Hola Comunidad.
La verdad es que siempre me quedo corto agradeciendo todo el apoyo que le están dando a esta serie.
Realmente es increíble, siempre quise escribir y honestamente es que nunca me animé y gracias a ustedes esto se está haciedo divertido y me dan ganas de seguir trayendo más capítulos a esta historia.
Muchas gracias, de verdad.
A todos los que dejan sus puntos, comentan, agregan a favoritos, me mandan regalos y privados.
Les dejo a continuación los links a los primeros capítulos para los que se van sumando.
Está es una historia desarrollada con muchos personajes así que es necesario empezar desde el principio, no se van a arrepentir.
http://www.poringa.net/posts/relatos/3637808/Somos-5-hermanas-Mama-y-Manuel-Parte-1.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3643079/Somos-5-hermanas-Mama-y-Manuel-Parte-2.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3652762/Somos-5-hermanas-Mama-y-Manuel-Parte-3.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3660843/Somos-5-hermanas-Mama-y-Manuel-Parte-4.html
Bueno, demasiada intro, vamos a lo que realmente les importa.
Fue un momento realmente incómodo para todos, la verdad.
Manu y Romi estaban paralizados. De a poco la realidad golpeaba sus mentes, pero lo hacía de forma contundente. Ambos se dieron cuenta de que se habían dejado llevar por las ganas y no pensaron que estaban haciendo todo en medio de la cocina de la familia, quizás el lugar más concurrido de la casa.
Por un breve momento, esos eternos segundos en que nadie dijo nada, pareció que Delfina iba a ser la verduga que acabara con todo lo que hasta hacía un instante era puro placer, pero para sorpresa de los dos más jovenes, su hermana sonrió y les dijo
-"Traten de no dejar todo enchastrado, no creo que a mamá o Estefi les de gracia encontrarse con un pegote de leche en el piso"
dicho esto, giró para irse, dejando a Manu y a Romi anonadados.
Acababa de irse de la cocina, cuando Delfi volvió sobre sus pasos, entró nuevamente en la cocina y sin dar lugar a que nadie dijera nada, metió la mano bajo su falda, y se sacó su ropa interior, una tanga de encaje negro, y se la tiró a Manu sobre la pija, al momento que le decía
-"Te la iba a dejar en el baño para que hicieras lo tuyo, pero veo que ya acabaste. De última usala para limpiarte o lo que quieras", y nuevamente salió de la cocina.
Si ya de por sí la situación no fuera lo suficientemente complicada, ahora la mente de Manu tenía algo más de que preocuparse. No había escapado a su atención que la voz de su hermana tenía un dejo de enojo, tipo celos o hasta incluso tristeza.
-"¿De verdad se habrá puesto celosa de verme con Romi?", pensaba el joven.
Tanto pensamiento se vió interrumpido por Romina, que con la velocidad de un rayo se había levantado y se había limpiado todo lo que pudo con una servilleta de papel y ya estando más presentable, puso sensatez sobre la situación y le dijo a su hermano
-"¿Vos te das cuenta de lo que acaba de pasar?, posta que yo no entiendo nada. ¿Porqué no nos dijo nada?, ¿Porqué te dió su tanga?, ¿Vos hacés lo mismo con ella?, ¿Qué carajo pasa acá?. Explicame, porque no entiendo".
Manuel notó que en la exasperación de Romi también estaban ocultos algunos celos, después de todo, más allá de ser hermanos, él era el primer hombre con el que ella había hecho algo así.
Tratando de tranquilizar a su hermana, Manu le contó al pie de la letra todo lo que había pasado desde su cumpleaños, incluso admitió haber revisado los cajones de las bombachas, cosa que a Romi no le hizo ninguna gracia, pero el quizo decirle todo, esperando que ella pudiera ponerse en su lugar y entender todo lo que estaba pasando y porque.
Una vez que Manu terminó de relatar los acontecimientos, Romina se mostró comprensiva y le dijo que lo entendía, que era normal para un hombre reaccionar así ante la desfachatez y la putez de Delfi, que se pensaba que vivía sola y dentro de una película porno.
Los dos se miraban el uno al otro, sonriendo. Se sintieron más hermanos y mas unidos que nunca, sensación que culminaron con un abrazo. Al separarse, Manu le dijo a su hermana
-"Tenés leche en las cejas y en el pelo, jajajaja. Vas a tener que bañarte".
Romina se rió a la par de su hermano y le respondió
-"Basta tarado, es culpa tuya ¿Cómo iba a saber yo que tenias tanta leche adentro?, ya estoy advertida para la próxima, eso si".
A Manu se le iluminaron los ojos con lo que acababa de escuchar.
-"¿Próxima?, ¿Eso significa que me vas a volver a pajear hermanita?". preguntó ilusionado.
La muchacha sonrió de forma pícara y le contestó
-"Puede ser, siempre y cuando te portes bien"
Los dos compartieron una mirada y sonrisa cómplice y se dedicaron luego a limpiar los rastros de leche que habían quedado en el suelo y en la silla. Una vez limpia la cocina, Romi le dijo que se iba a bañar, que no podía acostarse con el pelo todo pegoteado.
Manu aprovechó que por fin estaba solo y volvió a perderse en sus pensamientos. Últimamente sus pensamientos eran más interesantes que varias otras cosas.
Sin embargo, más que pensar en la paja que le hizo Romi, o en Delfi metiendose el plug en el culo delante de él, o tirandole sus tangas sobre la pija (Romi se la había llevado al cesto del baño), el pensamiento que no lo dejaba en paz, era la reacción de Delfi cuando los enganchó. No terminaba de entender que había pasado y que era exactamente lo que ella había sentido. Sumado a eso, estaba el hecho de que en vez de enojarse o de preguntar que carajo estaban haciendo, había actuado como si fuera lo mas normal del mundo encontrarse a sus hermanos menores en una situación tan sexualmente explícita.
Se forzó a sí mismo a dejar de pensar en sus hermanas y se fué a su habitación en donde lo esperaba su pc, unos cuantos juegos y a olvidarse de todo.
Llevaba unos minutos en la pc, cuando escuchó la puerta del baño, Romi había terminado de bañarse. Menos mal, porque ya no aguantaba las ganas de mear. Decidió esperar un ratito, así no se encontraba con su hermana en el pasillo, pero justo en ese momento golpearon suavemente a su puerta y Romi abrió despacio.
"Pasé a dejarte las buenas noches hermanito", le dijo acercandose a él. Tenía su hermoso pelo naranja todavía mojado y su toalla cubriendo su cuerpo. Le dió un abrazo y para su sorpresa, junto con un "que duermas bien", le dió un piquito.
Manuel de a poco se iba acostumbrando a quedar mudo y soprendido.
Romina estaba ya de salida, cuando se volvió y le dijo
"Mañana es el último día que tengo para estudiar, te pido que hagas de cuenta que esto nunca pasó hasta que rinda. No creo que nos vayamos a morir por un día y medio sin hacer ni decirnos nada, después de todo llevamos 18 años así, jajaja. Una vez que rinda, tenemos todo el verano para divertirnos", terminó y cerró la puerta tras de sí.
Manu hecho un titán se fue a mear, ya que esas ganas no habían desaparecido pero ahora tenía las palabras de Romi haciendo eco en su cabeza.
-"¿Qué le pasó?, ella jamás fue de hablar así, tan decidida, atrevida. No puedo creer que me esté pasando esto", pensaba mientras hacía lo suyo en el baño.
Demás esta decir, que la calentura había vuelto, así que usando la tanga que Delfi le tiró en la cocina, pero ahora pensando en sus dos hermanas y en todo lo que podían llegar a vivir ese verano, se clavó una monumental paja. Algo que vale la pena mencionar es que gracias a la calentura que le producían sus hermanas, su producción de leche parecía verse incrementada exponencialmente, era como que no se acababa nunca y cada vez que eyaculaba, lo hacía cuantiosamente, a borbotones. Esta vez no fue la excepción, así que usó la tanga para quedar bien limpio y se volvió para seguir jugando, ya algo más relajado.
Habían pasado ya un par de horas, cuando le pareció escuchar un ruido. Manu pausó el juego y escuchó atento. Alguien se había levantado al baño. Nada, a seguir jugando. Pero un minuto después, se volvió a abrir la puerta de su habitación, pero esta vez para dar paso a Delfi.
Su hermana mayor entró, cerró la puerta y lo miró paradita en el umbral de su habitación
-"¿Puedo hablar un ratito con vos?, le preguntó con una voz que dejaba en claro que algo le pasaba, parecía triste.
Manu la miró ahí de pie, frente a él y le contestó rápidamente
-"Si, obvio. Vení, ¿Qué pasa?, ¿Estás bien?"
Realmente no podría haberle respondido otra cosa. Primero porque era su hermana y segundo porque la muy hdp tenía puesto un topcito suelto que usaba para dormir y un hilo rojo de esos que tambien se meten en la concha. Osea. Habría que estar demente para decirle "no, estoy jugando, hablamos mañana".
