La puta del super II

Segunda parte de la historia LAPUTA DEL SUPER. Imprescindible leer la primera parte para entender la trama.



Me levante para salir esperando que no hubiera ningún hombre en el baño o al menos ningún compañero. Y escuche como se abría la puerta del wáter del al lado y como salía alguien.

No sé quién sería pero alguien había estaba escuchando todo lo que allí había pasado. Y mirando hacia arriba me di cuenta que quizás viéndolo también. Los tabiques que separaban no era muy altos y yo ni siquiera me había dado cuenta.

Mi única esperanza es que fuera un desconocido que se llevase un buen recuerdo para machacársela en casa y no fuese un compañero. Ya tenía bastante con mirar a la cara a Mario el lunes.

En el baño no había nadie por lo que salí rápidamente y entre en el de mujeres. Allí si había dos chicas que no conocía. Me fui al lavabo más alejado de ellas y me mire en el espejo. Mis pintas me delataban. Aunque me había limpiado con papel, mi cara y mi pelo daban la sensación de lo que acababa de hacer en el otro baño. Me limpie bien la cara con agua e intente arreglarme como pude el pelo.

Salí del baño buscando a Mario con la mirada. Había mucha gente y era difícil encontrarle así. Di unas vueltas por la disco buscándole pero solo conseguí que se me acercaran hombres a decirme algo o simplemente a rozarse con mi cuerpo. Normal con el vestido que llevaba lo estaba pidiendo a gritos.

No encontré a Mario pero vi a Luis junto con Carlos y Víctor, otros compañeros de trabajo. Estaban en corro bebiéndose unos cubatas mientras miraban el móvil de uno de ellos.

Me acerque a ellos para preguntarles por Mario. El alcohol ya había hecho mella en mí y necesitaba irme de allí. Al estar frente a ellos se les ilumino una sonrisa a los tres.

+ ¡Hombre Eva! Que bien te veo. ¿Qué tal te lo estás pasando?; me pregunto Carlos, el más joven de los tres, tendría más o menos mi edad.

-Bien. Pero ya estoy cansada y un poco mareada. No estoy acostumbrada a beber; les conteste yo.

+ Ya se ve ¡jajaja!; rio Carlos

+Pero deberías hacerlo más a menudo. ¡Jajaja!; dijo Víctor

-¿Sabéis donde esta Mario? Quiero pedirle que me lleve a casa

+ ¡Buaaa Mario! Le he visto salir con Elena hace un momento. Creo que la iba a llevar a ella a su casa; contesto Luis

+Se te han adelantado Eva. Es que te entretienes por ahí zorreado y claro… El muchacho no te va a estar esperando siempre.

+JAJAJAJA; rieron los tres al unísono.

No me lo podía creer. El cabron del niñato me había usado como una puta y ahora se iba con esa zorra. ¿Cómo volvía yo a casa? Tendré que coger un taxi…

-Bueno pues voy a por mí bolso y buscare un taxi; les conteste yo haciéndome como que no me importara con quien estuviera Mario.

+ ¿Un taxi? ¿Aquí? ¿A estas horas? Ni de coña; contesto Luis

+Lo único que puedes encontrar en la calle si sales así es un resfriado y que te violen.

+ ¡Jajajaja!; volvieron a reir los tres.

Entiendo que estaban muy contentos con las copas que llevasen pero su manera de reírse de mi me parecía demasiado. Parecía que les gustaba que estuviera en esta situación.

+No te preocupes niña. Yo te llevo a casa con tu maridito; soltó Luis de repente.

Un alivio para mí. Pero que me recordase a mi marido no lo fue tanto.

-¿De verdad? Gracias Luis.

Era raro que justo fuese él quien se ofreciera. Siempre me había tratado bastante mal como si no le callera bien.

+Claro niña; dijo mientras me agarraba de la cintura y me atraía hacia él.

+Pero antes tomate una copa con nosotros, que podamos contemplar ese cuerpo que tienes; respondió.

+Eso. Estas mucho mejor así que con el uniforme de panadera. Jajaja; dijo Víctor.

+Deberías ir así a trabajar. Jajaja; añadió Carlos.

Víctor cogió mi mano y me hizo pasar en medio del corralito que tenían los tres hecho. Diciendo:

+Así. Alegrándonos la vista a tus compis

-Está bien; me deje hacer, aguantaría un rato sus miradas depravadas y así me llevaría Luis a casa.

-Pero yo no quiero beber más. Que ya voy bastante atontada; les dije con cara de niña buena.

+ ¿Como que no? No puedes rechazar una copa de quien te va a salvar tu precioso culito de quedarse aquí; me dijo Luis, quien ahora mismo estaba a mi espalda, supongo que no perdiendo detalle de mi culo.

Me sentía como un mono de feria con los tres tíos rodeándome y acariciándome cada vez que me hablaban. Entiendo que estuvieran calientes pero era su compañera, deberían respetarme un poco.

-Está bien, pero solo una. Y me llevas a casa; le conteste para dejarles claro que lo hacía porque me llevara a casa pronto.

+Que si Evita, anda ve tu a por las copas y así haces de camarera sexi que te pega con ese vestidito ¡jajaja!; respondió Luis.

Me estaban tratando como a una cualquiera, pero al menos mientras que iba a por las copas me quitaría sus miradas y sus manos de encima.

-Vale. ¿Qué queréis?

Me dijo cada uno lo que tomaba y me disponía a ir a la barra cuando Luis dijo:

+Te hará falta dinero ¿no?

Y sacando su cartera cogió un billete de 50€ e hizo algo que no me esperaba.

+Se suele poner en el tanga pero ya que no llevas lo dejare aquí; y metió el billete doblado a lo largo, en mi apretado canalillo, retirando con su dedos el vestido.

Víctor y Carlos le reían la gracia. A mí se me había quedado cara de boba. Solo atine a poner una sonrisa tonta para no contrariar al que me iba a devolver a casa. Fui a coger el billete de mis tetas, no pensaba ir hasta la barra así para que la gente pensara aún más que era una puta.

+No, no, no. El billete en las tetitas hasta que te lo pida el camarero que así lo mismo te hace un descuento; sentencio Víctor.

Cada frase era para reírse de mí. No quise alarga más aquello y con el billete en el escote me escape de los brazos de Carlos que era el que me tenía agarrada por la cintura en esos momentos. Pero antes de poder irme me dio un cachete en el culo diciéndome:

+ ¡Y date prisa que tenemos sed!

+Eso y no queremos perdernos a nuestra camarera particular; añadió Víctor dándome otra nalgada.

No sé qué les pasaba, como se atrevían a hacerme eso. Pero lo más increíble es que yo no les cruzara la cara de una bofetada. Simplemente les dije que vale y me dispuse a ir a por las bebidas.

+Espera, espera; me detuvo Luis; que yo no te he dado tu azote.

