La influencer

Soy Juan, vivo al norte del Perú, tengo 22 años, me considero un hombre, alto, atractivo, con buena labia para conquistar mujeres, de hecho, estuve con todo tipo de chicas, altas, bajas, rubias, morenas, jóvenes, maduras, pero siempre tuve una fascinación con una embarazada, desde que mi madre quedó embarazada de mi último hermano, mi atracción hacia las panzas enormes aumentó exponencialmente. Sara, o Sarita como la conoce todo el vecindario, era la típica chica calienta vergas, caminaba por la calle con unos shorts diminutos enseñando todo, y tenia que enseñar, su casi 1.70m la hacia resaltar entre las demás chicas, sus piernas eran portentosas y blancas, un trasero de ensueño, producto de sesiones diarias de gym y su angelical rostro hacían de ella la bomba sexy de la cuadra 3 de la urbanización Los Heraldos. Además, era una influencer que diariamente subía videos a Instagram mostrando sus progresos en el gym, las dietas que seguía, las marcas deportivas que la auspiciaban.

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La conozco desde que tenia 10 años, ahora tiene 20 y he sido testigo del gran cambio que ha sufrido ese cuerpito rico y siempre lo he deseado, pero ella era una chica especial, y mi experiencia con otras chicas no me ayudaba mucho en conquistar a una 10/10, y ella si que lo era. Para acercarme mas a ella me inscribí en el mismo gym al que iba, pasamos de hablar cada semana a hacerlo a diario, entrenábamos juntos, pero había un gran problema, el instructor, un maldito negro de 1.90m, musculoso que seducía a todas las chicas ricas del gym, pero al parecer su favorita era Sarita, y no lo culpo. Cuando la conversación con Sarita se ponía amena, este tipo se daba cuenta al parecer y buscaba la forma de separarme de ella y ser él quien la ayude en la realización de sus ejercicios, sobre todo en el día de piernas, era el maldito negro quien la calentaba rozando su verga erecta contra el culo de ella mientras hacían las sentadillas, y yo viéndolos por los espejos. Llego el día que Sarita tuvo un desmayo en plena sesión de gym, pensé que era una simple descompensación, pero días después en la calle me comenta que esta embarazada. -Juan, estoy embarazada de Ramón, ayer fui al doctor y me dijo que tengo 3 semanas de embarazo-, me quedé helado y solo atiné a felicitarla pese a que por dentro me estaba muriendo.

Estuve deprimido las siguientes semanas pensando que Sarita terminaría casándose con el maldito negro y él seria quien disfrute de ese cuerpito mientras este embarazada. Pasaron los meses y Sarita seguía subiendo videos a Instagram, hablando sobre su embarazo, ya habían pasado 6 meses y subía fotos de como iba creciendo su panza, revisando me percaté que el crecimiento era inminente, la mujer que con la cintura de avispa y senos de modelo de catálogo que conocí ya no existía, ahora ese vientre albergaba al pequeño monstro de Ramon y esos senos se estaban preparando para lactar al bebe en camino y al padre también creo.


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Los seguidores de Sarita, en su mayoría, por no decir todos, eran pajeros empedernidos, que ahora que conocían de su embarazo le escribían frases calentonas como:
“Que verga te habrá preñado”,
“esa panza no la vi nunca mamita, que vergon debe ser tu marido”,
“yo mismo te haría otro hijo”, “amamántame bombón”.

Entre las cuales algunos de sus seguidores le pedían que se quite la ropa y enseñe las tetas y el coño en un directo y que pagarían por verlas. Al parecer la idea no le pareció mala a Sarita porque la siguiente semana anunció un video en directo, solo para los que den su donativo. Yo estaba en ese grupo definitivamente, como un donador anónimo. En su primer video, se vio sus enormes senos, sus aureolas estaban grandes y negras, sus pezones hinchados, listos para dar leche a quien lo pidiera.


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La escena me tenia bien caliente, ya me había masturbado 5 veces viendo el precioso y deformado cuerpo de Sarita, y deposité 1000 dólares con la condición que su esposo la folle en directo, lo pensó por un momento, pero tal cantidad de dinero era irrechazable para ella. Llamó al negro, quien entro a la habitación desnudo con la verga erecta, le debía medir algo de 20 cm y tener un diámetro de 6 cm. -Mi amor ven, un donador anónimo me depositó 1000 dólares con la condición que me folles, me ha calentado mucho ver esa verga y quiero que me hagas gozar, a mí y a mi niño- decía Sarita mientras sostenía la verga del negro con la mano derecha y con la otra mano se masturbaba el coño. -Uy, que rico me voy a divertir gorda, y encima nos vamos a ganar 1000 dólares, yo te follaría gratis. La levantó de la cama, colocó su enorme verga en el apretado y jugoso coño de Sarita y empezó a penetrar tan fuerte que por un momento me preocupé, pensé que Sarita daría a luz ahí mismo. -Oh si, que macho eres mi negro, esa vergota la deseo a cada momento desde que salí embarazada- decía Sarita mientras se corría, pero el negro no dejaba de penetrarla, mientras con sus manos sujetaba la panza de Sarita, el negro tenía unas manazos, pero se veían pequeñas comparadas con la panza de Sarita, quien no paraba de gritar y pedir más. El momento era único y se hizo inolvidable para mi cuando se pusieron a hacer sentadillas mientras follaban, el negro controlaba el sube y baja, mientras Sarita solo gemía por la excitación del momento e intentaba acercar sus labios a los del negro sin éxito alguno. –¿Recuerdas cuando te calentaba con mi verga mientras hacías tus sentadillas en el gym?- dijo el negro, y ella respondió: -Si, me acuerdo, me hice una paja el primer día que sentí tu enorme verga rozar mis nalgas-, -que ricas nalgas tienes bebe, así embarazada te han crecido más, y sobre todo las tetitas, tu crees que las hubieras tenido de ese tamaño si el que te embarazaba era el cretino que te acosaba todos los días?- me quedé helado al escuchar esto y mas al escuchar la respuesta de Sarita, -no amor, el solo era un amigo, nunca me hubiera dejado tocar por un perdedor, este cuerpito solo es para machos sementales como tu- respondió Sarita, al parecer la conversación calentó al negro que se corrió enseguida en el coño de mi amada, antes de sacar la verga le dio unas ultimas penetradas para que Sarita se corra por segunda vez, quito su verga y se vio caer un rio de leche del coño de Sarita. Culminaron la grabación en vivo y supongo que habrán seguido follando, mientras que yo solo me dedique a dedicarle pajas a Sarita y agradecerle al negro por haberle mejorado el cuerpo.

Continuará...

1 comentario - La influencer

aliques77
Mas relatos de esa guarra preñada y mas morboso!