Negociaciones




Post anterior
Post siguiente


Cuando le expliqué a Marisol lo sucedido, se enfadó conmigo.

+¡Perdiste tu oportunidad!- fueron sus palabras, en uno de sus deliciosos y tiernos pucheros.

- ¿De veras crees eso?

Mientras que mi esposa creía que era una de esas oportunidades únicas en la vida,  para mí, parecía más como un proceso acumulativo y que si  lo quería,  podíamos confirmarlo.

Por este motivo,   tomé el Whatsapp el martes pasado, después de almorzar y hablé con Sarah.

Marco(M): Hola, Sarah. Escribía para preguntarte sobre el otro día, con la lavadora.

Sarah(S): Hola, Marco. No tienes que preocuparte. Era solamente eso. Ha funcionado bastante bien.

M:¿Querías tener sexo conmigo?

S:¿QUÈ? ¿Por qué piensas eso?

M:Por todo lo que pasó.

S:No, estás equivocado. Lo interpretaste mal. La máquina no funcionaba. Eso era todo.

M:Qué lástima. Me habría encantado acostarme contigo.

S: ¿Cómo dices eso? ¡ESTÁS CASADO! ¡NO PUEDES HACER ESO!

Al leer aquello, llamé a mi cónyuge de inmediato y le pedí que leyera conmigo.

Sé que soy malo interpretando miradas de mujeres en directo, pero sí soy bueno identificando gestos y detalles y en ningún momento dijo que “ella no quería hacerlo…”

El que no podía hacerlo era “yo”…

Por lo que pensé mejor mis “siguientes jugadas”…

M:Lo sé. Me disculpo. Es una lástima. Podrías haber sido la amante perfecta.

S:“Podrías haber sido la amante perfecta”. ¿Qué quieres decir con eso?

M:No, olvídalo. Es solo que tienes tanto que perder como yo si nos volviésemos amantes. Nada más.

S: “Es solo que tienes tanto que perder como yo si nos volviésemos amantes”. ¿Qué quieres decir con eso?

M: No, olvídalo. De cualquier manera, lo había malinterpretado. Discúlpame.

Marisol me miró molesta cuando contesté aquello, dado que significaba que estaba cortando el dialogo.

Pero si mi teoría era correcta, volvería a mandar un mensaje nuevo…

Pasaron 2 minutos de silencio (y expectación de nuestra parte), cuando llegó un nuevo mensaje.

S: Es solo que no entiendo a qué te refieres con que los 2 tenemos que perder si nos volviéramos amantes.

Mi esposa simplemente sonrió y quería que respondiese al instante. Pero lo que es yo, aproveché de ir al baño, lavarme los dientes y orinar, antes de mandar una respuesta.

Algo que llenó de ansiedad a mi esposa (e imagino que también a Sarah).

M: No me gustaría que nuestros vecinos supieran que soy infiel a Marisol.

M: Y para ti, no sería bueno que Brenda supiese que te acuestas conmigo.

Y pasó otro tiempo para que llegase una respuesta, la cual nos tomó por sorpresa a Marisol y a mí.

S: Odio no ver tu rostro, para saber si mientes.

Marisol y yo nos miramos perplejos. Claramente, Sarah quería participar en el juego y aunque la idea que nos viéramos frente a frente no me parecía tan salida de lugar, sí me incomodaba, dado que Sarah es una de esas mujeres son “detectores de mentiras ambulantes”.

M: Encontrémonos en la sala de la basura, a las 8:40 P.M.

El resto de la tarde fue un tanto extraña junto con mi esposa. Parecía que cada mirada o gesto que nos dábamos, venía con una tensión, nerviosismo y desconcierto adicional. Y a medida que pasaban las horas, ese sentimiento se hacía más intenso.

Marisol sugirió que me arreglase, a medida que llegaba la hora, pero preferí seguir vestido igual de casual: Jeans, camisa y chaleco para el frio. A final de cuentas, no era que iba a “confirmar” que tuviésemos algo, sino que a “encararme”.

Salí con 2 minutos de adelanto. Pensaba esperar a más tardar,a las 8:50. 45, como mínimo.

Pero a los 4 minutos, apareció ella.

