Mi vida escolar IV

Al otro día, ya lunes, me cambié y sentía algo diferente en mi, el viento era más fresco, la gente más amable y yo estaba más relajado, después de una jornada de sexo, me sentía realmente bien. Cuando llegué saludé al portero, las ordenanzas y me dirigí al aula, allí la encontré, hermosa, desprendía una sensualidad que parecía decirte "recién cogida". Allí estaba ella con su pollera recortada y su chomba apretadita lo que le marcaba bien la cintura de la que me había agarrado fuertemente cuando acabé dentro de ella tan solo horas atrás. Nuestras miradas se cruzaron pero nos limitamos a un simple "hola". Ni ella ni yo nos habíamos mandado un mensaje, una foto, nada desde que había echado mi descendencia dentro de su ser. Todo pasó con normalidad hasta que llegó la hora de comenzar la clase y nos encontramos en el banco. La charla surgió sola y pasamos la clase de historia como si nada, como siempre, nos reíamos, bromeabamos, no tocábamos en lo absoluto el tema sexual.
Cuando llegó el recreo todo transcurrió con normalidad, lo único que cambió fue que nos chapamos por primera vez en el curso. Después de años de amistad ahí estábamos los dos. Nos quedamos en el banco, comimos algo y seguimos la clase.
Antes de llegar la clase de inglés yo me levanto para ir al baño y en mi camino de vuelta me quedo hablando con una compañera en el pasillo. Ahí es cuando veo esas tetas apretadas en esa camisa blanca casi transparente y esa cara de hija de puta con la que me mira la profe de inglés.
En la última hora, todos parecían muertos, transpirados por el calor, pero ella estaba impoluta con esa carita que pedía a gritos ser maquillada con semen. Esa piel blanca hermosa que tenía y parecía ponerse roja ante cualquier roce.
-Leandro, te ves bien hoy- me dice todo en inglés.
Yo sorprendentemente relajado le digo -vos también teacher, estas muy linda-
Ella se me queda mirando y levanta sus cejas, mira a mi compañera rápidamente y lanza un suspiro.
-entren a clase- me dice mientras me pone su mano en la espalda baja.
Entramos al curso y le participo toda la clase, parecía bilingue y ella me respondía tirándome miradas sutiles de aprobación. En un momento se acerca a controlar unas actividades en nuestro banco.
-Muy bien Leandro, viniste preparado- me dice, apoyando sus manos en el banco.
-siempre vengo preparado para su clase- le digo.
-Que bien, que bien, me alegro.-
-Me gusta mucho su clase, es todo tan relajado y lindo, ah y aparte el inglés también está piola- le digo.
Ella solo me sonríe y se va.
Ahí quedo yo y cuando miro hacia un lado veo esa cara clavamndome con la mirada.
-Mira vos che, no te tenía tan suelto a vos- me dice Lu en tono amenazante.
-Estoy jodiendo, ni en pedo me da bola la profe, igual a vos nomas te la quiero poner- le digo acercándome y poniendo mi mano en su muslo.
Ella no me corresponde y mueve su muslo dejando caer mi mano.
-Bue paraa- le digo. -Si somos amigos hace un montón- completo.
-Ajá- me contesta.
Nos distanciamos por un momento en el que pensé que había hecho mal, pero mi cabeza se nubló cuando casi al final de la clase siento como mi pene comienza a ser agarrado bruscamente y comienza a ser masajeado con fuerza por encima del pantalón por una Lucía que mantenía sus ojos en la clase. Ella me apretaba con mucha agresividad la verga lo que me producía un sentimiento de dolor pero placer al mismo tiempo.
En un momento se gira y me dice.
-Mira como te pones con esa vieja- me dice con gesto pícaro.
-Es por vos- le digo.
A lo sutilmente por abajo de la mesa continua masajeandome la pija pero con más velocidad.
La profe advierte la hora y nos dice que guardemos nuestras cosas, a lo que ella rápidamente saca su mano y guarda sus cosas en su mochila. Yo quiero hacer lo mismo pero ella se me pega y pone su mochila sobre mis piernas tapándose el brazo y la mano con la vuelve a masturbarme sobre el pantalón.
Su ritmo aumenta y yo me quedo paralizado.
-Te gusta acabarme adentro, bueno acaba ahora- me dice.