Rieron todos mientras que a mí se me quedaba cara de tonta.

+Ven aquí, pon el culete… dijo Luis y yo como tonta di un paso hacia ellos y mi di la vuelta hacia Luis para que me diera mi azote.

+Plas! Ala ya puedes ir a por los cubatas; dijo Luis dejándome claro que yo ya no era su compañera, era un juguete.

Me fui rápido a la barra para evitar más “situaciones incomodas” por llamar de alguna forma las burlas y manoseos que me estaban dando. En la barra había varias personas esperando para pedir. Pero el camarero al verme con el billete entre mis tetas no tardo en atenderme. Le pedí las 4 copas y cuando me las hubo servido, con toda la tranquilidad del mundo, para poder violarme con la mirada e intentar ligarme con frases de chulo de discoteca, cogí los 4 vasos con mis dos manos y cuando me daba la vuelta para marcharme me dijo:

+Espera nena, el cambio.

Un billete de 10 y una moneda de 2 euros. ¿Cómo iba a llevar los cuatro vasos y el cambio? Pero el camarero lo soluciono rápido.

+Te lo pongo donde lo traías; me dijo con recochineo

Y metió el billete en el mismo sitio que antes estaba el de 50 y con la moneda no se cortó y apartando mi vestido la metió dentro del sujetador en mi teta izquierda. Me fui lo más rápido posible con un buen mosqueo.

Llegue con mis compañeros que no habían perdido detalle y aunque les ofrecí las copas para que las cogieran Luis me dijo:

+Primero el cambio; y cogió el billete sin tocarme nada para mi asombro.

+ ¿Solo ha sobrado esto?; preguntó sabedor que no, ya que había visto como el chulo del camarero me había metido la moneda en mi teta.

-Y dos euros; conteste yo.

+ ¿Y dónde están? No se lo abras dejado de propina al camarero ¿no?

Que estúpida. Eso era lo que tenía que haber hecho.

-No. Están en mi teta; dije yo bajando la cabeza derrotada por mi estupidez.

+Umm que bien calentitos ¡jajaja! ¿En cuál? ¿O prefieres que la busque yo?

-Están en la izquierda. Coger los vasos y te los doy; conteste para evitar que se atreviera a meterme la mano en busca de su moneda.

-No, no ya los cojo yo; e hizo lo que me temía. Metió su manaza en mi teta, ante mi pasividad para decirle nada, tocando bastante más de lo necesario para coger una moneda.

Cuando saco la mano estaba roja como un tomate. Les volvía ofrecer las copas y ahora si las cogieron.

¿Qué me pasaba esa noche? ¿Por qué me dejaba hacer todo eso? Mario ya me había utilizado bastante y ahora estaba dejando que estos gilipollas me metieran mano como una vulgar puta. Y no sé porque, pero lo peor era que me estaba volviendo a calentar con la situación.

Estuvimos bebiendo las copas mientras iba de brazo en brazo manoseándome cada vez con menos disimulo.

+Venga Evita baila un poco para nosotros. Que te mueves menos que los ojos de espinete; dijo Víctor haciéndose el gracioso.

-Estoy cansada. Quiero irme a casa ya; le respondí.

+Venga baila un poco para nosotros y nos vamos que ya casi me he acabado el cubata; dijo Luis.

+Eso, o le invito a otra y echamos otro ratito aquí; dijo Carlos.

-Vale, como queráis pero eso y nos vamos ¿entendido?; les conteste mirando a Luis.

+Venga dale mueve ese culito; salto Víctor.

Y otra vez estaba yo allí, cumpliendo los caprichos de mis compañeros. ¿Por qué lo hacía, tan borracha iba o era el calentón con el que me había dejado Mario después de la mamada del baño?

Empecé a bailar, encima la música era regueton que esta tan de moda.

+Esto se baila más sensual, tienes que agacharte y mover el culo; dijo Carlos.

Como si no supiese como se baila, pensé yo.

¿Querían irse con la polla dura a casa? Pues que así sea; me dije a mi misma y empecé a darlo todo. Bailando para ellos como una golfa de las que salen en los videoclips de pitbull. Moviendo mi culo, meneando mis tetas, restregándoles el culo por el paquete. No creo que fuese lo más apropiado con el vestido tan corto que llevaba, y de lo que no llevaba debajo, pues seguro que en algún momento me vieron más de lo que debería. Pero lo que si estoy segura es que los tres tenían las pollas a reventar.

Acabo la canción. Yo estaba exhausta y sudorosa del baile. Pero ya se habían terminado las copas. Por fin podía irme.

-Bueno ya está bien, vámonos Luis; le dije con cara de pocos amigos.

+Si, tienes razón. Despídete y ve a por tus cosas al ropero. Te espero en la puerta.

¡Por fin! Fui a darle dos besos a Víctor pero me soltó un beso metiéndome la lengua como una serpiente. No reaccione y le deje hacer como el resto de la noche.

Carlos hizo lo mismo y me encamine hacia el guardarropas a por mí abrigo y mi bolso.

+ ¡Hasta el Lunes zorrita! ; grito Víctor mientras me iba.

¡Jodeeer! ¿Cómo iba a mirarlos a la cara después de todo esto? Preferí no pensarlo y centrarme que ya pronto estaría en casa.

Recogí mis cosas después que la chica del guardarropas me mirara con cara de “vaya pintas de zorra”. Y no era para menos. En el espejo que había colocado a un lado me vi reflejada. Las putas van más recatadas que tú; pensé.

Parte del maquillaje corrido. Los labios apenas quedaban restos del pintalabios después de la mamada y de los besos de tornillo que me habían dado.

Pero lo peor era mi ropa. Mi vestido que ya de por si era medio transparente y súper ceñido. Estaba descolocado. Casi enseñaba medio culo y gran parte del sujetador. Por no hablar de las manchas que tenía en el escote aunque se disimulaban con las manchas de sudor del bailecito que les había regalado a esos tres.

Me recoloque como pude el vestido, me puse el abrigo para dejar de lucir como una puta y salí de la discoteca en busca de Luis. Antes de salir mire mi móvil que estaba con un 2% de batería y con un whatsapp. Era de mi marido:

El niño se ha tomado todo el biberón y ya está dormidito. Pásatelo muy bien y no bebas mucho. Te quiero amor.

Me hizo sentirme más culpable. Todo lo que yo había hecho esa noche y el cuidando solo de nuestro hijo y diciéndome que me lo pasara bien…

Al salir a la calle vi a Luis en la puerta fumándose un purito de esos que son poco más grandes que un cigarro pero apestan igual que un puro.

+Venga niña que tengo el coche aparcado allí abajo; me dijo agarrándome de la cintura y empezando a andar hacia su coche.

Me imagine lo que la gente que nos estaba viendo andar, cogida por mi cintura de un hombre de cincuenta y tantos, podría pensar. O bien, que yo era una puta he iba a hacerle un servicio en el coche. O que era otra clase de puta que me gustaban los viejos.

