Un trio muy especial

En 2009, por una recomendación de un amigo me registre en una página de contactos sexuales.
En la misma podías poner tu descripción, fotos, búsqueda, etc.

En mi caso puse una foto donde estaba cojiendo con una mina (ella en 4) que habíamos sacado al espejo en un telo, borre la cara de ambos y la use en esa página junto a una sacada en un buen plano que habíamos sacado con una mujer y esa mostraba mi pija metida en su concha en la posición ella arriba mio.

En mi búsqueda había apuntado a mujeres y parejas, porque quería experimentar el sexo de a 3, hice una descripción y remarque que pedía y ofrecia “absoluta reserva”.

Pasaron algunos meses y solo teniamos algun cruce de mensajes con algunas mujeres casadas pero nunca llegamos a concretar, no coincidimos en horarios o a última hora ellas cancelaban el encuentro.
Pasó un par de meses y no había concretado nada, pero mi amigo me había comentado que él había hecho algunos encuentros con la web y que ya vendrían los encuentros reales.

Un dia me llega un mail con un mensaje con remitente de un nombre masculino, como había tenido varias propuestas de hombres para tener sexo, no le di importancia porque no estaba en mis planes cojer con otro hombre, no lo abrí al mensaje y lo deje para más tarde.
Luego lo abri y si bien era un remitente con nombre masculino, la búsqueda era de un hombre para hacer un trío junto a quien escribió el mensaje y su esposa.

Me contaba que hacía poco tiempo que vivían en la ciudad, tenían algunas experiencias en trios HMH y que si se daba, iba a ser un trío “muy especial”.
Le respondí que estaba interesado, le aclare que daba y pedía absoluta reserva, que era mi primer trio y como decía “muy especial” le remarque que solo estaba interesado en tener sexo con la dama, que entre él y yo no iba a pasar nada sexualmente hablando, me respondio que no habia dramas y que no me preocupase que él era 100% heterosexual.

Seguimos comunicándonos con mensajes, me envió fotos de ambos, totalmente vestidos, el era un hombre de 50 y pico y su mujer no llegaba a los 30, no tenían hijos, ambos eran profesionales y coordinamos para en “unos días” hacer un encuentro de noche.

A esta altura de comunicación ya nos habíamos pasado numeros de celulares, una mañana me llama Héctor (asi lo llamaremos) diciendome que habian estado hablando con Adriana (su esposa) y le gustaría que el encuentro sea para el día siguiente, ese dia “siguiente” era el partido por eliminatorias para el mundial 2010, donde argentina jugaba con uruguay, si ganaba clasificaba para el mundial (luego de las frases de Maradona como “la tenes adentro” y “que la sigan chupando”), le comente lo del partido y Héctor me dijo que ellos lo iban a mirar y luego me pasaba a buscar.

Así fue la jornada del encuentro, Argentina ganó, a los minutos de terminado el partido me llego un sms diciendome “en 15 minutos paso a buscarte por tal lugar”, lo espere, pasó a buscarme y nos dirigimos a una casa en las afueras de la ciudad.
En el camino me contó nuevamente que hacía poco que vivían en la ciudad, que habían hecho otros trios pero en el lugar donde vivían antes.

También me contó que los tríos que hicieron siempre fueron con amigos donde ambos cojian a su esposa y habian tenido un par donde el se cojia a la esposa y una amiga de la pareja.
“Pero el de hoy es especial” me dijo al bajar.

Ingresamos a la casa, muy linda y amplia, me presento a Adriana, una linda mujer, morena, cabello bien azabache, largo, alta, muy buenas lolas y hermosas piernas.
La mujer estaba con una camiseta de argentina y un short de jeans, se notaba que debajo de la camiseta no tenía corpiño.
Tomamos algo, hablamos un poco del partido y luego Adriana empezó a romper el hielo besando y franeleando a su marido.

Héctor me hace seña para que me una a ellos y entre los dos comenzamos a besar a Adriana mientras ella gemía cerrando los ojos.

“Mejor nos vamos al dormitorio” expresó el esposo.
Nos fuimos los tres al primer piso, Adriana iba adelante moviendo sus caderas, provocandonos a ambos.
Héctor me susurra “es insaciable en la cama”.

Apenas ingresamos a la habitación, Adriana me dijo “vení conmigo”, la habitación estaba en penumbras y mire para donde estaba Héctor, él me hizo señas que vaya y dijo “ya vengo” y bajó las escaleras.
Enseguida Adriana comenzó a besarme, yo le saque la camiseta apreciando sus hermosas lolas, muy grandes, fácil debía tener 110 de busto, comencé a chuparselas tímidamente esperando a que el esposo se nos uniera pero ella me dijo “Héctor no va a participar”.

