Su mejor amiga. No sé porqué, pero si el cómo. V.

Dejé todo y abrí Facebook. 
MACARENA: Hola, deudor de almuerzos.
  Me alegré al leerlo, porque en definitiva entre nosotros todo quedó bastante bien o simplemente, el tiempo hizo que el comentario desafortunado se tome más como un chiste, que como lo que fue.
JUAN: Nunca más viniste a buscarlo, así que consideré que estaba saldado, je. Cuando quieras, lo pago.
MACARENA: ¡Ja! Que caradura… Me pudiste haber mandado un mensaje y listo.
JUAN: No tengo tu número.
Respondí sin demorar. Ella, claramente, tampoco tenía el mío.
MACARENA: Bueno… podrías haberme escrito por acá… pero la verdad, malísimo que después de tantos años conociéndonos, no tengamos nuestros celus.
 Y si. Tarde o temprano tenía que suceder. Ni siquiera dilate la respuesta para pasárselo. De paso, le mandé un meme en alusión a que no daba hablar por el FB.
  Dos minutos después, me envía una foto al WP. No les miento, mi corazón se paralizó. Por algún extraño motivo, me imaginé que me enviaba una foto hot, diciendo que quería verme. Mi dedo se acercaba a la charla y también se me cruzó la posibilidad, de que me enviaba la captura de nuestra charla, para dársela a Pauli y… Ya fue, la abrí. Por suerte o desgracia, la foto era una captura pero de cómo me había agendado, “deudor de almuerzo".
  Durante toda la mañana hablamos de pavadas, pero ya no era todo el tiempo. La realidad es que cada uno estaba en su trabajo. Llegó la hora de almorzar y llovía. Ni siquiera atiné a decirle que venga, era al pedo. 
MACARENA: La lluvia no debería impedir que saldes tu deuda.
JUAN: ¿Eso haría que cambies mi nombre?
MACARENA: Posiblemente… je.
JUAN: ¿Seguimos con ensaladas?
MACARENA: ¡Si! ¡Por favor! Porque hoy… justamente, necesito un favorcito tuyo.
Raro. Rarísimo. Me hizo un ruido en el pecho, que no les explico. Compré unas ensaladas y la esperé del lado de adentro del edificio. Llegó y estaba normal, de hecho, más tapada que de costumbre porque tenía una campera de lluvia, así que lamentablemente no había mucha información para mí mente. Nos saludamos, fuimos a dos lugares que tienen espacio en común y había bastantes personas. Medio que desistimos y casi al irnos, me acordé de un depósito dónde guardamos cosas, que tiene una linda vista. De hecho, mi jefe lo alquiló y jamás entendí porque no usábamos ese lugar, en vez de una oficina fría y encerrada. 
- Que buena onda este lugar…- miraba la ventana.
- Lástima las ratas- acosté, acomodando todo.
- ¡¿Qué?!- Pegó un grito y saltó.
- Nah, mentira. No hay ratas, tranquila.- Ya estábamos sentados en el piso, con nuestras respectivas ensaladas y no aguantaba más. - ¿Qué favor necesitas?- 
- ¡Ah!- trago un pedazo enorme de lechuga. - ¿Viste que no nos estuvimos viendo? Bueno... tampoco es vernos. Quiero decir, ¿viste que no estuvimos haciendo esto?-
Asentí con la cabeza, no sabía para donde iba la cosa.
- Técnicamente, te soy infiel.- Hizo una mueca. – No sé si esa cara es de qué no estás entendiendo o que te pone mal que te sea infiel.-
No quería entenderlo y creo que si me ponía mal la noticia.
- Estoy saliendo con alguien…- me dijo, mientras se concentraba en atrapar un tomate.
- Ah…- Sonreí, muy falso. Era un baldazo de agua fría.
- Si, la verdad que salimos y nada. Es medio complicado porque él está separado, con una nena y como que tampoco hubo muchos encuentros.-
- ¿Y qué favor tengo que darte? Mira que no me llevo bien con nenes, eh.-
- ¡ja,ja! ¡No! ¡Tonto! Nada, en realidad quería que me recomiendes algún lugar Mexicano porque nada, quería algo más romanticón.-
Le pasé la dirección de varios lugares, donde yo había ido. Sabia que en realidad ella necesitaba contárselo a alguien, lo que no sabía porqué a mí. Tampoco sabía porque me afectaba tanto, ¿Extrañaba su compañía en los mediodia revoltosos? ¿Sentía algo por ella? ¿Me completaba? No sé porqué, pero era algo casi similar a cuando sospeché de Pauli. Una sensación de fuego, de enojo, ira, decepción.

