Vacaciones Candente. Capítulo Especial lV:

“El primer paso”

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Muy temprano en la mañana, cuando apenas se asomaba el sol, unos gritos despertaron a Tomás y April. Ellos desconcertados se levantaron, los que discutían eran Sofía y Félix, la muchacha le recriminaba al joven, por estar muy jocoso con Vanessa. La hija del matrimonio se acercó a ellos y les murmura, –“Joder, esa tipa está loca. ¿Pueden creer que se colocó celosa, porque saludé a Félix y me ríe de su cara de sobado?”-, la pareja solo se miraron y no hicieron ningún comentario.

Él al ver a sus tíos se avergüenza por el espectáculo que tenían que presenciar, tratando de calmar a su novia, le dice que si tan molesta estaba, podían irse antes de lo planeado, ella bajando la voz, le responde que era mejor ir a la casa de su madre. Félix se disculpa con sus tíos, quienes le dicen que no se preocupada y trate de solucionar los líos que tenía con su pareja. Después de aquello pasaron unas semanas, la reconciliación entre Axel e Ignacia, parecía ir de maravilla, al igual que la relación secreta de Josefina y Benjamín, que cada vez se les veía más unidos y coquetos. 

April desde que envió a su hija a tener esa cita con Vicente, no ha sido acosada, la Milf se retiraba de la clase y en eso suena su celular, ella observa que era su padre y lo atiende. Richard quería que su hija se quede cuidando unas propiedades de él, para ser precisos unas cabañas, ya que tenía un viaje junto a Daphne, April le dijo a su padre que era difícil, no solo porque ella estaba trabajando en la universidad, sino por Simón también. El hombre le pide que haga un esfuerzo y lo discutiera con Tomás.

La Milf suspira, pensando qué hacer, ya que no era tan mala idea pasar una semana junto con su esposo en las cabañas. Después de tanto meditarlo, decide llamar a Tomás para preguntarle si él podía pedir una semana libre, el hombre le contesta que no tenía ningún problema con pedir una semana, pero quería saber para qué, la mujer le explica a su marido lo que había hablado con Richard, al terminar, Tomás le dice, –“Acepta Princesa”-, ella le consulta si estaba seguro, él le responde que sí, que no tenía problema de encargarse de cuidar las cabañas y de Simón, mientras ella trabajaba, porque en las noches, estaba seguro que le daría la mejor recompensa. 

La mujer entre risas le murmura que iba a dejarlo loco por todo el trabajo que haría, al colgarle a su esposo, llama inmediatamente para comunicarle a su padre que aceptaba al encargo. Entre tanto, Tomás recogía a Diana, la cual agotadísima entra al coche y apoya su cabeza en el hombro de él, –“Fuaa… Cuñis, estoy muertísima”- exclamó agitada. –“Eso puedo ver, sinceramente me asombra tu amor y compromiso con la danza”- comentó él, acariciando la cabeza de la joven, tal como si fuese su padre.  

–“A mí me sorprende, que jamás me hayas criticado por mi pasión por el baile. Mi padre solía decirme que era una pérdida de tiempo y que debía concentrarme en los estudios, porque parecía que estuviera practicando para ser stripper”- dijo risueña, mientras seguía reposando en el hombro de su cuñado. –“Algunas veces por temor de ver a nuestros hijos fracasar, los padres somos muy duros, sin embargo, yo soy de los que piensan que jamás hay que apagar la ilusión a alguien, por más imposible o ridículo que suene su sueño”- contestó el hombre. 

–“Por eso eres mi cuñado y adulto favorito, eres tan maduro y genial, que algunas veces me gustaría…”- dejando inconclusa sus palabras, Tomás le pregunta qué iba a decir, Diana le dice que lo olvide, agregando que le recordaba a cierto tío que tenía. –“¿Tu padre tiene hermanos?”- consultó impresionado, –“Sí, uno. Quien al igual que tú es más liberal, de hecho me compró mi primer uniforme de danza, pero me molesté con él, cuando lo vi discutiendo con mi padre y lo llamó desgraciado, hoy me doy cuenta que no estaba equivocado”-  

Tomás: Vaya y ¿qué es de él? 

Diana: No lo sé, la última vez que lo vi fue hace un par de años, cuando tuvo que quedarse en casa por un negocio que estaba haciendo. Aquella noche fue un infierno, pues el odio que mi padre y él se tenía, se transmitía por el aire, ah y discutieron casi toda la noche.

Tomás: Ya veo, para que ellos no se llevan tan bien, como mi padre y yo. 

Diana: Sí, digamos que tienen una relación muy parecida, aunque yo todavía me molestaba que él insultara a mi padre, sabía que tenía razón, más porque me defendía. 

Tomás: ¿Te defendía? 

Preguntó intrigado. 

Diana: Sí, resulta que ese día, yo rechacé una beca de estudio que me había ganado, por una gira de baile, que también me lo gané. A papá no le agradó la idea y bueno, mi tío decía que no podía ser egoísta y debía dejarme lo que yo quería. 

Tomás: Y no se equivocaba, porque eres una extraordinario danzarina, Diana, la mejor que he visto en mi vida. 

La muchacha se limita a darle las gracias por el halago y cuando estaba a punto de sacar su cabeza del hombro de él, se percata del bulto en su entrepierna. Ella se ruboriza y mira hacía la ventana por unos segundos, pero desde ese momento no le quitaría los ojos de encima a la tranca de su cuñado. –“Dios mío, contrólate Diana, no puedes ser tan descarada y mirarle el paquete a tu cuñado, menos desearlo”- declaraba en sus pensamientos, al mismo tiempo que su vagina se humedecía. 

–“Recuerdo que Ignacia dijo una vez, que la tenía igual que Axel, sin embargo, lucía y sabía más deliciosa”- expresó sofocada y mordiendo sus labios,  –“Joder… Tranquilízate mujer, él es el esposo de tu hermana, pero la culpa de esto es de Axel. Lleva como tres semanas sin tocarme y siempre que me acercó a él, para que me dé su verga, pasa de mí”- señaló, raspando su vulva con sus uñas. El escenario se haría más incómodo para ella, cuando el hombre se giró a mirarla y luego de unos segundos guio su mano hacía su cabeza. 

Diana: Qu-Qu-Qu... ¿Qué haces? 

Preguntó nerviosa. 

Tomás: Quería saber, ¿cómo te hiciste este chichón? Y no me digas que te lo hiciste hace un par de días, porque esta mañana no lo tenías.

Diana: Y-yo… Yo… Yo me caí al dar un salto y me golpeé la cabeza con la pared. 

Afirmó tratando de mirarlo a los ojos, pero cada segundo, bajaba su mirada a ese bulto. 

Tomás: Mmm… Ya veo, apenas lleguemos a la casa, te vas a colocar hielo y esperemos que baje la inflación.

Enunció él, retomando el trayecto, la joven sonrojada le pregunta por qué la cuida tanto, a lo que el maduro responde, –“Porque eres la hermanita de mi Princesa y al igual que Josefina e Ignacia, ella quiere lo mejor para ustedes, solo eso basta para que yo quiera protegerlas. Además, soy tu tutor y eso me da mayor responsabilidad, cuñada”-, ella al oír esas palabras sonríe levemente y trata de actuar con normalidad, aunque sus ojos no se apartaban de ese miembro vigoroso.   

Al llegar a la casa, lo primero que hace Diana fue irse a su habitación en donde se auto complace, pensando en su cuñado. –“Ooohh, Toommy”- murmuraba imaginando que él la besaba y con su pene maduro la empotraba. Jamás había pensado en otro hombre que no fuera Axel y a pesar de que era algo agobiante porque era el marido de su hermana, se sentía exquisito fantasear con él, llegando a soltar un gran grito acompañado de una cascada de sus jugos. 