Delfi se paró junto la cama frente a Manu y se quebró.
-"Perdón que te joda, pero posta me siento muy mal", largó, y sus ojos se le llenaron de lágrimas.
-"Eu, eu, tranquila, no pasa nada. Sabés que contás conmigo para lo que sea. ¿Qué pasó?, sentate y contame", le contestó inmediatamente Manu, ya preocupado.
Delfi, trató de tranquilizarse, respiró hondo y continuó.
-"Estoy bien así parada, gracias. Bueno, hay un tipo que siempre va a comer al restaurante, es un cliente regular. Siempre hemos tenido la mejor, desde el principio. Siempre fue el que mejores propinas me dejaba, el que me decía cosas lindas sin zarparse, todo un caballero. En fin, una cosa llevó a la otra, le dí mi número, hablamos y hará cosa de dos semanas nos juntamos, fuimos a un hotel, pasó de todo, se portó bien, me dejó la habitación pagada por 2 horas más, me pidió comida y me dejó una "propina" en la mesa de luz antes de irse. Todo bien. Y así fueron 3 veces más, hasta hoy, que fue la cuarta", en ese momento volvió a llorar y no pudo seguir hablando.
Manuel estaba tratando de asimilar todo lo que su hermana le estaba contando. Así, de la nada, se estaba enterando de que su hermana se cogía clientes del restaurante, que probablemente eran tipos mucho mas grandes, por no decir viejos, casados, con familias, etc. Y encima de todo, recibía dinero a cambio. Toda una puta.
-"Con razón anda siempre con plata y puede comprar semejante cantidad de tangas", pensó el muchacho. Pero al mismo tiempo se preocupó, ya que evidentemente algo había pasado, ya que por algo ella lloraba de esa forma.
Se levantó de la silla y abrazó a su hermana. La envolvió entre sus brazos y le dijo al oído
-"Tranquila, ahora estás conmigo. Sabés que al lado mio no te puede pasar nada, yo siempre te voy a cuidar".
Sus palabras tuvieron mucho efecto, ya que Delfi se tranquilizó casi al instante. Le pidió que se volviera a sentar y continuó con su relato.
-"Bueno, la cuestión que es hoy quedamos en vernos a la tarde noche, pedi franco en el restaurante y le dije a mamá que no venía a dormir. El me dijo que iba a alquilar un departamento de esos que se alquilan por el día, que me esperaba ahí. La cosa es que estuve haciendo tiempo con las chicas y después me fui para allá y cuando llego, me encuentro con él y otros dos tipos, que estaban jugando a la cartas. La verdad es que no entendía nada, nunca jamás habíamos hablado de un trio o un cuarteto o de meter a alguien más, nada de eso. Dejé mis cosas en una silla y el me hizo sentarme en su falda y se puso a acariciarme el plug, a meterlo y a sacarlo,él fue el que me lo compró. Bueno, les dijo a los amigos que yo era de la que les había estado contando, que vieron que es tremenda, preciosa y que se yo. Después me miró a mi y me dijo que hoy me iba a ganar la propina más grande de mi vida. Yo la verdad es que no sabía que hacer, jamás estuve con más de un tipo y tampoco es que he estado con cualquiera, pero bueno, ya estaba ahí. El tipo de la nada me agarró de los pelos y me metió la pija en la boca. Estaba en eso, chupandosela, cuando siento que me agarran de la cintura, uno de los amigos. Me sacó el plug y así sin mojarme, sin lubricante, sin nada, me metió la pija por el culo. Manu, yo te juro que lo he hecho por el culo un millón de veces, pero jamás me imaginé que pudiera doler de esa forma. Te juro que me rompió y estoy segura que lo hizo a propósito y lo peor es que no pude ni gritar, porque tenía la pija del otro metida hasta la garganta. Quise salirme, pero no me dejaron. Al rato un poco se fue pasando el dolor, pero no me dieron ni tiempo de acostumbrarme. Octavio, que es el que yo conocía se acostó en el piso y me hizo ponerme arriba, me penetró la concha, el otro que todavía no había hecho nada, me empezó a dar por el culo y el que me había estado culeando primero me metió la pija en la boca. Yo siempre estoy limpia, me hago enemas para estar limpia, porque a nadie le gustan las sorpresas, pero al haberme dado así de bruto, algo tiene que haber salido, porque tenía un gusto amargo horrible. Pero al igual que con el culo, no me dió oportunidad de nada, la metió entera y lo peor es que era casi el doble de la de Octavio, una locura. Me dieron así un rato que para mi se hizo eterno. Yo no sabía que sentir, si placer, si dolor, era demasiado. Estaba intentando respirar cuando el tipo acabó, el tema es que fue una acabada acorde al tamaño de la pija. Lo mismo que te dije recién, me han acabado muchas veces en la boca y en la garganta, pero fue demasiado. Me hizo salir la leche por la nariz, casi me muero. Octavio me sacó para que no le escupiera la leche encima y me dejaron tomar aire un minuto. A todo esto no sabes todas las cosas que me decían. Pendeja puta, mirá como tragás pija, mirá como te cojemos, te culeamos, te rompemos el orto, puta, puta y así sin parar. Yo ya me sentía como un trapo de piso. Nunca me habían tratado así. Le dije a Octavio que me quería ir a mi casa y me dijeron que faltaba mucho para que me fuera y cambiaron de roles, Octavio paso a mi culo, el que acabó ya estaba al palo de nuevo y me la metía por la concha y el que estaba en el culo pasó a mi boca. Esta vez si alcancé a ver, tenía la pija manchada, así que le corrí la cara y le dije que se lavara primero y el me agarró de los pelos y me dijo que si no quería chupar una pija cagada, que me lavara mejor el orto la próxima vez y me agarró de los pelos y me la metió hasta el fondo igual que el otro. Yo no se como hice para no vomitar. Tampoco estaba taaan manchada, pero al menos la primera no la vi, ahora si y el saberlo me hizo dar más asco. Cuestión que pude aguantarme y así estuvieron otro rato. Ahora este me acabó en la boca, por suerte no tanta cantidad, así que pude tragar sin tanto problema, Octavio se salió de mi culo y me la metió en la boca para acabar ahí tambien, el tema es te estaba manchada su pija tambien, así que fue otro esfuerzo para no vomitar y mientras estaba tragando, el otro volvió a acabar, pero en mi concha. Más allá de que tomo pastillas, nunca dejo que nadie me acabe en la concha, por una cuestión de seguridad, pero bueno, ni avisó y me la mandó toda adentro. Me dejaron ir al baño a lavarme y cuando salí, pensado que ya se había acabado todo, estaban los 3 todavía desnudos esperandome y me dijeron que todavía tenía el orto muy sano para irme. Los tres se turnaron para darme por el culo, un rato cada uno, hasta que los 3 acabaron. Era algo de nunca acabar. Por fin me dejaron lavarme, vestirme e irme. Te juro que jamás me había sentido tan mal, tan humillada, fue horrible. Me pagaron, mucho la verdad, podría dejar de trabajar un par de meses con la plata que me dieron. Pero todavía no te cuento lo peor", Delfi interrumpió su relato e hizo un silencio.
Manuel en ese momento, podría haber sido diagnosticado con trastorno de identidad disociativo (múltiples personalidades en una sola persona). Al mismo tiempo sentía bronca por lo que le habían hecho a su hermana, sorpresa por enterarse de lo puta que era, su yo moral sentía verguenza, pero su yo morboso y perverso estaba deleitado de haber escuchado lo que había pasado ese día con la zorrita que tenía por hermana y por que ella se lo hubiera confesado todo así como así y su pija parada era la señal de su cuerpo en respuesta a eso.
-"¿Qué es lo peor?", preguntó casi con miedo Manuel.
Delfina respiró hondo, tratando de tranquilizarse. En varias ocasiones durante su relato había dejado escapar lagrimas y había tenido que respirar para poder continuar.
-"Lo peor es que más allá de lo horrible que fue todo, a una parte de mi le gustó Manu. Te juro que no se que hacer, que pensar.¿Estoy enferma?, ¿Estoy loca?.
Manuel evidentemente no esperaba esa respuesta y es más, no estaba preparado para la misma. Su pija batallaba por romper su pantalón, echa un fierro caliente y su cabeza no podía procesar semejante revelación -"Esta mina me está jodiendo, ¿Tan puta vas a ser?", pensó para sus adentros. No podía ser.
El que tuvo que respirar para tranquilizarse y dar una respuesta civilizada esta vez fue él, y luego de hacerlo, le dijo a su hermana
-"Vos no estás enferma, ni estás loca Delfi. Sos una mujer libre, a la que le gusta vivir la vida con demasiada intensidad. Pero tenés que tener cuidado, este tipo de cosas te pueden salir muy mal. Podés terminar muerta, embarazada, lastimada. Podría enterarse alguien de la familia. Podría enterarse mamá (puso especial énfasis en eso último). Hoy la sacaste barata, pero me parece que no podés hacer algo así nunca más. Y para ser completamente honesto, obviamente no me gusta la idea de que mi hermana este cogiendo con tipos que ni conoce y menos por plata", terminó con un tono de voz que denotaba reproche y celos.