Luis, como os digo tiene unos 55 años, medio calvo, con barriga cervecera, vamos para nada un madurito interesante. Eso añadido a que es un gilipollas y bastante machista explica porque vive solo y no se le conoce ninguna mujer. Seguramente llevara años sin follar a no ser que sea pagando.

Llegamos al coche y Luis abrió las puertas con la llave. Ya que es un coche de por lo menos 15 años. Me fui a sentar en el asiento cuando me dijo:

+Quítate el abrigo mujer.

-Hace mucho frio Luis.

+Ahora te pongo la calefacción. Lo menos que puedes hacer ya que te llevo a tu casa es que pueda contemplar ese cuerpo un rato más.

No quise discutir estando tan cerca de mi propósito. Que no era otro que llegar a mi casa y olvidarme de todo esto. Por lo menos hasta el Lunes que volviera al súper.

Me quite el abrigo y me senté poniendo el abrigo doblado sobre mis piernas. Hacia un frio de pelar y notaba como mis pezones estaban como agujas clavándose en mi sujetador.

+Esto mejor lo dejamos aquí atrás para que no te moleste; dijo él quitándome el abrigo de mis piernas permitiéndole disfrutar de su visión con mi cortísimo vestido.

Antes de arrancar el coche escribió lo que me pareció un whatsapp. No sé a quién porque no creo que nadie le esperase en casa a ese desgraciado. Dejo el móvil en un hueco al lado de la palanca de cambios y nos fuimos de allí.

Durante el viaje no quitaba ojo de mis piernas y de mis tetas que iban con los pezones bien marcados. Aunque de vez en cuando miraba su móvil como esperando que le contestaran.

No sé si eran las ganas de llegar, mi borrachera o que tenía muchas ganas de hacer pis pero el viaje estaba siendo demasiado largo. Quizás estaba alargándolo para deleitarse más con mi cuerpo el viejo verde o es que él también iba tan borracho que se había perdido. Entro en un polígono industrial y eso ya me pareció bastante sospechoso.

-Por aquí no se va a mi casa, ¿seguro que sabes llegar?

+Claro que se niña. Es para evitar los controles que no quiero que me hagan soplar; dijo el sacándose otro purito de esos.

-Joder Luis no fumes eso en el coche que me vas a asfixiar; le dije tosiendo.

+Es mi coche y aquí mando yo, si quieres bajo la ventanilla; y la bajo entrando el aire frio de nuevo.

Fue dando vueltas por las calles del polígono y me di cuentas que allí había putas. Seguro que era donde venía a follarse a alguna pobre chica de esas que le tocase chupársela a este cerdo por 30 €.

Siguió dando vueltas intercambiando su mirada entre mis tetas empitonadas, las putas y el dichoso móvil. No sé qué era lo que me molestaba más. Yo solo quería llegar de una maldita vez a mi casa. Al pasar al lado de un chica con la camiseta bajada mostrando las tetas me dijo:

+ ¡Mira que tetas tiene esa! Son como las tuyas. Y ella no tiene frio ¡jajaja!

-Venga Luis deja de mirar putas y llévame a casa de una puta vez; le conteste ya cabreada de su jueguecito voyeur.

+No te equivoques niñata. Ya te he dicho que en mi coche mando yo; me replico.

Me dieron ganas de bajarme del coche e irme por mi cuenta pero ese no era el mejor sitio para una mujer y menos sin batería en el móvil. Calle esperando que mi enfado sirviera de algo.

+Venga no te enfades. Vamos a preguntarle a esa cuanto por chupármela a dúo contigo; me soltó para mi incredulidad.

-¿Estas gilipollas? ¿O estas demasiado borracho?

+ ¡JAJAJA! Borracho un poco pero no es eso, he pensado que para redondear la noche sería un buen final; y volvió a reír el muy cerdo.

-Vete a la mierda; le conteste indignada.

En ese momento sonó su móvil. Un whatsapp diría yo. Y acto seguido sonó varias veces más como llegándole varios mensajes. Lo miro y su cara se ilumino. Volvió a dar la vuelta y temí que parase donde la chica de antes pero la paso y unos 100 metros de ella paro el coche.

-¿Qué haces Luis?; le pregunte, temiendo la respuesta.

+Te voy a dejar claro quién manda aquí; me dijo y me asusté mucho.

-¿Qué coño dices?; intente parecer fuerte pero no era así.

+Muy sencillo. Me has puesto caliente toda la noche y ahora quiero terminarla como se corresponde.

-No sé qué dices. Yo no te he hecho nada.

+ ¿Como que no? Llevas toda la noche con esa pinta de puton y comportándote como tal así que ahora quiero que actúes en consecuencia.

-No sé qué coño quieres de mi Luis, estoy casada, no voy a hacer nada contigo; le dije asustada por si su intención era violarme allí como a una puta más.

+Por eso mismo, porque estas casada vas a hacer lo que yo te diga y sin rechistar.

-Estas muy borracho. Venga llévame a casa y olvidemos esto como si no hubiera pasado nada; le dije intentando evitar algo peor.

+Parece que no lo entiendes. Vas a hacer lo que yo te diga o tu maridito se va a enterar de lo que has hecho esta noche.

Me quede helada, y no solo por el frio, este cabron quería chantajearme. Lo llevaba claro.

-¡JAJAJAJA!; ahora era yo la que reía.

-¿Que le vas a decir? ¿Qué me has estado metiendo mano en la discoteca y querías chantajearme? Prueba. Rubén te partirá la cara de una ostia ¡jajaja!; volví a reír.

+No niña eso no; contesto tranquilamente.

-Entonces ¿qué?; le pregunte yo un poco inquieta por su tranquilidad.

+Le contare como le chupabas el rabo a tu encargado en los baños de la disco mientras él estaba durmiendo en casa.

Me quede helada. Así que había sido este cerdo el que estaba en el baño de al lado. ¡Hijo de puta! Pero da igual, reaccione, Rubén no le creería a él. Y más siendo lo mal que nos llevábamos Luis y yo en el trabajo.

-¿Y a quien piensas que va a creer mi marido, un viejo verde como tú o a su mujer que siempre le ha sido fiel?; le dije creyéndome ganadora de la situación.

+A mí; contestó con toda seguridad.

-¿Qué dices?; le dije con la boca pequeña asustada con su seguridad.

+A mí niñata. No tendrá dudas cuando le enseñe esto; me dijo pasándome su móvil.

-¡¡¡¡Qué coño!!!! exclame yo. Era una foto mía en el baño con Mario. Se me veía claramente la cara chupándole la polla con las tetas fuera de mi vestido.

+El tuyo zorra ¡Jajajaja!; rio el muy cerdo.

+Y hay muchas más. Pasa, pasa ya verás y hasta un video que capta todo.

