Me gusta verla a mi mujer como se la cojen(I)

Mi nombre es Fabián, tengo cincuenta y dos años, y desde hace unos diez años llevamos con mi esposa una relación abierta, en lo que al sexo se refiere.
Pero no me quiero adelantar, porque nuestra historia tuvo un  principio, y es mi idea relatarles lo más y mejor posible, para no perder ningún detalle.
Con mi esposa Débora nos pusimos de novios en la adolescencia, y nos casamos muy jóvenes. Con franqueza, nuestra líbido estaba concentrada en terminar cada uno su carrera, ella ciencias económicas y yo ingeniería. Luego vinieron los hijos, el trabajo, el posicionarse social y economicamente hasta llevar una vida cómoda. En fín, nada raro. Salvo que, en lo que a sexo se refiere, nuestra vida carecía de emociones. 

Un día, Flavio y Carla, un matrimonio amigo, nos invitaron a una fiesta de disfraces. Yo tomé de mi trabajo algunos elementos de seguridad y me disfracé de obrero; en cambio, aquella vez, fue toda misteriosa tapada por un piloto largo que no podían tapar sus piernas cubierta por unas medias negras. La fiesta fue de noche en una casa de dos plantas lujosa en San Isidro. Cuando llegamos nos recibieron Flavio y Carla que estaban disfrazados, él de centurión romano y ella de Cleopatra. Yo bajé del auto vestido de obrero de la construcción con casco incluído; pero mi esposa, se quitó el piloto, y lució un sexy disfráz de Mujer Maravilla. Su corcet rojo presionaba sus pechos, dando la impresión de querer salir en cualquier momento; el mini short azul, en tanto, exponía la redondez perfecta de una cola firme y maciza. Me vio la cara de pasmado y, con ella muerta de risa, ingresamos al salón juntos.
La verdad el único desubicado fui yo, todos tenían disfraces sexys y provocadores.
Bailamos juntos, bebimos champagne, y en un momento nos distanciamos. Por momentos la veía muy suelta riendo junto con otras chicas, de a ratos se le acercaba algún tipo y le decía cosas al oído,respondiéndole con una carcajada.
Avanzada la noche estaba bastante ebrio y confundido, cuando, a lo lejos, la veo a mi esposa, alejarse del centro de la fiesta de la mano de un extraño disfrazado con un bañador ajustado. Tarde en reaccionar, y salí a buscarla. Ella no aparecía por ningún lado, hasta que escucho gemidos en uno de los cuartos que tenía la puerta apenas entreabierta. La que gemía era mi esposa que estaba apoyada a una columna y la penetraban por detrás, con sus pechos al descucbierto en movimiento bamboleando y la cadenita de oro con los dijes de oro de la virgen en movimiento pendular.
Él la penetraba con rudeza y ella lo alentaba con un "Así papito" susurrante.
El corcet rojo estaba tirado a unos metros de ella y su mini short azul brillante estaba en sus tobillos.
Yo los miraba desde la puerta detrás de ellos, sin animarme a hacer nada. No podía reaccionar.
Solo escucho que el la bombea cada vez con más fuerza y ella gritar ante cada embestida de su amante.
No me atreví a mirar más, tan solo me alejé de ahí.
A la media hora veo que ambos se sumaron a la fiesta de la mano hasta que ella le tiro un beso y se alejaron. Poco después, ella me fue a buscar para bailar un rato más e irnos.
Cuando llegamos a casa, entré a darme una ducha. Segundos más tarde, ella abrió la mampara, e ingresó. Me agarró la pija y mehizo la paja hasta acabar.
- Bebu. Te pensás que no me di cuenta que estabas viendo como me garchaban? -me dijo mientras acariciaba mi pija.
No se como no reaccioné, solo se que me excitaba esa actitud perra de mi esposa

8 comentarios - Me gusta verla a mi mujer como se la cojen(I)

Mikgomsis +1
Creo que no fue la primera infidelidad
Catuchobox +1
Muy bueno... espero mas historias
333354 +1
Excelente relato dejo puntos 10 subí más material saludos
Tanguero_75
A las putitas reprimidas puritanas siempre se las coje en las reuniones fliares. o de amigos, cumples festividades de navidad o fin de años casamen esos estilos de fiestas me paso con mi cuñada, y la esposa de amigos es muy rico por lo exitante y morboso