Por primera vez desde que había entrado a la habitación Delfi sonrió, fue una mirada tierna, de hermana mayor.
-"No te pongas celoso tontito. Esta bien. Te prometo que nunca más hago algo así. Ahora tengo otro temita", agregó.
."No la saqué tan barata como pensás. Necesito que me hagas un favor".
Manuel la miró extrañado -"¿Qué consecuencia de lo que hizo hoy puede involucrarme a mi?", pensó el muchacho.
-"¿Todavía tenés la crema que usaste cuando te caíste del skate el mes pasado?", le preguntó.
Manu se levantó, fue hasta el cajón de la mesa de luz y sacando el potecito de crema le contestó
"Acá está. ¿Para qué la querés?".
Su hermana lo miró con sorna. Nuevamente Manuel volvió a sentirse como un pelotudo, aunque todavía no entendía porque.
-"Bueno, por todo lo que te conté, te imaginarás que mi culo no terminó muy bien. Es más, es por eso que no me he sentado y es por eso que no podía dormir también. ¿Te animás a ponerme un poco de crema?, te juro que me duele demasiado", concluyó mirando a su hermano con un gesto de súplica.
Delfina se inclinó apoyando la cara sobre la cama y se separó las nalgas con las manos.
-"Tené cuidado por favor. Despacito".
Manuel volvía a estar paralizado. Realmente iba a necesitar un cerebro nuevo para poder entender, procesar y almacenar tanta información y tantas cosas que le estaban pasando.
Ahí estaba, su hermana mayor, hasta hace unos días solo una rebelde, pero tierna como un corderito, abriendose el orto para que el pudiera ponerle una crema regeneradora, porque le habían dejado el ano arruinado.
-"Dale boludo, para hoy", lo agitó Delfi.
Tratando de mantener la cordura, Manu se acercó a su hermana y por primera vez en su vida tuvo una visión perfecta y detallada de las zonas más íntimas de su hermana, aunque esperó tener otra oportunidad en una ocasión diferente, ya que evidentemente, la guerra había sido dura.
Tenía los labios de la concha completamente rojos e inflamados, parecía que se hubiera puesto botox de lo hinchados que estaban, pero el problema, evidentemente estaba en el culo. Ayudandose de la linterna de su celular, pudo ver bien de cerca las consecuencias de la promiscuidad de la joven. El ano estaba todavía abierto, completamente rojo y con varios cortes a lo largo de su circunferencia. Evidentemente lo habían abierto más allá de los límites y sin ningún cuidado alguno. Un pequeño hilito de sangre caía en dirección a la concha.
Con todo el cuidado que pudo, metió uno de sus dedos al pote de crema y comenzó a colocarla sobre el ano lesionado de Delfi. Apenas acercó su dedo su hermana ya dió un respingo de dolor y comenzó a lloriquear.
-"Es un poquito. Ya termino. Tranquila", le decía mientras le pasaba la crema.
-"¿Acá también te duele?", preguntó pasando su dedo sobre los labios de la concha.
Delfi, que tenía la cara contra la cama para que no se escucharan sus lloriqueos, movió la cabeza a un lado y le dijo
-"Un poquito, si. Pasame un poco de cremita por ahí también".
Manu pensó que el tener un hilo metido entre los labios no iba a ayudarle en nada, así que le sacó la tanga a su hermana, sin preguntarle. Al parecer ella lo entendió así, ya que no dijo ni hizo nada para evitarlo.
Con el mismo cuidado que antes, Manu paso la crema esta vez por los labios de la concha y al hacerlo, sin querer rozó el clítoris de su hermana.
-"Ojo, que aparte de arder, eso tambien me gusta, jajaja", soltó divertida.
Manu terminó con la apliación de la crema y se quedó mirando el cuerpo de su hermana, cada detalle, tratando de que quedara en su memoria, pues bien sabía que más adelante iba a servirle como inspiración cuando estuviera solo.
-"Bueno, ya estamos", le dijo a su hermana. Pero antes de que ella se enderezara, le agarró una nalga entera con la mano y la apretó fuerte.
-"Epa, ¿Que pasa?, ¿Te emocionaste?, le dijo Delfi, ahora si, de pie.
Manu sonrió y con toda la honestidad del mundo le respondió a su hermana
-"No, pero la verdad es que si no fuera por todo esto que pasó, a vos no te salva nadie hermanita", y termino la frase con toda la morbosidad que fue capaz de transmitir.
Su hermana, que lo miró sorprendida, sonrió y le dijo
-"Te pedí que me pases cremita, pero tampoco para que te aproveches de mi ehh" y luego agregó, -"Aunque como premio por haberme escuchado y ayudado, quizás otro día te deje pasarme otra cremita, una que salga caliente directo del pote", y terminó agarrandole el bulto.
Manuel cerró los ojos ante el contacto de la mano de su hermana en su pija, pero así como se la agarró la soltó.
-"A todo esto, ¿Me podés contar que estaba pasando en la cocina?, ¿Desde cuando Romina te chupa la pija?. Somos todos terribles enfermos en esta familia".
Manu volvió rápidamente a la realidad bajo esa pregunta y con la misma celereidad le respondió a Delfi.
-"No!, nada que ver. Primero no me la chupó, solo me hizo una paja. Romina nunca había hecho una paja, así que mucho menos ha chupado una pija. Y fue la primera vez haciendo algo los dos", continuó y le explicó brevemente como se habían dado las cosas con Romi para llegar a ese punto.
-"Bueno, ahora entiendo, creí que lo nuestro iba a ser exclusivo, pero parece que se te ha dado por jugar con todas tus hermanas. Tratá de no cogerte a mamá", lo agitó Delfina, que si bien lo estaba molestando, su voz volvía a tener un dejo de celos.
Manu no supo que responder, así que se limitó a quedarse callado y mirar el cuerpo de su hermana.
Delfi fue la que rompió el silencio.
-"Bueno, más allá de que te conté una experiencia traumática, puedo entender que el escuchar e imaginarte todo lo que paso, sumado a pasarme la crema te haya excitado y ya que disfrutaste tanto con Romi aunque fuera su primera vez, supongo que si yo que tengo más experiencia hago lo mismo, deberías pasarlo mejor".
Si antes se había quedado mudo, ahora era peor. Manuel se forzó a sí mismo a salir de ese estupor y le tartumudeó una respuesta a Delfi
-"¿Mm mm me estás hablando en serio?, ¿Me vas a hacer una paja Delfi?"
La muy pendeja le sonrió divertida
-"Obvio tontito, es lo mínimo que puedo hacer después de lo hermoso que has sido conmigo. Vení sentate acá", le dijo acercando la silla del escritorio.
Manu se apresuró a sentarse y dejó que su hermana se hiciera cargo de la situación.
Con extraordinaria destreza, Delfi lo despojó de sus pantalones y boxer, dejando su pija libre, en toda su extensión.
La muchacha estaba como hipnotizada. Miraba la pija de su hermano con admiración. La adoraba con sus ojos. La tocó, la acarició. Recorrió todo su largo con sus dedos, le acarició la punta del glande muy suavemente, volviendo loco a Manu. Movía su cabeza para registrarla desde diferentes ángulos, de arriba, de abajo, de los costados. Era como si estuviera midiendola. Y por si eso fuera poco, soltaba sus pensamientos en voz alta, en parte confesando lo que pensaba y al mismo tiempo contandole a Manu como debían hacerse las cosas.
-"Dios!, tantos años durmiendo tan cerca mío, jamás pense que pudieras tener una pija así. Es una obra de arte, toda inocente y virgen. Vos no te preocupes hermanito, yo te voy a enseñar todo lo que necesitas saber para que puedas usarla de la mejor manera y satisfacer a la más exquisita, a la mas zorra y a la mas monja. Hoy empezamos un camino sin vuelta atrás, en donde vas a crecer como hombre, como amante. Vas a sacarle punta a esta pija. Te lo prometo como que mi nombre es Delfina.
