¡Báñate conmigo! (I)




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Compendio II


😂
Si mi hermanita pequeña viese a sus sobrinas…
Es que encuentro súper adorable cuando mi “pequeña señorita” le agarra el pantalón a su papá y le pregunta así, súper animosa, si la bañaremos por la noche o no.
Mi marido, entonces, la toma en brazos, le besa la mejilla y le dice que bueno, que si quiere que la bañemos, pues la bañamos…
Y bueno, ahí también llega mi “chiquitita coquetona”, para que su padre tampoco se olvide de ella.
😆
Y soy feliz, porque él las lava de la cintura para arriba y les inventa historias y chistes y mis chiquititas, súper contentas de saber que papá ya no se va por tanto, tanto tiempo…
Y obvio que yo me encargo de lavarle “sus partes”, porque claro, mi marido es muy respetuoso con mis niñas…
😂
Y ahí, viéndolo cómo las seca, a veces, lloro de felicidad.
Porque todavía me acuerdo cuando él me prometió que iba todo iba a ser así, cuando nos casáramos y viviéramos juntos: que bañaríamos a nuestros hijitos, que yo sería una buena mamá y que nunca nos faltaría el amor.
Pero lo que quiero contarles es uno de esos misterios que me encantan y me enamoran de mi marido.
😅
Empezó súper piola, con un simple…
“¿Quieres que te bañe?”
Y sé que lo digo todo el tiempo, pero me puse roja otra vez.
😬 😬 😬
¡Y lo sé!: llevamos 3 años de casados, 5 de buenos amigos y todo lo demás…
Pero ¿Qué quieren que les diga?
¡Todavía me pega esas miradas que me ponen roja de vergüenza!
🤷 🤷
Y ya, yo obvio que le hice caso, y me desvestí.
Me quedé solo con la toalla encima…
😅
Y bueno… él me preparó la tina, se arremangó la camisa y los pantalones y me esperaba sentado, a que yo entrara en el agua.
Les digo, a mí todavía me da vergüenza que él me vea desnuda (¡Y lo sé! ¡Hacemos el amor casi todas las noches, me ha roto el trasero infinidad de veces! Pero todavía me pasa… 😞 ), así que bien despacito, voy metiendo un pie en el agua.
Luego el otro y me siento (el agua está súper, pero súper rica…:F) y claro, yo no sé qué pensar, porque mi marido puede ser muy calentón y saltarme encima a comerme las pechugas como un salvaje, o como lo hace ahí, que me mira como cuando antes éramos solamente buenos amigos y nada más…
Entonces, me pasa el jabón por el cuerpo y me pregunta por cómo me ha ido, qué hice en el trabajo y todo eso, lo que igual, me desconcentra un montón.
😏
Hasta a mí me engaña, cuando pienso que todo eso lo hizo para manosearme los pechos…
Y claro, me los soba y les saca bastante espumita, pero no juega con ellos tanto, tanto, como podría haber esperado…
Entonces, me pide que me apoye del borde de la tina…
😩
La primera vez, yo no sabía qué esperar, porque me quedaba apretando los pechos encima del borde y mi colita igual quedaba expuesta…
Pero lo rico fue que él nunca se aprovechó.
¡Me masajeo la espalda con esos dedazos de una manera increiiiiiiible!
😩 😫 😩 😫
¡Se sentía todo tan rico y agradable!
Porque justo cargaba su dedo encima de ese punto de donde salen las tensiones de mi espalda.
Y lo apretaba y lo aplastaba con el cariño de un amigo que de verdad te quiere mucho…
😍 😍
Y bueno, llegamos a un punto donde me preguntó si quería que me lavara el pelo.
Yo, que estaba súuuuper contenta con sus atenciones, obvio que le dije que bueno y claro, él ahí se echó un poquito de bálsamo en las manos y me lo pasó por la cabeza.
😑 😇 😑 😇
Sus deditos tibiecitos se sentían rascando tan rico, sacándome la espumita y ahí estaba yo, contenta como una gatita.
Y bueno, después me enjuagó, me pidió que me pusiera de pie y me envolvió con la toalla.
😕
Yo también quedé plop, porque no sé…
Pensé que también tendríamos algo de sexo en el baño.
