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Nacido para servir a los machos (8)





Esteban quedó en pasarme a buscar con su auto para que lo acompañara a ver y estudiar el lugar donde pondría la tienda de ropa junto a su mujer. En realidad era la excusa que había encontrado para poder cogerme, porque aparentemente su esposa, a quien todavía yo no conocía sospechaba de que él le era infiel con una pendeja, pero no yo, sino otra que tiempo después supe que Esteban se cogía. En estos momentos yo pensaba que era el único, osea su única hembra.

La orden era esperarlo vestido normal pero inmediatamente me subiera al auto tenia que travestirme bien de nena como a él le gustaba con la peluca y lo de siempre. Lo hice mientras el manejaba y organizaba como serian nuestros encuentros para que su mujer no sospechara. Me dijo que le había dicho que le pondría "un pibe" de asistente en la tienda y ese seria yo, pero todavía faltaba mucho. Apenas estaba yendo a ver el posible lugar.




Este lugar estaba en Pilar, bastante lejos de donde me levantó Esteban así que el viaje fue largo. En un momento me dijo que no aguantaba más y me hizo bajar del auto en una zona de campo. Aunque era todo a plena luz del día no parecía haber gente cerca. Dijo que primero me haría la cola y después iríamos a ver el lugar.


Se desnudó completamente y me hizo chuparle la pija mientras me decía "Vos sos mi putita, y cuando papi da una orden, bajás la cabeza y entregás el culito". Puede sonar violento pero lo decía con un tono tan dulce que a mi me tenia como una nena enamorada. "Mostrale a papi como le chupás la pija" me decia y yo estaba muy feliz de complacerlo.


Después de eso me cogió durante un rato, recostándose sobre el pasto y sentándome de espaldas hacia él haciendo rebotar mi cola con su pija cada vez más adentro. No podía parar de gemir mientras lo escuchaba decir que siempre seria su putita y que en la tienda me pensaba coger mucho más seguido, que me estaba haciendo mujer porque eso era lo que debía ser. Yo le decía "Sos muy lindo papi" y el sonreía complacido mientras lo sentía cada vez más adentro.




Me acabó en la boquita y mucho más relajado se subió al auto. Lo hice detrás de él mientras nos volvíamos a vestir. Antes de arrancar me empezó a contar que su mujer, Ariana, era un poco intensa en cuanto al trabajo y que cuando trabajara con ella tratara de no contradecirla ni nada, porque tenia un mal carácter. 




Me decía todo eso tocándome la cara y cuando me preguntó si había entendido, le dije "si papi" me metió sus dedos en mi boca, se los chupé todos. "Muy bien, nenita" me dijo él y arrancó el auto.




Durante el resto del viaje me fue explicando un poco más. Yo estaría vestido normal, es decir de pibe mientras trabajara de lunes a viernes como asistente de Ariana, pero ella se iría antes de la medianoche cuando tendría que quedarme yo para el cierre. 




Ahí Esteban iría al local con la excusa del conteo y demás y entonces aprovecharíamos las dos horas que teníamos para coger. Yo tenia la obligación de esperarlo ya como nena, el nunca me vería normal. No pude ocultar mi felicidad y el me decía que era una nena muy obediente y que papi estaba orgulloso de su nena.




Del local en cuestión no hay mucho que decir. Era bastante grande pero no tenia casi nada, excepto algunos muebles. Esteban pensaba comprar todo, incluyendo el fondo de comercio. Cuando llegó me dijo "Nenita de papi, ahora vas a tener que abrir la cola de nuevo" y me cogió de parado. Mientras me hacia la cola me decía "Putita mía no sabés como me calentás" y yo le decía lo mucho que lo adoraba mientras pasaba una de mis manos por su pecho caliente.




Me hizo cabalgar en el suelo y separándome bien las piernas me empezó a coger en cuatro. Sentía como mi cola se iba abriendo y por momentos estaba en el cielo. El gritaba de calentura mientras me penetraba con fuerza, pero al mismo tiempo me acariciaba diciéndome "Putita linda" o cosas así. Cuando me acabó en la boca, otra vez, parte de su leche cayó en el suelo. 




Sin que me lo pidiera me puse a lamer el suelo para no desperdiciar su leche. No quería que pasara eso, lo adoraba tanto que no podía dejar que pasara. El me miraba extasiado diciéndose así mismo "Que putita divina, por favor". Le dije que me hacia muy feliz.




