descubiertas (futanari 3)

-- Repíteme eso del tatuaje…-- dijo Christine con tono de miedo en su voz, parecía que aquello le daba miedo, solo el hecho de escucharlo.

-- Tenían un tatuaje en la muñeca…no creo que sea importante mucha gente los tiene…-- dije intentando quitarle hierro al asunto pero sabia que aquello que había dicho era como el principio de una batalla que tendríamos que librar y había empezado.

-- Si, es verdad…seguro que no es nada…-- dijo Christine intentando disimular su miedo, pero estaba convencida de que aquello no se le iba a ir tan fácilmente.

En cuanto llegamos al apartamento Christine me cogio de la mano y me introdujo en el portal a toda prisa, miro en el buzón y saco algunas cartas, subimos las escaleras a toda prisa, que por poco termino en el suelo.

Nada mas llegar al apartamento Christine empezó a mirar el correo nerviosamente yo fui para mi habitación para ponerme un poco mas cómoda y estudiar un poco.

Deje la puerta entreabierta de mi habitación para poder ver que es lo que le pasaba, la veía sentada y repasando el correo a toda prisa excepto con una carta que la abrió con nerviosismo, nada mas leerla la expresión de su cara cambio de repente parecía que tenia mucho miedo, cogiéndola la tiro a la basura inmediatamente se coloco el delantal y empezó a hacer la cena, por mi parte me desvestí y me coloque el pijama y saque los libros para ponerme a estudiar a medida que lo hacia me venia a la mente extrañamente Aoi de alguna manera y de cómo era, intente concentrarme pero no podía era casi imposible me venia a la mente su sonrisa y como me había cogido cariño tan rápidamente, aparte de su sexo largo y muy apetecible, notaba como la pegatina empezaba a ceder lentamente y a despegarse aquella cosa empezaba a salir poco a poco, en un momento sentí que me desmayaba y aparecía aquella personalidad morbosa y caliente, notaba como mi sexo creía de manera desmesuraba latía, con el palpitar de las venas, podía notar su fuerza como incluso movía el escritorio en donde estaba sentada no pude mas que agarrarlo con ambas manos y empezar a moverlo lentamente arriba y abajo, sintiendo cada vena, cada pliegue de la piel no podía detenerme mi mente queria pararse pero mi cuerpo no me daba tregua empecé a moverlas con mas rapidez mis gemidos se aceleraban ya eran casi gritos, pero no podía detenerme, a cada movimiento de mis manos emitía un gemido de placer, solo queria desahogarme soltar aquella carga caliente y espesa y poder calmarme, me vino a la mente la enfermera con su estupendo trasero contorneado y perfecto y como pude sentir la humedad de su sexo en el mío y la calidez acogedora de su boca, esos recuerdos aceleraron mi excitación haciéndome llegar al clímax mucho mas deprisa note como una riada de semen salio convulsionando mi cuerpo, manchando todo aquello, parecía como una fuente de la que no dejaba de manar, no pude mas que dar un grito de placer que lleno mi habitación incluso alerto a Christine que vino enseguida, me vio allí sentada con mi sexo completamente erecto y eyaculando sin control alguno la mesa y mi habitación estaban completamente manchadas, yo tenia los ojos entrecerrados pero aun así aun tenia mas ganas.

Christine al darse cuenta me cogio en brazos y me llevo directamente a la bañera me puso debajo de la ducha y puso el agua fría, inmediatamente cogio algunos cubitos de hielo y los coloco también para hacerme bajar la temperatura, por suerte aquello dio resultado.

Mi cuerpo reacciono haciéndome despertar de aquel estado, pude ver a Christine cubierta de semen y todo el reguero que había dejado por el suelo al traerme a la bañera yo no pude mas que bajar la cabeza avergonzada por lo que había hecho.

-- ¿Pero se puede saber en que estabas pensando…? …-- pregunto Christine alterada completamente, por lo que había pasado.

