¡Báñate conmigo! (Final)




Post anterior
Post siguiente
Compendio II


😩
El cuerpo entero me hormigueaba cuando me sacaba la ropa a su lado.
En serio.
Es que por las mañanas, nos bañamos casi por separado.
😓
A mí, me da cosa mirarle mucho, porque sé que me quedaré pegada como tonta y no aguantaré la tentación.
Es que igual me acuerdo cómo era él antes… y bueno, mi marido se ha puesto mucho más rico y sexy.
XD
Es que cuando le conocí, me encantó mucho que fuese así como “tan relajado y tierno”, que no mataba una mosca ni nada, en comparación con mi papá, que casi gritaba por todo.
Él antes era delgadito, bonachón y de hombros grandotes, que me hacían imaginar lo rico que serían sus abrazos (y durante ese periodo que fuimos amigos, ¡Sí que lo comprobé! 😉 ).
Pero ahora, tiene un poquito más de canas (¡De una noche para otra le aparecieron! T.T), sus brazos se han puesto más gruesos, sus hombros se siguen viendo enormes, su vientre está muchísimo más firme y ese traserito, bien parado y rico, se ha puesto más durito, más redondito, parado y rico.
🤤
Y su cosita, pues es mi debilidad, porque ahora le cuelga mucho más que antes.
“¡Qué locura, Marisol! A mí también me pasa lo mismo…” me dijo él, cuando se lo confesé.
Y a él, obviamente que le encantan mi carita (con su lunar favorito en mi mejilla derecha… XD), mi pelito color castaño, mis ojitos verdes de gatita, mis pechos rebosantes y mi colita, que también se mantiene sexy.
Pero al igual que le pasaba a mi mamá, a mi marido le da y le da con agarrarme el rollito de la cintura, que no es tan, tan grande, pero me lo aprieta y siempre me besa súper rico cuando lo hace…
😰 😰
Y eso es lo rico de hacer todas estas cositas con él…
Porque también, se pone nervioso como yo y no sabe qué hacer.
Y es como si volviéramos a ser vírgenes juntitos…
XD
No era la primera vez que hacíamos el amor en la ducha.
Cuando pololeábamos, era algo que hacíamos casi de costumbre, que uno se bañaba y el otro se colaba y era casi como un juego, donde nos íbamos de a poquito amando.
Pero esa noche, era diferente, porque nos íbamos a bañar PARA hacer el amor…
😂 😂 😂
Fue todo tan gracioso, porque él es grande y claro, echó a andar la ducha, pero lo mojaba solamente a él…
Pero yo babeaba al verlo mojadito, con el agua escurriendo y su pene, hinchado y brillante, como si necesitara verse más rico todavía…
“¡Déjame pasarte el jabón!” le dije, así como desesperada.
Y le pasé el pan, encima de esa maravillosa herramienta y lo sobaba bien, pero bien suave…
🤤
Les prometo que lo único que quería era que se volteara un poco, para enjuagarse y se la chupaba yo, para dejársela completamente limpiecita…
“¡Marisol!... ¡Marisol!... Yo también te lavo por otros lados…” dijo él, con esa carita nerviosa, como cuando lo tengo aguantando mucho rato…
😅
“¡Claro! ¡Claro! ¡Lo siento!” me disculpé.
Y empecé a lavar su pechito.
Es increíble y rico saber que un hombre se ha hecho más fuerte porque una misma se lo pidió.
Y es que claro… a mi marido tampoco le gusta hacer ejercicio o salir a correr, pero con tal de complacerme, hacía lagartijas y salía a trotar y eso se notaba.
Él me miraba los pechos (¡Lo sé! ¡Le vuelven loquísimo! XD), pero también me miraba a mí y veía otra vez, la mirada de mi mejor amigo, la que me enamoró de un comienzo.
Fui acariciando su cintura y su abdomen… y bueno, yo sentía que chorreaba.
