Que gusto conocer a la maravillosa Patricia C.

Había conocido a Patricia C en una discoteca. Es una rubiaza guapísima, de largas y preciosas piernas, pechos pequeños y una boca grande bien deliciosa. Conectamos rápido y no tardamos en empezar a besarnos al poco de estar bailando juntos. Esta iba guapísima con una camisa de algodón, de manga larga, roja, con los botones de mitad para arriba desabrochados; una falda de cintura alta, cortísima apenas tapando su culo, blanca con manchitas rojas como lunares, con volantes, abrochada en un lateral; y unas medias morenas algo brillantes, supersexys.
Tras un buen rato allí, nos acabamos yendo a su casa. En el taxi no paramos de besarnos y en el ascensor mis manos la volvieron a acariciar el culazo, mientras nos besábamos muy apasionadamente. Nada más entrar en la casa, nos arrancamos los abrigos y seguimos besándonos, mientras ella me dirigía a su habitación. Una vez allí la puse contra la pared y levante una de sus piernas para acariciar su muslazo. Mis manos acabaron subiendo por su cuerpazo, para terminar en sus pechitos, descubriendo que no llevaba sujetador. Desabroché los pocos botones que llevaba abrochados y metí mi mano dentro acariciando sus pechitos.
Patricia me quito la camiseta y comenzó a agacharse, besándome el pecho. Acabo arrodillada y comenzó a morderme el paquete y acariciar mi culo. Me desabrocho el pantalón y me lo quito, mientras su lengua lamia mi polla. Comenzó a masturbarme y hacerme un mamadón tremendo con esa preciosa y grande boca que tiene. Yo acariciaba su melena y esta subía la velocidad de la mamada, o de la paja si en ese momento me estaba comiendo los huevos.
La levante y tras besarla, la coloque a gatas en la cama, con el culazo hacia fuera. Me arrodille detrás y acaricie y bese sus muslazos subiendo hacia el culazo, el cual se veía bien rico, gracias a lo cortita que era la falda. Se veía un minúsculo tanga rojo de hilo con encaje. Bese y acaricie su maravilloso culo y lo comencé a mordisquear. Sus finas medias me fueron muy fáciles de romper y bese la raja de su culo. Metí mi cabeza entre sus piernas para hacer lo propio con su coño, mientras mis manos acariciaban y azotaban su culazo. Aparte el tanguita y comencé a comerla el coño. Mis manos no paraban de disfrutar de su culazo.
Había cogido buena velocidad mi lengua en su coño, cuando Patricia comenzó a pedirme que la follara. Me levanté y me puse un condón. Golpee su culazo con mi polla, antes de abrir sus piernas lo necesario para, apartar su tanga y meter mi polla en su coño. Desde el principio comencé a follarla duro, mientras la agarraba de la cintura. Patricia no paraba de pedirme más y gritar como una loca, haciendo que mis embestidas fueran más fuertes aún.
A Patricia le iba bien la caña y, antes de yo ni pensarlo, me pidió que la follara igual de fuerte el culo. Evidentemente lo hice encantado. Metí mi polla en su maravilloso culo y se lo folle bien duro. Esta gemía sin parar, poniéndome más cachondo todavía. Me eche sobre su espalda, seguí follando su culo, y agarre sus pechitos. Patricia giro la cabeza y nos besamos.
Me levante y Patricia se giró, tumbándose en la cama. Yo lo hice sobre ella y volvimos a follar. Acaricie sus piernas y nos besamos bien acaloradamente, mientras ella apretada y clavaba sus uñas en mi espalda y culo. Me coloque de rodillas entre sus piernas y la eleve una de ellas, continuando con mi polla en su coño. Mi mano acariciaba de arriba abajo su pierna y esta volvía a gemir fuerte.
Cuando Patricia se corrió, la volví a tumbar y coloqué sus piernas sobre mis hombros. Aparte su tanga y volví a follarla el culo. Mis manos agarraron fuerte sus tobillos y poco a poco subía la fuerza de las penetraciones. Estaba para correrme y Patricia se giró, colocándose de nuevo a gatas, con su preciosa cara frente a mi polla. Me quite el condón y la golpee la carita con él, antes de pasarla por sus gorditos labios y terminar follándola la boca.
Cuando me corrí, agarre fuerte su cabeza, apretándola contra mí, soltando mi leche dentro de su boca. Patricia tragaba y tragaba, sin apenas desperdiciar nada. Cuando me dejo la polla bien seca, se colocó también de rodillas y nos besamos y acariciamos.