Fui pasando las fotos con mi dedo tembloroso. Había de todo: Yo chupándole la polla, yo lamiéndole los huevos, yo con mi cara llena de su corrida, hasta de cuando me metía el tubo por el culo. Y lo peor es que eran de muy buena calidad. Se me reconocía sin lugar a dudas.

Me hundí. Si mi marido veía eso me dejaría. Todo se habría acabado. Quizás no estemos en el mejor momento pero es solo en el tema sexual. Yo le amo con toda mi alma. Además esta mi pequeño. No podía dejar que creciera en una familia rota. No. Y menos porque su madre sea una zorra. No pude más y empecé a llorar.

+No llores Evita, si esto tiene solución; me decía el muy cerdo.

-¿Qué quieres cabron?; le grite; ¡Dime qué coño quieres de mí!

+Tu coño. Como bien dices. Y el resto de tu cuerpo. ¡Jajaja!; dijo el muy cerdo disfrutando de mi situación.

-Está bien; le dije yo, sin poder hacer otra cosa que darle a ese hijo puta lo que quería si no quería que jodiera mi vida para siempre.

-¿Quieres un polvo? Pues venga. Pero después borra esas fotos y olvídate de mí y de mi familia; le dije muy enfadada.

+No, no, no. No lo entiendes niña. No quiero un polvo. Quiero que seas mía. Vas a ser mi esclava sexual; me dejo helada.

-¿queee?; atine a decir sin poder entender lo que me estaba pidiendo.

+Pues eso. Quiero que seas mi putita. Que hagas lo que yo te mande.

-……; no podía decir nada, no sabía que decir.

+Y tú serás mi esclava, bien sumisa y obediente o estas fotos serán tu perdición.

+Pero si me obedeces estarás a salvo. Tu matrimonio seguirá como hasta ahora. ¿Tú decides?; sentencio el puto viejo.

-¿Cucuanto tiempo?; mi voz temblaba.

+No lo sé, supongo que hasta que me aburra de ti.

Mi cabeza daba vueltas y no era del alcohol. El pedo se me había pasado de golpe. Pero no podía ni pensar. Quizás no hacía falta hacerlo. Solo había dos opciones. Ser lo que ese viejo verde me decía o perder a mi marido y destrozar nuestras vidas y la de mi hijo. No tenía elección.

-Vale; conteste escuetamente.

+Vale, ¿Qué?; pregunto él para hacer más sangre.

-Haré lo que tú quieras; conteste.

+ ¿Quieres decir que serás mi esclava? ¿Mi puta?; siguió apuñalándome con sus palabras.

-Sí; le dije con la cabeza baja.

+ ¡Pues dilo!; ordeno él.

-¿Qué?

+Que digas lo q vas a ser zorra y no me tengas repitiendo todo o te castigare; me dijo enfadado.

-Seré tu esclava, tu puta; le conteste yo lloriqueando.

+ ¡Jajajaja! Pero no llores. Límpiate esas lágrimas y sácate las tetas. Quiero que me lo digas con ellas en las manos, ofreciéndomelas.

El hijo puta estaba claro que no solo iba a usarme para follar. Quería humillarme. Pero yo no podía hacer nada. Aparte de obedecer.

Me baje el vestido por debajo de mis tetas y me quite el sujetador. Ya me tenía donde quería, procuraría no alargar esto más de la cuenta.

Agarre mis tetas con las manos y levantándolas un poco le dije:

-Voy a ser tu esclava, ¡Tu puta!

+ummm así me gusta más; dijo mientras empezaba a manosearme las tetas sin ningún cuidado.

Empezó a lamerlas y a chupar mis pezones que ya estaban duros por el frio, mientras yo las mantenía ofrecidas con mis manos. A pesar de lo asqueroso que era el viejo me calenté un poco con su trabajo. Paro de chupar de repente.

+ ¡Te sale leche!; dijo medio sorprendido mientras apretujaba mi teta derecha haciendo que salieran chorros de leche de mis pezones.

-Normal; conteste yo; llevo desde anoche sin dar el pecho, están llenas.

+Ummm que vaca lechera tenemos aquí; y siguió jugando a apretarlas mientras ponía mí vestido lleno de mi leche.

+Bueno, antes de seguir, dame tu móvil; me ordeno.

-¿Para qué?; le pregunte yo.

+ ¿Qué te he dicho? Que obedezcas y no me hagas repetir las cosas; dijo alzando la voz.

Saque mi móvil del bolso y se lo di.

-No tiene batería; le dije con esperanza de que eso le hiciese olvidar lo que quisiera hacer con él.

+No pasa nada, tengo cargador.

¡Hijo de puta! Parece que todo le sale bien al cabron. Saco un cargador y lo enchufo al coche y después a mi móvil.

+Enciéndelo; me dijo acercándome el móvil sin soltarlo.

Le di al botón y cuando la pantalla se encendió me lo quito. Mientras que esperaba que el móvil se encendiera fui a subirme el vestido pero de repente me soltó una bofetada en la cara. No me hizo demasiado daño pero me asusto.

+ ¿Qué coño haces? ¿Te he dicho yo que lo hagas?; me dijo sin verle muy enfadado.

-Perdón, perdón; le dije o más bien le suplique.

+Eso está mejor. Haber dime el pin.

-3003

+Bien, ahora el patrón de desbloqueo; me dijo volviéndome a acercar el móvil para que lo dibujara. Lo hice.

+Bien. Mientras termina de cargar te explico; me dijo poniendo voz de profesor de colegio.

+Mi móvil es muy básico y no hace buenas fotos ni videos y necesito hacerte un video.

Mi cara se volvió a poner blanca.

+No te asustes, es solo para evitar problemas; dijo sin yo entender a que se refería.

+Quiero que digas lo que me has dicho antes, pero un poco más currado si puede ser.

+Piénsate un discursito donde dejes claro que deseas ser mi puta y que lo haces porque tú quieres, porque eres una zorra. Di tu nombre completo y donde trabajas y hazlo con las tetas en la mano como antes.

+ ¡Ahh! Y como toque final estaría bien que cuando acabes te estrujes los melones para que salga unos chorros de leche. Así se verá que aparte de puta eres una vaca lechera; termino de decir riéndose a carcajadas.

¿Qué hago? Era lo único que sonaba en mi cabeza. No podía pensar con claridad. Intente concentrarme. Si hacia ese video tendría una prueba más contra mí pero en realidad no le hacía falta. Con todo lo que tenía ya era suficiente. Además lo de Mario si era una infidelidad y era culpa mía. Esto solo un chantaje. Solo podía obedecer.

+ ¿Cómo se pone la cámara?

-Ahí; y le indique el icono al imbécil.

+Bueno ¿estas lista?; me pregunto

-No sé qué decir; le confesé.

+Ya te lo he dicho, solo se convincente e intenta humillarte bien o me harás enfadar y lo hare yo.