Yo aumento el ritmo de mi respiración y lo hago más cuando la profe nos acerca para preguntarme por que no guardaba.
No se si fue por la calentura de la situación pero me puse más duro que nunca y Lucía lo notó.
-Me está haciendo ver algo- le dice Lu a la profe.
-Que le estas mostrando?- me pregunta.
-Eh... nada, una cosa de su casa le... estoy diciendo, profe- le digo medianamente decente.
-Estas bien? Pareces agotado- me pregunta la profe.
-Esta bien, profe, no se haga drama, es que le gusta mostrarme esas cosas nomas- le contesta Lu.
La profe mira y se percata del brazo de Lucía, a lo que mi compañera aumenta el ritmo para hacerlo más notorio.
-Bueno, pero guarda cuando termines de mostrarle eso- me dice más consternada la profe. Mientras se retira mirándome con una sonrisita que en ese momento no supe interpretar.
Yo la miro a Lucía.
-Que hija de puta que sos, mira si nos decía algo- le digo.
-que te haces, si te gusta- me contesta apretandome la pija. - Mira, si la tienes re parada- completa.
-Ya estoy- le digo.
Ella me lo masajea más fuerte haciéndome estremecerme y cuando estoy a punto de explotar, lo suelta dejándome con la pija al palo.
-Hasta aquí nomas entonces- me dice y saca su mochila.
-Hija de culiadora- le digo.
Ella se levanta y yo también, ahí me doy cuenta de la manchita que tenia en la zona, por lo que desde el curso hasta la parada me tuve que tapar con el bolso que llevaba. Ella se fue en el auto con el viejo dejándome con la pija parada. Cuando llego a casa le digo para vernos a la tarde, ya que sabía bien que no hacía nada y el padre entrenaba por lo menos hora y media en el gimnasio. "Salgo hoy" me dice. Eso me pareció raro ese día, pero luego comencé a preocuparme cuando la situación se repitió hasta el miércoles. Donde no me habló durante toda la clase, ni siquiera en educación física. Yo tenía los huevos llenos, no había acabado desde el fin de semana y ella me seguía provocando, levantándose sutilmente en el banco dejándome ver su orto o poniéndose esa calza apretada en física. La jornada terminó y nos fuimos cada uno por su lado.
Ya en la tarde, en francés nos encontramos de frente en la entrada, los dos éramos de llegar tarde por lo que ahí la vi, remerita de tirantes bien al cuerpo y un jeans bien apretadito negro. Yo iba de short y remera en ese tiempo ya que hacía mucho calor.
Cuando nos vimos no le dije nada y solo le hice una seña para que suba, ya que la institución contaba con 3 pisos y en el último estabamos nosotros, ya que cursabamos los años más avanzados.
Así que ella se adelantó y subimos, yo atrás de ella mirándole ese orto que se le marcaba en esa tela negra. Ya subiendo las escaleras y cerciorandome de que nadie estuviera al rededor, no me aguanto más y le toco una nalga.
Ella se frena y se queda helada, por lo que yo subo hasta quedar bien apoyado a ella y hacerle sentir la alegría que tenia en el cuerpo. Ella suspira.
-No la he visto a la vieja de inglés, raro que estés duro- me dice e intenta despegarse.
-No es por ella, es por vos- le digo abrazándola desde atrás y haciéndole sentir mis mástil entre sus carnes.
-Anda a pajearte con la inglés- me dice en un tono más enojado.
-Pero yo solo quiero pajearme con vos- le contesto agarrándole las tetas.
Ella se queda inmóvil y suelta un suspiro, por lo que decido bajar una de mis manos y colocarla en su entrepierna.
-A vos nomas te quiero acabar- le digo.
Ella se pone rígida y pasa su mano sobre su espalda colocándola en mi pija y apretandola.
-A la mierda- me dice
-Mira como me tienes, dale... vamos a algún lado- le contesto haciendo movimientos en el medio de sus nalgas y apretando su calurosa entrepierna.
-Pero ya estamos aquí, a donde quieres que vayamos?- me pregunta con pequeños suspiros.
Yo saco la mano de sus gomas y le señalo el baño.
-Aquí es muy jugado, pero en el baño tampoco hay cámaras.- le digo.
