Holii de nuevo, ya que les gustó mi relato anterior, les traigo cómo fue mi segundo macho. Será un poco más corto porque ya saben mi contexto. De nuevo prácticamente todo esto es real salvo unos toques
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Tras follar con mi macho 2 veces, las ganas de probar otra verga me estaban ganando (qué puedo decir, soy una puta) así me metí a Grindr de nuevo y chequé entre quienes me habían escrito esos días inactiva, encontrando a un chico de 20 que tenía foto de cara y me sonaba un montón haberlo visto en la universidad. Le escribí preguntándole si estaba en el mismo campus que yo y me confirmó.
Hablamos e intercambiamos nudes y nos gustamos, así que empezamos a ver qué onda. Me dijo que después de las 4 nunca había nadie en cierta zona y ahí habían unos baños que, por estar muy lejos de todos los demás edificios, no usaba nadie. Acepté por pura calentura y emoción vernos al día siguiente.
Empaque mi ropa en mi mochila y le dije a mi mamá que me quedaría a ver un juego de fútbol americano, por lo que al salir de clases me quedé hablando con mis amigas hasta que se fueron y ya sólo esperé sola una media hora, vigilando de cerca esos baños para comprobar que de hecho no iba nadie. Entré a las 4 en punto a cambiarme y esperar a mi macho.
Los nervios me estaban matando hasta que me llegó el mensaje en Grindr que decía que él ya estaba en la puerta, a lo que le dije que pasara al cubículo de discapacitados. Allí lo ví en persona y era mucho, mucho más alto que yo, lo que me excitó mucho.
Me besó (mi primer beso con lengua, muy sucio y caliente) y me empezó a tocar. Después de manosearme toda se desabrochó el cinturón y me senté en la tasa cerrada para chupársela. Se puso condón y se acercó para que le diera placer.
Aunque la tiene un poco más pequeña que mi macho (quizá 17 y 18 cm) es más ancha, así que tuve que tener cuidado con mis dientes al inicio. El sabor del cordón no me gustó, así que conforme avanzaba en la mamada iba lentamente quitándoselo hasta que a la mitad de su pene se lo saqué de uno solo, lo que él respondió tomando mi cabeza para follarme la boca.
Ya tenía mejor control de mi reflejo de la garganta así que pude hacerle garganta profunda, cuando me dijo que estaba a punto de correrse. Yo entonces saqué su polla y lo masturbé sobre mi cara corriendose rápido y dejándome semen en toda mi carita, el cuál esparci con mis manos porque era mucho más líquido y no quería ensuciar mi ropa.
Él tomó un momento para recuperarse y me agradeció por la mamada antes de subirse los pantalones, tomar sus cosas y salir rápido. Me sentí un poco abandonada pero me encantó la sensación de dejar la semilla de un macho en mi cara y me masturbé mi pequeño pene ahí mismo. Me limpié con rollo, me cambié para salir del cubículo y lavarme la cara.
Al final le dejé un mensaje rogando por más de su polla y me dijo los días que podía. Hemos aprovechado varias veces esos baños que no usa nadie para repetir e incluso ir más allá
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Tras follar con mi macho 2 veces, las ganas de probar otra verga me estaban ganando (qué puedo decir, soy una puta) así me metí a Grindr de nuevo y chequé entre quienes me habían escrito esos días inactiva, encontrando a un chico de 20 que tenía foto de cara y me sonaba un montón haberlo visto en la universidad. Le escribí preguntándole si estaba en el mismo campus que yo y me confirmó.
Hablamos e intercambiamos nudes y nos gustamos, así que empezamos a ver qué onda. Me dijo que después de las 4 nunca había nadie en cierta zona y ahí habían unos baños que, por estar muy lejos de todos los demás edificios, no usaba nadie. Acepté por pura calentura y emoción vernos al día siguiente.
Empaque mi ropa en mi mochila y le dije a mi mamá que me quedaría a ver un juego de fútbol americano, por lo que al salir de clases me quedé hablando con mis amigas hasta que se fueron y ya sólo esperé sola una media hora, vigilando de cerca esos baños para comprobar que de hecho no iba nadie. Entré a las 4 en punto a cambiarme y esperar a mi macho.
Los nervios me estaban matando hasta que me llegó el mensaje en Grindr que decía que él ya estaba en la puerta, a lo que le dije que pasara al cubículo de discapacitados. Allí lo ví en persona y era mucho, mucho más alto que yo, lo que me excitó mucho.
Me besó (mi primer beso con lengua, muy sucio y caliente) y me empezó a tocar. Después de manosearme toda se desabrochó el cinturón y me senté en la tasa cerrada para chupársela. Se puso condón y se acercó para que le diera placer.
Aunque la tiene un poco más pequeña que mi macho (quizá 17 y 18 cm) es más ancha, así que tuve que tener cuidado con mis dientes al inicio. El sabor del cordón no me gustó, así que conforme avanzaba en la mamada iba lentamente quitándoselo hasta que a la mitad de su pene se lo saqué de uno solo, lo que él respondió tomando mi cabeza para follarme la boca.
Ya tenía mejor control de mi reflejo de la garganta así que pude hacerle garganta profunda, cuando me dijo que estaba a punto de correrse. Yo entonces saqué su polla y lo masturbé sobre mi cara corriendose rápido y dejándome semen en toda mi carita, el cuál esparci con mis manos porque era mucho más líquido y no quería ensuciar mi ropa.
Él tomó un momento para recuperarse y me agradeció por la mamada antes de subirse los pantalones, tomar sus cosas y salir rápido. Me sentí un poco abandonada pero me encantó la sensación de dejar la semilla de un macho en mi cara y me masturbé mi pequeño pene ahí mismo. Me limpié con rollo, me cambié para salir del cubículo y lavarme la cara.
Al final le dejé un mensaje rogando por más de su polla y me dijo los días que podía. Hemos aprovechado varias veces esos baños que no usa nadie para repetir e incluso ir más allá
1 comentarios - Una sissy en el baño de la uni