Regocijándose aún de placer, suspira, hasta que golpean su puerta, –“Diana, ¿estás bien?”- consultó Tomás al otro lado, ella inquieta le contesta que sí, entonces él le pregunta si podía pasar, a lo que ella responde que le de unos minutillos, ya que se encontraba ordenando. Levantándose se coloca un pantalón deportivo y oculto su rio de néctar entre las sabanas. Al abrir la puerta le pregunta a su cuñado qué necesitaba, a lo que el hombre le pasa una bolsa de hielo. 

–“Tommy, tú siempre tan preocupado por mí, no sé qué haría sin ti”- dijo mirándole el paquete, aun cuando él ya no tenía una erección. –“No es nada Diana, pero si necesitas algo más, me avisas”- responde el maduro, ella mordiendo su labio inferior, acomoda su blusa para que él pueda apreciar mejor su escote al mismo tiempo se dice a ella misma –“Uuff Tommy, como me gustaría que pases a mi cuarto y me dieras de tu verga”-, él extrañado le pregunta si se encontraba bien, ella dijo que sí y cerró su puerta.   

Al siguiente día, April había pedido permiso en la universidad, para que pudiera ir a las cabañas de sus padres. Al llegar, Richard y Daphne saludan a su hija, nieto y nuero, luego de explicarles los cuidados diarios que se hacían en el lugar, les comunican que en una de las cabañas se estaba quedando una muchacha, quién es la hija menor de un viejo conocido de ellos. Tanto la Milf como el hombre, no le tomaron tanta importancia aquello, principalmente porque los padres de la mujer mencionaron que la muchacha era tranquila y ni se notaba su presencia. 

Los padres de April se fueron y la pareja comenzó a disfrutar de la naturaleza del lugar, fue un día que para ellos paso muy rápido a pesar de estar desconectado de toda tecnología. Eran aproximadamente las 21 hrs y Simón caía dormido, la mujer lo recostaba en la cama, para luego volver afuera de la cabaña, donde Tomás la esperaba. Ellos estuvieron charlando por un buen rato, compartiendo risas y besos, cuando el bichito de la calentura empezaba a picarle, fue cuando observaron por primera vez a la muchacha que se estaba quedando en una de las cabañas. Ella les pide perdón por interrumpirlos, pero necesitaba de la ayuda de ambos. 

Tomás al verla, se le vino a la cabeza a su hija y a las gemelas, por su parecido físico, lo mismo le ocurrió a April, ellos le dicen que no tenía que disculparse para nada. Ambos acompaño a la muchacha hasta su cabaña, la joven tenía un problema con la luz, Tomás fue a ver el generador, mientras él hacía aquello, April le preguntó a la chica, cuál era su nombre, ella con cierta vergüenza le contesta –“Me llamo Gabriela, señora”- April le pide que no la llame señora, sino por su nombre, cuando Tomás soluciono el tema de la luz, ambas parecían haber hecho ya buenas migas, la Milf aprovecha para invitar a Gabriela para que comparta con ellos y así no esté tan sola. 

La joven rubia acepta, porque la mujer le transmitía confianza y seguridad. Los tres partieron de regresó a la cabaña en donde ellos se iban a quedar. Cuando llegaron, April se dio cuenta que el pequeño seguía durmiendo. Ellos jugaron por unos momentos a las cartas y luego se dedicaron a charlar, la pareja le preguntaba a Gabriela, a qué se dedicaba, ella les respondió que trabajaba en la empresa de su padre, tenía planeado estudiar diseños, pero un motivo muy importante no le permitia que hiciera eso por el momento. April fue haciendo memoria con todo lo que habían hablado y dijo –“Tú eres la hija de don Horacio, ¿verdad?”-
Gabriela: Sí. 

Tras oír la respuesta de la joven, ambos adultos se miran y se largan a reír, ella desconcertara, les preguntó de qué se estaban riendo, ellos entonces le confesaron que conocían a sus padres. 

Gabriela: ¿Qué? ¿Cómo? 

April: Porque son amigos de mis padres, de hecho, los invitamos a nuestra boda.

Tomás: Tú en ese momento estabas en el vientre de tu madre, ella tenía una semana de embarazo. 

April: (Ríe) Eso nos causó gracia, porque nunca pensamos que eras tú. Vaya que estamos viejos Tom. 

Tomás: Es sorprendente de como pasa el tiempo, quién diría que esa legumbre que tenía doña Andrea en su vientre ahora es una muchachita hermosa. 

Gabriela: (Sonrojada) ¿Her-hermosa? 

April: Sí, dudo que sea la primera vez que te lo digan. 

Gabriela: No, pe-pe-pero… 

April: (Interrumpe) Pero que te lo haya dicho un hombre adulto, ¿te resulta vergonzoso?

Gabriela: Algo así.

La muchacha sonríe y siguieron compartiendo por un rato más, hasta que April se retira para acostarse, ya que tenía que despertarse como a las 5 am para ducharse, desayunar e irse a la universidad a dar clases. A Tomás le sale su lado paterno y decide acompañar a Gabriela hasta su cabaña, donde se despiden, él regresa donde su mujer e hijo, la joven se queda mirando al maduro por la ventana, no entendía la razón, pero desde que ese hombre la llamo hermosa, se sentía nerviosa cada vez que él la miraba, quizás porque recordaba a Eduardo, aunque a diferencia de él, Tomás no la miraba como una niña, sino como la joven adulta que era.   

Todo sería diferente para este trio, empezando desde el siguiente día, la Milf estaría prácticamente todo el miércoles en la universidad, dejando por horas a su esposo con aquella jovencita que comenzaría a ver al maduro de otra forma. El hombre hizo cada una de las tareas que su suegro le había encargado, incluso hasta corto leña, durante todo ese rato Gabriela lo miraba desde la distancia, no les quitaba los ojos de encima por ningún motivo, sintiendo un enorme cosquilleo en su vulva, se decía a si misma –“Ahora que lo miro con la luz natural y detenidamente, me doy cuenta de que es un hombre muy guapo”-

La muchacha se sentía cada vez más confundida y acalorada, cuando pensaba que todo había terminado, Tomás salió con Simón a la piscina. Verlo con el torso desnudo le produjo ganas de querer masturbarse, si bien su cuerpo no era atlético como el de Eduardo, no dejaba de parecerle atractivo y anhelar de estar entre esos brazos fuertes, besándolo como si no existiera un mañana. Fue tranquilizando ese ardor que le resultaba insoportable, con sus dedos, jugaba con su clítoris y vagina, mientras observaba a ese maduro con su pequeño hijo. Jadeaba y mordía sus labios, fantaseando que ese hombre acariciaba su cuerpo juvenil y le devoraba la boca.   

–“Aaahh… Dios, Dios, Dios, Dioooos…”- balbuceó la jovencita cuando el orgasmo se hizo presente. Con su coñito húmedo y algo pegajoso, se quedó sentada recuperando el aliento. Luego se llevó las manos a la cabeza y sintiéndose arrepentida por lo que había hecho, se dice a ella misma que no debía continuar con esa locura, pero entonces, tocan su puerta, ella alterada y asustada, trata de ocultar todas las evidencias de su corrida. Cuando abre la puerta y observa a Tomás se queda paralizada, él amablemente le pide que lo a acompañe para comer. Gabriela no pudo rechazarlo y termino almorzando con ese hombre que estaba despertando algo que ella pensaba que solo Eduardo le hacía sentir.  

Él noto que la jovencita estaba incomoda, sin embargo, no quiso molestarla preguntándole por qué estaba tan inquieta, ella era incapaz de verlo, sin sentir que su corazón se le aceleraba y su vagina se humedecía. Se preguntaba cómo un hombre que seguía siendo un desconocido para ella, podía provocarle esos sentimientos tan obscenos. Tal vez todo se debía a que Eduardo, le había destrozado el corazón y aunque no lo había dejado de amar, sentir la compañía de otro maduro y que la tratará como una mujer, hacía que quisiera buscar cobijo en esos brazos. 