A diferencia de mí, ella sí se arregló: para empezar, una intensa atmosfera de perfume anunció su llegada. Segundo, vino con unas calzas negras que le quedaban bastante bien y un hoodie rosado con el logo de una universidad, que le cubría la cabeza.

* Solo vine a ver a qué estás jugando.- sentenció ella, tratando de dominar la situación, con una bolsa a medias con basura.

Le miré sin entender.

- No estoy jugando. Solo quiero saber si quieres tener sexo conmigo.

Eso la desconcertó por completo.

*¿Por qué dices eso? ¿Qué es lo que te pasa?

Y la miré confundido yo…

-¿Qué tiene de malo? Solo digo que me gustaría tener sexo contigo…

Entonces, ella usó la “carta racista”…

* No sé cómo es la gente de tu país, pero aquí…

- Esto no tiene que ver con un aspecto cultural. Es un hecho. Eres mujer. Eres atractiva. Me gustaría tener sexo contigo. Eso es todo.

Guardó silencio y se le notaba claramente sofocada (sus mejillas lo anunciaban con altavoces…), pero aun no quería soltar el control.

* Pero estás casado. ¡CASADO! Y tienes hijas…- me encaró con molestia.

Su enfado me causó risa, en parte, por lo implausible de la discusión y por el hecho que me recordaba a mis hijas, cuando me “tratan de castigar”.

- ¡Disculpa! Pero una cosa no tiene que ver con la otra.- logré argumentar.- No estoy diciendo que no ame a Marisol. Al contrario, me encanta y no la dejaría por nada. Esto es sexo. Solo sexo y nada más.

Al parecer, empecé a colmar su paciencia, porque torció su rostro, cerró los ojos y empezó a rascar su frente, notando entonces que su peinado era más brillante y diferente.

¿Lo había hecho por mí?

* Solo por diversión… digamos que es cierto, ¿Cómo lo harías? Estamos en cuarentena y no podemos salir de nuestros departamentos.-consultó en tono desafiante y arrogante.

Me dio la impresión que nos enfrentábamos en el estrado…

 Pero la suerte volvía a mi favor…

- ¡Fácil! Soy el encargado de abastecimiento, ¿Recuerdas?

Su rostro sorprendido era un poema…

- En la última asamblea de vecinos, me ofrecí como voluntario para abastecer a los ancianos de nuestra ala, ¿Recuerdas?... bueno, es natural que abastecer a 2 casas no es un trabajo fácil y no sería extraño que pidiese ayuda a otra vecina que me ayudase con las compras, ¿No crees?

Su mirada perturbada apenas parecía procesarlo…

* Pero… tu esposa…- intentó contratacar bastante débil.

- Bueno, no podemos exponer a 2 padres de familia a que se infecten. Además que mis hijas se sentirían muy intranquilas si no estuviese uno de nosotros.

En esos momentos, era Messi jugando a la pelota con un chiquillo quinceañero…

Eran las 8: 47, bastante tiempo para tirar solamente 2 bolsas.

- ¡Mira! Si te interesa, nos juntamos este sábado en el estacionamiento, a las 5 de la tarde. Si no apareces, entenderé y no lo hablaremos más. Pero si vienes, lo hablaremos con más detalle.

La dejé con la mirada perdida en el cuarto de la basura…

-¡Ahhh! Y una cosa más: Borra el historial de conversación. No quiero que Brenda sepa lo que hemos hablado.

Y aquí estamos, a casi 29 horas de nuestro futuro encuentro.


Post siguiente

3 comentarios - Negociaciones

omar698 +1
Muy bueno el domingo o el lunes habra relato, no?
metalchono
Hola, amigo. Lo siento. Me había alargado un poco más de la cuenta y está el trabajo. Ahora subí las 2 partes, para que tengas la experiencia completa. Que lo disfrutes.
adolfoesquina +1
Genial, pero para cuando la continuación?
metalchono
Acabo de subirla. Salió larga y espero que sea de tu agrado. Muchas gracias por comentar.
pepeluchelopez +1
rayos! que jugada
metalchono
¡Hola! Así fue. ¿Has estado bien? Vi que hiciste comentarios antes, pero no los he revisado. Espero que sí, aunque a todos nos ha afectado esta situación de diferente manera. Curiosamente, nosotros hemos experimentado un alza en exportaciones y por lo mismo, me tienen redactando reportes como loco. Saludos