Ahora, como vos tenés una pija tan grande, requiere de una buena circulación para estar completamente dura y eso solo se logra con una buena estimulación, hay que acariciarla bien, recorrerla toda, masajearla, forzarla a alcanzar una buena dureza, luego de eso hay que lubricarla bien (en ese momento la escupió tal cual barrabrava, cosa que le hubiera parado la pija y el corazón hasta a el más beato), hay que agarrarla fuerte y comenzar el movimiento de subir y bajar de forma suave, pero constante. De a poco le vamos metiendo ritmo.¿Viste que rico se siente?. Así, cada vez con más ganas, cada vez mas duro. Es una lástima que no pueda usar mi boca, mi lengua sabría tratar tu pija mucho mejor que mis manos. Huy, que rica pija tenés pendejo. Así, así. Ufff!! Como te la comería toda. ¿Me vas a dar la lechita? Tu hermanita tiene sed. Dame, dale. No seas malito.¿Viene?¿Sí?. Bueno, pero no podemos enchastrar todo como hiciste en la cocina. Termina vos y apunta bien", diciendo esto último, se hizo un poco para atrás, así arrodillada como estaba y mirando a su hermano a los ojos, abrió grande la boca, sacando la lengua.
-"Dámela toda, dale", agregó.
Manu, que ya estaba en el 5to infierno, ahora sí no se paralizó ni mucho menos, se puso de pie y tan solo hicieron falta 3 o 4 jalones para que explotara. Trató de apuntar lo mejor que pudo, es más, para asegurarse de no fallar, acercó la punta de la pija a la boca de Delfi, tanto que casi se la mete adentro.
Sin ser una sopresa, y tal cual venía siendo últimamente, la cantidad de leche que largó era más acorde a la de un caballo y no la de un hombre, así que la boca de su hermana se vió rebalsada casi de inmediato, situación que no tomó desprevenida a Delfi, que bien entrenada tragó y volvió a abrir lista para seguir recibiendo. Varios chorros y gotas calleron por la comisura de sus labios, por sus mejillas, le cayeron en la nariz, un par de chorros rebeldes llegaron a caer hasta su frente, pero ella trataba de atrapar cada cm3 como si su vida dependiera de ello.
Manu miraba hacia el techo con sus ojos cerrados y respirando agitadamente. De lejos había sido el orgasmo más intenso de su vida.
Delfi, sin perder tiempo, había recuperado con sus dedos cada gota que no fue a parar donde se suponía y las metió en su boca, para que acompañaran al resto dentro de su pancita, y una vez terminó, le dió un chupetón a la punta de la pija de su hermano, que seguía ahí, a solo unos cm de su cara.
-"Listo. Limpita. ¿Viste que es mejor si en lugar de manchar todo me la das en la boquita? Yo quedo contenta y llenita y vos no tenés que limpiar", le dijo levantándose.
El muchacho estaba en la luna de Valencia. Feliz. Incrédulo de su suerte y de la realidad que estaba viviendo.
-"No se que decirte, posta. Sos increíble Delfi. No puedo creer lo que acaba de pasar. Jamás imaginé algo asi", le dijo con adoración.
Ella se limitó a sonreir satisfecha, pues sabía que le había cambiado la vida a su hermano y le encantaba ser ella quien le mostrara por primera vez lo rico que puede llegar a ser el sexo.
-"Bueno, ya es demasiado tarde. Me voy a ir a dormir y vos deberías hacer lo mismo", le dijo Delfi abrazándolo.
-"Gracias, de verdad", le agregó al oído, con toda la ternura del mundo.
Fue un abrazo hermoso. Lleno de amor de hermanos, de sueños y secretos compartidos, de saber que a partir de ese momento todo iba a ser distinto.
Luego de un momento, se soltaron, si miraron y se volvieron a reir.
-"Bueno, basta. Buenas noches Juancho. Descansá. Y dejá descansar a esa pija. Demasiada acción para una sola noche ha tenido", terminó de saludar Delfi y encaró hacia la puerta de la habitación.
-"Pará, Delfi, un segundo", le dijo Manu antes de que ella saliera.
-"Sí, ¿Qué pasó?
Manuel sostenía en su mano el hilo rojo que su hermana tenía puesto hasta hacía un ratito, y el verlo le había despertado una duda.
-"La tanga de encaje negro que me diste, fue la que usaste mientras esos tipos te cogieron?, osea ¿Venía manchada de su leche y todo eso?", terminó esa frase con un dejo de asco en la voz.
Para su sorpresa, su hermana lo miró divertida.
-"No tonto! ¿Cómo te voy a dar una tanga manchada por la leche de otro tipo? Cuando sos una mujer como yo, acostumbrada a tener acción, tenes que ser como una girl scout, siempre lista. Siempre tengo 1, 2, o 3 tangas en la cartera por las dudas de que me machen la que llevo, que me la arranquen, que me la pidan o cualquier cosa de esas que pueden llegar a pasar. Así que tranquilo. Y mucho no te importó, ya que la terminaste usando igual, jajaja. Es más, para serte honesta, si no la hubiera visto así en el baño, no hubiera entrado a hablar con vos. El hecho de que te tocaras con mi tanga aún después de haber acabado con Romi, fue lo que me hizo darme cuenta de lo que te genero y por eso vine. Hasta mañana tontito", y se fué a dormir, dejando a Manu con la tanga entre sus manos y una nueva erección en su pija que no parecía conocer la saciedad.
Manu durmió como un niño esa noche. Completamente relajado y con esa emoción que uno tiene cuando espera algo con muchas ansias. Como cuando sabés que empieza el mundial, que mañana te depositan o que tu vieja te va a hacer la comida que te gusta o cuando sabés que vas a culear como conejo todo el verano.
Eran casi las 2 de la tarde de ese martes, cuando mamá lo despertó, hablándole tierno desde la puerta de la habitación.
-"Manu, está la comida servida, te estamos esperando, dale".
En la mesa se encontró con Romi y Estefi, ya entrándole a la famosa carne al horno con papas que hacía mamá.
-"¿Delfina no volvió todavía?", preguntó tratando de sonar lo más casual que pudo, pero captó a Romina lanzándole una mirada medio curiosa.
-"No fue a trabajar hoy, está descompuesta", le dijo mamá.
Para sus adentros, Manu sabía que no tenía nada que ver con estar descompuesta, sino con que seguro todavía tenía el culo muy adolorido como para hacer nada.
El almuerzo se desarrolló con normalidad. Estefania fue la encargada de lavar los platos, mamá se apresuró a agarrar sus cosas y salir para el hospital y Romina a enfrascarse con el estudio, como ya le había advertido.
Manu aprovechó para ir a la habitación a ver a Delfi.
La encontró viendo una serie en el teléfono, acostada de lado.
-"¿Todavía te duele el orto?", le largó el muchacho burlesco.
Ella lo miró con reprobación.
-"Euu, no te burles, no es lindo. Posta que no puedo ni caminar. Me preocupa".
Manu entró y se sentó en la cama junto a su hermana.
"Perdón, sabés que no te jodo me malo, hay algunas cosas que es mejor tomárselas con un poco de humor", le dijo mientras le acomodaba el pelo detrás de la oreja, quedando como el hermano más tierno del mundo.
Delfi cerró los ojos y se dejó mimar un poco por su hermano menor.
-"Menos mal que viniste, justo te iba a mandar un mensaje. Quiero que me mires como estoy y que me pongas más cremita, ¿Puede ser?", le dijo interrumpiendo la ternura.
Manu se alegró más de lo debido, pero no se molestó en ocultarlo. Era obvio que se moría por volver a verle el ano a su hermana.
-"Si, no pasa nada. Romi está estudiando a morir porque rinde mañana y Estefi está lavando los platos, aprovechemos", dijo mientras se levantaba y tomaba la crema de la mesa de luz.
Delfina se puso boca abajo y luego de que Manu la destapó, dejando ver que estaba igual que la noche anterior, solo con el topcito, ella volvió a separarse las nalgas con ambas manos, dándole a su hermanito primera fila para poder mirar y encremar su ano.
La crema evidentemente había hecho efecto, pero el ano de Delfi estaba todavía notablemente irritado.
-"Se nota mucho mejor Delfi, uno o dos dias más de la crema y ya va a estar listo para usar", le dijo mientras comenzaba a pasarle cremita de la forma más suave y tierna.
Luego de un par de muecas de dolor, ya que más allá de la suavidad, de ardía demasiado, su hermana le respondió
-"¿Qué listo para usar ni listo para usar?, ¿No te estarás ilusionando con meter nada ahí no?.
Ambos rompieron a reir, llenos de morbo, pero su risa se vió empañada en ese mismo instante, ya que Estefanía abrió la puerta de la habitación y los miraba con los ojos desorbitados.
-"¿SE PUEDE SABER QUE MIERDA ESTÁN HACIENDO?
Como siempre, los invito a dejar sus puntos y a marcar como favorito, pero sobre todo, dejarme sus ideas, criticas, pensamientos sobre los personajes o lo que sea que se les ocurra.
Muchas gracias de nuevo y hasta la próxima entrega.
La verdad es que siempre me quedo corto agradeciendo todo el apoyo que le están dando a esta serie.
Realmente es increíble, siempre quise escribir y honestamente es que nunca me animé y gracias a ustedes esto se está haciedo divertido y me dan ganas de seguir trayendo más capítulos a esta historia.
Muchas gracias, de verdad.