😍
Es que no tiene un “6-pack”, ni una pancita cervecera, pero sus músculos igual se marcan un poco y la verdad que así, él me encanta.
Porque él no es para nada un “musculito”.
😤
Es un “ñoño”, igual que yo y de los cerebritos, para más remate…
Por lo que un cuerpo de fisicoculturista para nada le pega.
Pero me da la seguridad que él peleará por mí y hará todo lo posible por defenderme, así que por eso también lo amo…
😅
Y quedé, otra vez, de rodillas, frente a su riquísimo pene, que se veía más grande e hinchado todavía…
“¡Mi amor! ¡Mi amor! ¡Por favor! ¡Déjame chuparla un poquito!” le pedí, sintiendo que casi me ponía a llorar si me decía que no.
“¡Sí, Marisol! ¡Hazlo! ¡Estoy que no aguanto!” me respondió.
¡Y qué gustazo!
Estaba súper, súper rica…
😩 😫 😩 😫
Él se quejaba despacito, pero yo me sentía como un bebe con su chupete favorito.
Se la lamía y rechupaba, de gusto y ese juguito que tanto, tanto me gusta, me volvía loca…
“¡Sí, ruiseñor! ¡Usa esa boquita! ¡Ahh, qué rico! ¡Se puso dura, solo para ti!” decía él, gozando del séptimo cielo…
Pero mi sed de pene ya estaba un poquito más satisfecha y quería hacerle más feliz, así que aprovechando que ya estaba un poquito más mojada, tomé mis súper pechugas y le empecé a hacer un paizuri que le encantó…
😵 😲 😵 😲
“¡Ay, sí, mi vida! ¡Qué ricas tetas tienes, Marisol!” se le escapó a mi marido.
Pero la verdad que me dio risa y lo encontré genial, porque siempre les dice pechos.
Así que en recompensa, le comí su pene como si fuera un completo… (o un hot dog, para que me entiendan XD)
“¡Ay, sí, mi linda! ¡Qué boquita! ¡Ahh! ¿Sabes que me vas a hacer acabar, cierto?... ¿Qué te lo tendrás que tragar todo?... porque no me puedes dejar así, Marisol…mhm… ¡No chupes tanto mis testículos!... que te voy a acabar en la cara… no quiero que te manches, mi linda… ¡Eso! ¡Así! ¡Chupa tu heladito, ruiseñor!”
Y yo, chupa, chup, chupa, chupa, chup, chup, chupa, chupa, chup…
😉
Y se empezó a estirar y a estirar…
Y ¡Pafff!
¡Se abrieron las llaves de los cielos!
💦 💦 💦 💦
Parecía grifo de bomberos y me tenía loca y con la boca súper rica, tragando…
“¡Eso, mi vida!... ¡Siii!... ¡Es toda suya!... ¡Tráguesela enterita, corazón!”
😍 😍
Y le hice caso, tragándome todo y sin dejarle una sola gotita…
Pero él seguía alzado y quería que él me lavara…
😚
Nos besamos súper tierno y le di a probar un poquito del juguito que me dejó en la boca…
Le pasé el jabón y de una manera bien suave y tranquila, me lo empezó a pasar por los pechos…
😆 😆 😆
Yo ronroneaba como una gatita, porque me sentía contenta que todavía le siguiera gustando tanto.
Nos besábamos y nos hacíamos cariño y sus abrazos eran de los mejores.
😵 😲 😵 😲
Como que todo se fue volviendo tan erótico y tan rico, de una forma tan rápida…
Porque después me enjuagó los pechos y me empezó a besar ahí, el espacio ese que los separa y no les miento, fue besándome como si fuera botones de una camisa, bajando hasta mi vientre y mi cintura.
😏
Entonces, me restregó el pan entre las piernas, de una manera bien despacio y delicada, que casi me hacía chorrear…
¿Cómo se los puedo explicar?