-Está bien; le dije asustada y nerviosa.

+Bien, prepara, lista, ¡Acción!; dijo el gilipollas.

Agarre mis pechos otra vez y empecé:

Me llamo Eva María ***** **** y trabajo en el supermercado *****. Soy una adicta al sexo y por eso he decido ser la esclava y puta de Luis.

Apreté mis tetas y dos chorros de leche salieron disparados hacia Luis.

+No me gusta. Sé más guarra y humíllate más. Y no digas mi nombre solo di su esclava y su puta; me indico.

-Está bien; le conteste con desgana.

+ ¡Acción!

Me llamo Eva María ***** **** y trabajo en el supermercado *****. Soy una cerda calienta pollas que necesita que la den salami y la humillen a diario. Por eso le he suplicado que me acepte como su esclava y su puta personal.

Volví a estrujar fuerte mis tetas y dos chorros salieron otra vez contra Luis. Esta vez al acabar pellizque mis pezones y mantuve las tetas levantadas tirando de ellos. No quería tener que repetirlo más veces y pensé que todo lo que pudiera hacer sería mejor.

+Muy bien Evita; dijo con una gran sonrisa.

+Mantente así y sonríe que te haga una foto; yo obedecí.

+Ahora abre la boca y saca bien la lengua; otro flash, otra foto.

+Muy bien, me ha gustado. Parece que aprendes rápido; me dijo.

-Gracias; le conteste sin saber qué otra cosa podía decirle.

+Va siendo hora de que empieces a trabajar ¿no crees?

En un principio no le entendí pero cuando vi que se desabrochaba el pantalón y se los bajaba junto con los calzoncillos lo entendí perfectamente. Acerque mi cara a su pequeña polla morcillona y me dijo.

+Ponte mejor de rodillas en tu asiento con el culo hacia la ventana así se te vera mejor.

Yo obedecí y apoyando las manos sobre su asiento empecé a lamerle despacio esa mal oliente polla esperando que se le pusiera dura de una vez.

+Umm que lengüita tienes; me dijo el cerdo.

Intentaba no pensar que era la suya y pensar que era la de mi marido. Difícil. Porque sabía igual que olía. La polla fue tomando un tamaño más normal sin ser grande aunque si gorda y empecé a chuparla con toda la boca.

La fantasía de que fuera la de mi marido fue pasando a pensar que era la de Mario. ¿Por qué mi mente me hacía eso? El caso que me fui calentando y mame con más ganas. Como cuando se la comía a Mario esta misma noche.

+Que bien lo haces. Se nota que tienes experiencia. El niñato del encargado lo habrá disfrutado de lo lindo; me decía él para humillarme un poco más.

+ ¿Que te gustan más los yogurines como Mario o los maduritos como yo?

No le conteste ya que no podía con su polla en la boca.

Mientras yo me dedicaba a saborear esa asquerosa polla el andurreaba con mi móvil. Supongo que enviándose el video y las fotos. Después de unos minutos chupándosela con verdaderas ganas, aunque no lo entendiera, estaba cachonda, pero me hizo parar.

+Para, para que me voy a correr y todavía hay más cosas que hacer; me dijo apartando mi cabeza de su paquete.

+Haber date la vuelta que inspeccione ese coñito y ese culito que tienes.

Gire sobre mis rodillas en el asiento y me coloque con mi cara en la ventanilla y mi culo hacia él. Empezó a sobarme el culo. Luego a pasar la mano por mi coño.

+Estas empapada zorra. Se nota que eres una guarra.

Paso un dedo por la raja de mi culo apretando en mi ano y metiéndolo un poco. Yo di un bote que casi me como la ventanilla.

+No te hagas la estrecha que he visto cómo te metías el tubito del papel en el baño ¡jajaja!; rio él.

Con la otra mano metió dos dedos en mi coño y empezó a moverlos. Me estaba excitando pero a la vez me estaba meando mucho.

+Creo que esto está listo para meter mi polla; decidió Luis.

-Por favor Luis, me estoy haciendo pis desde que salimos de la discoteca. Vamos a una gasolinera y después hacemos lo que quieras; le pedí yo intentado sonar sumisa.

+ ¿Una gasolinera? Las perras mean en la calle no en un baño; dijo él.

Le mire con cara de cordera para intentar que no me hiciera mear allí. Aunque estábamos de noche en un polígono, no paraban de pasar coches de puteros continuamente. Además había varias putas cerca que me verían, incluyendo la que hace un rato Luis quería que le comiera la polla junto a mí.

+No me mires así. Si quieres mear a la calle como las demás putas.

-Vale; le dije resignada. Ya no me aguantaba más.

+Ponte enfrente del coche a 5 pasos y con las piernas bien abiertas que no me quiero perder detalle; recalco para mi humillación.

Resignada a la humillación que tenía que soportar fui a coger de mi bolso pero Luis me paro.

+ ¿Qué haces?

-Coger unos clínex para limpiarme.

+ ¿Tú crees que las perras se limpian con clínex?; me pregunto

-No; le dije agachando la cabeza.

+Lo hacen con su lengua, pero como tú no creo que llegues a lamerte el potorro lo harás lamiendo tu mano y limpiándote con ella.

No podía creer lo que me estaba pidiendo.

+Venga; me instó; y límpiate bien que no quiero que manches mi coche con tu pis.

Humillada abrí la puerta del coche y Luis añadió:

+Y no se te ocurra taparte las tetas; no sé porque, pero ya me lo suponía.

Salí del coche notando el frio típico de diciembre. Mis pezones se pusieron tiesos y duros. Y mi carne de gallina. Ande los 5 pasos que me había ordenado y me di la vuelta. Me subí el vestido a mi cintura y me puse de cuclillas. En ese momento Luis encendió las luces del coche. Por cómo me deslumbraba tenían que ser las largas.

Ahora sí que me verían todos. No podía hacer nada solo mear lo más rápido posible. Y empecé. ¡Por fin! ¡Que gusto! Cuanto tiempo aguantándome. Estuve casi un minuto echando un buen chorro para deleite del cerdo de Luis y de los que pasaban por allí. Al menos 6 coches, ya que yo estaba cegada por las luces. Pero pitaron dos veces al pasar por delante mía y uno con unos jóvenes grito, sacando la cabeza por la ventanilla: ¡Guaaaarrra!

Termine de hacer pis y quedaba lo peor. Limpiarme. Me arme de valor y no sin asco lamí mi mano y me la pase por mi coño. Volví a lamerla esta vez saboreando mi propio pis y volví a limpiarme el coño con ella. Repetí la misma operación tres veces más. No quería mandar su coche y se enfadara más. Cuando pensé que estaba bien limpio me levante y sin bajar mi vestido, para intentar contentar a ese cerdo, fui al coche.

Al llegar Luis tenía mi móvil en la mano. Lo dejo junto al suyo y me dijo:

+ ¿Muy guarra que tal la experiencia?

