Lara y yo (II)




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Compendio II


Antes de empezar, quiero darle una explicación a mi marido.
Lo más seguro que estés durmiendo ahora. No pude hablar contigo, porque invité a mis amigas a la casa.
😃
¡La pasamos genial!
¡Fue como vivir una pijamada!
Liz y yo estábamos súper aburridas, así que llamé a las chicas y aceptaron.
XD
Para serte honesto, Sandy me contó que tenía el dvd de las “50 sombras de Grey”, que tú sabes que quería verla hace tiempo y eso hicimos.
😕
¡Tenías razón! ¡Mala la peli!
XD
¿Creerás que pasó casi una hora, para recién ver una escena de sexo? ¿Y que ni siquiera era taaan, taaan buena?
Al principio, yo me identificaba con la chica y a ti, con el tal Christian, pero le faltaba la chispa que tenemos tú y yo en ese romance.
Tú sabes que me gusta que me des palmadas en el trasero cuando te monto y cuando estudiamos, pero a diferencia de él, tú no lo haces con la intención de herirme o porque te dé placer, sino porque yo te lo pido.
<3<3<3<3<3<3<3<3<3
Y pensé que vería algo interesante, para que probáramos juntos.
Pero la verdad que gran parte de las cosas que sugerían ya las hemos probado… a excepción de la idea de meterme el puño por el trasero o por la rajita.
:S
No tienes que preocuparte, porque aunque me gusta que me hagas la cola, pienso que sería un poquito excesivo y yo ya gozo un montón cuando hacemos el amor de manera más normal, así que eso no lo vamos a intentar.
😃
Pero después que vimos la peli, ordenamos comida mexicana y con Liz les mostramos a las chicas la coreografía de “Shake it off” que le hacemos a las chiquititas.
XD
¡Salió tan divertida (aunque faltaste en esa parte que nos das vueltas XD), que mis amigas después nos acompañaron y las peques no paraban de reír!
Se nos hizo tarde y como la casa es grande y las camas están armadas, las invité a que se quedaran.
Conversamos de pelis, de chicos y de novios (¡Tú tampoco te salvaste! XD), de música y les conté de mi experiencia como mamá.
😉
Para que te bajes de esa nube, cada una durmió en una habitación separada, así que no pienses que ahora estoy con Lara.
Y bueno, ese martes, a la hora del almuerzo, puse en práctica la idea de me diste.
“Lara, ¿Puedo ir a tu casa a buscar mis apuntes?”
😮
Me miró impactada, porque la vez que fuimos al cine, me dio las gracias y nos besamos por primera vez, yo me llevé todo.
“¿Todavía no se los devuelves?” Preguntó Jess, con un tono de enfado.
“¡Claro que se los devolví! Marisol, ¿No recuerdas que te los llevaste?” Me preguntó, asustada y sin entender.
“¡Sí! Pero me faltó un esquema.” Le mentí, dándole una sonrisa para que no se preocupara.
“¡Eres muy ordenada con tus cosas, Marisol! Cuando yo paso una materia, me olvido de todos mis papeles.” Dijo Sandy, con su ternura habitual.
Y todavía confundida, Lara me dejó ir con ella en su jeep, luego que terminaron las clases.
“Marisol, estoy segura que te devolví todo.”
“¡Lo sé!” le sonreí, tratando de calmarla. “Pero quería preguntarte si podíamos besarnos otra vez, a solas, en tu departamento.”
:S
Imagino que yo también estaba roja de vergüenza.
No hablamos mucho en el camino. La verdad, no sabíamos qué decir.
Lara ya me dijo que le gustaba, pero soy yo la que vivo hablando de mi marido y de las pequeñas y por lo mismo, no me es tan fácil empezar una relación por el lado.
Cuando estacionó el Jeep, le expliqué un poco mi confusión.
“¡Mira! No pienses que estoy jugando contigo o que estoy siendo cruel. Tú me conoces y yo pienso que eres mi amiga… pero desde ese día que nos besamos, no he parado de pensar en ello. ¡Te digo, yo amo a mi marido y estoy felizmente casada!... pero ese beso fue tan tierno y rico, que… no sé… quiero probarlo de nuevo.”
Ella me miraba más seria.
La última vez debí haberla confundido, porque soy “hetero” la mayor parte del día.
“¿Y qué quieres que haga yo?” me preguntó.
Tuve que sonreírle, porque sinceramente, no soy como mi marido que piensa tan adelante en el futuro.
XD
“¡No sé!... ¿Te molestaría mucho si yo te beso?... Realmente, me gustas y estaba entusiasmada en verte.”
“Pero tu esposo… tus hijas…” respondió.