-- No lo se…de verdad no se lo que ha pasado…intente ponerme a estudiar como siempre pero me vino a la mente lo que sucedió esta mañana con la enfermera…y mi amiga Aoi…y poco a poco se fue despegando el sello ese…y el resto ya lo sabes…pero es raro aun sigo teniendo ganas…-- dije intentando explicarlo que había sucedido, pero lo extraño que aun así seguía teniendo ganas no estaba satisfecha del todo.

-- Escucha…esto no es ningún juego…mas vale que empieces a controlarte…se que es complicado…te he traído mas pegatinas y espero que sirva…y otra cosa…aléjate de esos tipos del tatuaje…no quisiera que te pasara nada…no tienen buenas intenciones…-- dijo Christine advirtiéndome de lo que podría pasar, pero la pregunta era… ¿Y si ellos no se alejaban de mi…?.

-- Intentare controlarme…aparte tengo…hambre y un frío tremendo…-- dije mientras veía como aquel sexo monstruoso iba relajándose pero aquellas ganas no desaparecían.

-- He preparado unas hamburguesas y patatas fritas…al estilo japonés…espero que te gusten…ve a cenar ahora voy yo…tengo que ordenar esto…y limpiarlo…espera un momento aquí…-- dijo Christine mientras iba por otra pegatina y me la volvía a colocar.

-- Una pregunta…¿Por qué no puedes usar la misma pegatina…?...-- pregunte mientras me quedaba mirando por unos instantes aquel sello.

-- No se puede…cuando se despega se supone que la protección se ha roto y por mucho que vuelva a ponerla no serviría de nada…además esto solo sirve de contención nada mas, mas tarde o mas temprano se despegara…y solo espero que sea tarde…-- dijo Christine explicándome lo que sucedía, aunque poco a poco me iba introduciendo en aquel mundo de ocultismo.

-- Voy a cenar…te espero a que termines…-- dije mientras salía de la ducha con una toalla que me cubría hasta un poco antes del cuello, me senté en la mesa y me dispuse a esperar a que terminara de limpiar aquel desastre pero se veía que tardaría bastante.

-- Es mejor que empieces sin mi…tardare bastante…y encima tengo que cambiar la ropa de cama…-- dijo Christine mientras pasaba del cuarto de baño a mi habitación y observaba el desastre que había organizado.

Me dispuse a cenar, al menos hay que reconocer que sabia cocinar, aquellas hamburguesas estaban buenísimas, viendo que tardaba un poco me levanté de la mesa y me dirigí hacia el cubo de basura con la intención de mirar aquella carta que había tirado.
No me costo mucho encontrarla, las letras estaban pegadas de recortes de algunas revistas, al parecer no querían ser descubiertos; al leerla supe que debería de tomar precauciones…"OS ESTAMOS OBSERVANDO…PRONTO LA MUCHACHA SERA NUESTRA".

Decidí dejarla donde estaba para que Christine no sospechara que la había cogido, pero tenia que averiguar que es lo que querían y por que estaba tan nerviosa por aquellos muchachos del tatuaje, volví a la mesa para terminar de cenar, al instante de acabar de limpiar mi habitación lo mejor que pudo fue al baño y cerro la puerta seguramente para darse un baño después de la ducha volvió a la mesa a comer, en cuanto termine cogí los platos y los limpie me senté por un momento delante de la televisión para ver las boticas, aunque no había nada interesante, en cuanto Christine termino se sentó a mi lado y así nos quedamos unos momentos, aquello me parecía estupendo, notaba una sensación calida y muy agradable de protección.

-- Venga va siendo hora de que te vayas a estudiar…estoy segura de que tienes deberes que hacer…una cosa ¿Quién es Aoi…? …-- pregunto Christine extrañada al oírme pronunciar su nombre.

-- Es una amiga que he hecho hoy…la que vino a la habitación de la enfermera…es muy buena chica e inteligente…-- dije intentando que no se preocupara por ella, además no creía que tuviera que hacerlo.