Mis manos acariciaron sus muslazos, ricos y suaves gracias a las medias. No fuimos capaces de dejar de besarnos acaloradamente, hasta que mis manos volvieron a subir hasta sus pechitos. Tras acariciarlos, la quite la camisa y agache la cabeza para comérselos.
Patricia me tiro contra la cama y se tumbó encima de mí. Volvimos a besarnos y mis manos agarraron, nuevamente su culazo, bajo la faldita. Patricia se giró, para comenzar a hacerme un nuevo mamadón. Mi cabeza quedo entre sus piernas. Por lo que levante su falda, para dejar su coño en mi cara. Aparte su tanga, gracias al roto de las medias, y comencé a comerla el coño, iniciando un 69. Cuanto más a fondo entraba mi lengua en su jugoso coño, más apretaban mis manos sus glúteos.
Me puso un condón y se montó sobre mí, dándome la espalda. Se movía en círculos como una loca, mientras la agarraba de la cintura y la acariciaba los muslos. No paro de moverse, cada vez más rápido, hasta que se corrió. Entonces se giró y se metió mi polla en su culo, comenzando a dar botecitos. Me senté y volvimos a besarnos, mientras la follaba el culazo. Mis manos pasaban de sus muslos a sus pechitos y al revés.
Tumbe lateralmente a Patricia y yo me coloque tras ella. Levante una de sus piernas y volví a follarla el culo. Nos besamos y mi mano acariciaba su pierna. La tumbe normal y me eche sobre ella. Volví a meterla en su coño y follamos como locos, besándonos y metiéndonos bien mano. Sus uñas volvían a clavarse en mi espalda, poniéndome a mil.
No paramos de follar hasta que me corrí en su coño. Patricia se colocó a gatas, me quito el condón y me limpio la polla con su rica boca, mientras la acariciaba el culazo. Nos acabamos tumbando en la cama, besándonos y acariciándonos. Tras un rato, Patri me pidió que me quedara a dormir y acepte gustosamente.

A la mañana siguiente me desperté y Patricia seguía tumbada a mi lado. Tan preciosa, solo con el tanga rojo puesto. No me pude resistir y comencé a lamer sus pezones tan bonitos, mientras metía mi mano por su tanga y la acariciaba el clítoris. Patricia se despertó y sonrió, mientras apretaba mi cara contra sus pechitos. Metí mi mano en su coño, comenzando a masturbarla, mientras mordisqueaba sus pezones, ya duros.
Patricia se colocó a gatas y me hizo un nuevo mamadón. Yo seguía con mi mano dentro de su tanga, masturbándola. Mi pollón mañanero estaba durísimo de por sí, pero sus maravillosos labios me la endurecieron más aún. La acabe dando un condón y esta me lo coloco con su boca.
Tumbé a Patricia y me puse de rodillas entre sus piernas. La agarre de los muslos y comenzamos a follar. Comencé suave para, poco a poco, ir subiendo de velocidad y acabar con fuertes penetraciones, que la provocaban fuertes gemidos. Coloque sus piernas contra mi pecho y seguí follándola bien duro. En esta posición, también la folle el culo, haciéndola gritar más fuerte. Mis manos acariciaban sus piernas y la besaba las plantas.
La giré tumbada y con una pierna levantada y contra mi pecho, seguí follándola el culo. Me acabé tumbando sobre ella y volví a follarla el coño, mientras ella me rodeaba con sus piernas. Acariciaba sus muslazos y nos besábamos bien acalorados.
Patricia me dijo de ir al baño y allí que me llevo, agarrando mi polla dura. Se quito el tanga y, mientras se calentaba el agua, subí una de sus piernas al váter y volví a follarla el coño. Nos metimos bajo la ducha y la cogí en vilo, follándola bajo el agua. La baje y la gire mirando la pared. La metí de nuevo en su culo y se lo follé. Al rato volví a metérsela en el coño, en esa posición. Agarraba su melena y tiraba de ella, penetrándola con más ganas.
Cuando Patricia me aviso que estaba apunto de correrse, me arrodillé y comencé a comerla el coño. Esta apretaba mi cara contra el y yo acariciaba su culazo. Cuando se corrió, mi lengua continuó dentro de su coño, disfrutando de sus jugos. Cuando me levante nos volvimos a besar y acariciar nuestro culos, además de que ella me masturbaba. Patricia se arrodillo, me quito el condón y me hizo un mamadón despacio y a fondo hasta que me corrí y volvió a tragárselo todo.

Tras terminar de ducharnos y besarnos, tomamos un café y me fui, terminando una gran velada que nos unió para otras muchas veces.

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