🙂
¡Me hizo sentir bien que me respondiera eso!
¿Saben cuántos de los chicos que me invitan se acuerdan que yo tengo un esposo e hijas?
¡Ninguno!
Me invitan, con ojos lascivos y me dicen “Ven a mi casa y yo te llevo después.” O “Si quieres, puedes quedarte a dormir.”
Y hay algo en el aire que me dice que no dormiré sola.
}:8
“¡No te preocupes! ¡Ya le di una excusa!” le expliqué.
😉
Les diré que en esos momentos, me excité un poquito, porque realmente me pasé el rollo que estaba siendo infiel con mi marido.
Siempre que leo relatos, las chicas dan excusas y finalmente, yo también tenía una bastante convincente, a pesar que fue mi marido el que me la dio.
XD
Así que subimos las escaleras, entramos a su apartamento y cerramos la puerta.
XD
¡Quedamos como estatuas, porque ninguna de las 2 sabíamos qué hacer!
Pero simplemente, dejé que la sed me embargara y me deslicé suavemente hasta probar sus labios.
-o-
Fue un beso suavecito, sencillo y tibio.
No había deseo ni lengua.
Solamente, contacto de labios, suspiros y ojos cerrados.
No pensaba en mi marido, ni que éramos amigas ni nada por el estilo.
Simplemente, probaba sus labios suaves.
Mis manos empezaron a moverse solas, acariciando su mejilla con ternura.
¡Tenía un olorcito rico!
Las 2 suspirábamos, despacio y suavemente.
No había prisa. Teníamos tiempo.
Y de a poquito, fuimos subiendo la intensidad.
Abrió un poquito más sus labios y pude sentir el sabor de su saliva.
¡Fue agradable!
Rocé la puntita de su lengua y como que las 2 nos espantamos, porque no lo esperábamos.
Y la respiración, calmada. Fue un momento tierno y cálido.
0_0
De repente, me sobresalté porque sentí sus manos sobando mis pechos.
Pero no tardé mucho en imitarla y agarrar los suyos.
Sus pezones son más gruesos que los míos y estaban bastante duros y parados, al punto que se notaban a través de la tela de su camisa.
Yo también estaba excitada, pero mi blusa era más gruesa y andaba con sostén.
La ropa empezó a molestar.
XD
¡El calor o algo así!
Sus pechos son preciosos, con mucha carne.
Nos reímos, porque le costó sacar mi sostén e incluso, tuvimos que detenernos un poco.
Pero estábamos relajadas.
No pensé que me sentiría tan cómoda.
Aprovechamos de sentarnos en el sofá y fui sobre ella.
🤤
¡También empezó a comerme los pechos!
¡Fue delicioso!
Estrujaba un pecho con las 2 manos y lo chupaba despacito, sacándome leche.
XO
Y una de sus manitas empezó a bajar por mi vientre, suave y despacio.
Yo no me quejaba, porque ya tenía una tremenda picazón entre medio de las piernas.
Levantó mi falda y deslizó la mano debajo del calzón, haciéndome brincar.
🤤
Empezó suave y despacio. Un solo dedo, hurgando sobre la humedad.
Yo la enterraba entre mis pechos, porque como dicen “Uno es ninguno” y mis caderas empezaban a moverse en desesperación.
Seguía besando mis pechos, con chupones maravillosos y al meter su segundo dedo, gemí intensamente.
La sensación era distinta, porque los dedos de mi marido son más largos y un poco más gorditos, pero me aliviaba bastante.
Y cuando el tercer dedo entró, me vino un orgasmo terrible.
-O-
Simplemente, me meneaba como loca.
¡Le echaba todo mi cuerpo encima!
Es que estoy acostumbrada a tener sexo con un pene y que me ensanchen así, me recuerda a él, así que la cabalgaba frenéticamente.
Ella se quedaba entre mis pechos, algo ahogada y descompasada para chupar, pero no paraba de deslizar sus dedos.
Con el pulgar, rozaba suavemente mi botón y yo estaba en la luna.
Sus dedos entraban a fondo y sentía bastante bien como mi conchita la chupaba sin cesar.
🤤
Pero mi cuerpo no es tonto y extrañaba algo más grande y que llegara más profundo, por lo que trataba de estrujar algo que ella nunca me podría dar y mucho menos por los dedos.
Y mi desesperación amainó en un orgasmo bueno, pero no tan bueno como los que estoy acostumbrada.
Además, sus 3 dedos salieron fácilmente, lo que me dejó un poco frustrada.
“¿Lo disfrutaste?” me preguntó con una gran sonrisa.
Le sonreí en respuesta, pero mi duda no se calmaba.
¿Cómo no pueden gustarle los chicos?
