Mi primita misionera

Hace muchos años escribí un relato de como me garché a la hermana de ella, pero no está más.
Este es de la hermana menor de ella.

Yo tenía 30, Mili 21 recién cumplidos, venía por primera vez a Buenos Aires para ir a una fiesta electrónica, pidió eso como regalo, mi tía me llamó para ver si podía quedarse en casa ese fin de semana en casa porque el dpto en el que vivían sus amigas acá era chico y ya iban a ser varias, pero realmente era para que la cuide. Sí, justo yo que ya me había garchado a su otra hija.

Ella ya conocía el ambiente, pero de boliche, nunca de fiesta masiva, yo JUSTO no podía ir porque tenía un casamiento de una pareja amiga, todos queríamos ir a la Creemfields, pero se empecinaron que querían un salón específico y era la única fecha disponible, yo hasta tenía la entrada, que aproveché y se la regalé a Mili para su cumple.

Mili llegó, hace años que no la veía. Llegó vestida normal, jean y una remerita suelta. Pelo atado, hacía calor, mediados de noviembre, pero intenso el clima.
Mide 1,65, rubia, flaquita, tetas chicas, pero con un culo hermoso, divino.

Fuimos hasta casa, le di la entrada, me agradeció con un abrazo enorme, le mostré mi habitación, que duerma ahí y yo iba a dormir en el sillón, teóricamente íbamos a llegar más o menos a la misma hora.
Pasamos la tarde juntos, ducha de por medio y listos para salir, yo de traje, ella con un shorcito de jean, un top negro y unas botas también negras, hermosa la pendeja, encima venía y me mostraba como le quedaba. Mi mente ya explotaba.
Le dije que ni bien salga de la fiesta se venga en un taxi oficial a casa, nada de remises truchos ni nada de eso y que cada tanto me tire un mensajito para saber que estaba bien.
Pasó la noche, hacían un after casamiento en una casa, fui un ratito y me volví re manija porque Mili me había dicho que ya estaba en el taxi.
Llegué a casa, me saqué el traje, me puse un short para no estar en boxer y me tiré en el sillón, me quedé dormido.
Me despierto al ratito y escuchaba música electrónica de fondo, me levanto para ir al baño y cuando salgo la veo a Mili, vestida como se fue, pero descalza. Su rostro y sus pulilas delataban que no solo había tomado agua.

M: Primo, perdón, te desperté.
S: No pasa nada, tenía que venir al baño.
M: No me podía dormir, vi tus CD´s y me puse a escucharlos.
S: Que linda manija saliste Mili, lo que debés haber tomado para hacer un after vos sola.
M: No nada primo, no tomo alcohol.
S: Primita, fui a más fiestas que vos, no me vengas con esas cosas. Te quedó media?
M: Me quedó una. Compartimos?
S: Dale!

Nos fuimos para el living, pusimos música y empezamos a bailar, a la media hora yo ya estaba en la luna, charlábamos de todo muy abiertamente, me contaba de sus chongos, yo de las mías hasta que en un momento me tiró:

M: Vos garchaste con mi hermana cuando vino, no? -Me quedé helado, estaba dispuesto a responder absolutamente todo, menos eso.
M: Ella me lo negó, pero por como hablaba después de venir acá yo empecé a dudar y tu silencio me lo confirma.
S: Sí, garchamos, no te lo voy a negar, me quedé callado porque me sorprendiste.
M: En la escuela y los grandes rompen las bolas con el incesto y eso, yo pienso distinto.
S: Y que pensás?
M: El problema puede ser si tipo vos y yo tenemos un hijo, pero si garchamos por garchar cual es?
S: Yo pienso igual. Me estás proponiendo algo Mili?
M: Por ahora quiero seguir bailando.
S: Yo también. -Las cartas estaban echadas...

Seguimos bailando unos minutos más sin mediar palabra.

M: Primo, sabés que estar así me hace sentirme libre, pero acá, nosotros 2 solos me siento super cómoda con vos, que podría hacer lo que quiera.
S: Hay confianza, yo también me siento cómodo. Podés hacer o pedir lo que quieras.
M: Media más? Tenés?
S: Para mi primita sí.

Me fui a la habitación a buscar, repartí.