-¡Vete a la mierda!; no pude reprimir más mi enfado y se lo solté así.

El me soltó una hostia en la cara. Esta vez más fuerte que la anterior.

+Recuerda que soy tu dueño puta. Pensaba follarte y dejarte en casa pero ahora tengo que castigarte.

Mi cara cambio. Porque no me había cerrado mi bocaza. Ya casi habíamos acabado. Un polvo con ese viejo de mierda y me hubiera ido a casa. ¿Qué coño me haría para castigarme?

-Perdóname, lo siento Luis, no lo volveré a hacer; le suplique.

+Ahora ya es tarde. Espero que te portes bien a partir de ahora o será peor; dijo mientras arrancaba el coche.

-¿Dónde vamos?; le pregunte con miedo.

+Vamos a ver a tu amiga la rumanita de hay detrás. Para que me la comáis a dúo.

¡Dios no! Pensé que se le había olvidado. No pensaba poner mi lengua con la de una puta callejera. A saber la de pollas que se habría metido esta noche.

-Por favor, por favor, no me hagas esto. Hare lo que quieras, te la chupare todas las veces que quieras. Te dejare que me des por el culo. Pero no me hagas eso.

+ ¡Cállate! Y más te vale que seas obediente y no hagas ningún numerito delante de ella o acabaras comiéndote su coño.

Aterrada por la idea me calle. Dio la vuelta a la rotonda y se dirigió hacia la chica. Pasamos por delante de otra, una negra grande y bastante fea. Casi di gracias que hubiera elegido a la otra.

+No hables si no te lo digo y por lo que a ella respecta tú eres mi novia, muy guarra y muy complaciente; me dijo llegando a la chica.

Al parar el coche a su lado ella se acercó por la ventanilla de Luis.

-Hola guapo. ¿Que, dando una vuelta con tu hija?; dijo la puta con acento de Europa del este.

+! ¡Jaja!; rio Luis falsamente, no es mi hija es mi novia y es muy guarrilla; dijo para mi humillación.

La puta en cuestión la verdad que era muy guapa. Tendría mi edad más o menos. De pelo negro como el carbón y piel clara. Los ojos no se los pude distinguir bien debido a la oscuridad de la noche pero de cuerpo estaba también muy bien. Llevaba unos pantalones vaqueros ajustados, que le marcaban un culo respingón y unas bonitas piernas. Los pechos que antes había visto, ahora estaban medio tapados debajo de una camiseta con gran escote que dejaba ver casi todo el sujetador. Una chaqueta corta abierta hasta el escote y unas botas altas de tacón eran el resto de su uniforme de trabajo.

-¿así? Yo también soy muy guarrilla. Dijo ella.

+ ¡Qué bien! Me encantan las guarillas. ¿Qué te parece si me hacéis una mamadita las dos a la vez?; le dijo Luis sin andarse con rodeos.

-¿Con ella? No. Soy guarra pero no tanto; dijo para mi sorpresa y mi alivio.

+ ¿Por qué? ; dijo sorprendido Luis; seguro que lo habrás echo más veces con otras chicas.

-Si con otras chicas. Pero ella es muy cerda. He visto como meaba y se lamia la mano con su meada. No pienso chupar lo que ella chupe; resolvió nuestras dudas.

No sabía dónde meterme. Era una alivio para mí no tener que mamársela a Luis junto a ella. Pero que una puta callejera se negara a hacerlo porque yo soy más cerca que ella… estaba claro que había tocado fondo.

+ ¡Jajaja!; a Luis le hizo gracia que me humillase una puta y no le pareció importar quedarse sin su trio.

-Si quieres yo te la chupo bien. Pero que ella no acerque su boca de cerda; dijo ella.

+Ummm. Está bien, me gusta cómo eres y estas muy buena. ¿Cuánto por una buena mamada?

-25€ tu y yo solos. SI quieres que ella mire 30; recalco la rumana.

+Pues 25€, no me voy a pagar más por esta cerda; contesto Luis dejándome en una situación extraña.

No es que tuviera ganas de ver como se la chupaban pero ¿dónde iba a ir yo mientras lo hacían?

+Pues sube atrás que estaremos más comidos; le dijo Luis a la chica.

+ Y tu zorra: ¡sal del coche! Espera en su sitio para que no se lo quiten.

¡JAJAJAJAJA!; se rieron los dos de mí.

Yo asustada por tener que estar en la calle en un sitio así le pregunte hablando por primera vez delante de ella:

-Y si me confunden con una prostituta ¿qué hago?

+Te confundirán seguro con esa ropa; dijo ella ya desde dentro del coche; no te preocupes tu di que 60€ follar. Nadie va a pagar tanto por follar contigo aquí.

+ ¡JAJAJAJA!; volvieron a reír los dos, le había salido una buena compañera de juegos a Luis para humillarme.

-¿Puedo coger mi abrigo?

+El abrigo déjalo aquí que no quiero que se manche mi coche. Pero llévate el bolso que va a juego con tu disfraz de puta. ¡Jajaja!; volvieron a reír.

Cogí el bolso y mire mi móvil pero no me atreví a cogerlo. Sé que no me dejaría para que intentar. Salí del coche y cerré la puerta.

Me acerque a la fogata que tenía la puta para calentarse y lo agradecí ya que hacia muchísimo frio. Serían las 5 de la mañana y solo llevaba mi fino y escueto vestido y mis zapatos de tacón.

Ahora sí que parecía una puta al lado del fuego, así vestida con el bolso. Tenía miedo. Aunque el coche estaba a 10 metros que seguridad tenía yo de que Luis me fuera a defender si lo necesitaba.

Dentro del coche no se veía nada. Supongo que Luis estaría disfrutando de su mamada mientras yo me moría de frio como una puta callejera.

Pasaron varios coches, que aminoraban para verme bien. Yo me daba la vuelta para hacer que no les veía. Otro paro y me llamo:

+ ¿Cuánto por un polvo?; dijo un hombre al que no mire.

Repitió otra vez la frase y como no me di la vuelta se fue. Menos mal.

Llevaba 10 minutos viendo pasar coches cuando otro se paró y me llamo. Intente usar la misma táctica de hacerme la sorda pero este no pico. Al ver que no le hacía caso toco dos veces el claxon del coche. No tenía otra opción que acercarme y deshacerme de él sutilmente.

Según me acercaba me di cuenta de que eran dos chicos jóvenes en un bmw nuevo. Eso no era bueno para mí. Ya que si se encaprichaban de mi seguro que dinero no les faltaba para follarme. Fui a la ventanilla del copiloto que era la que tenía más cerca de la acera y les dije:

-¡Hola chicos!

+Hola guapa; me contesto el copiloto.

+ ¿No tienes frio con ese vestido?; dijo el conductor.