Fuimos a ese local dos veces más, obviamente para coger las dos veces, pero también para que Esteban instalara algunas cosas como mostradores y demás. Esa era la excusa que le decía a Ariana, su mujer. Él estaba excitado porque decía que cuando abriera el local, me iba a poder coger cada día con una tanga y un corpiño distinto y que la íbamos a pasar muy bien. Yo estaba muy ilusionado con todo esto. Me dijo "Desde el primer día que te hice mujer, sabia que te ibas a adaptar muy bien". Y así era




Lo que Esteban ni siquiera sospechaba es que yo ya había sido la puta de muchos hombres, varios de ellos conocidos suyos. Y durante esta época reapareció Tony, a quien no veía desde nuestra segunda y ultima vez en el telo donde me había hecho la cola de forma tan hermosa que cuando vi su nombre y el mensaje de texto me derretí.




Tony me dijo que se había separado de su novia y que por lo tanto ahora estaba viviendo solo. Me dio la dirección de su casa para que lo visitara. "Venite bien nena" me dijo "Como siempre" le respondí yo. Me dijo que quería verme con dos colitas, así que usé la peluca rubia y me até dos colitas. Me miré al espejo intentando ser cada vez mas putita y más obediente, sintiéndome más mujer cada día.




Guardé la peluca y la ropa de nena (un vestidito blanco, pollera corta, medias rosas, sandalias además de tanga y corpiño blanco) todo en una mochila y me fui a tomar el colectivo hacia el departamento de Tony. Me puse muy contento al ver que había un largo pasillo antes de la puerta donde vivía Tony. Aproveché a cambiarme en el pasillo y le golpié la puerta. Cuando abrió me dijo "Que linda que te viniste, colita".




"Pasá, ponete cómoda" me dijo dándome una suave nalgada e indicándome un sillón donde me empezó a manosear la cola. Fue una cogida hermosa, como las dos que habíamos tenido en el telo y pocos días más tarde me pidió que lo visitara nuevamente. Para esa ocasión me fui más trola todavía. El como siempre me cogía sin hablar, solamente hablaba antes de acabar para ordenarme que abriera la boca. Después se relajaba y se prendía un cigarrillo.




Tony Cogía re lindo y me calentaba físicamente, por eso aceptaba de inmediato cada vez que me llamaba pero me di cuenta que me ponía más nena cuando me hablaban, como pasaba con Esteban o como había pasado con Marcos. Sentía que eso me motivaba mucho más a complacer a los machos. De cualquier manera Tony nunca se quejó. El me decía "Colita" y eso me gustaba. Nunca preguntó mi nombre.




Se me mezclan un poco las fechas pero creo que esa fue la ultima vez que me cogieron antes de empezar a trabajar en la tienda, otra época muy excitante y feliz de mi vida como "mujer" y especialmente como la hembra de Esteban. Aunque le entregaba la cola también a Tony, amaba a Esteban y seguía estando como una nena enamorada.


Cuando empecé a trabajar en el local de Esteban, las cosas pasaron a ser muy distintas a como me había dicho él. No nos veíamos todos los días, lo cual para mi era horrible. Yo trabajaba todos los días como asistente de Ariana, su mujer, una rubia de ojos claros muy exigente, por no decir maltratadora. Lunes a Viernes era así. Esteban no aparecía para nada.




Ariana me hablaba mal, adelante de los clientes, incluso, no tenia buenas formas y comencé a tenerle miedo. También pude ver que "beboteaba" con los clientes hombres o por lo menos con los cuales le llamaban la atención. Cuando pasaba eso, para dar una imagen de buena onda me hablaba re bien. Era lo que quería mostrar, pero después volvían los maltratos. Más de una vez tuve que ir a llorar al baño por la forma en la que me hablaba.




Los días sábado, Ariana no venia por suerte. Trabajaba yo solo y me sentía mucho mejor. Tras la hora del cierre venia Esteban. Yo tenia que esperarlo en tanga y corpiño con diferentes pelucas que iban rotando, porque también vendíamos eso en el local. Me cogía en un sillón que estaba en el deposito y mientras lo hacia me preguntaba como me sentía en el trabajo, como me trataba Ariana. Yo le decía la verdad pero él me dijo que tenia que tener paciencia.