La hora pasó, nos despedimos y me prometió que me iba a contar como había ido la cita. Un día de mierda, gente. No me volví a concentrar, para peor no llegué a ver el salón con Pauli y al llegar a casa, recordé que había una fiesta de la familia de mi futura esposa, la cuál hacían todos los años y no tenía muchas ganas de ir. Por suerte, le escribí a Pauli diciéndole que estaba bastante cansado y que si me dejaba pegar el faltazo. Ella lo entendió y me dijo que en un rato volvía del encuentro con sus “amigas y la catedrática “ y se iba volando. 
  Se hicieron las nueve y llegó Pauli.
- Hola amor…- Le dije, medio cansado.
- Hola, hola vida…- estaba alterada, me dio un beso y entró a la pieza.
- ¿Todo bien? –
- Si, si. Dame un toque que me estoy cambiando.-
《¿Un toque que me estoy cambiando? Pero sí vivimos juntos, como si no la conociera en bolas》Pensé, internamente. Abrí la puerta y estaba cambiándose la ropa interior, usando una más amplía y dejando una tanga finita. Me acerqué, empecé a tocarle las tetas y a besarle el cuello.
- Tengo que irme amor…- suspiró.
No respondí y toqué su culo, intentando urgar en él.
- ¡Ay! Despacio que me duele…- acotó.
- ¿Eh?- me alejé, sorprendido.
- Nada, creo que por cositas que hice, me duele.-
- ¿Qué cositas?-
- Me recomendaron algo en el curso y creo que lo hice mal. Nada, ¿Querés que te la chupe?- Me preguntó, mientras seguía cambiándose.
- No, está bien…- Respondí y me fui a la cocina.
Pasaron unos minutos y me avisaba que iba a tomarse un Taxi, porque el padre no podía pasar por ella. Asentí y seguí en la mía, cortando verduras en la mesa. Minutos después, se sentó a mi lado y comenzó a frotarme la pija.
- Perdón por no darte la colita…- Me beboteaba.
- Esta bien amor…- Respondí seco.
- Pero quiero tu lechuga, como nunca…- seguía.
- No amor, está bien. Ya te vas.-
- Pero si te la chupo bien lindo, por ahí me la das rapidito…- 
Me bajó el cierre y empezó a pajearme. Ya estaba caliente, por más que me encontraba enojado, mi pija no lo sentía. Empezó a metérsela entera, como nunca.
- ¿Te gusta como te la chupo?- 
- Aja…- tiré la cabeza hacía atrás y sentía su lengua.
Pauli tomó mi mano y la llevó a su cabeza. Me ordenaba hacer fuerza. Sentía como hacía tope y babeaba mi pija. Era todo nuevo.
- ¿Viste que soy una puta?-
- Si…-
- ¿Te gusta?-
- Mucho…-
- ¿Te molestaría que te cuente que hoy de verdad me crucé con el señor?
No respond. Ella me la chupaba, hermosamente.
- Le pregunté cómo se llamaba para nuestro jueguito…-
- Ah…-
- Y se llama Rodolfo…- Se la metía todo en la boca. - ¿Y sabés qué hice?-
- No…- Estaba tan caliente que no podía más.
- Llegué al auto y me tuve que tocar, porque soy muy putita…-
El celular empezó a sonar. Rápidamente, lo atendió, mientras me pajeaba. El taxi le avisaba que no encontraba el portero y que estaba abajo. Me dio un beso y me dejó ahí, tumbado en una silla, despatarrado, con la pija llena de baba y muchas ganas de acabar. 
 Me acomodé, me abrí una cerveza y empecé a cocinar. Los nervios me mataban. No era de hacer estas cosas, pero fui a la habitación y agarré la tanga. Estaba húmeda, tenía el olor a su flujo, ¿Qué de todo era verdad y qué no? No podía más y otra vez sensaciones encontradas, ¿Y si iba a la fiesta a ver si era verdad? ¿Porqué pasa esto justo cuando nos vamos a casar? ¿Porqué cambió? ¿Y si le pido que vuelva a ser la de antes? El alcohol se apoderaba de mí. Estaba descolocado.
A las 21:45, suena mi celular. Yo ya estaba por la segunda birra.