+Claro que lo tiene ¿no ves como tiene los pezones?; le dijo el copiloto a su amigo.

-Un poquito; les dije yo tonteando.

Vale. Ya estaba vestida como una puta callejera pues que más me daba actuar un poco. Si les digo que no soy una puta no se lo iban a creer y lo mismo empeoraba las cosas pensando que no quería follar con ellos.

+ Pues nosotros te calentamos nena; dijo el conductor.

-umm ¿sí? ¿Y qué hacen dos chicos guapos y jóvenes pagando por sexo cuando podéis ligaros a la que queráis?; les dije alagándoles un poco.

+A la larga las putas salís más baratas; dijo el conductor.

+Y además se os puede hacer de todo ¡jajaja!; rio el copiloto.

-¿Y que tenéis pensado hacer malotes? ; seguía yo tonteando.

+Pues depende de la puta en cuestión; dijo el copiloto que parecía el más lanzado.

-Y de qué depende; dije yo como la canción.

+Pues por ejemplo del cuerpo de la puta, tú por ejemplo tienes unas buenas tetas para que me hagas una cubana; contesto el mismo.

+Pero yo tengo ganas de follar un culo esta noche. Haber date la vuelta que veamos que tienes; me pidió el conductor.

Lanzándole una sonrisa me di la vuelta y les deje mi culo a mano. Tan a mano que el copiloto empezó a tocarme el culo. Primero por encima del vestido pero enseguida lo levanto y pudieron ver que no llevaba nada debajo. Me di la vuelta y les dije:

-Bueno ya está bien como adelanto ¿no?

Me estaba empezando a preocupar. Mi idea era tontear como una puta pero luego decirles que tenía la regla y solo podía chupar. Y luego decirles un precio exagerado para una mamada. Pero esos dos en ningún momento habían dicho nada de usar mi coño. Solo mis tetas y mi culo...

+ummm. Llevas el coñito al aire. Que golfa; dijo el copiloto.

-Si, a eso me dedico; les dije, no muy lejos de la realidad por cierto.

+Bueno ¿y lo haces por el culo?; dijo el conductor obsesionado con sodomizarme.

-Lo siento nene; intente sonar cariñosa; mi culo es solo para mi chulo.

+Buaa, pero él no se va he enterar; me contesto.

-uy que no, mírale esta en ese coche inspeccionando a una compañera; les dije señalando el coche de Luis.

+ ¿Ese es tu chulo? Pues vaya mierda de coche; contesto el conductor.

-Es el que usa para estar aquí. Para que la policía no le fiche el bueno; reaccione rápidamente.

+Pues una mamadita y una cubana con esas tetorras si te marcaras ¿no?; dijo el copiloto.

No sabía que excusa poner a eso… pero no pensaba chupársela a esos dos. Tuve que pensar rápido.

-La verdad chicos es que en cuanto acabe con mi chulo con ella nos iremos y no quiero hacerle esperar. Hoy ya he sacado suficiente y no quiero que se enfade; fue lo mejor que se me ocurrió.

+Bua tío una puta que no quiere dinero; dijo el conductor.

+Te damos 80€ por una mamada a cada uno; dijo el otro

-Lo siento chicos de verdad; me encantaría chuparos esas deliciosas pollas pero no puedo; con el calentón que llevaba tampoco mentía del todo.

+Por lo menos a cambio de dejarnos con las ganas dejarnos que te toquemos un poco ¿no?; dijo el conductor.

Sin saber ya como escaparme no me quedo otra que aceptar.

-Está bien chicos. Pero 1 minuto cada uno y se acabó, que no quiero líos con él.

+Venga yo primero; dijo el que tenía más cerca.

Y empezó a manosearme las tetas, hasta que me saco una de mi apretado vestido. No dije nada y le deje que siguiera acariciando mi pezón. Con la otra mano me cogió del culo tirando de él hacia el coche. Sentí el frio metal en mis muslos. Manteniéndome así sujeta siguió magreando mis tetas y sobándome el culo. Después abandono mis tetas dejando una al aire y bajo su mano hacia mi coño. La metió sin vergüenza bajo mi vestido y lo acaricio un par de veces diciendo:

+ ¡Si está bien depiladita! Como el de una niña.

Un par de caricias más y fue a meter un dedo en mi rajita pero le pare los pies.

-¡Cambio!; si no le paro, con lo cachonda que estaba, seguramente habría perdido el control.

Me di la vuelta al coche por delante para que me vieran bien y así exhibirme un poco más. No sé qué me pasaba pero estaba realmente cachonda.

Me apoye en la ventanilla dejando bien a la vista mi escote al conductor. Este no tardó en bajarme el vestido y dejar mis tetas, colgando, al aire.

¡Ufff como me estaba poniendo! Empezó a magrearme las tetas a su antojo mientras yo me dejaba hacer. Cuando se cansó me dijo:

+Haber ese culito.

Yo me di la vuelta y me agache dejando mi culo a mano para que disfrutara con él.

Me lo estuvo acariciando un rato hasta que pasó a mi coño unos segundos para volver a subir con un dedo surcando mi coñito depilado hasta mi ano. Presiono mi entrada trasera para meterme el dedo y fue cuando di por terminada la sesión de magreo gratuito.

- ya está bien chicos; les dije dándome la vuelta y colocándome el vestido.

+ Joder nos has dejado con la polla dura; dijo el que me acababa de toquetear.

- Encontrareis a otra chica que os saque toda la leche; les dije.

+ ¿Y que este tan buena como tú?; dijo el conductor.

En ese momento se me encendió una bombillita en mi cabeza.

-Si os dais una vuelta y volvéis en un rato aquí se pone una morenaza muy guapa que la gusta que la den bien duro por detrás. Y es más barata que yo; les dije con intención de devolverle a esa zorra un poco del mal que ella me había hecho pasar.

+ Pues te haremos caso. Hoy necesitamos reventar un culo y si no es el tuyo será el de tu amiga; dijo el copiloto.

Les sonreí y guiñándoles un ojo les lance un beso a cada uno y me volví a mi sitio andando sensualmente para terminar de meterme en mi papel. En cuanto me aleje ellos salieron revolucionando su coche. Eran unos niñatos chulillos, pero que cachonda me habían puesto. Nunca imagine que hacerme pasar por puta me excitaría tanto.

Para no arriesgar más decidí, después de calentarme en la hoguera de la rumana, apartarme un poco de la carretera y así hacer más difícil que otro “cliente” me reclamara.

Aproveche este tiempo de espera para volver a hacer pis. Gracias a dios tenía mi bolso y esta vez podía limpiarme con papel.

Estaba terminando de limpiarme cuando vi que Luis salía del coche. Se alejó unos pasos y me hizo un gesto con la mano para que fuera. Le obedecí.

Estaba caminando hacia él y vi que se sacaba la polla. Cuando llegue me dijo:

+arrodíllate a mis pies.