En un momento, Tomás paso a rozar su mano y ella agitada la quito de la mesa, él le pidió perdón si la estaba incomodando o algo por el estilo, que no tenía la idea de provocarle aquello, Gabriela suspira y le contesta que no era su culpa, sino de ella, se levanta de la mesa, retirándose a su cabaña, en donde tomo una ducha fría. A pesar de que el agua era helada, su cuerpo no dejaba de estar caliente y sus fantasías fueron haciéndose cada vez más frecuente, una vez más se masturbaba pensando en Tomás. 

Así el día para ella paso volando, imaginando que aquel maduro la tomaba y la hacía mujer por primera vez, había ratos en que miraba una foto de Eduardo y le pedía perdón por no controlarse ante Tomás, argumentando que ese hombre era como su talón de Aquiles. April regresó como a las 20 hrs, agotada se recostaba en la cama, donde su bebé dormía, su esposo se acercaba a ella y le daba un masaje, que logró animarla para que se levante a comer la cena que tenía preparado él.  

April: Esto huele maravilloso, amor. 

Tomás: Es lo mínimo para una Princesa como tú. 

April: Hablando de princesas, ¿interactuaste hoy con Gabriela? 

Tomás: Sí, aunque andaba muy rara hoy. 

April: ¿Rara?

Expresó intrigada. 

Tomás: Digamos que la vi muy inquieta. 

April: No te molestaría que vaya a invitarla para que cene con nosotros, ¿verdad?

Tomás: No, claro que no. 

April: Genial.

April va en búsqueda de Gabriela, quien se cuestiona en marcarle a Eduardo o no, una parte de ella quería escuchar su voz, para sacarse de la cabeza a Tomás, pero otro lado no quería oír la voz de ese patán, que la humilló. En ese crucigrama en su cabeza, la Milf  toca su puerta, interrumpiendo sus pensamientos. La joven abre, al verla queda sorprendida, la mujer de forma alegre la invita para que vaya a cenar con ella y su marido. Al principio Gabriela busco una manera de negarse y así evitar ver a Tomás, sin embargo, April fue persistente, haciendo que la muchacha no tuviera otra opción más que aceptar. 

Al entrar a la residencia ella miró al suelo y trató de evitar cualquier contacto visual con el maduro, eso funciono al principio, no obstante, aquello le traería una fatal consecuencia. Por estar tan concentrada en no mirar al hombre, no se dio cuenta cuando él se levantó de la mesa y fue al baño. Mientras April retiraba los platos, ella sin decirle nada fue directo al baño, en ese instante Tomás estaba orinando y por estar acostumbrado a estar a solas  con April, no colocó el seguro a la puerta, la jovencita abre y lo observa con su pija descubierta. 

Avergonzada cierra la puerta y se retira del lugar sin hacer ningún ruido, ni se despide de la Milf, camina hasta su cabaña, en donde se recuesta en la cama y suspira. Su cuerpo volvía a encenderse, pero ahora tenía grabada en su memoria la imagen de la polla del maduro, toda la noche se pasó complaciéndose con sus dedos. El jueves fue otro día agotador para la Milf, todo lo contrario, para Tomás, fue un día bastante más ligero y en el que disfrutó compartir mucho más con Simón.

Gabriela por su parte decidió mantenerse algo más distante de la pareja, principalmente del él, con el cual fantaseaba. Sin embargo, el viernes todo cambiaría para ella y el hombre, ya que, tras terminar con todas las tareas y tener el almuerzo listo, él fue hasta la cabaña de la muchacha. Para su sorpresa la joven tenía la puerta abierta, Tomás entró y la llamó, al no tener una respuesta, sintió una leve preocupación así que camino hasta la habitación, en donde encontró a la jovencita con solo unas medias negras y aceitando a su trasero.

Vacaciones Candente. Capítulo Especial lV:


Tomás desde el primer día se había percatado que Gabriela tenía un cuerpo atractivo y una cola digna para competir con la de Ignacia y Josefina, la única diferencia es que la muchacha no la presumía, hasta ese momento. Si bien ella no lo hacía de forma intencional, la verga del hombre se endureció al instante, perplejo se quedó observando aquella lujuriosa escena, hasta que la jovencita fue cubriendo su pomposo culito con una pequeña falda. 

El maduro sigilosamente sale del lugar y regresa a su cabaña, en donde se sienta en una silla, se baja el pantalón con el bóxer, para liberar su erecta tranca y comenzar a pajearse pensando en Gabriela. Desde que estaba casado con April, Tomás nunca se había masturbado pensando en otra mujer, lo más cerca fue con Josefina hace un par de semanas atrás, por el mismo motivo se detiene, vuelve a subirse el pantalón, se levanta y va a mirar a su hijo que estaba durmiendo. 

Luego se lava las manos y se prepara para comer solo, cuando una tímida Gabriela golpea su puerta, él abre y al verla siente incomodes, ahora era el maduro el que evitaba un contacto visual. La muchacha le pregunta si podían ellos hablar un momento, el hombre se exaltó con esa petición, pues lo primero que le paso por la cabeza, es que ella se dio cuenta que la estuvo observando.

Tomás: Cl-claro.

Contestó temblando, ella sonríe ligeramente y entra, se sienta en una de las sillas mientras Tomás se servía de comer, tomando un plato adicional, el hombre le consulta a la jovencita si quería comer, ella le responde que sí. Ambos sentados en la mesa, no tienen otra opción más que mirarse, la muchacha se coloca nerviosa y el maduro vuelve a excitarse, en aquella sala, la tensión sensual entre los dos iba aumentando. –“Y… ¿De qué quieres hablar, Gabriela?”- preguntó el hombre mirando su plato.

La joven rubia trago saliva y tras contener su respiración unos segundos tomo el valor para manifestar, –“Qu-quiero, pedirle unos consejos y como usted es psicólogo, he pensado que puede ayudarme”- 

Tomás: Ya veo, así que quieres una consulta gratuita. 

Ríe para bajar la tensión que había en el ambiente.

Gabriela: Sí, algo así. Aunque si quieres, puedo pagarte.

Tomás: ¿Eh? No, no… No es necesario, solo lo decía como broma, adelante dime qué te acompleja.

Gabriela cerró los ojos y respiro profundo, después de exhalar miró fijamente al maduro, confesando aquello que tenía muy guardado y temía decirlo por la opinión de las personas.

Gabriela: Estoy enamorada de un compañero de trabajo, es la mano derecha de mi padre en la empresa, pero él solo me ve como una niña, una hermanita para ser exacta. 

Tomás quedo sorprendido tras esa declaración, analizando esas palabras para dar su opinión sobre el tema, sin embargo, la muchacha pensó que él estaba callado porque encontraba una ridiculez su caso. 

Gabriela: Usted también cree que es una idiotez estar enamorada de un hombre adulto, ¿verdad? Si va a decirme que me tengo que olvidar de él, porque no me va a hacer caso, mejor no diga nada.

Tomás: ¿Qué? No… (Ríe) Claro que no, ¿qué clase de psicólogo sería si doy un consejo tan malo?

Gabriela: Ah, ¿no?, ¿entonces por qué se quedó en silencio?

Interpela molesta.

Tomás: Porque por la forma en que lo dijiste y tu actitud, me doy cuenta que no es un simple capricho tuyo, sino algo más serio, por eso me quedé callado, para ver cómo ayudarte. 

Gabriela suelta una pequeña risilla, a modo de relajación, ambos iban hablando del tema mientras comían. La jovencita le explicaba al maduro, que su principal traba con Eduardo era que él la veía como una hermana y que a pesar de que había logrado que la vea con otros ojos, él se negaba a aceptarlo, además que se había comprometido hace poco. Tomás le dijo que algunas veces, los hombres se encariñan mucho con una persona, al grado que no la ven de otra manera que no sea como una hermana, pero principalmente porque temen en lastimarla. 

Los dos habían terminado de comer, ella se acerca, mirando al suelo le lanza otra bomba de relevación, –“Él me gusta mucho, pero hay otro maduro que me está confundiendo”- expresó. 

Tomás: ¿O-otro?