A todos los que dejan sus puntos, comentan, agregan a favoritos, me mandan regalos y privados.
Les dejo a continuación los links a los primeros capítulos para los que se van sumando.
Está es una historia desarrollada con muchos personajes así que es necesario empezar desde el principio, no se van a arrepentir.
http://www.poringa.net/posts/relatos/3637808/Somos-5-hermanas-Mama-y-Manuel-Parte-1.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3643079/Somos-5-hermanas-Mama-y-Manuel-Parte-2.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3652762/Somos-5-hermanas-Mama-y-Manuel-Parte-3.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3660843/Somos-5-hermanas-Mama-y-Manuel-Parte-4.html
Bueno, demasiada intro, vamos a lo que realmente les importa.
Fue un momento realmente incómodo para todos, la verdad.
Manu y Romi estaban paralizados. De a poco la realidad golpeaba sus mentes, pero lo hacía de forma contundente. Ambos se dieron cuenta de que se habían dejado llevar por las ganas y no pensaron que estaban haciendo todo en medio de la cocina de la familia, quizás el lugar más concurrido de la casa.
Por un breve momento, esos eternos segundos en que nadie dijo nada, pareció que Delfina iba a ser la verduga que acabara con todo lo que hasta hacía un instante era puro placer, pero para sorpresa de los dos más jovenes, su hermana sonrió y les dijo
-"Traten de no dejar todo enchastrado, no creo que a mamá o Estefi les de gracia encontrarse con un pegote de leche en el piso"
dicho esto, giró para irse, dejando a Manu y a Romi anonadados.
Acababa de irse de la cocina, cuando Delfi volvió sobre sus pasos, entró nuevamente en la cocina y sin dar lugar a que nadie dijera nada, metió la mano bajo su falda, y se sacó su ropa interior, una tanga de encaje negro, y se la tiró a Manu sobre la pija, al momento que le decía
-"Te la iba a dejar en el baño para que hicieras lo tuyo, pero veo que ya acabaste. De última usala para limpiarte o lo que quieras", y nuevamente salió de la cocina.
Si ya de por sí la situación no fuera lo suficientemente complicada, ahora la mente de Manu tenía algo más de que preocuparse. No había escapado a su atención que la voz de su hermana tenía un dejo de enojo, tipo celos o hasta incluso tristeza.
-"¿De verdad se habrá puesto celosa de verme con Romi?", pensaba el joven.
Tanto pensamiento se vió interrumpido por Romina, que con la velocidad de un rayo se había levantado y se había limpiado todo lo que pudo con una servilleta de papel y ya estando más presentable, puso sensatez sobre la situación y le dijo a su hermano
-"¿Vos te das cuenta de lo que acaba de pasar?, posta que yo no entiendo nada. ¿Porqué no nos dijo nada?, ¿Porqué te dió su tanga?, ¿Vos hacés lo mismo con ella?, ¿Qué carajo pasa acá?. Explicame, porque no entiendo".
Manuel notó que en la exasperación de Romi también estaban ocultos algunos celos, después de todo, más allá de ser hermanos, él era el primer hombre con el que ella había hecho algo así.
Tratando de tranquilizar a su hermana, Manu le contó al pie de la letra todo lo que había pasado desde su cumpleaños, incluso admitió haber revisado los cajones de las bombachas, cosa que a Romi no le hizo ninguna gracia, pero el quizo decirle todo, esperando que ella pudiera ponerse en su lugar y entender todo lo que estaba pasando y porque.
Una vez que Manu terminó de relatar los acontecimientos, Romina se mostró comprensiva y le dijo que lo entendía, que era normal para un hombre reaccionar así ante la desfachatez y la putez de Delfi, que se pensaba que vivía sola y dentro de una película porno.
Los dos se miraban el uno al otro, sonriendo. Se sintieron más hermanos y mas unidos que nunca, sensación que culminaron con un abrazo. Al separarse, Manu le dijo a su hermana
-"Tenés leche en las cejas y en el pelo, jajajaja. Vas a tener que bañarte".
Romina se rió a la par de su hermano y le respondió
-"Basta tarado, es culpa tuya ¿Cómo iba a saber yo que tenias tanta leche adentro?, ya estoy advertida para la próxima, eso si".
A Manu se le iluminaron los ojos con lo que acababa de escuchar.
-"¿Próxima?, ¿Eso significa que me vas a volver a pajear hermanita?". preguntó ilusionado.
La muchacha sonrió de forma pícara y le contestó
-"Puede ser, siempre y cuando te portes bien"
Los dos compartieron una mirada y sonrisa cómplice y se dedicaron luego a limpiar los rastros de leche que habían quedado en el suelo y en la silla. Una vez limpia la cocina, Romi le dijo que se iba a bañar, que no podía acostarse con el pelo todo pegoteado.
Manu aprovechó que por fin estaba solo y volvió a perderse en sus pensamientos. Últimamente sus pensamientos eran más interesantes que varias otras cosas.
Sin embargo, más que pensar en la paja que le hizo Romi, o en Delfi metiendose el plug en el culo delante de él, o tirandole sus tangas sobre la pija (Romi se la había llevado al cesto del baño), el pensamiento que no lo dejaba en paz, era la reacción de Delfi cuando los enganchó. No terminaba de entender que había pasado y que era exactamente lo que ella había sentido. Sumado a eso, estaba el hecho de que en vez de enojarse o de preguntar que carajo estaban haciendo, había actuado como si fuera lo mas normal del mundo encontrarse a sus hermanos menores en una situación tan sexualmente explícita.
Se forzó a sí mismo a dejar de pensar en sus hermanas y se fué a su habitación en donde lo esperaba su pc, unos cuantos juegos y a olvidarse de todo.
Llevaba unos minutos en la pc, cuando escuchó la puerta del baño, Romi había terminado de bañarse. Menos mal, porque ya no aguantaba las ganas de mear. Decidió esperar un ratito, así no se encontraba con su hermana en el pasillo, pero justo en ese momento golpearon suavemente a su puerta y Romi abrió despacio.
"Pasé a dejarte las buenas noches hermanito", le dijo acercandose a él. Tenía su hermoso pelo naranja todavía mojado y su toalla cubriendo su cuerpo. Le dió un abrazo y para su sorpresa, junto con un "que duermas bien", le dió un piquito.
Manuel de a poco se iba acostumbrando a quedar mudo y soprendido.
Romina estaba ya de salida, cuando se volvió y le dijo
"Mañana es el último día que tengo para estudiar, te pido que hagas de cuenta que esto nunca pasó hasta que rinda. No creo que nos vayamos a morir por un día y medio sin hacer ni decirnos nada, después de todo llevamos 18 años así, jajaja. Una vez que rinda, tenemos todo el verano para divertirnos", terminó y cerró la puerta tras de sí.
Manu hecho un titán se fue a mear, ya que esas ganas no habían desaparecido pero ahora tenía las palabras de Romi haciendo eco en su cabeza.
-"¿Qué le pasó?, ella jamás fue de hablar así, tan decidida, atrevida. No puedo creer que me esté pasando esto", pensaba mientras hacía lo suyo en el baño.
Demás esta decir, que la calentura había vuelto, así que usando la tanga que Delfi le tiró en la cocina, pero ahora pensando en sus dos hermanas y en todo lo que podían llegar a vivir ese verano, se clavó una monumental paja. Algo que vale la pena mencionar es que gracias a la calentura que le producían sus hermanas, su producción de leche parecía verse incrementada exponencialmente, era como que no se acababa nunca y cada vez que eyaculaba, lo hacía cuantiosamente, a borbotones. Esta vez no fue la excepción, así que usó la tanga para quedar bien limpio y se volvió para seguir jugando, ya algo más relajado.
Habían pasado ya un par de horas, cuando le pareció escuchar un ruido. Manu pausó el juego y escuchó atento. Alguien se había levantado al baño. Nada, a seguir jugando. Pero un minuto después, se volvió a abrir la puerta de su habitación, pero esta vez para dar paso a Delfi.
Su hermana mayor entró, cerró la puerta y lo miró paradita en el umbral de su habitación
-"¿Puedo hablar un ratito con vos?, le preguntó con una voz que dejaba en claro que algo le pasaba, parecía triste.
Manu la miró ahí de pie, frente a él y le contestó rápidamente
-"Si, obvio. Vení, ¿Qué pasa?, ¿Estás bien?"
Realmente no podría haberle respondido otra cosa. Primero porque era su hermana y segundo porque la muy hdp tenía puesto un topcito suelto que usaba para dormir y un hilo rojo de esos que tambien se meten en la concha. Osea. Habría que estar demente para decirle "no, estoy jugando, hablamos mañana".
Delfi se paró junto la cama frente a Manu y se quebró.
-"Perdón que te joda, pero posta me siento muy mal", largó, y sus ojos se le llenaron de lágrimas.
-"Eu, eu, tranquila, no pasa nada. Sabés que contás conmigo para lo que sea. ¿Qué pasó?, sentate y contame", le contestó inmediatamente Manu, ya preocupado.
