Reencuentro con mi hijo 3ª

http://www.poringa.net/posts/relatos/2336924/Lleve-a-mi-hija-a-su-primer-visita-al-ginecologo-1.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2337821/Estrechando-vinculos-con-mi-hermanita-2.html
Los links anteriores, refieren al inicio de la historia, los hago constar para los que quieran comenzar desde el principio de la saga.
Bien, continuemos con los sucesos, la primera vez, las acabadas en seco de mi hijo, yo me las imaginé, no las vi. Sin embargo, está vez, el lamparón en la bermuda de él, era más que evidente. Y sin lugar a dudas, y empezando a conocerla, como una "minita" a mi hijita, ella no lo iba a dejar pasar. Y así fue que le dijo delante mío ¡Qué te pasó, te measte! Con cara de artista, haciéndose la asombrada, la sorprendida, la boluda.
¡No! Dijo Leo, mientras se escapaba corriendo hacia dentro de nuestra casa para limpiarse y cambiarse.
Para colmo de males, cuando estoy yendo por el vestíbulo (un corredor largo) llegando al baño, se entreabre la puerta del mismo, (producto de estar la puerta mal cerrada, por una ráfaga de viento que ingresó por una ventana, o no se porque) y veo cambiándose en ese cuarto de baño, con medio cuerpo sin ropas a mi hijo.
Bah, casi sin ropas, sin los calzoncillos y su culito redondito, a la vista, al desnudo, con una campera con capucha, era eróticamente gracioso.
Reencuentro con mi hijo 3ª
Me detuve de una, quedé petrificada en la puerta de entrada a él, cómo congelada por esa visión.
Mi primogénito, en ese momento, levantó la cabeza, me miró, y se sorprendió, se puso serio, pero no se tapó, no se desesperó en cubrirse con algún atuendo. Pero lo que si hizo, fue mentirme, sobre lo que le había pasado en sus pantalones, ya que advirtió que estos, permanecían húmedos, la mancha estaba firme, y se veía claramente, en forma nítida.
Yo balbuceando, nerviosa, al estar frente al maravilloso cuerpo desnudo de mi adorado hijo, además de sentirme incómoda al verlo sucio, con la leche en sus calzoncillos, y él, tratando de explicarme alguna mentira para salir del pasó. Mientras que elaboraba una respuesta, yo misma señalaba la mancha absurdamente.
Pero lo que nunca reparé mientras me explicaba lo inexplicable, era que, al verla desnudo, con su exquisito cuerpo aún excelentemente en desarrollo, y por supuesto, sin ropas o ha medio vestir. Era que, me había mojado, se me hacía una "catarata" la vagina, claramente divisible, para cualquier mirada, aunque esta no fuera específica, detenida, se distinguía fielmente mi humedad, corriendo por toda mi zona erógena.
Leo lo percibió sin dudas, sin esfuerzo.
Pensé ¡Habrá creido que acabé en ese momento, al verlo! Me sentí aún peor de humillada que antes, cuando lo vi con su hermanita. Sentí mucha vergüenza, y proseguí hacia el cuarto del baño. Entré y cerré la puerta.
hermano
Al minuto, mi hijo estaba golpeando la puerta para saber si me encontraba bien, además quería explicarme, su versión de lo que había ocurrido en la vereda, porque había una confusión con lo de la calle, me dijo, que seguramente yo malinterpretaba "Como con lo del pantalón mojado en la bragüeta ¡Seguro te hiciste una película! Me dijo el caradura.
Eso no me tranquilizó ni un poco (el hecho que yo, su madre lo descubriera en el exterior de la casa con Felina mi hija, su hermana, con la mancha en el pantalón, justo cuando ella en público le chupaba el glande y me pidiera que no lo interpretara de mal modo, sólo producto de su desnudez) Ah, porque me olvidaba contar que el pendejo abrió la puerta del cuarto de baño e ingresó y hablaba conmigo sin calzoncillos y campera.
A pesar de ser su madre, yo, soy una mujer, y siempre lo celé a él muchísimo. Me molestó su falta de consideración. el tomarme por estúpida y olvidar las formas sociales, culturales, familiares ¡Soy una dama! Le grité sin más preámbulos ¡Decime dónde te hiciste eso! ¡Con que atorranta te hiciste eso! Jamás tuve dudas que la mancha era de guasca, que era una acabada en seco.
Gritaba y los gritos se escuchaban desde el otro lado de la puerta, de hecho, como verán, yo ya sabía, todos sabíamos, estaba segura de que se trataba todo eso.
No podía decirle lo que en verdad sabía, que los había estado espiando y presencié lo sucedido entre ellos, ese día desde la ventana, y la noche anterior desde la puerta del dormitorio de mis hijos. Primero, era mandarme al frente sola, y segundo su relación con su hermanita, implicaba una complejidad grave, con las consecuencias que eso iba a traer para todos, fundamentalmente para él (mi hijo) pero después, también para toda mi familia.