😕
O sea, yo sentía que necesitaba algo adentro, algo tibio, que me llenara rico…
Pero también entendía que era una lavada sencilla, como la que yo misma me pude dar.
O sea, lo único diferente era que sentía que me tocaba los muslos por los costados, pero el pan que rozaba mi conchita era el mismo que usaba yo todo los días.
Y aun así, me sentía tremendamente caliente…
😩 😫 😩 😫
Pero lo que me terminó matando fue ese besito rico que me dio en mi vientre bajo…
Ni siquiera alcanzaba a llegar a mi conchita, pero me dio un montón de besitos cortitos y tiernos, que me hacían sentir bellísima y perfecta.
😖 😲 😖 😲
Cuando me empezó a lamer, yo ya lo necesitaba…
Pasaba su lengüita tan rica sobre mi pepita, como si estuviera probando su sabor.
Al principio, despacito, pero después, más rápido, así como si quisiera reanimarla enterita…
¿O a lo mejor habrá sido que fue tanto placer que sentí, que se me alargó el tiempo?
😂
¡Él se ríe y no me responde!
XD
Pero la cosa fue que lo hizo tan rico, que empecé a gemir despacito.
O sea, igual a veces soy gritona y alharaca con mis orgasmos.
Pero como la otra vez, nos vino a reclamar la vecina abogado, porque grité mucho, entré en una fase de callada…
😠
¡Qué tonto es!
¡Me pregunta qué es eso de una fase de callada, muerto de la risa y yo, le doy un cojinazo suavecito y me río también con él!
XD
En fin, sentía que me derretía ya en su boquita, cuando me empezó a dar chupetones deliciosos a mi pepita.
Y fue como al revés de antes, porque primero me daba chupones rapiditos y después, se pusieron como más largos y con más fuerza.
😵 😲 😵 😲
Y claro, yo ya veía chispazos cuando me empezó a dar mordiditas.
Despacito y delicado, eso sí, para no lastimarme, pero suficientemente fuertes, para convencer a mi cintura que se empiece a mover sola…
Entonces, su lengua avanzó por mi conchita, de una manera magistral…
😩😫 😩😫
Se metía tan adentro y de una manera tan, pero tan suave, que ahí, sí o sí, me tenía que quejar.
Sus lamidas se hacían largas y lo más rico de todo, es que no descuidaba mi botón para nada.
Cuando me empecé a correr, su boquita se pegaba a los labios de mi conchita de una manera apasionadísima, bebiéndose todo lo que salía de mí.
😫 😖 😫 😖
Me costaba respirar y tenía que afirmarme con la pared, porque las piernas se me relajaron mucho.
Pero él, dale que dale, chupándome como si mi conchita se fuera a secar por la noche…
Y cuando me dejó babeando y así, como en las cuerdas, sube y me da un beso tan rico, con sabor a mis juguitos.
😚
“¡Por favor, mi amor! ¡Hazme un bebito!” le pedí, con la voz más tierna que pude…
Y él me miró raro…
😂
Es que ese es nuestro drama: queremos un montón a nuestras peques, pero los 2 queremos tener otro hijito más.
Lo chistoso es que igual nos cuidamos y estamos recontra calientes, porque me prometió que empezaríamos a intentar sin la pastilla desde el 1º de mayo, así que abril se nos está haciendo súper eterno…
😆
Pero lo que quería decirles es que me miró bien, pero bien tierno.
O sea, yo lo amo y sé que es cosita de él solamente, que no estemos probando ahora con volver a quedar embarazados…
Pero también sé que él sufre tanto como yo, porque es un chico responsable y esa cabecita tan inteligente y pensadora no le dejaría tranquilo si nos saliéramos de la línea, por lo que no me queda otra más que esperar.
Y ahí me la fue clavando, despacito, dentro de mí…
😩 😫 😩 😫
Fue rico, suavecito y tierno.
