La amiga de mi abuela 9

Hola, después de un tiempo que dejé pasar para no aburrirlos , les sigo contando la historia de mi adolescencia, con mi abuela Clara, como recordarán esa tarde me había organizado una fiestita con la abuela y su amiga Tita, pero en vez de protagonizar mi primera orgía, terminé siendo actor de reparto de una película de lesbianismo, lo que si me calentó sobremanera por presenciarlo, también lo hizo por no poder cogerme a las dos viejas como había soñado, volví a casa y me encerré en mi habitación y no salí hasta la hora de cenar, después de la cena, la tv y lo que hacía cada noche me fuí a la cama, prendí la radio para escuchar el programa juvenil de aquella época, (alguno se acordará de Modart en la noche) y entre música , oscuridad y recuerdos de lo que había visto en la tarde, empecé una paja lenta, suave, recorriendo el tronco de mi pija, pero sin tocar la cabeza del choto para no acabar rápido, en la tranquilidad de la noche, de repente se abrió la puerta y prendió la luz, me tapé como pude, antes de ver a mi abuela con un desabillé negro largo con transparencias que insinuaban sus formas sin mostrarlas del todo y unos sandalias de taco aguja plateadas, que yo núnca le había visto, cerró la puerta, avanzó unos pasos, giró haciendo volar la parte baja de su ropa, dejando ver sus piernas, mientras decía , así que te enojaste por lo de la tarde, pero ahora te encerrás en tu habitación para pajearte recordando lo que viste, que parece te gustó por el bulto que veo bajo la sábana, yo no atinaba a contestar nada, pero ella siguió, pero menos mal que yo no me equivoqué y me puse esta ropa que tengo bien guardada para que nadie la vea y sabía que aparecer con ella adelante tuya te iba a dejar mudo , terminó de decirlo y empezó una especie de baile acariciandose los pechos, levantandose la falda para mostrarme su culo desnudo, mientras se sacaba toda esa ropa que me volvia loco y quedar solo vestida con esos tacos que le hacían parar el culo y que me hacía seguir duro sin necesidad de paja ni recuerdos y ella se apretaba los pezones con sus dedos, y apagó la luz y se delizó dentro de mi cama y me dijo al oido , me perdonás mi nieto amante y rodeandola con mis brazos la atraje contra mí y le contesté claro que te perdono, pero no lo hagas más adelante mío, lo prometo me dijo mientras me besaba apasionadamente metiendo su lengua, casi hasta mi garganta, pero ahora dejá que termine lo que vos empezaste, y me agarro la pija con sus dedos apretándomela bien fuerte y empezó a frotarmela despacito hasta tomar una velocidad que me hacía delirar y cuando sentía que estaba por acabar se detenía, me apretaba muy fuerte el glande y no dejaba que me vaciara, así dos o tres veces hasta que le dije, abuela no doy más y recien ahí dejo que mi esperma caliente , blanco , espeso, volara por el aire salpicando las sábanas y llenando su mano de leche , la que chupó con placer dedo por dedo, prendió el velador buscó donde había caido el chorro, se puso en cuatro sobre la cama y lo limpió con su lengua, sin desaprovechar ni una gota, se dio vuelta me limpió la verga con su lengua , se levantó agarró su ropa me mirò y me dijo, a la mañana te cambias el calzoncillo y lo ponés con esas sábanas, que las voy a lavar, por que de noche soy muy puta, pero de día soy una abuela que lava la ropa, especialmente la del nieto que se la garcha.

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