Tartamudeó atónito.

Gabriela: Sí… No lo conozco mucho en realidad, pero tiene algo me que engatusa y me hace pensar en él todo el día. 

Tomás: Bueno, tal vez tengas oportunidad con ese hombre, después de todo el otro esta comprometido. 

Gabriela: El problema es que el hombre que me tiene confundida es casado. 

Tomás: Ca-casado…

–“Sí”- murmuro la muchacha, mirándolo a la cara y sintiendo como una voz en su interior le decía que lo bese. Tomás comenzaba a sospechar que él estaba involucrado en el tema, el ambiente se hacía más tenso y sofocante, antes que ocurra algo, él le pregunta a la joven rubia si quería comer un postre que había hecho, ella le contesta que sí. Durante el tiempo que él servía el postre, la jovencita le preguntó si alguna vez se enamoró de alguien mayor, el hombre le respondió que, sí, antes de conocer a su esposa.

Añadiendo que aquello se debió porque era bastante tímido y paso toda su adolescencia cerca de su madre, haciendo que la primera mujer madura que le mostrará afecto como lo hacía su madre, lo enamorada. 
Gabriela: (Ríe) Pensé que te habías enamorado de ella por su físico y no por un síndrome de Edipo. 
Tomás: Sí, es verdad que sufrí el síndrome de Edipo, que proyecté la imagen de mi madre en Celeste, pero sinceramente, la Milf tenía un maravilloso cuerpo. 

Gabriela: ¿Y cómo superaste tu síndrome de Edipo? Porque no creo que se haya esfumado por haber visto a tu mujer.

Tomás: En realidad sí, es decir, vi a mi Princesa y me enamoré de ella. Y no, no se parece en nada a mi madre, ni en lo más mínimo, solo con decir que mi madre es morena y April es rubia, ya te das cuenta de que físicamente no son iguales.

Tomás se sienta dándole el postre a la muchacha, ella lo mira fijamente.

Gabriela: Puedo preguntarle algo. 

Tomás: Adelante, si ya estamos siendo muy íntimos, pregunta lo que quieras. 

Gabriela: ¿Por qué usted es tan bueno conmigo?

Tomás: (Ríe) Porque me recuerdas a mi hija mayor y a mis cuñadas.

Al escuchar esa afirmación, Gabriela se desilusiona, sus ojos dejaron de brillar y paso a estar molesta.

Gabriela: Aaahh… Ya veo, entonces usted igual me ve como una niña. 

Tomás: No, no te veo como una niña, si te viera así, lo más seguro es que estaría más pendiente de ti, pero en estos pocos días he visto que eres una joven muy madura. 

El rostro de enojo de la muchacha cambio a uno de sorpresa y posteriormente a uno de alegría, sin comprender porque se colocaba tan contenta por aquello, se acerca al hombre y lo abraza. Él para no quedar mal también la envuelve entre sus brazos, la corta distancia entre ambos permitió que la jovencita pudiera oler al maduro, el aroma del sudor del hombre combinado con el de su perfume, fue causando en su cuerpo una estimulación muy grande, tanta que no era capaz de controlarse. 

Su coño se había humedecido y todo su cuerpo aumento de temperatura, al ir alejándose de él, lo miro a la cara, quería detenerse, aunque otra parte de ella quería continuar con algo que consideraba prohibido. Tomás incrédulo le sonrió, Gabriela dominada por sus instintos y la voz en su interior, acercó sus labios a los de él y lo besó. El maduro no supo cómo reaccionar, ante esos labios suaves y esa lengua inocente e inexperta que se introducía en su boca. 

Para cuando él quiso hacer algo al respecto ya era muy tarde, su pene se había colocado erecto, resultándole incomodo tenerlo dentro de su pantalón. Ella sentía como aquel bulto golpeaba a su vulva e intentaba salir, excitándola aún más, Gabriela llevando sus manos al rostro del hombre, se detiene con aquel beso, lo mira y toma aire. Tomás inconsciente agarró de la cintura a la muchacha, fue cortando la distancia entre ambos una vez más y la besó. 

Al principio sus labios se presionaban con los de ellas, hubo unos pequeños mordiscos hasta que finalmente sus lenguas fueron entrelazándose nuevamente, caídos en la lujuria, se fueron recostando en la mesa. Él recordaba aquella imagen de la cola de Gabriela, cuando ella se estaba colocando esa loción y la muchacha pensaba en ese troco que había observado cuando el hombre orinaba. Volvieron a mirarse, pero ninguno seguía sin decir nada, el maduro llevo su boca esta vez al cuello de la jovencita y fue besándolo, ella se mordió los labios, soltando unos cortos suspiros, se sentía completamente empapada y cerca de soltar un gran chorro.

Tomás: Así que yo soy el otro hombre, el que te confunde. 

Gabriela: S-sí… (Sonrojada) Pe-per-perdón por besarte, pero ya no puedo contenerme. 

Tomás: (Ríe) Descuida, no estoy molesto al contrario estoy feliz de ser el otro maduro que te enloquece, ¿quieres saber por qué? 

Gabriela: ¿Po-por qué? 

Tomás sonríe y sujetando de la cintura a la muchacha, la carga, ella sorprendida apoya sus manos en los hombros de él. 

Tomás: Porque tú también me tienes loquito.
 
Gabriela: (Sorprendida) ¡¿Qu-qué?!

Tomás: Sí, me tienes loquito con estas nalgotas.

Afirmó, llevando sus manos al trasero de la joven.

Gabriela: Aaahhmmg…

Tomás: ¿Quieres saber desde cuándo?

Gabriela: Aah… Aahh… Ajámmm… 

Tomás: Desde hace un rato, cuando te las vi aceitándolas… (Mordiendo los labios de ella) Déjame decirte que tienes un culo hermoso y que me muero por cogértelo. 

Gabriela: Hhhmm… Qu-qué… ¿Qué vamos a hacer entonces?

Preguntó con inocencia.

Tomás: Se me ocurre una sola cosa, y es que vayamos a mi cuarto y nos dejemos llevar por esta locura.

Gabriela: Y… ¿Y tu esposa?

Tomás: (Ríe) Si a ella le molestará, hubiera detenido esto desde el primer beso. 

En ese momento, Gabriela se percata de la presencia de la Milf, ella había llegado cuando el hombre se sentó con los postres, de forma ligera él alcanzo a verla por la ventana, la mujer decidió no entrar porque su instinto le decía que aquello podía terminar en la oportunidad que andaba buscando y no se equivocó. April entra a la cabaña con una sonrisa de felicidad y cachondeo, deja sus cosas en un sofá y se acerca a su esposo que seguía cargando a la jovencita y con sus manos apretando las nalgas de esta. Susurrándole en el oído le dice –“Así que me viste, pensé que no ibas a atreverte a ir tan lejos, amor”- Tomás sonriendo la besa apasionadamente.   

La muchacha los miraba confundida y a la vez muy excitada, tras ese beso la pareja le preguntan a la joven si ya había tenido sexo, ella ruborizada les confiesa que jamás había estado con un hombre. A la Milf le brillaron los ojos al escuchar esa declaración, mirando a su esposo le dice que había que iniciar entonces por lo básico, él le contesta que con gusto va a comerse ese coñito virgen y esa endemoniada cola. Los tres entran a la habitación, en una pequeña cama estaba Simón durmiendo, así que el maduro dejo caer a la jovencita en la más grande. Ella se mostró nerviosa entonces April se acercó y le dijo que no se preocupara por nada, ya que Tomás era un excelente amante y no le haría daño, solo iba a sentir placer.   

Al mismo tiempo, Ignacia y Axel, llegaban al edificio que vivía Sergio, ellos durante la semana habían discutido si experimentar algo nuevo en su relación, como tener un intercambio. Axel estaba de acuerdo con que su novia follé de nuevo con su profesor, con tal de que ella se vengué de Florencia por no dejarla terminar las cogidas anteriores. Sin embargo no estaba del todo seguro de querer presenciar cómo cogían a Ignacia, una cosa es que ella lo haga y luego se lo relatara, otra muy distinta que presencie cómo se la ensartan a su novia, sin hacer nada, ella también tenía dudas de dejar que la hija de su profesor, goce del tronco de su novio.