Es decir, yo entiendo la idea que te gusten las mujeres, por el físico, la calidez y la ternura que te pueden dar.
Pero al final del día, igual necesito el pene de mi marido y eso que dejo de lado el amor que le tengo.
Tenía que darle las gracias. Fue bueno, pero pudo haber sido mejor.
😃
Así que le desabroché el pantalón y lo bajé hasta las rodillas.
“Mari, ¿Qué haces?” preguntó aterrada, porque mis manos ni siquiera se deslizaban bajo el calzón.
0.0
¡Estaba ardiendo y mojada a morir!
Y ahí vi su conchita, rosadita y palpitante, bastante depilada.
“¡Mari, no hagas eso! ¡El juego se terminó! ¡Estás casada! ¡Tu marido!”
Pero yo no le escuchaba.
Las conversaciones con mi marido resonaban en mi cabeza.
“Increíble que algo así haga que una mujer se estremezca entera…”
Y pienso que es verdad.
Soy buena mamadora (una excelente, diría yo XD), pero por más que chupe y chupe a mi marido, él se contiene y moverá las caderas, cuando mucho.
Pero cuando él me hace sexo oral a mí, es una sensación refrescante que me envuelve todo el cuerpo.
Desde los pechos hasta los brazos y pasando hasta las piernas.
Una sensación eléctrica, agradable.
Y convulsiono entera: la respiración se me agita, los pechos se me hinchan y los pezones se ponen puntiagudos.
Me dan ganas de gemir, de llorar y de todo y él no para.
Lame, lame y lame, sin detenerse.
Y frente a eso estaba yo, con un antojo tremendo por probarlo.
Me fui deslizando suavemente sobre su muslo.
Lara trataba de cerrar las piernas y ya no protestaba.
Sabía que lo iba a hacer.
Dio un suspiro intenso al sentir mi lengua y se estiró completa.
Su sabor era agridulce, pero nada desagradable.
Aun así, prefiero el salado del semen de mi marido.
-o-
Cerré los ojos y la punta de mi nariz se me mojaba.
Lo tomé como una ceremonia solemne.
Lara hacía ruidos como “¡Agh!” cuando la chupaba.
Como si le faltara el aire.
¡Fue genial!
XD
¿Les parece raro si les digo que en esos momentos, pensaba en mi marido?
Pienso que lo amo tanto, que a veces me gustaría ser él.
Me imaginaba que yo la lamía, como él lo hace conmigo y me empecé a calentar otra vez.
Con mi izquierda, le metía un par de dedos, pero con mi derecha, me tocaba.
Me metía mis dedos, como lo hago las noches que no estoy con él y que mi huevito no me da abasto y me enterraba en su conchita.
Su botoncito palpitaba y estaba muy hinchado y cuando lo chupeteaba, ella se sacudía entera.
Pensaba en él y lo extrañaba, porque siempre ha sabido un montón.
Mientras más adentro me metía los dedos, más fuerte chupaba su botón y más adentro metía mis dedos en ella y más intenso su gemir, lo que me ponía más caliente y hacia que metiera más adentro mis dedos en mí, completando el círculo vicioso.
¡Fue algo maravilloso!
Mis dedos se movían como una máquina de coser.
Ella suspiraba entrecortada y sus pechos se veían increíblemente hinchados.
Y yo me preguntaba ¿Cómo no iba a querer que un chico se los probara?
Porque las chicas son delicadas, son tiernas y te tratan bien, porque saben lo sensible que son.
Pero los chicos chupan los pechos como si no hubiera mañana.
Como si te los quisieran sacar a chupones y se siente increíblemente rico y adictivo, al punto que realmente nos ponía incomodos que no pudiera chupármelos los primeros meses tras el embarazo, cuando mis chiquititas se ponían mañosas porque papi le comía los pechos a mami.
Y ella me desea como un chico, pero obviamente no es un chico.
Y empezó con un “¡Uhhhm! ¡Uhhhm! ¡Uhhhhm!” cada vez más intenso, cuando estaba al borde del orgasmo.
Finalmente, dio un quejido tremendo, pero cortito.
Un “¡Guh!” y como que sollozaba, medio agotada.
Yo lamí todo y botó bastante jugo.
Un sabor diferente y agridulce, pero prefiero el salado de mi marido.
XD
Quedó agotada, pero se veía contenta.
A ella le sorprendía que estuviera tan normal, pero su “Kii” no es tan fuerte como el “Kakaroto” de mi marido.
XD
“Pero Lara, ¿De verdad no te gustan los chicos?”
“Marisol, ¿Por qué te mentiría con eso?” me preguntó.
“Pero ¿No te dan ganas de sentir algo más grande adentro?”