Delfi, trató de tranquilizarse, respiró hondo y continuó.
-"Estoy bien así parada, gracias. Bueno, hay un tipo que siempre va a comer al restaurante, es un cliente regular. Siempre hemos tenido la mejor, desde el principio. Siempre fue el que mejores propinas me dejaba, el que me decía cosas lindas sin zarparse, todo un caballero. En fin, una cosa llevó a la otra, le dí mi número, hablamos y hará cosa de dos semanas nos juntamos, fuimos a un hotel, pasó de todo, se portó bien, me dejó la habitación pagada por 2 horas más, me pidió comida y me dejó una "propina" en la mesa de luz antes de irse. Todo bien. Y así fueron 3 veces más, hasta hoy, que fue la cuarta", en ese momento volvió a llorar y no pudo seguir hablando.
Manuel estaba tratando de asimilar todo lo que su hermana le estaba contando. Así, de la nada, se estaba enterando de que su hermana se cogía clientes del restaurante, que probablemente eran tipos mucho mas grandes, por no decir viejos, casados, con familias, etc. Y encima de todo, recibía dinero a cambio. Toda una puta.
-"Con razón anda siempre con plata y puede comprar semejante cantidad de tangas", pensó el muchacho. Pero al mismo tiempo se preocupó, ya que evidentemente algo había pasado, ya que por algo ella lloraba de esa forma.
Se levantó de la silla y abrazó a su hermana. La envolvió entre sus brazos y le dijo al oído
-"Tranquila, ahora estás conmigo. Sabés que al lado mio no te puede pasar nada, yo siempre te voy a cuidar".
Sus palabras tuvieron mucho efecto, ya que Delfi se tranquilizó casi al instante. Le pidió que se volviera a sentar y continuó con su relato.
-"Bueno, la cuestión que es hoy quedamos en vernos a la tarde noche, pedi franco en el restaurante y le dije a mamá que no venía a dormir. El me dijo que iba a alquilar un departamento de esos que se alquilan por el día, que me esperaba ahí. La cosa es que estuve haciendo tiempo con las chicas y después me fui para allá y cuando llego, me encuentro con él y otros dos tipos, que estaban jugando a la cartas. La verdad es que no entendía nada, nunca jamás habíamos hablado de un trio o un cuarteto o de meter a alguien más, nada de eso. Dejé mis cosas en una silla y el me hizo sentarme en su falda y se puso a acariciarme el plug, a meterlo y a sacarlo,él fue el que me lo compró. Bueno, les dijo a los amigos que yo era de la que les había estado contando, que vieron que es tremenda, preciosa y que se yo. Después me miró a mi y me dijo que hoy me iba a ganar la propina más grande de mi vida. Yo la verdad es que no sabía que hacer, jamás estuve con más de un tipo y tampoco es que he estado con cualquiera, pero bueno, ya estaba ahí. El tipo de la nada me agarró de los pelos y me metió la pija en la boca. Estaba en eso, chupandosela, cuando siento que me agarran de la cintura, uno de los amigos. Me sacó el plug y así sin mojarme, sin lubricante, sin nada, me metió la pija por el culo. Manu, yo te juro que lo he hecho por el culo un millón de veces, pero jamás me imaginé que pudiera doler de esa forma. Te juro que me rompió y estoy segura que lo hizo a propósito y lo peor es que no pude ni gritar, porque tenía la pija del otro metida hasta la garganta. Quise salirme, pero no me dejaron. Al rato un poco se fue pasando el dolor, pero no me dieron ni tiempo de acostumbrarme. Octavio, que es el que yo conocía se acostó en el piso y me hizo ponerme arriba, me penetró la concha, el otro que todavía no había hecho nada, me empezó a dar por el culo y el que me había estado culeando primero me metió la pija en la boca. Yo siempre estoy limpia, me hago enemas para estar limpia, porque a nadie le gustan las sorpresas, pero al haberme dado así de bruto, algo tiene que haber salido, porque tenía un gusto amargo horrible. Pero al igual que con el culo, no me dió oportunidad de nada, la metió entera y lo peor es que era casi el doble de la de Octavio, una locura. Me dieron así un rato que para mi se hizo eterno. Yo no sabía que sentir, si placer, si dolor, era demasiado. Estaba intentando respirar cuando el tipo acabó, el tema es que fue una acabada acorde al tamaño de la pija. Lo mismo que te dije recién, me han acabado muchas veces en la boca y en la garganta, pero fue demasiado. Me hizo salir la leche por la nariz, casi me muero. Octavio me sacó para que no le escupiera la leche encima y me dejaron tomar aire un minuto. A todo esto no sabes todas las cosas que me decían. Pendeja puta, mirá como tragás pija, mirá como te cojemos, te culeamos, te rompemos el orto, puta, puta y así sin parar. Yo ya me sentía como un trapo de piso. Nunca me habían tratado así. Le dije a Octavio que me quería ir a mi casa y me dijeron que faltaba mucho para que me fuera y cambiaron de roles, Octavio paso a mi culo, el que acabó ya estaba al palo de nuevo y me la metía por la concha y el que estaba en el culo pasó a mi boca. Esta vez si alcancé a ver, tenía la pija manchada, así que le corrí la cara y le dije que se lavara primero y el me agarró de los pelos y me dijo que si no quería chupar una pija cagada, que me lavara mejor el orto la próxima vez y me agarró de los pelos y me la metió hasta el fondo igual que el otro. Yo no se como hice para no vomitar. Tampoco estaba taaan manchada, pero al menos la primera no la vi, ahora si y el saberlo me hizo dar más asco. Cuestión que pude aguantarme y así estuvieron otro rato. Ahora este me acabó en la boca, por suerte no tanta cantidad, así que pude tragar sin tanto problema, Octavio se salió de mi culo y me la metió en la boca para acabar ahí tambien, el tema es te estaba manchada su pija tambien, así que fue otro esfuerzo para no vomitar y mientras estaba tragando, el otro volvió a acabar, pero en mi concha. Más allá de que tomo pastillas, nunca dejo que nadie me acabe en la concha, por una cuestión de seguridad, pero bueno, ni avisó y me la mandó toda adentro. Me dejaron ir al baño a lavarme y cuando salí, pensado que ya se había acabado todo, estaban los 3 todavía desnudos esperandome y me dijeron que todavía tenía el orto muy sano para irme. Los tres se turnaron para darme por el culo, un rato cada uno, hasta que los 3 acabaron. Era algo de nunca acabar. Por fin me dejaron lavarme, vestirme e irme. Te juro que jamás me había sentido tan mal, tan humillada, fue horrible. Me pagaron, mucho la verdad, podría dejar de trabajar un par de meses con la plata que me dieron. Pero todavía no te cuento lo peor", Delfi interrumpió su relato e hizo un silencio.
Manuel en ese momento, podría haber sido diagnosticado con trastorno de identidad disociativo (múltiples personalidades en una sola persona). Al mismo tiempo sentía bronca por lo que le habían hecho a su hermana, sorpresa por enterarse de lo puta que era, su yo moral sentía verguenza, pero su yo morboso y perverso estaba deleitado de haber escuchado lo que había pasado ese día con la zorrita que tenía por hermana y por que ella se lo hubiera confesado todo así como así y su pija parada era la señal de su cuerpo en respuesta a eso.
-"¿Qué es lo peor?", preguntó casi con miedo Manuel.
Delfina respiró hondo, tratando de tranquilizarse. En varias ocasiones durante su relato había dejado escapar lagrimas y había tenido que respirar para poder continuar.
-"Lo peor es que más allá de lo horrible que fue todo, a una parte de mi le gustó Manu. Te juro que no se que hacer, que pensar.¿Estoy enferma?, ¿Estoy loca?.
Manuel evidentemente no esperaba esa respuesta y es más, no estaba preparado para la misma. Su pija batallaba por romper su pantalón, echa un fierro caliente y su cabeza no podía procesar semejante revelación -"Esta mina me está jodiendo, ¿Tan puta vas a ser?", pensó para sus adentros. No podía ser.
El que tuvo que respirar para tranquilizarse y dar una respuesta civilizada esta vez fue él, y luego de hacerlo, le dijo a su hermana
-"Vos no estás enferma, ni estás loca Delfi. Sos una mujer libre, a la que le gusta vivir la vida con demasiada intensidad. Pero tenés que tener cuidado, este tipo de cosas te pueden salir muy mal. Podés terminar muerta, embarazada, lastimada. Podría enterarse alguien de la familia. Podría enterarse mamá (puso especial énfasis en eso último). Hoy la sacaste barata, pero me parece que no podés hacer algo así nunca más. Y para ser completamente honesto, obviamente no me gusta la idea de que mi hermana este cogiendo con tipos que ni conoce y menos por plata", terminó con un tono de voz que denotaba reproche y celos.