Ella se despega e ingresa al baño de hombres que estaba situado justo al lado de las escaleras. Yo la sigo y ni bien ingreso me empieza a chapar. Los besos van y vienen, las manoseadas comienzan, ella mi pija y mis huevos, y yo con una su orto y con la otra comienzo a bajarle la remera dejando descubiertas sus tetas. Cuando veo esos pezones me tiro sobre esas majestuosas tetas y comienzo a chuparla mientras la atraigo hacia mi y me apoyo en la puerta. Allí hago fuerza y le entierro los dedos en el orto y la vagina, todo sobre la ropa, mientras ella no para de estimularme el mástil que ya se encuentra parado para ese momento.
Cuando sus pezones ya se ponen rojos dejo de chaparselos y procedo a meter un dedo en su boca mientras la miro como se lo traga y lo chupa. Hacemos ese juego durante unos instantes y luego no dudo en darla vuelta. Ella se apoya sobre la puerta y yo comienzo a frotar mi short sobre su jean. Ella baja su mano y descubre mi verga dura. Por lo que mis movimientos se vuelven más agresivos. Allí la apoyo sobre la puerta y le comienzo a desabrochar el jean, se lo bajo hasta las rodillas y comienzo a golpearle esos jamones hermosos con mi herramienta. Acto seguido me pongo de rodillas, tanga negra al costado y lengua adentro. Ella se estremeció, su conchita rosadita estaba impoluta, parece que como esperando que me le tirara. Ella solo gemia tímidamente contra la puerta del baño mientras yo ya comenzaba a introducir mis dedos en su orto. Me reincorporo después de unos momentos y descanso mi verga es su culo tembloroso.
-Dale- me dice agitada.
-Dale vos, para esa cola si quieres que te la meta- le digo.
Ella me hace caso y levanta la cola quedando a la altura perfecta. Yo le muevo la tanga a un costado y le coloco la pija en la entrada.
-Dale, apóyate bien, ponete bien en cuatro si las quieres-
Le digo más provocativo. Ella se empina aún más y queda con solo su cara sobre la puerta y todo.
-Dale...metela- me dice entre suspiros. -Metemela dale- completa.
-Metetela sola- le digo.
Ella suelta un quejido y me aprieta la verga, y solo echa sus caderas hacia atrás introduciéndose completamente mi pedazo de carne. Yo la ayudo sutilmente y llego hasta el fondo al son de su gemido. -Ayy siii... Dios- dice.
-Quieres que te coja?- le pregunto.
-Si Lea, dale cojeme, cojeme.- me dice
-Pedimelo- le digo. -Que?- me pregunto.
-Dale, pedime que te coja- le retruco.
Ella se pone más rígida y queda en una posición hermosa, cuando siento que me aprieta.
-Dale lea, cojeme por favor, cojeme toda- me dice gimiendo.
Ahí flexiono un poco las rodillas y la agarro de las nalgas, haciendo que ella se mueva.
-Ay si- gime y respira.
-Te la doy ahora?- le pregunto.
-Si amor, cojeme toda- me responde.
Por lo que me enderezo, coloco mis manos en su cintura y comienza a embestirla. Una y otra vez, saliendo hasta dejar la un poco del glande adentro y empotrandola hasta hacer desaparecer mi varita. Movimientos lentos pero profundos. La embisto así por unos minutos hasta que me acerco y me pego un poco más, le levanto la remera un poco más para verle la línea de la espalda y coloco mi mano sobre ella para hacerle presión, quedando así más arqueada, mi otra mano la coloco en su concha comenzadola a estimular y allí comienzo a taladrar, corto pero rápido, entraba y salía, sumado al estímulo manual, sus gemidos comenzaron a intensificarse, al mismo tiempo que sentía como se apretaba más y más. Después de unos momentos, ella se gira y gimiendo se muerde el labio, por lo que llego a mi limite y la embisto con todo, haciendo que de un saltito y se contraiga. Yo me quedo dentro bien al fondo, mientras siento como se contraen las paredes de su concha y como mi pija comienza a rociarse con sus líquidos.
De ahí le saco la pija, -Yo no he acabado todavía- le digo.
-Te la chupo- me pregunta con su voz temblando.
-Hoy no, apóyate en el lavatorio- le digo.