Finalmente la joven pareja dejó todo al azar, tirando una moneda al aire, vieron cómo está cayó al suelo y marcó cruz, es decir, que realizaran el intercambio. Los dos se subieron en el ascensor, donde se encontraron con los tres negros, para la desgracia de estos, Ignacia los ignoro porque estaba ansiosa con lo que iba a vivir. Al llegar al quito piso, se fueron caminando al departamento de Sergio, la culoncita tocó la puerta con cierta picardía.     

Florencia: ¿Y tú qué haces aquí? ¿Vienes a entregarle otro papel a mi padre?

Exclamó Florencia con un rostro hostil y con un tono molestó.

Ignacia: (Agitada) No... Vengo a darle algo mejor a tu padre. (Sonríe de forma burlesca) 

Sergio le preguntaba a su hija quién había tocado, cuando se asoma a ver porque Florencia no le respondió, queda atónito al ver que se trataba de sus estudiantes. La culoncita se acerca al maduro, provocando el enojo de Florencia, ella le sujeta fuertemente la muñeca a Ignacia y le pide que se largue antes que la saque a patadas, la joven culona se ríe, luego mira fijamente a Florencia y la reta a hacerlo. 

Antes que su hija hiciera algo, Sergio le pide que suelte a la rubia, la muchacha obedece de mala gana a su padre, el hombre les pregunta a sus dos estudiantes el motivo por el cuál estaban ahí, Ignacia le responde que era mejor hablar adentro del apartamento. El hombre acepta, no precisamente porque quería, sino que se sentía presionado por Ignacia. Los cuatros dentro del piso, se sientan, Florencia no le sacaba los ojos de encima a la muchacha rubia y se mantenía apegada a su padre. 

La culoncita miró a Axel, quien saca de su bolsillo el celular de su novia, ella lo toma y entre sus archivos busca el pequeño fragmento que tenía donde padre e hija estaban cogiendo. Al mostrárselo, el maduro y su hija quedaron perplejo, un terror recorrió sus cuerpos, el que no les permitía modular alguna palabra. Ignacia sonrió y mirando a ambos les dice que, si querían mantener en secreto su relación incestuosa, deberían hacer lo que ella quería.   

Sergio: ¿Qué… Quieres a cambio de tu silencio?

Ignacia: (Sonríe) Solo quiero continuar lo que estábamos haciendo, antes que cierta personita nos interrumpiera. 

El muchacho seguía sin abrir la boca, veía que su novia sabía manejar muy bien la situación y era una experta negociando. Sin embargo, Sergio lo miró a la cara y desconcertado le preguntó –“Tú… ¿Tú estás de acuerdo con eso? ¿Con que me coja a tu novia?”- Axel sonrío, antes de colocarse de pie y acercarse a Florencia lentamente, cuando estaba al frente de ella, observo al hombre y le responde –“Sí, si eso es lo que ella quiere, yo no tengo ningún problema, aunque mientras ustedes se divierten, yo jugaré con su preciosa hija, profesor”- Florencia se espanta al oír aquello, Sergio por su parte quería golpear al joven, pero sabía que no había otra opción ellos los tenían en sus manos.  

Florencia: Eres una hija de puta... Este era tu plan desde el inicio, ¿verdad? Ahora quieres engatusar a mi padre y quitármelo, porque de seguro tu novio la tiene pequeña y no te complace, perra.

Manifestó una exaltada Florencia, que no soportaba la idea de ver a su padre cogiendo con la joven culona.

Ignacia: (Riendo) ¿Pequeña? ¿Qué no satisface? Bájale el pantalón y comprueba lo que está escondiendo. Estoy segura de que vas a cambiar de opinión, cuando veas el pene de mi novio.

Florencia no podía negar que en realidad tenía mucha curiosidad de ver aquella verga, no obstante, no tenía el valor suficiente para acercarse a Axel, así que es el muchacho quien toma la iniciativa. Siendo gentil acaricia suavemente la mejilla de la joven, susurrándole en el oído, le pregunta con cierta ironía si quería ver la pequeña sorpresa que le tenía debajo de su pantalón. La jovencita tembló, pero no de miedo sino de calentura la cual iba aumentando, cada vez que imaginaba el tamaño de esa tranca. Sus ojos no se apartaban de la entrepierna de él y cuando finalmente observa aquella gruesa polla erecta, sus ojos se dilataron y su boca quedo abierta y poco a poco se le formó una sonrisa.

Florencia: Oh Dios mío... 

Axel: ¿Es tan pequeña cómo te la imaginabas? (Ríe)

Hipnotizada por la pija de Axel, Florencia se agacha y la toma entre sus manos, no dejaba de admirarla y babear por ella, el muchacho le pregunta qué era lo que le ocurría y ella le responde. 

Florencia: Jamás había visto una tan gruesa... (Apretándola) La de papá es increíble, pero la tuya con este grosor me resulta más provocadora... Y es tan caliente, que siento que va a derretir mi coño de una clavada... 

Axel: (Riendo) Entonces comprobémoslo.

Florencia se coloca de pie y camina hasta donde estaba la mesa, la joven se desnuda y se recuesta en ella, abriendo con sus manos sus labios vaginales, llama a Axel para que se la meta. Sergio no podía creer lo que estaba haciendo su hija, ¿tan fácil había caído en la tentación? Se preguntaba, sin embargo, el maduro dejaría de cuestionarse de lo puta que era su hija, porque Ignacia se acercaba a él, sus manos tocaron ese tronco que no estaba del todo duro, pero ella se encargaría de levantarlo con un beso simplemente magnifico. Ella se retiró el top que llevaba puesto, al igual que sus tacones, se colocó de rodillas en uno de los sofás, levanta su cola y se baja su tanguita.    
 
Ignacia: Quítate el pantalón, ven aquí y ensártame tu gran verga en el culo... Cógeme como ese sábado o mejor como ese lunes en tu oficina.

Expresó la culoncita, meneando su cola divina. Sergio se desbrocho el pantalón lo más rápido posible, con su tranca perfilada, embistió el culo de la rubia, está entre alegría y sollozo le pide al hombre que se la metiera más profundo. En la mesa Axel se preparaba para introducir su pene en la vulva de la hija de su profesor, después de haberle dado una ligera comida de coño, va clavando lentamente su verga en la vagina de la muchacha, al mismo tiempo que la besa y sus dedos jugaban con ese culito. Era un gozo que jamás había experimentado Florencia, tanto que se corrió casi al minuto de haber iniciado, Axel asombrado, deja de besarla.

Axel: ¿Tan pronto?

Florencia: (Tomando aíre) Ooohh... Mierda... Eso fue tan intenso...

Axel: Así suelo coger con mi novia... Espero que te acostumbres...

Florencia: (Agitada) Aaahhh... Aaahh... Aaahh... Lo haré... Ahora sigue por favor... Quiero sentirla más adentro de mí...

Axel: Vaya que estás ansiosa por sentirla toda adentro, pero descuida te lo daré y también vas a sentir un placer que tu padre jamás te hará sentir. 

Murmuró el joven con una sonrisilla maliciosa, a la vez que lamía esos labios lujuriosos. En las cabañas, Tomás ya había hecho correr cinco veces a Gabriela con el sexo oral, la jovencita se sentía fatigada y completamente satisfecha. La Milf se acerca a su esposo y le dice era hora de pasar al siguiente nivel, a lo que él le contesta que todavía era muy pronto para coger. 

El maduro agarra las tetas de la muchacha y muerde sus pezones, provocando que ella gimiera y sintiera un segundo aire para seguir jugando con él. Tomando el grueso tronco del hombre, comenzó a rozarlo con sus labios vaginales. –“Ha-hagámoslo”- susurró Gabriela, Tomás se sorprendió por la resistencia que estaba mostrando esa jovencita, no obstante, seguía creyendo que aún no era el momento para follar. 