-- Vaya me alegra oír eso…que vayas haciendo amigas…¿Y las que te defendieron…? …-- volvió a preguntar Christine con interés, al parecer no queria saltar nada por alto.

-- Una se llama Kameko…es muy marimacho y la que va siempre con ella es Etsuko…una chica muy tímida…no hemos hablado mucho…-- respondí haciéndome una idea superflua de lo que había visto.

-- Bueno al menos es un alivio…que vayas haciendo amigas…y recuerda mantente alejada de esos chicos…-- dijo Christine advirtiéndome de que podían ser muy peligrosos.

-- No te preocupes…voy a estudiar…-- dije mientras me dirigía a mi habitación, al menos la había dejado limpia y tenia ropa de cama nueva, aunque se había pasado un poco con el desinfectante.

Sin importarme el olor que tenia la habitación me dispuse a estudiar, aquellos problemas me resultaban fáciles no tarde mucho en terminar así que me puse a repasar las siguientes lecciones y el papeleo del club que tenia que entregar mañana en secretaria, esperaba que Aoi se ocupara de los pagos al banco, lo mas seguro que tuviéramos que pagar una cuota de inscripción mensual, pero al menos tenia un club para ella, y por algo se empieza.

En cuanto acabe de repasar los temas apague la luz y me metí en la cama tapándome casi por completo, me quede por un momento mirando al techo y escuchando el trafico que se escuchaba, poco a poco me fui quedando dormida, no se como explicarlo pero tuve un sueño rarísimo, caminaba por una habitación había pequeñas columnas formadas por cráneos a los que se les iluminaban los ojos con pequeñas esferas rojas, la estancia era bastante grande no podía ver las paredes, así que seguí andando al fondo pude ver como una neblina de color rojizo de la que se escuchaban lamentos, encadenada a dos de las columnas extrañas me acerque por un momento para comprobar que es lo que era, en cuanto acerque la mano intento un esfuerzo por acercarse a mi, por mi parte la retire de inmediato, pude ver como dos esferas que parecían ser los ojos se abrieron eran como las pupilas de las serpientes y de color rojo intenso, me quede por un instante mirándolos fijamente.

-- ¿Quién eres…? …¿Qué es lo que quieres de mi…? …-- pregunte intentando averiguar que es lo que intentaba o pretendía de mi.

Con una voz casi de ultratumba sus palabras resonaron en mi interior.

-- Soy Efialtes…¿Y querer…? …Quiero mi libertad…-- respondió aquel ser, aunque algo dentro de mi sabia que si lo liberaba habría mas problemas de los que podría solucionar.

Aquellos ojos se clavaron en mi haciéndome tener una sensación de angustia, la piel se me puso de gallina y una sensación de terror me inundo dejándome paralizada por completo sentía que aquella cosa se acercaba cada vez mas y mas, en ese momento no pude mas que gritar y despertarme.

Nada mas abrir los ojos en plena oscuridad y silencio pude ver aquella neblina en mi habitación y como un relámpago se introdujo dentro de mi, nuevamente volví a gritar volviéndome a despertar de aquella pesadilla que parecía no tener fin.

Enseguida vi como Christine entro por la puerta como un relámpago vestida con una bata de color rosado, sentándose en la cama y cogiéndome de los brazos me zarandeo un poco.

-- Akemi despierta…por favor despierta es solo un sueño…-- dijo Christine zarandeándome para que pudiera despertar de aquel horrible sueño. Al menos la pegatina sabia que seguía en su sitio, podía sentirla como si estuviera apretándose contra mi cuerpo.

-- Christine he tenido un sueño horrible…una especie de neblina rojiza…se introducía dentro de mi…me dijo que se llamaba Efialtes…y que quiere ser libre…-- dije mientras me abrazaba a Christine fuertemente.

-- Cálmate todo ha pasado…era solo una pesadilla nada mas…estoy aquí no te preocupes…-- dijo Christine tranquilizándome todo cuanto podía, pero el estar abrazada a ella pude sentir la forma de sus pechos apretados contra mi y la calidez de su piel contra la mía, pero no podía dejar que aquella cosa tomara nuevamente el control de mi cuerpo debía resistirme con todas mis fuerzas.

