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Mi novia me la chupa en unos baños públicos

Mi novia se llama Alicia y yo me llamo Izan. Los dos tenemos 26 años. Alicia es bajita, no llega a 1’60 y yo mido 1’80. Ella es muy guapa y tiene buen cuerpo, es delgada, con unas tetas bonitas y es culona (como ya habéis podido ver). Yo tengo un cuerpo normal, no muy definido, ni gordo ni delgado, con algunos músculos que sí se me marcan.

Para poneros en contexto, Alicia es un poco puta. Le encanta follar. Hacemos casi de todo juntos, pero no pasamos esa línea y nunca hemos estado con otras personas aunque sí hemos fantaseado con ello y yo mismo se lo he propuesto, tanto antes como después de la historia que os voy a contar. A ella le gusta mucho el sexo anal (una vez por semana mínimo y lo disfruto bastante con ese culazo que a cualquiera se le empalmaría solo con verlo), y recibir el semen en la boca (aunque no se lo suele tragar). Habíamos fantaseado alguna vez también con mearla, pero a la hora de la verdad le daba cosa.

Todo empezó en un festival al que fuimos. Ella vestía con una falda blanca corta y bien pegada, y un top morado corto apretado. No era tarde y llevábamos un par de cervezas por lo que nos dieron ganas de ir al baño. Al llegar a los baños públicos, los típicos que suele haber, habían 2 cabinas y poca cola en cada una (unas 2 o 3 personas por fila). Nos pusimos a hacer cola en la más grande de las 2.

Cuando era nuestro turno me pidió que entrase con ella, así sujetaba la puerta por si acaso. Entré con ella y se puso encima del retrete portátil sin llegar a apoyarse porque le daba asco, se levantó la falda, se bajó el tanga hasta las rodillas y empezó a mear. Tiene un coño muy agradable a la vista, cerradito, fino y rosado (como también habéis podido ver). Me encanta su coño húmedo, pero verla de cuclillas ahí…

Cuando terminó ella, se levantó, se subió el tanga, se colocó la falda y se bajó del retrete. Era mi turno, se colocó detrás de mí terminando de arreglarse y yo me la saqué y empecé a mear. Le pregunté, de broma como siempre y sin esperar respuesta, “¿quieres un poco?”. Ella no dijo nada, pero se acercó a mí desde atrás. Yo ya estaba terminando, pero me puse de lado. Sin decir nada se agachó y se metió mi polla en la boca cuando aún ni siquiera había terminado de mear, aunque ya estaba goteando.

Empezó a hacerme una mamada mientras gotas de mi meada caían en su boca. Por si esa mamada no era poco, eso terminó de ponérmela muy dura alcanzando mi máximo de 16cm . Se ve que a ella ya no le importaba nada, lo único que quería era chupármela a cualquier precio. Mientras ella se la metía en la boca yo empecé a tocarle el culo. Me la estaba chupando con ganas en aquellos baños públicos, cuando nunca habíamos hecho nada en un sitio así. A mí me había puesto mucho la situación. Le pregunté “¿Está buena con el sabor mi meada?” Ella no dijo nada, pero emitió un sonido como si ahogase un gemido mientras me la chupaba, se ve que le gustó lo que le dije.

Recuperé un poco la compostura al darme cuenta de dónde estaba y que aún tenía planes para ella. Aún me quedaba para correrme, pero estábamos en un sitio con sólo dos cabinas, habría gente esperando y los seguratas del sitio estaban cerca. Para mí, lo que estaba pasando ahí dentro ya era una victoria. Le pedí a mi novia que parase, diciéndole que teníamos que irnos. Pero ella no dejaba de chupármela, había dos cosas claras: le había gustado chupármela mientras terminaba de mear, y quería una buena descarga de semen en la boca. Le tuve que apartar la cabeza para separarla de mi polla.

Yo: llevamos tiempo aquí, alguien querrá entrar y si tardamos más se habrá dado cuenta y quizá llamen a seguridad.
Alicia: pfff, es verdad -dijo lamentándose-.