Tomás: Lo siento princesita, pero creo que todavía estás muy verde para poder aguantar una cogida, así que mejor abre esa boquita y trata de comerte mi polla. 

Gabriela no insiste, comprendiendo que ese hombre no quería lastimarla ni tampoco quería pasar un simple rato con ella y luego ni siquiera hablarle, no, sabía que Tomás quería hacer que ella disfrute de su primera experiencia sexual y sea algo que recuerde por el resto de su vida. Ella se sienta de rodillas en la cama, agarra el miembro del maduro y abre su boca lo más posible, para poder clavárselo lo más profundo posible. 

Como era la primera vez que hacía algo así, apenas logró tener la mitad de ese ancho pene, el sabor le era algo desagradable, le daba arqueadas y un dolor molesto en la mandíbula. April al ver que no estaba gozando aquello, decide intervenir. 

April: Tranquila, déjame enseñarte. 

Expresó la mujer, Gabriela se retiro la pija de Tomás y soltó unos pequeños tosidos, la Milf sobando con suavidad la tranca de su marido, espero que la muchacha pudiera mirarla, para enseñarle cómo había que tragarse esa gorda verga y disfrutar de dar una mamada. Lo primero que hizo April fue lubricar todo ese tronco con su saliva, una vez que terminó de hacer aquello, abrió su boca y fue introduciéndose gradualmente la herramienta de su esposo, primero se metió 5 centímetros, luego 10, posteriormente 15 y finalmente toda esa polla. La jovencita observó atentamente cada uno de sus movimientos, para cuando su maestra le pidió que se acerque y tome su relevó, ella ya estaba preparada.

Estaba nerviosa porque no quería defraudar a la Milf y un poco ansiosa, porque anhelaba poder lograr que el maduro sienta placer de su mamada. Suspiro y comenzó a dar pequeñas lamidas, al sentir la saliva melosa de su maestra en ese pene húmedo, comenzó a gustarle el sabor, de un momento a otro dejo de ser pasiva y como si de una experta se tratará fue chupando y lengüeteando esa verga madura. Tomás nuevamente quedaba gratamente sorprendido por esa jovencita, no lo hacía nada mal y cuando fue engulléndose su pija, le encantó, apoyando sus manos en su cabeza, la ayudo para tragarse un poco más de la mitad de su miembro. 

Tomás: Ooohhh… Sííííí… Nena, estoy seguro de que así vas a dejar loco a ese tipo que amas…

Gabriela se retira la polla del hombre de su boca, esta vez con una sonrisa y queriendo tenerla dentro de ella de nuevo, –“¿Lo dices en serio?”- consultó con sus ojos brillando, el maduro le contesta que no tenía motivos para mentirle. En el apartamento de Sergio, Florencia se daba por vencida, tras experimentar otro gran orgasmo, fue incapaz seguirle el ritmo a Axel, quien seguía con su pene duro y sus huevos bien cargados. El muchacho se da vuelta para mirar a su novia, ella seguía siendo taladrada por Sergio, él se percata que Axel los estaba observando y estima que era el momento perfecto para comprobar que tan puta era Ignacia. 

Cargándola y manteniendo clavado su pene en el ano, la lleva donde estaba el muchacho, ella le pregunta qué estaba haciendo, sin embargo, él no le responde. Estando a unos centímetros de distancias, fue embistiendo con fuerza ese culo y haciendo aullar con mucha fuerza a la joven rubia, quien no tuvo otra opción que apoyar sus manos en los hombros de su novio. Ella cierra los ojos para no mirarlo a la cara, el maduro sin dejar de dar estocada le consulta al muchacho si le encantaba ver a su novia ser follada por otro. Axel le contesta que no, pero entiende que ella era una cerdita y no estaba en contra de nada mientras obtenga placer y sea feliz, la culoncita al oír eso abrió sus ojos e intercambiaron miradas.

Ignacia: Oooohhh... No me mires así, vas a hacer que me corra y eso no es justo...

Axel: ¿Por qué no quieres correrte? ¿Estás haciendo algún tipo de competencia?

Ignacia: Algo así... 

Axel: Ya veo... ¿Y si olvidas esa apuesta por más placer? (Rozando su glande con los labios vaginales de la muchacha) ¿Qué dices?

Ignacia: Ooohh, mierda... Síííí... Sí, sí, sí... Adelante, métemela toda, amor...

Axel no necesitó oír otra palabra más y ensarta su polla en el coño de Ignacia, haciendo que la muchacha experimente su primera doble penetración. Su cuerpo se encendía más que antes, al sentir la gruesa polla de su novio golpeando su útero y la gran polla madura de Sergio recorriendo en su ano. Los jadeos se hacían continuos e intensos y cada penetración se sentía mejor que antes. Desesperada, besa primero a uno y luego al otro, dándose cuenta de que hasta los besos se sentía diferente al tener dos vergas dentro de ella.  Ni el muchacho ni el hombre bajaban la intensidad y no tenían intensiones de acabar pronto. 

tetonas


Gabriela había quedado fuera de combate tal como lo esperaba Tomás, tras usar sus energías para que el maduro se corra y saborear su semen, la muchacha terminó teniendo un orgasmo que definitivamente la dejo durmiendo. April miraba a la muchacha con cachondez y ternura, su esposo se acercó a ella, abrazándola se fueron besando y tocando sus cuerpos. –“Me encargaré de esto, amor”- dijo la Milf agarrando el tronco de su marido, él con sus manos fue jugando con las tetas de su mujer, estiraba sus pezones y besaba su oreja derecha. La pareja madura cogió por un buen rato, hasta que el bebé se despertó y tuvieron que cuidar de él. 

A la mañana siguiente, Tomás despertó entre jadeos, sobado miraba a su alrededor para saber de donde venía aquellos suspiros, entonces vio a su esposa sentada en una silla masturbándose. Confundido le preguntó por qué estaba auto complaciéndose, ella rio y le dijo que alguien no pudo esperar a la tarde para su siguiente lección, el maduro con incertidumbre le pidió que sea más clara, a lo que April solo contesta que mire debajo de las sabanas, el hombre las alza y descubre a Gabriela mamándole la pija, con más entusiasmo que el día anterior, sin hacer nada al respecto, Tomás acaricia la cabeza de la jovencita y la alienta para que continúe.

Tras la primera descarga de leche del maduro, la muchacha se acerca a los labios de él, lo besa con desesperación y soba su coñito en esa tranca que volvía a estar dura y lista para siguiente ronda. Tomás masajea las nalgas de la joven, luego de la una suave palmada y le pregunta en donde quería recibirla primero, ¿en su coñito o en ese culazo? Ella mira a la Milf que seguía jugando con su vagina y disfrutando de cada escena, –“Maestra, ¿por dónde quiere que su esposo me la clave?"- expresó la muchacha en un tono coqueto, la mujer sonriente le contesta que pruebe con tenerla en su culito y si resiste a esa monumental cogida por unos 10 minutos, puede pedir que se la metan por la vagina.  

Gabriela observa al hombre que estaba ansioso por iniciar, llevándose su dedo índice a los labios, le consulta con cierta picardía, si creía que ella podía aguantar 10 minutos de sus embestidas. Él le contesta que con la resistencia que mostró ayer, no había duda de que ella era capaz de resistir 10 minutos de una cogida anal e incluso mucho más. La jovencita se muerde la boca y luego vuelve a besarlo de forma apasionada, acomodando ese tronco, lo deja entre sus nalgas. –“Guao, es increíble lo enorme que la tienes, sinceramente temo con tener semejante monstruo dentro de mí, pero al mismo tiempo, solo quiero ser penetrada por él”- afirmó la joven, pajeando lentamente ese pene entre su cola. 

