La sorpresa continúa

Continuando con mi post anterior http://www.poringa.net/posts/relatos/2899151/Sorpresa.html donde conté como Griselda me presentó a Liliana y se produjo un maravillo trío, sigo.

Esa mañana, yo desperté por los gemidos que se provocaban mutuamente repitiendo un 69 que ya me había excitado.
Los tres en la cama, Griselda estaba encima de Liliana, yo veía su culo moverse provocado por las lamidas de Liliana que ya introducía su lengua recorriendo desde el clítoris hasta el culo, ida y vuelta.

Tenía la cabeza de Liliana al lado de la mia y observaba con atención la maravillosa manera en que la lamía y cómo ambas disfrutaban de ese momento, suponiendo que yo dormía.
Me pareció inoportuno intervenir y sólo me dediqué a mirar.
Estaba tapado con la sábana y y mi erección ya casi se notaba, pero pasaba inadvertida para ellas que seguían lamiéndose. Yo no alcanzaba a ver qué hacía Griselda dada la posición pero imaginaba que era lo mejor, a juzgar por los gemidos de Lillana que chupaba con dedicación y mordía con placer el hermoso clítoris de Gri.

Hasta que Griselda tuvo un orgasmo a los gritos, profundo, hermoso. Y quedó tendida y extenuada sobre el cuerpo de Liliana.

Los aullidos de placer de Griselda me excitan, por lo que mi pija estaba al palo.
Se levantó a ir al baño y oímos la ducha que se abría.
Digo oímos porque miré a Liliana que parecía estar en extasis y devolvió la mejor mirada de hembra en celo que recuerde, mientras metía su mano por debajo de la sábana y acariciaba mi pija.

No hizo falta que dijera nada.
En segundos estaba dentro de ella, cogiéndola con fuerza, lo que ambos deseabamos.
LE chupaba sus tetas pequeñas y pezonudas mientras le metía toda la verga de una. Entrando y saliendo.
No oí (estaba en otra cosa) que se había cerrado la ducha.
Y de golpe... sentí de atrás como me chupaban los huevos.
Griselda los lamía mientras mi pija penentraba a Liliana que gemía y estaba a punto de acabar.
Y yo tambien.
Con furia, Griselda mordía mis bolas y yo estaba en el cielo.
Acabamos los dos juntos, mi leche la llenó y para mi sorpresa... Griselda me quito de ahi y comenzó a lamer la concha de Liliana llena de mi leche.
Absorbia todo.
Yo quede tirado boca arriba.
Las dos se besaron y se acercaron a mi.
Las tres lenguas, las tres bocas, mi leche y sus salivas mezcladas.
Y todo empezó por una cena sopresa...

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