-- Será mejor que vuelvas a dormirte…mañana tendrás muchas cosas que hacer…-- dijo Christine sabiendo que si se quedaba mucho tiempo de esa forma estaba segura que la pegatina terminaría despegándose y no queria que eso sucediera.

Christine me acostó nuevamente y me arropo con las mantas y lanzándome un beso apago la luz y cerro la puerta, solo esperaba que no volviera a tener aquella pesadilla que había sido terrorífica.

El resto de la noche paso tranquilamente, aunque casi siempre estaba despierta antes de que sonara el despertador esta vez la escuche y aun estaba en la cama de casi un salto me levanté y me dirigí hacia la ducha coloque la ropa sucia en el cesto y me metí bajo el agua, dejando que el agua me despejara, mientras estaba bajo el agua me quede por un momento mirando la pegatina y pensaba que solo aquel trozo de papel era lo que impedía que aquel ser apareciera y causara estragos, tenia que aprender mas de el e investigar en los libros de la academia.

-- Akemi, no gastes toda el agua caliente…y date prisa que esta vez llegas tarde…-- dijo Christine advirtiéndome que la hora se nos echaba encima y no podíamos perder tiempo.

Al momento salí y me coloque el uniforme de la academia y fui a desayunar; esta vez Christine iba vestida con unos botines negros, unos falda de tubo de color rojo, junto con unas medias de color oscuro en su torso llevaba una blusa de color azul oscuro y una chaqueta vaquera de color celeste apagada, el pelo lo llevaba recogido en un moño en la parte de atrás, me quede por unos instantes mirándola, pero no fue por mucho tiempo que saliéramos corriendo para coger el coche y que me acercara a la academia.

La mañana parecía bastante fresca notando esto Christine antes de salir de casa cogio dos bufandas de cuadros verdes y rojos, una me la entrego y otra se la puso ella. Nada mas bajar me quede mirando como la ciudad se despertaba y los primeros rayos de sol rompían la oscuridad de la noche podía escuchar el ajetreo de los bares y como el aire aun estaba fresco y no estaba muy contaminado por el ir y venir de los coches.

-- Venga…¿Se puede saber que te pasa…? …Estas algo dormida aun…-- dijo Christine despertándome de mi pequeño ensueño.

Enseguida me monte en la parte de atrás del coche y me puse el cinturón de seguridad, en cuanto lo hice arranco el coche parecía que esta mañana tenia algo de prisa y menos mal que no había mucho trafico y por suerte pillamos todos los semáforos en verde, nada mas llegar mire la academia con su normal ajetreo en la puerta estaba Aoi esperándome pero no veía por ningún lado a Kameko y Etsuko.

-- Bueno y recuerda si pasa algo…llámame por teléfono al de la tienda o al móvil…aquí tienes los números así me dejas mas tranquila…¿Esa es Aoi…?... -- pregunto Christine mientras me entregaba los números de teléfono en un trozo de papel.

-- De acuerdo…Si esa es Aoi…-- respondí secamente, aunque me sorprendía que estuviera esperándome.

-- Parece buena chica…¿Por qué no la invitas a casa esta tarde…? …Así la conozco mejor y puedo hablar con ella…-- pregunto Christine, aunque no pensaba bien lo que estaba haciendo.

-- Muy bien se lo diré…aunque no se si podrá…siempre esta muy ocupada…-- respondí intentando sacar una excusa para no invitarla.

-- No te preocupes seguro que podrá…Bueno venga ve a clase no quiero que llegues tarde…--dijo Christine dándome un beso en la frente despidiéndose de mi.

Salí del coche en dirección a la entrada de la academia mire por todos lados para ver si estaban esos chicos de la otra vez, aunque Christine se quedo también un rato observando, por si ocurría algo extraño.