Pero nop. Me fue secando de la cabeza a los pies (también, demorándose un poquito más en mis pechos… XD), hasta quedar de rodillas, delante de mí.
😬 😬 😬
Y soy la primera en saber que no debería darme vergüenza tener al hombre de mi vida, delante de mi conchita desnuda y expuesta, pero él me mira tan serio, que de verdad, ya no sé qué pensar.
“¿Quieres que te afeite?” me pregunta, y como yo estoy tan confundida, le digo que bueno y me siento en la taza del baño.
😌 😣 😲 😖
Y bueno… él va a buscar la maquina con la que me depilo las piernas y trae la espumita con la que él se afeita.
O sea, yo claro que me corto los cañones, para verme más bonita para él.
Pero así, de afeitarme, afeitarme la conchita, nunca lo había probado…
😲
Yo estaba súper impresionada, porque lo miraba a los ojos y él, muy concentrado, como si estuviese arreglando un reloj o algo muy delicado.
Se echó espumita en la mano, la esparció y me la puso encima de mi conchita.
😮 😩 😫
Fue una sensación tan extraña tener algo así de suave, tibiecito y espumoso encima de mí.
Y él, así, con muchísimo cuidado, me fue pasando la máquina de afeitar por una parte que nunca, nunca lo había intentado.
“¿Te duele?” me preguntó, cuando enjuagaba los pelitos de mi máquina.
😍 😍 😍
Pero no. Le miraba muy callada y contenta, sabiendo que mi suerte fue la mejor al tenerlo a él como mi esposo.
Porque ahí me daba cuenta lo que es el verdadero amor: de tener a alguien que es capaz de hacer todo por ti, preocupándose en todo momento que no te sientas incómoda.
Y claro, era una sensación agradable y desconocida todo eso, pero no creo que lo hubiese hecho con otro chico.
Pero lo que más me gustó fue lo que hizo después…
😈
Él como que se rascó la cabeza, un poquito confundido y me contó la firme…
“¡Mira, Ruiseñor! No quiero aplicarte loción, porque tiene un poco de alcohol y te puede irritar… pero si te arde, me gustaría probar algo contigo…”
Y diciendo eso, me da una lamida de campeonato…
😫 😩 😫 😩
O sea, ¡Qué gozo más grande el que me estaba dando!
Porque claro, le conozco como buen amigo y esposo y todo, pero no me esperaba que hiciera algo así.
Aparte que la sensibilidad de mi conchita como que se me incrementó muchísimo.
Y aunque me lamía por los costados, yo podía sentir cómo me iba mojando de a poco, deseando que me lamiera tan rico, como lo hace él…
Y bueno… no se demoró mucho en darse cuenta con la nariz lo mucho que me agradaba…
😅
Y claro… tenerlo ahí, mirándote bien de cerca la conchita (que hasta me empezaba a gotear, para más remate XD), sin cerrar las piernas, para salvar la vergüenza y sin querer cerrarlas, porque quería que me comiera, me tenía con las mejillas rojas y quemantes como brasas…
😬 😬 😬
Y para más remate, más remate todavía, pude ver cómo sus ojitos se ponían hambrientos, queriendo comer la conchita con un hambre tremenda…
“Marisol, ¿Me dejas que te lama?” me preguntó y yo obvio que dije que sí…
😫 😩 😫 😩
¡Me empezó a meter la lengua de una manera tremenda!
Me chupaba la pepita de una manera que me volvía loca y por poco, creía que me caería de la taza.
Pero mi marido estaba disfrutando tanto, tanto de mi sabor, que me enrollaba los muslos con sus brazos y me afirmaba de la cintura, queriendo meterse más y más adentro de mi concha.
💥 💥 💥
Yo sentía que explotaba entre las piernas y lo único que podía hacer era afirmar fuerte su cabecita y enterrarla más…
“¡Sí, mi vida!... ¡Cómeme enterita!... ¡Así!... ¡Así, mi amor!... ¡Ay, papito!... ¡Te amo tanto, mi amor!” le decía yo, más contenta y hermosa que nunca.