Se levantó y se acomodó el pelo, mientras yo me la guardaba todavía dura. Tenía una erección que apenas podía guardármela y/o andar. Antes de salir me besó. Salimos, y para nuestra decepción, casi no había cola, como ya he dicho todavía era pronto, no sería más tarde de las 23:30 horas.

Cuando volvíamos a nuestro sitio, que estaba algo lejos de los aseos a los que fuimos, hablamos de lo ocurrido:

Yo: todavía la tengo dura.
Alicia: pues relájate.
Yo: es que me ha encantado. ¿Qué tal el sabor de mi meada?
Alicia: pues no sabe mal eh.
Yo: ¿Repetirías?
Ella se quedó callada y yo acepté que le había gustado y seguí
Yo: ahora no se me va a bajar en toda la noche.
Alicia: pues deja de pensar en eso.

Seguimos bailando y bebiendo durante la noche. Al final mi polla estaba más calmada, pero mi mente no se olvidaba de lo que había ocurrido en el baño.

Ya sobre las 3 de la mañana estábamos cerca del escenario y ella bailaba restregando su culazo contra mi polla. “¿Tienes más sed?” Ella, sin despegarse pasó su brazo por detrás de mi cabeza, apoyó la suya en mi hombro y se giró para besarme sin decir nada más. Siguió frotando mi polla con su culo entre la gente. Ya volvía a tener una buena erección, aunque nada comparado con la antes. Hubo un momento que empezó a perrearme casi agachada, prácticamente me hacía twerk en la polla durante unos segundos, y yo la cogí de las caderas como follándomela. Nos daba igual si había alguien mirando, la verdad es que ni nos fijamos. Yo estaba caliente, pero estaba claro que la puta de mi novia también. No estábamos muy borrachos, pero sí desinhibidos.

Un rato después nos íbamos a ir, pero ella quería ir al baño antes de irse. Los más cercanos ya tenían una cola considerable. Así que nos fuimos a los mismos baños en los que me la había chupado al principio de la noche. Sin embargo, esta vez también había mucha cola.

Alicia: joder, ¿ahora qué?
Yo: tenemos el coche cerca, no habrá mucho tráfico y vamos a mi casa ¿no te puedes aguantar?
Alicia: no…
Yo: hay un parque justo aquí al lado, ¿quieres ir?
Alicia: vamos, vamos.

Yo me quería volver a casa cuanto antes para hacerle de todo, pero si no podía aguantarse…
Al llegar al parque, que estaba a 2 minutos, vimos como había más gente. Unos haciendo botellón y otros que iban a mear, pues habrían pensado lo mismo. La acompañé hasta una zona más oscura. “Espérame aquí” me dijo, y cruzó entre unos arbustos. Yo me puse a esperarla mirando el móvil al otro lado.

Al cabo de unos minutos, no había vuelto y yo ya estaba caliente otra vez pensando en ella agachada en la calle, con el coño al aire meando… De repente oí un ruido cercano de movimiento de arbustos por donde ella estaba. Miré a ver si venía, pero no. Me pareció raro, porque estaba tardando. Así que poco después me acerqué y justo ella salía. Me saludó y se acercó a mí, me abrazó y me besó. Olía raro. Su boca olía a meado. Eso me puso mucho, pero me extrañó. “¿Había probado su propia meada? ¿Tanto le había gustado mi meada que fue a probar la suya?” -Pensé en cuestión de segundos-. De repente me acordé del ruido de los arbustos y me sentí raro, tenía que preguntarle, ¿y si no olía a su propia meada?