Tomás: Descuida, he cogido por años y a ninguna mujer he lastimado, solo sentidas un ligero dolor desgarrador al principio porque es tu primera vez, pero luego ese dolor se transformada en placer.

Gabriela: Entonces empecemos y hazme tu mujer. 

La muchacha se levantaba y tenía planeado introducirse sin más esa verga en su culo, no obstante, April la detiene, diciéndole que antes de enterrarse una pija en el culo, debía lubricado antes. La Milf busca el frasco de lubricante que tenía en uno de los muebles y fue cubriendo esa colita con ese líquido, Tomás fue masajeando y envainando el trasero de la jovencita con sus dedos, ella gemía y exclamaba –“Oooohhggg… Jo-jo-jodeeeerrr… Sí, sí, síííí…”- mientras la mujer lubricaba el tronco de su marido. Una vez que ese culo estaba listo para ser penetrado, el maduro le pide a Gabriela, que abra bien sus nalgas y vaya bajando lentamente sobre su polla.

La joven hizo caso a las ordenes de su amante, cuando sitió la cabeza de ese grueso mástil, ella tembló por unos instantes, soltando un ligero pero cautivador suspiro. Sin dejar de observar al hombre que tomaría su virginidad anal, continuó bajando, al sentir la glande entrando por su pequeño agujero e ir estirándolo, ella sollozó. La Milf tomándola de la cintura, le susurró en el oído que todo estaría mejor en unos minutos, Gabriela se sintió con más valor tras esas palabras y se atrevió a ensartarse unos 6 centímetros de esa verga. Gimió muy fuerte, la mujer ahogó ese grito con un beso para evitar que Simón se despierte, Tomás se deslizo suavemente dentro de ella y después se la retiró. 

Tomás: Muy bien, ahora voy a meterla por más tiempo e iré más profundo. Haremos este ejercicio hasta que te acostumbre y luego te voy a coger por 10 minutos esta deliciosa cola, ¿ok?

Gabriela: O-o-ok… 

Tomás cada vez fue yendo más y más profundo y April se encargaba de callar esos gemidos con unos cachondos besos. Ambos parecían haber vuelto a su juventud, cuando tenía 18 años y tenía tríos con Celeste, aunque ahora ellos eran los adultos y la tercera persona, era una muchacha de 19 años. Gabriela comenzó a sentir placer, tanto que explotó en un orgasmo fantástico, el hombre tomo aquello como la señal para taladrar ese culo como se debía. Aumentando la intensidad, Tomás se sentaba en la cama y mordisqueaba los senos de la jovencita, quien se agarraba fuertemente de las sabanas. 

Tomás: Jodeeeeeerr… Este culazo es increíbleeeeee…     

Expresó el hombre, enterrando hasta la última pulgada de su miembro en ese ano que acaba de desvirginar. Gabriela besaba con mucho fervor a la Milf, enloqueciendo con cada estacada de ese trozo de carne que recorría su ano. Tomás dejo de chupar esas redonditas tetas, para besar esa boquita ardiente, la muchacha al sentir la lengua del maduro dentro de su boca volvió a experimentar otro orgasmo. Recién llevaban como 2 minutos de cogida y ella se sentía completamente dominada por ese hombre y su gran polla, no estaba segura si iba a aguantar los 10 minutos con tanto gozo que estaba experimentando y los constantes orgasmos. 

Finalmente, logró resistir los 10 minutos, agitada y sofocada, sintió como el hombre fue retirando su pija de su adolorido y satisfecho culo. Él le pidió que descansada por unos minutos y que observada como la Milf montaba su pene, ella acepta y quedándose recostada en la cama tomando aliento ve a April introducirse esa tranca hasta lo más profundo de su vagina. –“Guao, la maestra hace parecer que tener esa cosa dentro sea tan sencillo”- murmulló la muchacha, embelesada con los movimientos de la mujer. Pasaba los minutos y el cansancio desaparecía, en ese momento solo quería tener su revancha con ese tronco y demostrarle de su potencial.

Hechizada se acercaba a la pareja que no se detenía en ningún instante, –“Entonces esto es hacer el amor, ¿verdad?”- susurró ella en el oído del maduro. Ellos ríen y le piden unos minutos más de diversión. Ella se los da, porque, aunque ansiaba jugar con esa polla de nuevo, sabía que, al observarlos principalmente a April, iba a aprender más. Al principio continuó sorprendida por la resistencia de la Milf y de sus movimientos, luego solo sentía excitación e impaciencia por iniciar. April recibe la descargar de su esposo y también se vino, ambos recostado en la cama se besaron, Gabriela se metió entre ellos, besó a Tomás y luego a April. 

Gabriela: Estoy lista. 

Expresó la jovencita, mirando al maduro, él la carga igual como lo había hecho el día anterior. Después de besarla y rozar su miembro con la vulva de ella, le dice que primero iba a darle una comida de coño, para luego embestírselo y tomar su virginidad. La muchacha estaba preparada y deseosa de sentir esa lengua recorriendo cada rincón de su vagina. Tomás dio unas tiernas lamidas pero muy atrevidas, mordisqueaba esos labios vaginales y ese pequeño pero candente clítoris. Gabriela pensó que podría soportar más tiempo de lo que lo había hecho ayer, sin embargo, bastó que el hombre diera con su lengua en una zona especial para que ella se corriera. 

Con su corazón acelerado y la lujuria consumiéndola por completo, se daba cuenta porque la esposa de ese hombre presumía que era un extraordinario amante. Él desde ese coñito subió dando pequeños besos hasta llegar a la boca de la joven, no había necesidad de decir nada, ella solo abrió sus labios y espero que ese maduro le devorada la boca. Lo que no esperaba Gabriela, es que Tomás mientras le daba ese enardecido beso, le diera la primera estocada, clavando unos 3 centímetros de su verga. –“Ooohhh…”- exclamó la muchacha, él fue repitiendo el mismo proceso que hizo cuando le quito su virginidad anal, la gran diferencia es que su coñito parecía moldearse de forma más sencilla a ese pene.   

Sentir cómo cada pulgada entraba y salía de su vagina, era una sensación simplemente extraordinaria. Ya nada le sorprendería, divago ella en su mente, pero nuevamente estaba completamente equivocada, Tomás, iba a seguir obsesionándola con su gran pija y enamorándola con cada embestida, las cuales, de un momento a otro, se volvieron salvajes. Sus aullidos fueron aumentando de volumen, era incapaz de controlarlos, al igual que sus orgasmos, lo único que podía hacer era tratar de mantener sus manos en sus piernas y esperar no enloquecer en esa cogida. Tomás estaba maravillado con ese coñito que había desvirginado, porque su paquete cabía perfectamente, él decidió bajar un poco el ritmo. 

Tomás: Dime, ¿cómo se siente tu primera vez? 

Gabriela: Aaaaahhhggg… Aaaaaggrrrh… Uuuuhhhmm… Ge-genial… Me… Me… Me encanta… 

El maduro miró a su mujer, que parecía ser la más feliz por lo que estaba ocurriendo, besándolo, lo anima para que continuase con esa follada. Él ensartando nuevamente su pene con furia en ese chochito juvenil, no le dio descanso a la joven, que, entre jadeos y gritos de placer, fue perdiendo la consciencia y se desmayó al experimentar varios orgasmos en un instante. Rendida y feliz por haber tenido su primera vez, Gabriela descansó por horas en esa cama, cuando se despertó ya eran como las seis de la tarde, la pareja se encontraba afuera jugando con el bebé, cuando la ven, la Milf decide acercarse a ella, para servirle un plato de comida y preguntarle cómo se sentía. 

Gabriela: Bien, mejor que nunca, maestra. 

April: (Ríe) ¿Maestra? Solo dime April, no me coloques apodos o sufijos.

Gabriela: Perdón, pero me gustaría ser como usted. Por cierto, en verdad su esposo es un extraordinario amante. 

April: Pues sí, ¿pensaste que te estaba mintiendo cuando te dije aquello?

Gabriela: No, pero nunca imagine que fuera tan bueno. Empiezo por tenerle algo de envidia.