Y así lo hice.

Pensé que me pediría que se la chupara de nuevo pero no. Lo que hizo fue empezar a mear en la acera. Algunas gotas salpicaban y me daban en las piernas. No me moví, superando mi asco. Cuando termino me dijo:

+Límpiamela.

Era absurdo pensar a que quería que sacase un clínex y se la limpiara. Así que hice lo que ambos sabíamos a lo que se refería. Me la metí en la boca y se la limpie llenándola de saliva.

+Muy bien perrita. Como te decía aprendes rápido; me dijo mientras me acariciaba la cabeza como un animal.

+Ven, así a cuatro patas. Que Cristina tiene un regalo para ti; así se debería llamar la puta. O eso le había dicho a él.

Les seguí a cuatro patas hasta la puerta trasera de su coche. Allí estaba la rumana desnuda, limpiándose el coño con mi abrigo. Al verme sonrió.

-Mira lo que ha dejado tu novio para ti; dijo poniéndose también a cuatro patas sobre el asiento del coche dejando el culo hacia a mí.

Mire a Luis con cara de no entender.

+Ábrele el culito cariño. Ya verás; me dijo él.

Me acerque un poco más he hice lo que me ordeno. Al abrir sus nalgas vi el extremo de un condón metido en su culo.

+Eso es para ti amor. Sácaselo con la boca.

Otra humillación más con ayuda de esa zorra. Dude por unos instantes pero como el resto de la noche, no podía hacer más que obedecer.

Acerque mi cara a su culo mientras mantenía separada sus nalgas con mis manos. Y con mucho asco agarre lo poco que sobresalía del condón intentando no tocar con mis labios su ojete.

Sujetándolo con los dientes tire de él. Pero la zorra apretaba el culo para que me fuera más difícil. Después de estar un buen rato con mi boca y mi nariz pegada a su agujero, conseguí sacar unos pocos centímetros.

Estaba claro que así no podría sacarlo. Probé a volver a agarrarlo desde más cerca de su ojete. Para hacer más fuerza y así evitar que lo que había sacado se hundiera otra vez en su interior.

Tuve que repetir la operación dos veces más. Hasta que salió más de la mitad. En ese punto con un tirón más el condón salió quedando colgando de mi boca.

Cristina se dio la vuelta y me dijo:

-Te gusta nuestro regalito.

La mire con cara de odio.

+No seas desagradecida. Dale las gracias a la señorita; me ordeno Luis.

-Gasias; dije yo como pude con el condón en la boca.

+De nada guapa; contesto ella cogiendo el condón justo por debajo de mis labios.

La muy zorra empezó a jugar con el sobre mi cara dándome con él en las mejillas, nariz, ojos… estaba disfrutando.

-Abre la boquita; me dijo ella.

No sabía si debía obedecerla pero supuse que sí. Abrí la boca y ella me metió el condón dentro dejando solo fuera la parte abierta.

-Cierra los morritos para que no se salga nada; volvió a decir ella.

Así lo hice. Poniendo morritos como en los selfis de las chonis. Sentía mucho asco. El sabor típico del látex se juntaba con el del culo de esa zorra. Aguante las ganas de vomitar que me entraba de solo pensarlo.

+Que guapa estas Evita; me dijo Luis

+Ahora ayuda a vestirse a Cristina que se ha portado muy bien esta noche; me ordeno él.

La rumana se rio otra vez de mí y buscando su tanga me lo tiro a la cara.

-Pónmelo; me dijo mientras se tumbaba en el asiento levantando las piernas hacia a mí.

Metí el tanga entre sus largas piernas y se los fui subiendo. Levanto el culo para ayudarme a colocarle el tanga en su sitio. Después hice lo mismo con sus pantalones. Me tiro el sujetador otra vez a la cara y sentándose en el borde del asiento se lo puse intentando no tocarla las tetas. Para abrochárselo tuve que pasarle los brazos casi abranzandola dejando nuestras caras casi rozándose. Ocasión que aprovecho para darme un beso en la mejilla burlándose otra vez de mí. Ella misma se puso la camiseta diciéndome:

-Ponme tú las botas.

Y arrodillada como estaba ante esa puta callejera le calce. No sin esfuerzo esas botas altas de tacón de vértigo. Cuando termine se puso de pies y me dijo:

-Bésalas.

Acostumbrada como estaba a las humillaciones esa noche. Agache mi cabeza hasta sus botas y con cuidado de que no se me saliera el condón, bese primero una y después la otra.

-¡jiji! ¡Que ricura!; dijo la muy zorra.

+Bueno ya es hora de que nos vayamos.

Luis se despidió de la prostituta mientras yo me mantenía arrodillada ante ellos hasta que me dijo:

+Sube al coche que te lleve a casa con tu maridito.

Por fin se acababa mi tormento. Me levante sin mirarles y me senté en el asiento del copiloto. Luis se montó, arranco el coche y nos fuimos de allí por fin.

Estábamos saliendo del polígono cuando a Luis se le ocurrió una última humillación para mí:

+Metete el regalito entero en la boca y vete mascándolo como un chicle. Sácale todo el sabor ¡jajajaja!; rio el muy hijo de puta.

Durante el viaje me mantuve callada. No tenía nada que decir. Cualquier cosa podría hacer alargar aquello y yo solo quería llegar a mi casa y olvidar todo esto. Cuando estábamos llegando Luis me dijo:

+ ¿Te lo has pasado bien?

-Vete a la mierda; le conteste yo como pude con el condón aun en mi boca.

+Esa boquita; me regaño él.

Llegamos por fin a mi casa. Paro el coche en doble fila delante de mi portal. Ya saboreaba mi libertad.

+Toma; me dijo devolviéndome el móvil.

+Tu sujetador me lo quedo como recuerdo de una noche tan especial. El chicle te lo puedes quedar. ¿No me das las gracias?

-Gracias Luis; le dije, no quería hacerle enfadar tan cerca de mi destino

+ Nos vemos el lunes Evita. Te daría un beso pero ahora mismo me da asco tu boca; dijo el viejo cínico.

+Que sueñes con los angelitos.

Cogí mi bolso y mi abrigo y salí del coche. Rápidamente me puse el abrigo. Eran las 7 de la mañana y algún vecino podría verme con esas pintas. Solo esperaba que Rubén estuviese dormido para que no me viera aparecer con esas pintas y oliendo a puta barata.

Ande hasta mi portal casi corriendo y escuche como el viejo de mierda se marchaba. Era libre. Por lo menos hasta el lunes. Escupí el condón y entre rápido en el portal.

Espero que esta capitulo no haya decepcionado a los que les gusto el primero. Si tiene buena aceptación continuare con la historia de cómo cambia la vida de Eva en su trabajo después de esta noche.

5 comentarios - La puta del super II

Yosoy277
Muy bueno, espero mÁs
kekam
Muy bueno esperando el proximo