Estaba en casa de mi suegra Marcela ayudándola con un plafón que no encendía en su habitación. Le pedí la cinta aisladora, el destornillador y todo lo necesario para revisar si había un cable cortado u otra cosa. Cuando estaba aflojando los tornillos, le pedí que tenga un momento el plagon para unir un empalme que se había soltado.
Marce subió por el otro lado de la escalera y, en la subida, la cinta que yo había dejado apoyada en un peldaño cayó al piso.
—Uy, qué boluda! —dijo, entre risas.
—Podés aguantar sosteniendo el plafon un segundo? Bajo y la agarro —respondí.
—Sisi, yo lo tengo — me dijo
Bajé, levanté la cinta y, al subir de nuevo, noté que llevaba un pantalón liviano que dejaba entrever una lencería con un cierre metálico . “Curioso…”, se me escapó en voz baja.
—Qué cosa curiosa? —preguntó sin soltar el plafón.
—Nada, nada… es raro cómo se desconectó —improvisé, mientras empalmaba los cables.
Hubo un silencio breve. Le pedí que bajara a probar el interruptor. Bajó, tocó la tecla y se hizo luz!!.
—Qué bien! Menos mal que lo pudiste arreglar.
—Sí, por suerte era una pavada —contesté mientras terminaba de montar el plafón.
Cuando estaba ajustando el último tornillo, la sentí acercarse.
—Dale, decime… qué te pareció curioso cuando subiste la escalera?
Sonreí.
—Nada, Marce. Sólo me llamó la atención que tenga un cierre tu ropa interior jajaja
Se rió.
—Ah, eso. Me quedé sin tiempo de lavar esta semana y tuve que sacar la prohibida… poco habitual. —Me miró con picardía—. Qué mirón que sos.
—Me dio curiosidad, nada más. Me imaginé que puede ser peligroso ese cierre justo ahi!!.
—jajaja nada que ver nene, si no le decis nada a mi hija te muestro como funciona, en una de esa te gusta y le regalas una.
—Me quede helado. No sabia que responder.
—Bueno el que calla otroga. Tomalo como agradecimiento por el arreglo que hiciste....
Se puso en 4 sobre la cama y bajo su pantalon dejando ver el pequeño cierre.
—Ayudame que no llego.
—Me acerqué ya con la verga muy dura y con las manos temblorosas le baje el cierre de la tanga.
—Bueno nene estoy funciona asi.
Agarro las tiras y las llevo a cada lado de sus nalgas dejando a la vista un culo y una concha completamente depilados. Se me hacia agua la boca...
—Ahhh, dije, claro, ya entiendo no pense que se abria de punta a punta. Estas muy bueno Marce.
—Estas?? Me dijo.
—Esta esta jaja perdon..
—No me vas a decir que una señora como yo te calienta....
No termino de decir eso que ya estaba arrodillado chupandole el culo y la concha de una menra desesperada.
—Ahora te pido yo que no digas nada Marce me pusiste mil.....que atorranta que sos...
Marce subió por el otro lado de la escalera y, en la subida, la cinta que yo había dejado apoyada en un peldaño cayó al piso.
—Uy, qué boluda! —dijo, entre risas.
—Podés aguantar sosteniendo el plafon un segundo? Bajo y la agarro —respondí.
—Sisi, yo lo tengo — me dijo
Bajé, levanté la cinta y, al subir de nuevo, noté que llevaba un pantalón liviano que dejaba entrever una lencería con un cierre metálico . “Curioso…”, se me escapó en voz baja.
—Qué cosa curiosa? —preguntó sin soltar el plafón.
—Nada, nada… es raro cómo se desconectó —improvisé, mientras empalmaba los cables.
Hubo un silencio breve. Le pedí que bajara a probar el interruptor. Bajó, tocó la tecla y se hizo luz!!.
—Qué bien! Menos mal que lo pudiste arreglar.
—Sí, por suerte era una pavada —contesté mientras terminaba de montar el plafón.
Cuando estaba ajustando el último tornillo, la sentí acercarse.
—Dale, decime… qué te pareció curioso cuando subiste la escalera?
Sonreí.
—Nada, Marce. Sólo me llamó la atención que tenga un cierre tu ropa interior jajaja
Se rió.
—Ah, eso. Me quedé sin tiempo de lavar esta semana y tuve que sacar la prohibida… poco habitual. —Me miró con picardía—. Qué mirón que sos.
—Me dio curiosidad, nada más. Me imaginé que puede ser peligroso ese cierre justo ahi!!.
—jajaja nada que ver nene, si no le decis nada a mi hija te muestro como funciona, en una de esa te gusta y le regalas una.
—Me quede helado. No sabia que responder.
—Bueno el que calla otroga. Tomalo como agradecimiento por el arreglo que hiciste....
Se puso en 4 sobre la cama y bajo su pantalon dejando ver el pequeño cierre.
—Ayudame que no llego.
—Me acerqué ya con la verga muy dura y con las manos temblorosas le baje el cierre de la tanga.
—Bueno nene estoy funciona asi.
Agarro las tiras y las llevo a cada lado de sus nalgas dejando a la vista un culo y una concha completamente depilados. Se me hacia agua la boca...
—Ahhh, dije, claro, ya entiendo no pense que se abria de punta a punta. Estas muy bueno Marce.
—Estas?? Me dijo.
—Esta esta jaja perdon..
—No me vas a decir que una señora como yo te calienta....
No termino de decir eso que ya estaba arrodillado chupandole el culo y la concha de una menra desesperada.
—Ahora te pido yo que no digas nada Marce me pusiste mil.....que atorranta que sos...
1 comentarios - La luz