Mientras tanto, yo me había bajado las bragas y subido la falda de mi pollera, me mojaba con el agua del grifo del bidet, la cachucha ¡Abrí la puerta y andate o decime qué pasó! Continuaba gritando, mientras en el vestíbulo mi hija escuchaba el escándalo.
Seguramente hasta los vecinos escuchaban ¡Pará estoy desnudo! Respondió tomando conciencia de ello y salió rumbo a su cuarto en busca de otro calzoncillo. Al salir se topó con Felina, su hermana "muerta de risa" y Leo le dijo ¡Andá al dormitorio! Con cara de pocos amigos, ella con una sonrisa sugestiva, le hizo caso.
¡Claro, como yo nunca te vi sin ropa! Le seguía gritando yo, como ofendida por dejarme hablando sola. Entró otra vez al baño, ya con sus calzoncillos blancos y trabó la puerta, la cerró con llave. Estaba desquiciada como madre.
Me levanté del bidet dándole la espalda, y alcancé a subirme las bragas, él me veía a través del espejo del botiquín del baño, me enfermaba verlo, me calentaba.
Me intentó dar vuelta, para quedar frente a frente, cara a cara, pero yo me resistí, permanecí de espaldas.
Él haciendo fuerza para darme vuelta, presionaba sin querer (o no) su cuerpo, su pene semierguido contra mis cachas, mis caderas, a mis espaldas.
¡Decime! Dijo bajando un cambio, serenándose, o fingiendo hacerlo.
¡Qué querés qué te diga! Se excusó
¡La verdad! Sin alzar la voz pero firme respondí como mamá
¡Nada, estaba en la vereda! ¡Te lo puede decir Felina (su hermana y mi hija)
¿Y? Inquirí yo
¡Y ella (mi hermana) estaba con unas amigas (inventó) y a una de ellas se le había desabotonado un botón de la blusa y... bueno... me entusiasmé! ¡Mamá, mirá lo que me hacés decirte! Dijo, colorado de vergüenza
Yo como madre fingí tener un margen de duda, pero sonreí imperceptiblemente (se que pensó que me lo había creído) aunque dije: ¿Y ahora entonces, por qué estás así? Lo dije porque estaba en calzoncillos y no porque estaba medio al palo, excitado conmigo en el baño.
Pero él, lo mal entendió, y cuándo lo dije, me tocó los senos, pero no sobre mis ropas, sino parte por afuera, pero parte por dentro, no se si fue sin querer o ha propósito, y en un primer momento, al mandar el manotazo para abrazarme por detrás, tocarme sin querer mis tetas, lo hizo por debajo de el sostén. Aunque permaneció un instante apretándome fuerte un pezón (tanto, que tuvo tiempo de girar alrededor mío y quedar de cuclillas frente a mi, como rezándome o pidiéndome perdón.
madre
Fue sentir el contacto de su suave mano y acabar.
Leo se dio cuenta y se endureció más aún, su miembro parecía un hierro duro entre mis gluteos, por eso se arrodilló, a mi, no se que me pasó, perdí la poca claridad que ya no me sobraba, lo levanté y observé su pija haciendo "carpa" entre sus calzoncillos y sonriendo nerviosa se lo apreté, no fue más que hacer eso, tenerlo entre mis dedos, en la palma de mi mano, y la leche corrió sobre mis dedos y sobre el dorso de mi blanca mano, además de hacerlo convulsionar física y guturalmente con jadeos. No se, si después, al sentir el líquido viscoso, caliente de su orgasmo sobre una de mis manos, llevé la otra de manera refleja inconsciente para que no se derramara la guasca, aunque pensándolo bien ahora, menos mal que no se medio por abrevar de ella, llevar mis labios y mi boca allí, para tragar ese elixir, la llevé (mis manos) bajo sus testículos, acariciándolos, o eso me pareció a mi, pero sin dudas sentí con ambas manos su sexo.
incesto
¡Ma....má.....qué....hacés.....perdón....perdoname! Musité, y me incorporé y lo besé tiernamente en los labios (algo así como un "piquito" cariñoso, pero más prolongado, con mis labios entre abiertos.
¡Bañate! Le indiqué, sin ninguna otra referencia al hecho.
En el agua que seguía corriendo por el grifo, puse mis manos y se quitaron las huellas del semen de mi niño, y me retiré moviendo el culo como adolescente virgen, contonéandolo graciosamente, sin mirar atrás.
Pensé azorada, ese fue un ordeñe de una madre a un hijo, él lo tomará así, fue todo sin querer, o quiso ser una broma, una compensación de ambos, uno para el otro y se le fue de las manos.
Sonreí ya desequilibrada, con la metáfora, bah ¡Recordaba lo quedó entre mis dedos de ambas manos! Jajajaja
En ese momento, no supe bien lo que pensar.... Lo que hacía, en que me convertía y la transformación de las relaciones inter familiares que se producirían...
Me senté en el living a imaginar la situación, por supuesto, mi versión de los hechos....
hermana

81 comentarios - Reencuentro con mi hijo 3ª

fachelo1
sos una hija de puta bb...como le vas a quemar la croqueta así??...perra divinaaa
elexbahiense
Muy buenos todos hasta aquí, te sigo