Y claro, después de esa lamida, me llevaba casi corriendo para la cama y créanme que les encargo la excitación que sentía, al ver su palote hinchado entre las piernas y saber que me daría duro, bien duro por la noche… y una chupada de conchita maratónica por la mañana, porque casi siempre lo hacía los viernes…
😆
Pero lo que de verdad, verdad, les quiero contar (y por lo que quise contarlo en 2 partes), es que yo pregunté en mi trabajo si acaso era normal que los maridos bañaran a las mujeres.
Porque o sea, lo llevamos haciendo ya un par de meses y así, como de encontrar relatos o cosas así en la red, no he encontrado mucho.
Y no crean que les pregunté a las profes jóvenes, de 25 o 30 años.
Para nada. Me estoy haciendo amigas de las mayores. De las de 40 y alrededor de los 50, porque quiero aprender a ser una buena profesora…
😰 😰 😰
Y bueno… me dijeron que no.
Que no era algo que sus maridos hicieran con ellas y a mí (¡Tonta de mí! XD), me empezó a preocupar, porque pensé que sería como un fetiche de mi marido.
Lo que sí me dijeron (¡y que me puso súper contenta! 😆 ) es que es muy rico que mi marido todavía se aparezca con florecitas, chocolates y alguna atención linda, porque los maridos australianos parece que son más fomes que comer clavos con mayonesa.
XD
Pero finalmente, le pregunté a la persona indicada, que debería haberle preguntado desde un principio…
“Es que te veías tensa, Marisol. Y no me gusta verte así…” fue todo lo que me dijo y más encima, un cariñito en la mejilla.
😍 😍 😍
Pues bien, anoche animé harto, harto a mi “chiquitita coqueta” y “sin querer”, me mojó la camisetita blanca y de algodón que estaba usando cuando me lavaba y para “desgracia mía”, se me transparentaban todos los pechos y mis pezones hinchados, porque “no quería usar sostén”…
😏 😏 😏
Mi marido podrá ser muy cortés y educado, pero una buena esposa sabe bien cómo calentarlo y seducirlo, por lo que después de acostar a las peques y de quedarnos mirando cómo se dormían, yo “sacaba pecho”, orgullosa que a mi marido se le fueran los ojos por mí…
Y justo cuando él me preguntaba lo que ya ansiaba con locura que me hiciera, me armé de valor y le dije que no…
“¿Por qué no mejor te bañas tú también conmigo?” le pregunté con mi voz más seductora…
😉


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3 comentarios - ¡Báñate conmigo! (I)

omi24 +1
Si no le gusta no lea. Esperamos las segunda parte!!
metalchono
😊 ¡Gracias, pero está bien! ¡Uno no es monedita de oro, para complacer a todos! ¡Y sí, ahí está la segunda parte! ¡Gracias por comentar!
Gran_OSO +1
Gracias Marisol!! Gracias por compartir.
metalchono +1
😊 ¡De nada! ¡Muchas gracias por comentar! 😉
lucasmaxi779 +1
Marisol tu relato le falto ritmo con el sexo 😳 pero por lo menos vale 👍 👍 así que tu propio marido te lamió tu Conchita depiladita 😳 ? A mi me gustan las 2 cosas con el vello púbico no taan completo sino apenitas 😏 pero al leer desde el principio me llamo mucho la atención.... por que aparecen tus hijas en lo que publicaste ? Bueno no importa eso suma. 👍 Un saludo cordial.
metalchono
😅 ¡Lo sé!... a ver, respondiendote por orden, la primera parte fue un poquito más lenta, porque como conté, me pareció súper, súper raro que mi marido me bañara y eso que me lamiera salió de improviso. 😏 O sea, él no tiene problemas con que yo tenga pelitos, porque igual atiende... bastante bien. Digamos que tirando para excelente. 😝
metalchono
Y sobre tu segunda pregunta, es porque estamos acostumbrados a preocuparnos de ellas todo el tiempo. (mis peques cumplen 3 el proximo mes y son nuestras primeras). ☺️ Y bueno, tambien es porque mi marido trabajó hasta el final del año pasado en una mina en turnos de 1 semana, así que ahora "brillan de alegria" al ver que papito no se va. ¡Muchas gracias por comentar! 😆