y le dijo
- Veni para acá - abrió sus nalgas y se le subió arriba como un perro. Empezó a embestirla con fuerza. con un grito de Lou como anuncio. Se escuchaba desde adentro como el pesado cuerpo de mi hermano golpeaba las hermosas nalgas de mi hija. Mi nena se agarraba con fuerza del cesped ante la brutalidad de la cogida. veía cada detalle en su cuerpo demostrándome como gozaba y me pajeaba con tanta intensidad que por momentos me costaba mantener los ojos abiertos.
Barbie se había acomodado en un banco cercano y se metía dos dedos excitada por el incestuoso show. La veía pasar los dedos empapados por su lengua y continuar.

Ver a mi hija así de prostituida me excitaba demasiado. Sentía como la cabeza de la pija se me estaba llenando de leche. En eso escucho que dice.
- Quiero parada ahora - y comienza a caminar hacia mi. Puso sos manos sobre el grueso vidrio y saco cola para atrás.
- Lo que quieras pero ya que cambiamos vamos a hacerla completa - Dijo mi hermano. La agarró de atrás y el tembloroso gesto de dolor en sus labios me confirmó que se la estaba metiendo por el culo. La tenía a pocos centímetros de mi gritando de placer y dolor. Se acercaba a la ventana y pasaba su lengua sobre el vidrio como queriendo lamerme a mi. Javier le daba a ese culo con todo y tomándola del pelo la giraba hasta llegar con su lengua a su boca. No aguanté mas esa imagen y empecé a largar toda la leche como si me hubiera explotado la pija.

Un par de minutos después de eso un fuerte gemido de Javier y una sonrisa de plena satisfacción de Lourdes fueron la señal de que mi nena tenía la cola bien llena de leche.
Con las piernas bien abiertas, se quedó esperando que su tío se la saque pero él se tomó todo el tiempo. Cuando lo hizo ella miró fijamente a la ventana como si pudiera verme a los ojos, pasó sus dedos entre sus nalgas y bien mojados de leche se los pasó por la lengua. Se dio media vuelta y luego de besar a mi hermano una vez más y le dijo
- Hasta mañana tío - con voz de nenita. Juntó su ropa y la de Barbie y las dos entraron a la casa mientras mi hermano buscaba un cigarrillo y se lo prendía sentado en el banco.
Las escuché entrar y sacarle la llave a la puerta.

Cuando abrí la puerta estaba Lourdes ya con su Babydoll puesto me dio un beso con esos labios carnosos y esa lengua inquieta casi hasta la garganta y me dijo
- Hasta mañana papi - con el mismo tono aniñado que había usado con mi hermano apretó mi pija entre sus dedos y sacó unas gotas que habían quedado de mi acabada y lamió su man sonriente mientras me dejaba ahí con toda la excitación posible. Me quedé duro viendo con la tranquilidad que se iba moviendo ese culo como si nada hubiera pasado.

Tenía que meterme a la cama antes de que mi hermano terminara de fumar así que me apuré mientras el sueño llegaba repasaba todo en mi mente una y otra vez. ¿Habrían planeado ser encontradas o eso fue un extra que aprovecharon como buenas putitas? ¿Qué hubiera pasado si no tenía llave la puerta? ¿Lo hubiera detenido o hubiera gozado de ver como lo hice?
El sueño me iba venciendo de a poco y mientras me aflojaba recordé que en pocas horas llegarían mis hijos. No sabía que iba a pasar cuando eso ocurriera, con Lourdes tan perra como estaba últimamente.

De hecho no sabía que iba a pasar al día siguiente como me pasaba todas las noches desde que mi hija Lourdes piso esta casa

17 comentarios - Mi hija Lourdes. Decimoquinta Parte

putitaviciosa +1
Lei todos los relatos, todos me calentaron mucho...quiero un papi como vos, besitos
alacranesnlaboca
Muchas Gracias! Que halago
putitaviciosa
@alacranesnlaboca y no te dije..tb una hermanita como Lourdes jajaj 😘
Yosoy277 +1
Lo que se teextranó mi amigo!
Dejo puntos y espero más!
alacranesnlaboca
Muchas Gracias
KARY3 +1
muy calienteee,hermosas pajas con tus relatos,gracias,no se pueden ver las fotos ,fijate si las eliminaron
alacranesnlaboca
Muchas Gracias!
dmn94rp +1
cuanto te estrañaba me resigne a que nunca mas regresarias, que bueno que volviste +10 de una kapo
alacranesnlaboca
Muchas Gracias
raulos2 +1
Excelente, se extrañaban ya. No figuraba en notificaciones
alacranesnlaboca
Muchas Gracias!
_capmorgan
Me rompo la cabeza pensando en la realidad quien podrían ser estas chicas. Tiremos nombres......
rtuire
Hasta ahora no le das por la.cola a tu hija?