Una vez a la semana Esteban me cogía en ese lugar y yo disfrutaba mucho de seguir siendo su nena y entregarle la cola, tomarme su lechita, todo. Pero Tony también me mandaba mensajes de vez en cuando y algún domingo, día que la tienda estaba cerrada me iba a verlo con ropa y pelucas de la tienda. El me hacia posar para elegir cual combinación le gustaba más, hasta que se calentaba y sin decir nada, me agarraba como si fuera su propiedad y me cogía. Hablaba poco pero a veces me decia "Haceme acabar con el culo". Me ponia en cuatro y se quedaba quieto haciendo que solamente yo me moviera y con la cola lo hiciera acabar. Cuando vio que era capaz de eso me lo pedia siempre.




A Tony le fascinaba la forma en que yo me tomaba la leche, porque verdaderamente lo hacia con ganas, me habían enseñado a complacer y alabar al macho y era mi obligación. Tony decía que no estaba a acostumbrado a que otras "putitas" hicieran lo mismo con tanta dedicación, pero como siempre, no decía mucho más. A el solo le interesaba cogerme. Esteban en cambio había desarrollado el habito de darme charla mientras me cogía y yo le contestaba como su nena, siempre.




De tanto que me cogieron, Esteban en la tienda y Tony en su casa, comenzó a dolerme la cola, sentía que se había agrandado un poco y cada vez me sentía más entregada a mis machos. Tony me sorprendió un domingo, diciéndome que tenia un amigo que me quería conocer y me preguntó si me animaba al trio le dije que si.




El amigo de Tony era un rubio alto, no muy agraciado de cara, pero buen cuerpo y una pija similar a la de Tony. No era gran cosa pero me calentó la idea de que me cogieran entre los dos porque hacia mucho que no vivía algo así. Me tenia que remontar a mis primeros encuentros con Marcos para recordar eso. Fue por el interés que me despertó que terminé aceptando. El rubio se apellidaba Vasques y nunca supe su nombre.




Estaba con mi peluca rubia que no llegaba hasta los hombres y un vestido rojo de la tienda. Entre Tony y Vasques me cogían como si fuera un pedazo de carne. Tony podía estar haciéndome la cola mientras Vasques me agarraba la cabeza y me hacia chuparle la pija. Hacían eso por unos segundos y después cambiaban posición sin aviso. Vasques me pegaba en la cola para que me apurara a continuar con mi trabajo cada vez que hacían ese cambio de movimiento.




Vasques hablaba un poco más que Tony pero tampoco tanto. Me trataba de "trola" todo el tiempo y se excitaba cada vez que me ponía su pija adentro de la boca, llevándola hacia los costados para que volviera a salir hasta que me permitía chuparla como es debido. Eso lo volvía loco. Y se lo hacia mientras Tony seguía concentrado rompiéndome la cola. Si yo empezaba a gemir por la ensartada, Vasques me retaba y me ponía su pija en la boca de prepo. Al final puedo decir que supe complacerlos bien a los dos.




Los meses iban pasando y mi vida seguía siendo esa. Complacer a estos machos me hacia olvidar lo mal que la pasaba trabajando con Ariana que cada vez era más insoportable. Un día me escribió Vasques. Había conseguido mi numero revisando los contactos de Tony según supe después. Se habían peleado pero no sé por que. Intenté contactar a Tony varias veces y no me respondió nunca. Pero Vasques me decía que quería cogerme solo y me invitó a su casa.




De esa forma perdí a Tony, sin saber si algún día lo volvería a ver o no pero seguía teniendo a Esteban a quien adoraba y cada vez me hacia sentir más nena y ahora también estaba Vasques, que si bien era medio bruto para cogerme, no llegaba a ser violento, me gustaba. A el le gustaba que pudiera meterme su pija entera en la boca o en la cola, apegándome a su ingle y moviendo mi colita de arriba a abajo. Cuando terminábamos de coger, siempre me preguntaba si quería que me llevara hasta mi casa pero yo prefería viajar solo. 


Pronto, la dinámica en la tienda cambió. Esteban contrató a tres chicas y las cosas fueron cambiando cuando la tienda empezó a crecer, pero eso ya lo contaré la próxima vez.

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