Ella se desplaza lento dejándome ver sus curvas en el movimiento, allí me mira a través del espejo, se apoya sobre sus codos en la mesada y separa sus débiles piernas. Yo me coloco rápidamente detrás y comienzo a embestirla de nuevo. Mis movimientos son más bruscos y ella los acompaña de pequeños gemidos. Entonces paso mis manos de su cintura a sus nalgas y se la meto más fuerte.
Ella comienza dar suspiros acompañados de sutiles -ah, ah, ah-
Allí es cuando decido probarlo, y le sujeto del rodete que tenia estirandola hacia. -Ay, lea- me dice.
-Cállate hija de puta, le digo-
Ella pone carita de sufrimiento pero me gime más todavía.
-Ay lea, me duele- me dice. Yo me lo pienso pero no cambio de opinión cuando siento que me vuelve a apretar.
-Te gusta?- le pregunto. No recibo respuesta así que insisto -Te gusta? Putita- le digo. A lo que mirándonos en el espejo me dice - Ay si, dame mas-
Yo la llevo hacia mi agarrandola del pelo y le clavo un chape mientras me fundo cada vez más fuerte dentro de ella. Ella me gime durante el beso y siento como se contrae de nuevo por lo que me apartó para dejarla expresarse.
-Ay si, más, más- me dice levantando la voz. Yo acelero hasta que escucho -AYYYYY- mientras comienza a temblar nuevamente. Ahí no me queda de otra que seguir.
-Me acabaste dos veces ya, ahora me toca a mi- le digo.
-Ay, nnnn....no adentro, que..ah.. no me quiero tomar.... ay... la pastilla- me dice.
Yo entonces me agarro de sus nalgas y la embisto un par de veces más, y cumpliendo su pedido saco mi verga y expulso mi espeso semen decorando de blanco esa nalgas perfectas.
Me quedo con la pija reposada en su cola y le digo.
-Te limpio, si vos me lo limpias también. -
-Bueno- me contesta.
Yo agarro papel higiénico y le limpio cada gota de semen en su orta y un poco en su espalda.
-Ya está- le digo.
Ella se levanta y parada, pone su mi pija en su boca, saboreando las pocas gotas de leche que ofreció, me la succiona mientras me deja ver en el espejo esa conchita abierta y al igual que esas nalgas pidiendo una culiada más.
Después de unos segundos, se arrodilla y comienza a darle más ritmos, me masajea los huevos y me pajea mientras me succiona la cabeza. Mi verga semidormida ya, empieza a despertarse. Cuando se despierta me la comienza a chupar más duro, me pajea y me asfixia la verga con su boca.
Yo disfruto de la vista pero le digo -Para, que ya vamos tarde y si seguimos no vamos a entrar-. Ella me ignora y sigue chupando a lo que le saco la pija de la boca y se la apoyo en la cara.
-Ahora me la vas a chupar todos los días si quieres-
-Si? Amor- me contesta.
-Todos los día te voy a dar la leche si quieres, pero yo también te quiero cojer- le digo. -No me voy a cojer a nadie más si quieres, pero te tengo que cojer todos los días entonces- completo.
-Y bueno, así si, si me cojes a mi nada más, Cómeme las veces que quieras- me dice.
-Siempre que quiera?- pregunto -No importa el lugar?-
-No importa el lugar- me contesta.
Allí le da un besito a mi pija, se levanta y me de un beso a mi. Va al lavatorio, se lava la cara y la boca, por lo que me da la espalda. Ni lento ni perezoso me acerco por detrás y con la verga dura le apoyo en la entrada del orto.
-Y esto? Lo puedo cojer cuando quiera?- le pregunto. Ella sigue en lo suyo, por lo que comienzo a apretar un poco más, intentando penetrarla lentamente. Allí se levanta y sin dejar de estar apoyada me dice -Déjame pensarlo-. Se da vuelta y me besa. -El finde te digo- completa.
Nos besamos, cambiamos y salimos con cuidado del baño y lo que parecían 5 minutos de tardanza, ya era media hora. Ya en clase todo transcurrió normal y al final nos despedimos como amigos y nos fuimos cada uno para su casa. En la siguiente mañana, en el colegio, me esperaba algo espectacular...

1 comentario - Mi vida escolar IV

alexus26 +2
Que relato de puta madre loco nunca me gustó un relato tanto como este fue muy exitante gracias por escribirlo, exelente como lo describiste hermano, ya es tarde pero la próxima paja se la lleva el próximo relato jajaj saludos