Por primera vez desde que había entrado a la habitación Delfi sonrió, fue una mirada tierna, de hermana mayor.
-"No te pongas celoso tontito. Esta bien. Te prometo que nunca más hago algo así. Ahora tengo otro temita", agregó.
."No la saqué tan barata como pensás. Necesito que me hagas un favor".
Manuel la miró extrañado -"¿Qué consecuencia de lo que hizo hoy puede involucrarme a mi?", pensó el muchacho.
-"¿Todavía tenés la crema que usaste cuando te caíste del skate el mes pasado?", le preguntó.
Manu se levantó, fue hasta el cajón de la mesa de luz y sacando el potecito de crema le contestó
"Acá está. ¿Para qué la querés?".
Su hermana lo miró con sorna. Nuevamente Manuel volvió a sentirse como un pelotudo, aunque todavía no entendía porque.
-"Bueno, por todo lo que te conté, te imaginarás que mi culo no terminó muy bien. Es más, es por eso que no me he sentado y es por eso que no podía dormir también. ¿Te animás a ponerme un poco de crema?, te juro que me duele demasiado", concluyó mirando a su hermano con un gesto de súplica.
Delfina se inclinó apoyando la cara sobre la cama y se separó las nalgas con las manos.
-"Tené cuidado por favor. Despacito".
Manuel volvía a estar paralizado. Realmente iba a necesitar un cerebro nuevo para poder entender, procesar y almacenar tanta información y tantas cosas que le estaban pasando.
Ahí estaba, su hermana mayor, hasta hace unos días solo una rebelde, pero tierna como un corderito, abriendose el orto para que el pudiera ponerle una crema regeneradora, porque le habían dejado el ano arruinado.
-"Dale boludo, para hoy", lo agitó Delfi.
Tratando de mantener la cordura, Manu se acercó a su hermana y por primera vez en su vida tuvo una visión perfecta y detallada de las zonas más íntimas de su hermana, aunque esperó tener otra oportunidad en una ocasión diferente, ya que evidentemente, la guerra había sido dura.
Tenía los labios de la concha completamente rojos e inflamados, parecía que se hubiera puesto botox de lo hinchados que estaban, pero el problema, evidentemente estaba en el culo. Ayudandose de la linterna de su celular, pudo ver bien de cerca las consecuencias de la promiscuidad de la joven. El ano estaba todavía abierto, completamente rojo y con varios cortes a lo largo de su circunferencia. Evidentemente lo habían abierto más allá de los límites y sin ningún cuidado alguno. Un pequeño hilito de sangre caía en dirección a la concha.
Con todo el cuidado que pudo, metió uno de sus dedos al pote de crema y comenzó a colocarla sobre el ano lesionado de Delfi. Apenas acercó su dedo su hermana ya dió un respingo de dolor y comenzó a lloriquear.
-"Es un poquito. Ya termino. Tranquila", le decía mientras le pasaba la crema.
-"¿Acá también te duele?", preguntó pasando su dedo sobre los labios de la concha.
Delfi, que tenía la cara contra la cama para que no se escucharan sus lloriqueos, movió la cabeza a un lado y le dijo
-"Un poquito, si. Pasame un poco de cremita por ahí también".
Manu pensó que el tener un hilo metido entre los labios no iba a ayudarle en nada, así que le sacó la tanga a su hermana, sin preguntarle. Al parecer ella lo entendió así, ya que no dijo ni hizo nada para evitarlo.
Con el mismo cuidado que antes, Manu paso la crema esta vez por los labios de la concha y al hacerlo, sin querer rozó el clítoris de su hermana.
-"Ojo, que aparte de arder, eso tambien me gusta, jajaja", soltó divertida.
Manu terminó con la apliación de la crema y se quedó mirando el cuerpo de su hermana, cada detalle, tratando de que quedara en su memoria, pues bien sabía que más adelante iba a servirle como inspiración cuando estuviera solo.
-"Bueno, ya estamos", le dijo a su hermana. Pero antes de que ella se enderezara, le agarró una nalga entera con la mano y la apretó fuerte.
-"Epa, ¿Que pasa?, ¿Te emocionaste?, le dijo Delfi, ahora si, de pie.
Manu sonrió y con toda la honestidad del mundo le respondió a su hermana
-"No, pero la verdad es que si no fuera por todo esto que pasó, a vos no te salva nadie hermanita", y termino la frase con toda la morbosidad que fue capaz de transmitir.
Su hermana, que lo miró sorprendida, sonrió y le dijo
-"Te pedí que me pases cremita, pero tampoco para que te aproveches de mi ehh" y luego agregó, -"Aunque como premio por haberme escuchado y ayudado, quizás otro día te deje pasarme otra cremita, una que salga caliente directo del pote", y terminó agarrandole el bulto.
Manuel cerró los ojos ante el contacto de la mano de su hermana en su pija, pero así como se la agarró la soltó.
-"A todo esto, ¿Me podés contar que estaba pasando en la cocina?, ¿Desde cuando Romina te chupa la pija?. Somos todos terribles enfermos en esta familia".
Manu volvió rápidamente a la realidad bajo esa pregunta y con la misma celereidad le respondió a Delfi.
-"No!, nada que ver. Primero no me la chupó, solo me hizo una paja. Romina nunca había hecho una paja, así que mucho menos ha chupado una pija. Y fue la primera vez haciendo algo los dos", continuó y le explicó brevemente como se habían dado las cosas con Romi para llegar a ese punto.
-"Bueno, ahora entiendo, creí que lo nuestro iba a ser exclusivo, pero parece que se te ha dado por jugar con todas tus hermanas. Tratá de no cogerte a mamá", lo agitó Delfina, que si bien lo estaba molestando, su voz volvía a tener un dejo de celos.
Manu no supo que responder, así que se limitó a quedarse callado y mirar el cuerpo de su hermana.
Delfi fue la que rompió el silencio.
-"Bueno, más allá de que te conté una experiencia traumática, puedo entender que el escuchar e imaginarte todo lo que paso, sumado a pasarme la crema te haya excitado y ya que disfrutaste tanto con Romi aunque fuera su primera vez, supongo que si yo que tengo más experiencia hago lo mismo, deberías pasarlo mejor".
Si antes se había quedado mudo, ahora era peor. Manuel se forzó a sí mismo a salir de ese estupor y le tartumudeó una respuesta a Delfi
-"¿Mm mm me estás hablando en serio?, ¿Me vas a hacer una paja Delfi?"
La muy pendeja le sonrió divertida
-"Obvio tontito, es lo mínimo que puedo hacer después de lo hermoso que has sido conmigo. Vení sentate acá", le dijo acercando la silla del escritorio.
Manu se apresuró a sentarse y dejó que su hermana se hiciera cargo de la situación.
Con extraordinaria destreza, Delfi lo despojó de sus pantalones y boxer, dejando su pija libre, en toda su extensión.
La muchacha estaba como hipnotizada. Miraba la pija de su hermano con admiración. La adoraba con sus ojos. La tocó, la acarició. Recorrió todo su largo con sus dedos, le acarició la punta del glande muy suavemente, volviendo loco a Manu. Movía su cabeza para registrarla desde diferentes ángulos, de arriba, de abajo, de los costados. Era como si estuviera midiendola. Y por si eso fuera poco, soltaba sus pensamientos en voz alta, en parte confesando lo que pensaba y al mismo tiempo contandole a Manu como debían hacerse las cosas.
-"Dios!, tantos años durmiendo tan cerca mío, jamás pense que pudieras tener una pija así. Es una obra de arte, toda inocente y virgen. Vos no te preocupes hermanito, yo te voy a enseñar todo lo que necesitas saber para que puedas usarla de la mejor manera y satisfacer a la más exquisita, a la mas zorra y a la mas monja. Hoy empezamos un camino sin vuelta atrás, en donde vas a crecer como hombre, como amante. Vas a sacarle punta a esta pija. Te lo prometo como que mi nombre es Delfina.
Ahora, como vos tenés una pija tan grande, requiere de una buena circulación para estar completamente dura y eso solo se logra con una buena estimulación, hay que acariciarla bien, recorrerla toda, masajearla, forzarla a alcanzar una buena dureza, luego de eso hay que lubricarla bien (en ese momento la escupió tal cual barrabrava, cosa que le hubiera parado la pija y el corazón hasta a el más beato), hay que agarrarla fuerte y comenzar el movimiento de subir y bajar de forma suave, pero constante. De a poco le vamos metiendo ritmo.¿Viste que rico se siente?. Así, cada vez con más ganas, cada vez mas duro. Es una lástima que no pueda usar mi boca, mi lengua sabría tratar tu pija mucho mejor que mis manos. Huy, que rica pija tenés pendejo. Así, así. Ufff!! Como te la comería toda. ¿Me vas a dar la lechita? Tu hermanita tiene sed. Dame, dale. No seas malito.¿Viene?¿Sí?. Bueno, pero no podemos enchastrar todo como hiciste en la cocina. Termina vos y apunta bien", diciendo esto último, se hizo un poco para atrás, así arrodillada como estaba y mirando a su hermano a los ojos, abrió grande la boca, sacando la lengua.