April: (Sonríe) Bueno, hoy, mañana y el lunes, podrás disfrutar de él, todo lo que tú quieras. 

Gabriela: ¿No tiene miedo de que se lo quite? 

Interpeló traviesamente.

April: (Ríe) Mi niña, no eres la primera que ha intentado quitármelo, varias lo han hecho y todas han fracasado. Digamos que Tom y yo tenemos una conexión única, si él no me hubiera visto ayer cuando lo besaste o no llegaba a esa hora, ten por segura que mi querido esposo te rechazaba.
 
Gabriela: ¿Cree que tengo posibilidades con el otro maduro del que estoy enamorada? 

April: Si haces lo que te enseño y dejas de actuar de manera tímida con un hombre, ten por seguro que sí. Además, si soportas la verga de mi Tom, podrás domar cualquier otra. 

Gabriela: (Alegre) Voy hacerle caso en todo, pero dígame, cómo que soy tímida con los hombres, yo creo que se me da hablar con ellos.

April: (Ríe) ¿Bromeas? Eres super tímida con un hombre que te gusta, dudo que ese tipo te haga caso si actúas así, menos que te mire como mujer, debes ser decidida y directa. Aunque eso voy a enseñarte durante estos días, por cierto, voy a pedirte un favor, ahora cuando vuelvas hacerlo con Tom, llámalo papi.

Gabriela: ¿Papi? ¿Por qué?

April; Digamos, que es otro de mis fetiches. 

Gabriela: Ok…

April sabía que la única oportunidad de hacer que Tomás deseé cometer un acto incestuoso con Vanessa era usando a Gabriela en ese papel de hija. El hombre comprendería que el morbo era más grande y estimulante que el ideal de ser un padre ejemplar que solo quería que su hija deje de verlo de una manera sexual. El día parecía irse sin la misma chispa con la que inicio, sin embargo, la Milf no dejaría que eso ocurriera, antes que su marido piense en descansar, ella se encargó de encenderlo con sus besos y acaricias, con su coqueteo y estupendo cuerpo. La mente del hombre solo pensaba en coger, aunque antes de que la tocará, ella le pide que lo hiciera primero con Gabriela. 

La jovencita continuaba con su cuerpo cansado y algo adolorido después de tener semejante tranca dentro de sus agujeros, pero no podía negarse en jugar con él, ya que la lujuria y las ganas le ganaban a la fatiga. Con solo ver ese tronco erecto, Gabriela entrego su cuerpo a Tomás nuevamente, ambos jugaban con sus bocas, él se daba cuenta que los besos de esa chiquilla ya no eran tan simplones, sino que sentía esa vehemencia en ellos y le encantaba. La mujer le hace recuerdo a la muchacha de cómo tenía que llamar desde ese momento a Tomás, ella flotando esa gruesa tranca con su coñito húmedo, le susurra en el oído, –“Hazme tuya, papi”-   

Tomás: (Confundido) ¿Pa-papi? 

Balbuceó el hombre sin poder evitar de pensar en Vanessa.  

Gabriela: Vamos papá, no quieres jugar con el cuerpo de tu hija.
 
Tomás: (Incomodo) Pe-pero… ¿Qué estás diciendo Gabriela?

Gabriela: (Mordiendo el lóbulo al maduro le murmulla) Quiero ser tu hija por esta noche y los días que te quedan aquí. 

April notó que el pene de su esposo se había vuelto más duro que antes e incluso parecía ser más grande. Tomás se apartó de la joven, porque dentro de su cabeza comenzaba a oír la voz de su hija, las imágenes de sus coqueteos, no quería pensar en ella mientras follaba con Gabriela. Ella le pregunta con un tono bastante similar al de Vanessa, –“Papi, ¿te ocurre algo?”-, él enojado iba a pedirle a la jovencita que se detuviera con ese juguito, no obstante, cuando se da vuelta ve a su mujer al frente suyo y con una sonrisa bastante picarona, ella le pide que le permita a Gabriela, llamarlo papá, que lo hiciera por ella, sin tener otra alternativa, el maduro accede a ese juego, que podría ser su perdición. 

Cada vez que Gabriela lo llamaba papá, él sentía que la calentura aumentaba y sus ganas de profanarla eran más grandes que antes. Al principio no decía ninguna palabra, se quedaba callado oyendo como esa muchacha lo llamaba padre y le pedía que destroce su coñito, pero cuando estaba cerca de llegar al orgasmo, él mordió los labios de la joven y le dijo, –“¿Te gusta la verga de papi, hija?”- esas palabras hubieran sido música para los oídos de Vanessa, quién de seguro estaría feliz que su papá quiera jugar con ella aunque sea una vez, sin embargo, si supiera el método que uso su madre para conseguir aquello, lo más seguro le molestaría mucho, después de todo, solo ella era la pequeña de Tomás. 

La cogida se hizo intensa y memorable, una noche llena de pasión, pensamientos obscenos y morbosos. Tomás cogió a Gabriela hasta que la muchacha aguantó, ambos quedaron recostado en la cama, April se acercó a su esposo, se acomodó, lo abrazó y le dio un beso, pidiéndole, que continuara viendo a la jovencita como la hija de los dos. El domingo no fue muy diferente al sábado, hubo mucho sexo en esas cabañas, aunque esta vez hicieron un trío. Cuando la Milf le preguntaba a Gabriela si le gustaba la pija de papi y ella respondía que sí, Tomás aumentaba sus embestidas y la intensidad de la cogida, ya no solo le gustaba que le dijera papá, sino que en verdad pensaba que era hija. 

El lunes cuando la mujer se fue a trabajar y dejo a su esposo con su “hija adoptiva”, el hombre trato de comportarse y olvidarse de esos pensamientos que lo estaban dominando y consumiendo, pero muy poco y nada pudo hacer, ya que a Gabriela solo le bastó presumirle su cola para tenerlo detrás de ella. Simón jugaba con sus juguetes en una de las camas, mientras el hombre y la muchacha se desvestían. Recostados en la cama, la joven suspiraba, porque el maduro le besaba el cuello y con sus manos jugaba con su ano, él viendo a Vanessa en Gabriela por unos segundos, le pregunta –“¿Quieres la verga de papá, Princesita?”- la joven afirma que sí, moviendo su cabeza, poco a poco fue sintiendo como ese trozo de carne la profanaba.   

Gabriela: Oooooohhh… Pa… piiiiiiiiii… 

Manifes

3 comentarios - Vacaciones Candente. Capítulo Especial lV:

JukUik +1
Ufffff!!! Te juro que desde que en el capitulo pasado gabriela contestó el telefono mientras gemía, y que en este una muchacha desconocida apareció, conecté todo y sabía que era gabriela mucho antes de que lo dijeras. Que morbo tan espectacular este capítulo, fué increible! Ojalá que el siguiente salga pronto porque quedé con ganas de saber que va a pasar con Vanessa y Tomás, en que momento April le soltará la bomba para que este termine por decidirse de coger al fin con u hija, y en que va a terminar todo el embrollo entre Axel e Ignacia! Vuelvo a repetirlo estuvo genial el capitulo y espero que el próximo con ansiedad! Un saludo capo, eres un grande!😉👍
LyonF8
Hola, gracias. Un gusto que te haya gustado el capítulo, lamentablemente este capítulo no se publico como se debía y el desenlace no se ve, incluso ahora intenté editarlo para que se viera, pero al momento de publicarlo, se me borra. Aún así gracias por el apoyo, saludos.
fellslow +1
Me encantan tus relatos, pero algunos parecen que están cortados al final, ¿no?
LyonF8 +1
Gracias y perdón, el final esta cortado porque de manera extraña al publicarla, se borró e incluso ahora que traté de editarlo para agregarlo, se me borra, creo que no me va a quedar de otra que subir en otro el otro capítulo la parte final. Porque nada me asegura que borrando esta publicación y haciendo otra, el final va a estar. Saludos.