Terapia gay parte 5

Hola gente, tanto tiempo. Estuve muy ocupado estos dias, pero sus saludos y comentarios me dejaron en compromiso de volver a contar mi historia.


Después de que el amigo de mi papá me hubiese cogido cómo me cogió el habló con mi papá por teléfono para que yo vaya a ayudarlo el sábado de esa misma semana, me acuerdo que mi papá iba a a ir junto pero al final no pudo ir entonces el sabado temprano me fuí a tomar el colectivo de Guaraní a Oberá. Durante el viaje ya me iba excitando y preocupando, sabía que me iba a quedar hasta el domingo, pero las palabras que me habia dicho sobre que "iba a terminar siendo una reina" me resonaban en la cabeza y no podia imaginar lo que me esperaba.
Al llegar a la terminal lo encuentro a mi macho amante esperándome en el anden, entre todos los vendedores ambulantes que estaban vendiendo CDs, medias y demás chucherias. Él estaba como siempre, en shorts, con remera vieja y sucia, con sus ojotas sucias y con un pucho en la mano, contribuyendo al humo del ambiente. Me acerqué a él y me saludó sin tocarme, lo cual me alivió porque pensé que me iba a hacer algo ya nomás al verme, pero claro, estábamos ahí en público y había muchísima gente. Me saludó como costumbre y fuimos caminando hasta su ford sierra que estaba estacionado frente al hotel real donde al subir me miró y me dijo
- ahora si, vas a ir a conocer a alguien.
- a quien?
- vos no te preocupes, es una amiga mia que le gustan los pibes como vos.
Al decir eso arrancó y salimos del centro. Fuimos un rato hablando de tonterias hasta llegar a una casa de color rosa, parecida la casa de un cuento de hadas, toda rosada, con árboles y flores, ventanas blancas, los vidrios también pintados desde dentro de blanco...
Estacionamos el auto en frente, y antes de que nos bajemos una señora, como de unos 50 años salió a recibirnos, su voz era muy chillona y fuerte, super coqueta, pero con arrugas muy visibles en su rostro.
- hola querido! Cómo estas?
Efusivamente se acercó al amigo de mi papá y lo saludó con muchisima energía.
- hola Juli, tanto tiempo que no nos vemos
- demasiado diria yo. Qué trajiste para mi?
- traje al hijo de Ricardo, acá está.
- en serio? A ver.
La señora me miró, me agarró con sus manos la cara y me examinó a fondo, luego me abrazo y tomó mi mano mientras nos invitaba a pasar a su casa.
Al entrar vi una salita blanca, con sillones y sofás impecables, muy diferente al habitual lugar sucio donde últimamente me cogían y me dejaban lleno de semen hasta el agotamiento. La señora me hizo sentar en un lugar y se sentó a mi lado en el sofá sin soltar mi mano.
- así que te estas cogiendo al hijo de Ricardo.
Dijo sin más a mi macho q se sentó despreocupadamente en un sillón con las piernas abiertas dejando ver su paquete en su short de Boca.
- si, lo encontré en mi casa vestido con ropa de Mari, entonces me dijo q le gusta la pija y desde ahí me lo estoy cogiendo.
Mi rostro quemaba al oir todo lo que estaban diciendo de mi. Solo atiné a mirar el suelo mientras ellos seguian hablando sin que la señora suelte mi mano.
- en serio, mira vos, justo de Ricardo. Así que lo encontraste vestido de mujer.
- si, es re putita. Fijate.
- a ver.
Julieta agarró y me dió una leve palmada en mi mano, me dijo:
- a ver corazón, ponete de pie un ratito para la tía.
Yo me puse de pie y mi macho me hizo señas con ambas manos de que me acerque a él, yo me acerqué y él tomó mis manos con sus gruesas y grandes manos. Apenas el hizo eso, me inclinó hacia delante y ahí nomás sentí como desde atras ella me bajó los pantalones hasta la mitad del muslo. Yo me asusté pero no me moví, solo sentí como ella dejó mi culo desnudo al aire.
- es verdad, nisiquiera se asustó o nada. Lo tenes bien bien entrenado.
- te dije, mira lo que es.
En ese momento sentí como sus manos recorrieron mis nalgas, hasta apretarmelas con una fuerza considerable para ser una señora y luego sentí sus pulgare abriendo mi trasero dejando mi ano expuesto totalmente.
- si, tiene muy buen culo, además es rosadito, se nota que estuviste cogiendolo, lo tiene abierto un poco, pero aún así está hermoso. Además ni pelo tiene aún. Se ve muy rico.
Apenas dijo eso, más toda la situación mi pequeño pene se erectó y ambos empezaron a reir y la señora aportó.
- le encanta la situación.
Sus pulgares me acariciaron el hueco suavemente, no de forma bruta como sabe hacerlo él.
- dime amor, te gusta?
Me preguntó ella con voz dulce y yo asentí con un muy timido "si"
- entonces Carlos. Dime ¿Quieres que le hagamos eso que me dijiste por teléfono?
- si, más vale.
Respondió él para luego aportar
- no sabes cómo le va a gustar y seguro se va a portar muy bien.

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Bueno gente, hasta aqui lo dejo por hoy, espero que no hayan perdido el hilo de la historia. Si me dicen que les gusta antes del finde les tengo la otra parte. Saludos

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