Yo: has tardado bastante, ¿no?
Alicia: no sé. Puede ser, es que me estaba meando mucho, me he aguantado bastante. Aparte entre que me acomodo la falda, me arreglo después…
Yo: ¿Y el ruido?
Alicia: ¿qué ruido?
Yo: dos minutos antes de que salieras he oído un ruido de arbustos moviéndose, pensaba que salías tú, pero no…
Alicia: habrá sido un gato -respondió nerviosa-

Eso me dejó con dudas, estuve pensando en las posibilidades mientras volvíamos andando. Eran las mismas que acabo de exponer… Fuese cual fuese, todas ellas me ponían mucho. Pero si no era su propia meada, era algo extraño. Habíamos hablado de terceras personas como una fantasía, pero cuando hablábamos en serio ella siempre decía que no quería estar con nadie más. A la salida del parque venía por la derecha un chico algo menor que nosotros que no dejaba de mirar a mi novia, yo me di cuenta, pero cuando miré ella se giró un segundo a verle, y de golpe apartó la cabeza. Ya no sabía qué había pasado. Había dos posibilidades: probó su propia meada, o alguien, quizá ese chico, estaba cerca de ella y se la chupó en el parque mientras meaba como a mí… o ¿y si directamente le pidió que le mease en la boca? ¿Vosotros que creéis que pasó?

No hablamos más del tema. De cualquier forma, al llegar a casa me la quería follar.

Una vez llegamos a mi habitación la empecé a tocar bien, las tetas, su culo y el coño por debajo de su falda pero por encima del tanga. Estaba claro que le gustó, pero… “Ahora no, estoy cansada” dijo Alicia. Sus palabras me frustaron. “Pero sí te la puedo chupar” dijo.

Se arrodilló ante mí y me desabrochó el pantalón. Yo mismo me la saqué y la puse ante su cara. Ella la miraba con ya con ganas, si no quería follar, sí que tenía ganas de chupármela… Se llevó mi polla a la boca, y empezó suave, lamía mientras me miraba a los ojos. Me acordé del olor a meado en su boca de hacía un rato, no sabía lo que había pasado, pero me gustaban todas las opciones. Si era su propia meada, me aprovecharía de eso en el futuro, porque era la prueba de que le había gustado, pero si era la meada de otro significa que ya era una auténtica puta que no sólo estaba dispuesta a serme infiel y tragarse la polla de cualquiera, sino que también se tragaba sus meadas.

Esa idea me encantaba tanto que estuve a punto de correrme. Volví a centrarme. “Saboréala bien” le dije. Me gusta que le guste el sabor a polla, y sobre todo que la boca le huela y le sepa a polla. Hizo caso.

Yo: ¿te gusta como saben las pollas, zorra?
Alicia: sí -sonrío y se la volvió a meter en la boca-.
Yo: ¿quieres chupar más pollas?
Alicia no respondió, puso cara de sorpresa. Normalmente cuando le pregunto eso mientras me la chupa, se vuelve loca. Ojalá saber qué había ocurrido.
Yo: dilo.
Se sacó la polla de la boca, me lamió los huevos mientras se puso el pene en la cara, y dijo que sí.
Yo: así me gusta. ¿Cuándo?
Aceleró el ritmo de la mamada.
Yo: estoy a punto de correrme
Alicia: dame semen, -dijo mientras me hacía una paja y veía mi polla encima de su cara-
Yo: ¿cara o boca? – dije apuntando a su cara
Alicia: boca, boca

Pero me corrí. El primer chorro cayó en su top, pero rápidamente se la metió en la boca. Descargué el resto en su boca mientras me miraba a los ojos. “pfff, toma mi semen en la boca, putita” le dije.
Cuando terminé de correrme, tuve que sentarme. Ella abrió la boca y me enseñó todo lo que tenía, era una buena cantidad. Había acumulado bastante, sobre todo el que no había salido al principio de la noche. Alicia se levantó y fue hacia el baño a escupir y terminar de prepararse para dormir.

Esa noche no pasó nada más, nos dormimos y ya. Pero ella no había traído más ropa, y el día siguiente tuvo que salir a la calle con el mismo conjunto con una buena mancha de semen en el top.

2 comentarios - Mi novia me la chupa en unos baños públicos

Gigbun
me ja gustado sobre todo el final, ojala poder verla con el outfit que describis y tanbien de como acabo jaja me dio morbo saber que luego llevo el top mabchado con la corrida