Me abrazaba, me besaba y me acariciaba en los pechos…
¡No podría haberme sentido mejor!
Y empezó a meterla y sacarla, bien despacio…
😩 😖 😩 😖
Con él adentro, yo soy perfecta…
Porque sigue ensanchándome tan, tan rico, como la primera vez.
Y lo amo, lo amo tanto por quitar las virginidades de mi cuerpo, que mi corazón no alcanza a quererlo lo suficiente.
Empezó a subir y a subir y yo me colgué en él…
😵 😲 😵 😲
Me tenía que morder los labios, porque incluso usando mi peso, no se metía hasta el fondo de golpe y él sí que se ponía contento porque apretaba mis enormes pechos, encima del suyo.
Me bombeaba y me bombeaba de una manera tan fuerte, clavándome como si fuera un cuadro a la pared.
Y él se aguantaba tan rico, abriéndome cada vez más…
😫 😖 😫 😖
Y esos besos, sí que eran locos, porque me mordía un poco el labio.
Era tanto el deseo por mí que notaba en sus ojos, que yo podía sentir cómo me iba acabando por dentro con cada bombeo.
😖😲 😖😲
Y lo peor fue cuando sentí sus bolitas hinchadas en la punta de mi conchita…
Porque creía que me iba a morir de placer.
Y entraba y salía tan rápido y tan violento, que yo me preguntaba cuándo me iba a tocar ahí…
En ese puntito rico, dentro de mí…
¡Y lo sentí!
¡Lo sentí cuando me lo doblaba!
😵 😵 😵
Creo que hasta le pedía al cielo, que por favor, él me embarazara.
Porque lo amo y lo amo y no me cansaré de decirlo.
Y ahí, podía ver su carita, aguantando lo último, para cederme el mayor placer…
Le di un beso profundo, con mi lengua explorando toda su boca y le respiré, pidiéndole que descansara ya y que me lo diera.
Él me besó igual y no sabía si estaba teniendo un solo y gran orgasmo o mi cuerpo estaba sintiéndolos, todos muy seguidos.
Y se descargó… se descargó completamente en mí.
💦 💦 💦 💦
Su lechecita tibia me calentaba el vientre de una manera perfecta.
Lo amaba y le besaba más y más, dándole las gracias.
😚 😍 😚
“¡Gracias, mi amor! ¡Gracias! ¡Me encantas!” le dije yo, bien contenta.
Y él me siguió besando, sintiendo cómo su cosita todavía se movía en mí.
😏 😏 😏
“Oye… ¿Y no te sientes con ganas de… jugar otro poquito más conmigo?” me preguntó, con esa carita que me vuelve loca.
Yo me reí, porque ya estaba bien.
“¿Quieres jugar más, todavía?”
“Sí… es que esto no cuenta… o sea, yo, como tu marido, te tengo que satisfacer en la cama, ¿No crees?” me dijo, con esa voz bien seria.
Y esa cosita, todavía dentro de mí, latiendo más que animosa porque aceptara…
😈 😈 😈
“Uhm… no sé. No estoy muy convencida.” Le dije, haciéndome la difícil.
“Yo creo que es lo mejor. Porque si en mayo, nos ponemos en campaña, vamos a tener que entrenar más para que te embaraces…” dijo él, sabiendo muy bien cómo me pone cuando dice “Embarazo”…
“Aparte que te queda otro agujero que estoy ansioso por probar…” me remató…
😏 😏 😏
¡Y obvio que fui yo la que se lo llevó corriendo hasta la cama!
😉


Post siguiente

2 comentarios - ¡Báñate conmigo! (Final)

Gran_OSO +1
Mil gracias Marisol por compartir la 2° parte!! Exelente!!
metalchono
😊 ¡De nada! ¡Genial que lo hayas disfrutado! 😉
amigolo +1
Excelente relato. Van puntitos.
metalchono
😊 ¡Muchas gracias! ¡Y gracias por comentar! 😆