Ella se río.
“¡Ah! ¡Eres de esas!” me dijo y me pidió que le acompañara a su habitación.
😑
Por un segundo, pensé que iríamos otra vez, pero ya no quería.
Del velador sacó un consolador enorme.
0_0
¡Sentí esa gota gigante de sudor en la espalda, como en las series que vemos!
Le divirtió bastante mi cara.
La toque y era de goma, con 2 puntas.
Parecido al que tiene mi hermana…
XD
Más que responder mis dudas sobre el lesbianismo, las multiplicó, porque igual necesita algo semejante a un pene para aliviarse.
“¿Tú sabes que el real es mucho mejor, cierto?” Le pregunté, al devolvérselo.
Ella como que bajó la mirada.
“De partida, el de los chicos se hincha y se siente pulsante. Es algo vivo, caliente y que se acomoda a ti. Y cuando el hombre alcanza el orgasmo y rellena la matriz, es una sensación de otro mundo.”
Pero era algo que ella no podía entenderme.
😕
Le subí los ánimos.
Si a Lara le gustan más las chicas que los chicos, es cosa de ella.
🙂
Pero ahí me di cuenta que si ella también le gusta meterse cosas, tal vez tenga la mente abierta para probar con un chico.
😃
¡Y por supuesto, yo ya tenía el candidato perfecto!
XD
Y pensando en eso, le sugerí que nos bañáramos.
“Mi marido puede sospechar algo si me siente un olor diferente.” Le dije.
Aunque eso es falso.
XD
Según he leído, el cabello mojado delata a una mujer.
😃
Pero conozco a mi marido y sé bien las cosas que le gustan…
Así que si: las 2 nos metimos en la ducha y empezamos a pasarnos el jabón y cosas como esas.
🙂
Fue simpático.
Ya saben: juego, caricias, besitos, olorcito a jabón y a mujer.
😛
Por solamente complacer a mi marido, me puse detrás de ella, apretando mis pechos en su húmeda y sudorosa espalda.
Ella, con completa confianza, me dejó acariciar los suyos, estrujarlos y sacar espuma en ellos.
Besé su cuellito, suavemente, restregando mi lengua, como haciendo promesas de amor.
Y empecé a bajar por su cintura.
0_0
¡Su trasero es precioso!
Redondito, paradito.
Sinceramente, sentí lastima por los chicos.
Porque una colita como esa, formada y bien durita, es de esas que hacen babear a los chicos en la piscina o en la playa.
De esas, que hacen olvidar a las pololas y a las esposas e interrumpen las conversaciones de los muchachos.
😃
Pero no todos los chicos. Estoy casado con uno que, lo más seguro, sería capaz de ignorarlo.
🙂
Pero otra cosa es estar ahí, rodeando su cintura y jugueteando con el jabón en pan.
Ella se retorcía, porque le gusta sentir algo duro ahí dentro y eso me hacía feliz.
Lara suspiraba y en esos momentos, no me podía sentir más dichosa.
Porque las caricias que le hacía, los besos y la proximidad de nuestros cuerpos me la había enseñado el hombre que más amo, el chico que ha sido el mejor de mis amigos en todo el planeta.
Le saqué otro orgasmo de esa manera y ya definitivamente, nos arreglamos.
“¿Qué pasara con nosotras?” Me preguntó Lara, con una mirada más dulce y suave que todas las otras veces.
“Nada. Seguimos siendo amigas, como siempre…” Le respondí.
😞
Se puso triste.
“Pero de vez en cuando, podemos juntarnos, para que ellas no sospechen.”
😃
Eso le hizo sentir mejor.
Se ofreció para ir a dejarme a casa, pero no quise.
Me gusta andar en metro y quería pensar un poquito más las cosas.
Pero regresé a casa mucho más calmada.
Al menos, no estaba tan confundida como cuando me marché por la mañana.
😉


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2 comentarios - Lara y yo (II)

pepeluchelopez
Muy bien. En para I comente que estaba seguro que esto llegara al trio y lara le gustaran los chicos una vez que ella pruebe a tu marido. Pero mi cell hizo su gracia. Con este relato quedo muy convencido que los 3 la pasaran súper. Saludos
metalchono
XD Parece que tendrás que cambiar de celu...
pepeluchelopez
Jajaja este es el segundo. Cuando comentaba en el nokia se borraba y no subía nada. En este el dictado cambia algunas palabras y lo mismo le doy comentar y sopas no publica nada y se borra del editor de texto lo que había escrito y como soy torpe usando el teclado touch me da flojera volver a escribir jeje. Este es android y el otro era nokia asta 311 por que es mas fácil usar teclado