MACARENA: ¿Existe algo más de perdedora que al llegar, tu cita te diga que tiene Colón irritable y que encima, venía a avisarme que su ex tenia un problema y tenia que ir a verla?
JUAN: ¡Noooo! ¿A dónde fuiste al final?
MACARENA: Al que está cerca de tu casa. Un embole. Ahora estoy en la barra decepcionada, tomando margaritas, ¡ja! ¿Cómo va la fiesta de la flia de Pau?
Dudé en qué contestar. Estaba medio ebrio, enojado. Estaba dudando de mí mujer, ¿Porqué le dolía? ¿Otra vez esa sensación de desolación? No podía más. Me cambié y a pesar de la lluvia, salí.
JUAN: AL FINAL NO FUI…
Respondí, y me la quedé mirando desde unos metros atrás. Macarena sonrió al ver mi mensaje.
- Che, es re incómodo hablar por acá, ¿Me pasas la dirección de donde estás?- hice alusión al meme, mientras me sentaba a su lado.
- ¡Ay! – se sobre saltó, medio borracha. - ¿Qué haces acá?- Miraba hacia todos lados, para saber si estaba con Pauli.
- Estaba en casa, tomando sólo y vos estabas acá desahuciada...-
- Gracias…- sonrió. 
En treinta minutos, estábamos los dos bastante pasados de copas. Nos reíamos como locos y por ser un viernes de lluvia, no había mucha gente. La música empezó y Macarena se paró para bailar. Estaba… hermosa. Un vestido todo ajustado, con lentejuelas pero no tan brilloso. Le apretaba el cuerpo, las piernas, el culo que lo movía a cada posibilidad y sonreía con una cara de puta, que me estaba haciendo perder. Me estiró las manos. No podía hacer esto, estaba borracho y mintiéndole a mi mujer.
- ¿¡Viniste hasta acá y no vas a bailar!?- Se me acercaba danzando.
- ¡No da!- sonreí y le indiqué el anillo.
- Hoy no viniste…- Me susurró al oido, tomó mi mano y me lo quitó.
Me lo dio y me arrastró a un rinconcito. Yo me movía como aprendí. Dos pasos para un lado, dos para el otro y un poco de batería con las manos. Eso era suficiente. Ella, no. Maca se tocaba el pelo, movía las caderas y los pies y… que calentura, es la amiga de mi mujer pero no aguanto más. 
- ¡Sos de madera! Veni!- Me tomó de los brazos y me los llevó a su cintura. – Así está un poquito mejor. –
Nos movíamos y ella seguía tomando margaritas. Yo no aguantaba más.
-¡ Ahora, vamos a complicar la! ¡Agarrame!- 
Tomó mi mano y la llevó por detrás de su cintura, justo arriba de su culo. Apreté un poco, quería ver qué tenía puesto. Sentí algo fino y les juro. Les juro que me calenté tanto que me nuble. Me dio la otra mano y empecé a moverme lo más que podía. 
- ¡Ja,ja! ¡Bien! ¡¿viste que podés?!- se reía moviéndose, haciendo que se alejaba y me permitía tocar toda su cintura.
La canción terminaba y empezamos a bailar demasiado pegados.
- Esta mal…- Me susurró al oído.
- Si…- 
La abracé lo más que pude, apoyandola para que sienta mi pija y rozando a penas su culo. De un impulso, la besé.

5 comentarios - Su mejor amiga. No sé porqué, pero si el cómo. V.

Tom_Bishop +1
NO ME LO CORTES AHÍIII
EFENEPE +1
¡Hoy puede llegar a ver algo más! Gracias por la onda
paranero +1
NOOOOOO! Subi la siguiente parteeeee
EFENEPE +1
¡Creo que hoy! Si hago a tiempo a escribirlo, lo subo. Gracias por la onda.
Elmaestro_roshi +1
Posta loco, tenes mucho talento, si esto fuese un libro yo te lo compraría, saludos y espero ansioso lo demás
EFENEPE
¡Gracias! Llena el Alma leerlos, Che ¡Hoy intentaré subir uno más!
Ignacioolomas +1
Seguila te lo pido por favor. Atrapante 100x100. Gracias
EFENEPE
¡Gracias!
lalaith7 +2
La verdad que muy bueno, mantenés el interés en la lectura todo el tiempo.
EFENEPE
¡gracias! Es lindo que suceda.