M: Primo, cómo dormís vos?
S: En boxer casi siempre, por? Es lo más cómodo, vivo en boxer y nada más.
M: Porque cuando entré vi que estabas con ese short y bueno, me llamó la atención.
S: El short?
M: Por un lado me imaginé que no dormías con un short, por otro lado que tenías la pija parada.
S: Primita mirona.
M: Sacátelo si es lo más cómodo.
S: Bueno y vos cómo te sentís más cómoda?
M: Desnuda.
S: Y bueno, desnudate si te sentís más cómoda.
M: No se.... pero bueno, al menos me saco el short.

Mili se sacó el short, tenía una tanguita negra muy chiquita.

M: Primo, dejá de mirarme y vamos a bailar un ratito más.
S: Andá vos primera, así voy mirándote el culito hermoso que tenés.

Seguimos bailando otro rato, yo estaba con los ojos cerrados, siento que Mili me abraza nuevamente agradeciéndome y sin querer con mi mano le toco la zona de la entrepierna, sentí la tela de su tanguita, mojada y calentita. Acto seguido la abracé.

S: Perdón Milu, estaba con los ojos cerrados y te toque la conchita, perdón si te jodió.
M: Para nada primito. -Dice mientras me aprieta fuerte, siento como su cuerpo me roza la pija que automáticamente empieza a crecer.
M: Me parece que alguien está despertando.
S: Vos lo estás despertando, te me apoyás así y me pongo loco.
M: Llegó la hora.

Me miró a los ojos y sin dudarlo un segundo me empezó a besar frenéticamente, con locura, yo hacía lo mismo, estaba super caliente. La hice girar y nos movíamos al ritmo de la música apoyándole el culito, con mis manos recorriendo su pecho, pasando sobre su top para sentirle las tetitas.
Mili me bajó el boxer.

M: Así te quiero sentir, con esa pija bien dura pasándome apoyada en mi culo.
S: Yo también te quiero sentir desnudita.

Le saqué el top, le toqué bien las tetas, chiquitas, pero duritas, divinas. Bajé ambas manos y fui directo a sacarle la tanguita, seguí apoyándole el culito, pero con la pija rozando la entrada de su concha, con una mano empecé a tocarle el clítoris, la otra seguía con sus tetas y nos seguíamos besando alocadamente.
La senté en el sillón, la besé, le chupé las tetas y seguí bajando para chuparle la conchita mientras le metía 2 dedos y seguí así hasta que acabó.

M: Ahora te toca a vos, sentate que te voy a mostrar lo que se hacer con esta boquita.
S: A la orden primita.

Me senté y directamente se metió la mitad de mi pija en la boca, me la chupaba toda, la escupía para mojarla bien, me pajeaba se la pasaba por la cara, las tetas. Una dedicación increíble.
Se me sentó arriba y me cabalgó como loca, la pendeja tenía todas las ganas de garchar, se movía con los ojos cerrados como si no existiera nada después de ese polvo. Acabó 2 o 3 veces así, cada vez que lo hacía me hundía las uñas en mis hombros. La llevé a la cama, la acosté con el culito para arriba con un par de almohadas bajo su cadera. Esa vista es hermosa, no pude evitarlo y volví a comerle la conchita, para después comerle el culo unos minutos. Mili gemía cada vez más fuerte, con un par de dedos dentro de su cocha y mi lengua pasándole por el culo acabó nuevamente.
Me subí sobre ella y puse mi pija en la entrada de su concha, pero solo apoyada. Bien putita se movió para atrás con un quejido.
Empecé a moverme despacio, fui incrementando el ritmo mientras uno de mis dedos empapados de sus jugos fue abriendo camino en su ano. Me encanta sentir como mi pija se mueve dentro de una conchita con mi dedo metido adentro del culo, me vuelve loco.

Seguí así hasta que estaba por acabar, saqué la pija y se la tiré toda sobre el culito. Saqué las almohadas, me recosté sobre ella, nos giramos para quedar de costadito y nos dormimos así, acabados y enchastrados.

2 comentarios - Mi primita misionera

garcheskikpo +1
En Misiones tenemos buenas gauchitas, pero no te hagas mucho el loco que te terminan dejando de cama.