-"Dámela toda, dale", agregó.
Manu, que ya estaba en el 5to infierno, ahora sí no se paralizó ni mucho menos, se puso de pie y tan solo hicieron falta 3 o 4 jalones para que explotara. Trató de apuntar lo mejor que pudo, es más, para asegurarse de no fallar, acercó la punta de la pija a la boca de Delfi, tanto que casi se la mete adentro.
Sin ser una sopresa, y tal cual venía siendo últimamente, la cantidad de leche que largó era más acorde a la de un caballo y no la de un hombre, así que la boca de su hermana se vió rebalsada casi de inmediato, situación que no tomó desprevenida a Delfi, que bien entrenada tragó y volvió a abrir lista para seguir recibiendo. Varios chorros y gotas calleron por la comisura de sus labios, por sus mejillas, le cayeron en la nariz, un par de chorros rebeldes llegaron a caer hasta su frente, pero ella trataba de atrapar cada cm3 como si su vida dependiera de ello.
Manu miraba hacia el techo con sus ojos cerrados y respirando agitadamente. De lejos había sido el orgasmo más intenso de su vida.
Delfi, sin perder tiempo, había recuperado con sus dedos cada gota que no fue a parar donde se suponía y las metió en su boca, para que acompañaran al resto dentro de su pancita, y una vez terminó, le dió un chupetón a la punta de la pija de su hermano, que seguía ahí, a solo unos cm de su cara.
-"Listo. Limpita. ¿Viste que es mejor si en lugar de manchar todo me la das en la boquita? Yo quedo contenta y llenita y vos no tenés que limpiar", le dijo levantándose.
El muchacho estaba en la luna de Valencia. Feliz. Incrédulo de su suerte y de la realidad que estaba viviendo.
-"No se que decirte, posta. Sos increíble Delfi. No puedo creer lo que acaba de pasar. Jamás imaginé algo asi", le dijo con adoración.
Ella se limitó a sonreir satisfecha, pues sabía que le había cambiado la vida a su hermano y le encantaba ser ella quien le mostrara por primera vez lo rico que puede llegar a ser el sexo.
-"Bueno, ya es demasiado tarde. Me voy a ir a dormir y vos deberías hacer lo mismo", le dijo Delfi abrazándolo.
-"Gracias, de verdad", le agregó al oído, con toda la ternura del mundo.
Fue un abrazo hermoso. Lleno de amor de hermanos, de sueños y secretos compartidos, de saber que a partir de ese momento todo iba a ser distinto.
Luego de un momento, se soltaron, si miraron y se volvieron a reir.
-"Bueno, basta. Buenas noches Juancho. Descansá. Y dejá descansar a esa pija. Demasiada acción para una sola noche ha tenido", terminó de saludar Delfi y encaró hacia la puerta de la habitación.
-"Pará, Delfi, un segundo", le dijo Manu antes de que ella saliera.
-"Sí, ¿Qué pasó?
Manuel sostenía en su mano el hilo rojo que su hermana tenía puesto hasta hacía un ratito, y el verlo le había despertado una duda.
-"La tanga de encaje negro que me diste, fue la que usaste mientras esos tipos te cogieron?, osea ¿Venía manchada de su leche y todo eso?", terminó esa frase con un dejo de asco en la voz.
Para su sorpresa, su hermana lo miró divertida.
-"No tonto! ¿Cómo te voy a dar una tanga manchada por la leche de otro tipo? Cuando sos una mujer como yo, acostumbrada a tener acción, tenes que ser como una girl scout, siempre lista. Siempre tengo 1, 2, o 3 tangas en la cartera por las dudas de que me machen la que llevo, que me la arranquen, que me la pidan o cualquier cosa de esas que pueden llegar a pasar. Así que tranquilo. Y mucho no te importó, ya que la terminaste usando igual, jajaja. Es más, para serte honesta, si no la hubiera visto así en el baño, no hubiera entrado a hablar con vos. El hecho de que te tocaras con mi tanga aún después de haber acabado con Romi, fue lo que me hizo darme cuenta de lo que te genero y por eso vine. Hasta mañana tontito", y se fué a dormir, dejando a Manu con la tanga entre sus manos y una nueva erección en su pija que no parecía conocer la saciedad.
Manu durmió como un niño esa noche. Completamente relajado y con esa emoción que uno tiene cuando espera algo con muchas ansias. Como cuando sabés que empieza el mundial, que mañana te depositan o que tu vieja te va a hacer la comida que te gusta o cuando sabés que vas a culear como conejo todo el verano.
Eran casi las 2 de la tarde de ese martes, cuando mamá lo despertó, hablándole tierno desde la puerta de la habitación.
-"Manu, está la comida servida, te estamos esperando, dale".
En la mesa se encontró con Romi y Estefi, ya entrándole a la famosa carne al horno con papas que hacía mamá.
-"¿Delfina no volvió todavía?", preguntó tratando de sonar lo más casual que pudo, pero captó a Romina lanzándole una mirada medio curiosa.
-"No fue a trabajar hoy, está descompuesta", le dijo mamá.
Para sus adentros, Manu sabía que no tenía nada que ver con estar descompuesta, sino con que seguro todavía tenía el culo muy adolorido como para hacer nada.
El almuerzo se desarrolló con normalidad. Estefania fue la encargada de lavar los platos, mamá se apresuró a agarrar sus cosas y salir para el hospital y Romina a enfrascarse con el estudio, como ya le había advertido.
Manu aprovechó para ir a la habitación a ver a Delfi.
La encontró viendo una serie en el teléfono, acostada de lado.
-"¿Todavía te duele el orto?", le largó el muchacho burlesco.
Ella lo miró con reprobación.
-"Euu, no te burles, no es lindo. Posta que no puedo ni caminar. Me preocupa".
Manu entró y se sentó en la cama junto a su hermana.
"Perdón, sabés que no te jodo me malo, hay algunas cosas que es mejor tomárselas con un poco de humor", le dijo mientras le acomodaba el pelo detrás de la oreja, quedando como el hermano más tierno del mundo.
Delfi cerró los ojos y se dejó mimar un poco por su hermano menor.
-"Menos mal que viniste, justo te iba a mandar un mensaje. Quiero que me mires como estoy y que me pongas más cremita, ¿Puede ser?", le dijo interrumpiendo la ternura.
Manu se alegró más de lo debido, pero no se molestó en ocultarlo. Era obvio que se moría por volver a verle el ano a su hermana.
-"Si, no pasa nada. Romi está estudiando a morir porque rinde mañana y Estefi está lavando los platos, aprovechemos", dijo mientras se levantaba y tomaba la crema de la mesa de luz.
Delfina se puso boca abajo y luego de que Manu la destapó, dejando ver que estaba igual que la noche anterior, solo con el topcito, ella volvió a separarse las nalgas con ambas manos, dándole a su hermanito primera fila para poder mirar y encremar su ano.
La crema evidentemente había hecho efecto, pero el ano de Delfi estaba todavía notablemente irritado.
-"Se nota mucho mejor Delfi, uno o dos dias más de la crema y ya va a estar listo para usar", le dijo mientras comenzaba a pasarle cremita de la forma más suave y tierna.
Luego de un par de muecas de dolor, ya que más allá de la suavidad, de ardía demasiado, su hermana le respondió
-"¿Qué listo para usar ni listo para usar?, ¿No te estarás ilusionando con meter nada ahí no?.
Ambos rompieron a reir, llenos de morbo, pero su risa se vió empañada en ese mismo instante, ya que Estefanía abrió la puerta de la habitación y los miraba con los ojos desorbitados.
-"¿SE PUEDE SABER QUE MIERDA ESTÁN HACIENDO?
Como siempre, los invito a dejar sus puntos y a marcar como favorito, pero sobre todo, dejarme sus ideas, criticas, pensamientos sobre los personajes o lo que sea que se les ocurra.
Muchas gracias de nuevo y hasta la próxima entrega.
Comentarios Destacados
99 comentarios - Somos 5 hermanas, Mamá y Manuel. Parte 5
Y lo mejor que tenía hasta ahora era lo "normal y casi posible" que podía llegar a resultar todo ésto. En una familia consolidada, siempre hay culpas, vergüenzas, inocencia, curiosidad... morbo. Mucho morbo.
Ése relato zarpado hubiera cuadrado en una familia disfuncional, donde faltaran la educación, o los modelos familiares, pero no en una normal y con buenas bases como la que venís describiendo hasta acá. (Bueno, basta de reclamo. Pero vos lo pediste pibe! Jaja!)
Está bueno verlo a Manu desubicado todo el tiempo y con los huevos en la garganta... Jeje!
van 10..
Espero otro capitulo...