En una de las lolas tenía tatuado un escorpión, eso era más excitante, esas lolas eran bien naturales y estaban firmes, las lami buen rato, metí mi mano por una manga del shorcito y note que estaba toda mojada, se lo quite junto con el culote que tenía, la puse en 4 patas y comencé a lamerle la concha y la cola, ella se arqueaba y me empujaba con la cola hacia mi cara, segui asi hasta que vi que Héctor entró en la habitación con una copa y se sentó en una esquina en una banqueta viendo como su mujer se entregaba conmigo.


En un momento Adriana me dice que me quite la ropa, yo ya tenía mi camisa desprendida y quede desnudo, ella empezó a chuparme la pija, estaba arrodillada en la cama y yo parado a la orilla, en un momento se la sacó de la boca y le dice al marido “mira mi amor, esta muy rica”, cuando me di vuelta vi que Héctor se había sacado la pija afuera del pantalón y era de muy buen tamaño, mucho más larga y gruesa que la mía.

Esa mujer si sabía como se chupa una pija, era algo espectacular, sabía cómo lamer, como acelerar y como ir suavemente. En un momento pensé que no aguantaba y acababa ahí mismo.
La hice acostar boca arriba, le volví a chupar las tetas mientras metía dos dedos adentro de su concha, era hermoso escuchar como gemía esa mujer, después fui bajando y comencé a lamerle el clítoris, metí 3 dedos en su concha y con mucha saliva y los propios jugos de ella, fui metiendo un dedo en su cola, que de por cierto estaba bastante apretadita.

Con el movimiento de caderas de Adriana, ese dedo se iba metiendo solo dentro de la cola, cuando acabó en mi boca, el dedo estaba íntegro adentro y los otros 3 en su concha hacían fuerza para entrar más.
Yo a esa altura no daba más de las ganas de cogerla, cuando quise ir a mi pantalón para buscar un preservativo, ella me dice “me queres cojer sin forro?, papi (dirigiéndose al marido) le decis que me coja sin forro?” Ante semejante mujer, semejante situación, no me pude negar, se que corría riesgos pero era algo que no podía despreciar.

Me prendí de nuevo a sus tetas y luego me acosté en la cama, Adriana se subio arriba mio, con mi pija adentro de ella, me abrazo moviéndose de una manera frenética. Héctor se estaba pajeando lentamente, ya su pija estaba bien dura, pantalones bajos y a simple vista se veía que medía más de 20 cmts.

Luego de coger largo rato, cambiamos de posición, Adriana se puso en 4 patas y comencé a cogerla por la concha, de a ratos se la sacaba, metia mi dedo pulgar mojándolo con sus flujos y buscaba meterselo en la cola, ella no decia nada, luego volví a cojerla, asi en esa posición volvió a acabar apretando la almohada con ambas manos mientras esa concha apretaba mi pija producto de los espasmos por el orgasmo.

Ahí fue cuando quise hacerle la cola y me dijo que hacía mucho que no la cojian por ahi, no dije nada y Adriana completo la frase “héctor cada vez que me hace la cola, me hace ver las estrellas”, entendí su frase, la pija del marido era muy gruesa.

Moje su orificio con saliva y luego mi pija, apoye la punta y le dije “movete vos hacia atrás, si duele dejamos”, se fue moviendo de a poco hasta que entro, cojimos un rato asi y luego la puse patas al hombro, esta vez por la concha, porque quería acabar.

Le puse ambas piernas en un solo hombro y empecé a cogerla muy rápido y profundo, Adriana acabó una vez más, yo sabía que no iba a aguantar mucho más, mi pija estaba que explotaba en cualquier momento.

No pasó más de 5 minutos que supe que ya no habia vuelta atras, le pregunte entre palabras y gemidos si podía acabar adentro de ella y me dijo que si, no termino de decirlo que empecé a acabar adentro de esa concha, parecía que no terminaba más de acabar, cada empujón era como que salia un poco más de semen, la pija me ardía, me dolía pero no quería sacarla de esa concha que tanto placer me había dado.

A pocos metros de nuestros cuerpo exhaustos, transpirados y cansados, Héctor acababa también producto de una paja viendonos como habiamos cojido con su mujer.

Nos bañamos, nos fuimos a comer algo a la cocina, había que reponer energías, ya era casi el amanecer, Héctor me preguntó si quería seguir, le dije que si (con esa hembra era para seguir todo el dia) pero Adriana dijo que estaba muy cansada, que a las 8 tenía que trabajar en su estudio y quería dormir al menos una hora “arreglemos para el fin de semana, ahí tenemos más tiempo”, me despedí con un buen beso de lengua de esa morena, que minutos antes me había dado tanto placer y que me dejó acabar adentro suyo prometiendo que un fin de semana la íbamos a pasar mejor que esa primera noche.

Luego de unos días concretamos para un fin de semana, la historia fue casi similar, nada más que aprovechamos mucho mejor el tiempo libre.

Fue mi primer trio con una pareja y vaya que fue especial.

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