-- Buenos días…Parece que tienes cara de sueño…-- dijo Aoi sonrojada lo mas seguro por el frío que hacia.

-- Si…se podría decir que tengo algo de sueño…la noche no fue muy buena entre pesadillas y otras cosas…-- dije intentando hacerle un resumen de lo que me había pasado y la pesadilla que había tenido.

-- En el recreo podríamos ir a la biblioteca…para intentar sacar mas información de esa criatura…-- dijo Aoi mientras me sonreía, al menos sabia que podía confiar en ella de momento.

-- ¿Y Etsuko, su amiga…? …-- pregunte extrañada al no verlas por la puerta.

-- Yo tampoco las he visto…y me extraña aunque las veremos tienen que darnos la respuesta…a ver si se unen al club…Se me olvidaba tienes el papeleo…Como muy tardar se tiene que entregar mañana…-- dijo Aoi haciéndome recordar lo que precisamente se me había olvidado, entre la noche y eso ni siquiera se me paso por la cabeza.

-- Lo siento se me han olvidado…-- dije bajando la cabeza, mientras recordaba donde los había puesto.

-- No te preocupes…pero recuerda que mañana es la fecha limite…Bueno aun tenemos tiempo para ir al club y ordenar algunas cosas antes de que suene el timbre…-- dijo Aoi mientras me cogia del brazo y salíamos corriendo hacia el campus para poder ordenar algo de aquel almacén.

-- De acuerdo…-- dije siendo lo único ya que casi tiraba de mi literalmente mientras corría, no sabia por que pero notaba una sensación extraña como si me estuvieran observando de alguna forma, mire hacia todos lados y notaba como si todos estuvieran vigilándome, aunque no le preste mucha atención.

En cuanto llegamos vimos en la entrada del almacén a Kameko vestida con el uniforme y a su amiga que estaba abrazada del brazo de esta, esperándonos.

-- Vaya…al fin llegáis…he decidido que nos uniremos al club…es lo mejor al menos podremos relajarnos…y estar tranquilas…os ayudaremos a limpiarlo…-- dijo Etsuko mientras Aoi con una sonrisa perenne abría la puerta del almacén.

-- Me alegra oír eso…bueno tenemos que sacar algunas cosas…y adecentarlo…-- dijo Aoi mientras entraban dentro y comenzaban a sacar cajas, yo me quede por un momento en la entrada mirando mientras el campus se llenaba de los equipos y las cheerleaders que hacían sus coros, mientras el día ya iba avanzando poco a poco y el frío empezaba a disiparse lentamente.

-- Akemi…¿Vas a ayudar o a quedarte hay parada…? …-- dijo Kameko refunfuñando un poco y haciendo salir de mis pensamientos.

-- Si, claro me había quedado pensativa…-- dije mientras entraba en aquel sitio lleno de cacharros y cajas, cada vez que Kameko se agachaba me quedaba mirando como sus pechos se movían y se apretaban contra las cajas pensé que ojala cuando creciera los tuviera así también.

-- ¿Se puede saber que te pasa…? …-- pregunto Kameko mientras sacaba otra de las cajas que parecía bastante pesada.

-- No lo se me siento rara la verdad…aparte no eh visto a aquellos chicos…los que me amenazaron…-- respondí mientras sacaba otros cacharros y los ponía fuera.

-- No te preocupes…no creo que vuelvan a aparecer…les di una buena paliza…-- dijo Etsuko con mucho orgullo de haber hecho eso y confiada de que no volverían a aparecer, pero yo estaba convencida de que no seria la primera ni la ultima vez que los viese, algo dentro de mi me lo estaba diciendo.

-- ¿Sabes…? hoy toca…examen medico…-- dijo Etsuko mientras se limpiaba el uniforme del polvo de todos los trastos.

-- ¿Estas segura…? …-- dijo Kameko con cara de asustada que en ese momento la caja que llevaba en los brazos caía al suelo.

-- Si completamente…me lo dijo una compañera de mi clase…-- dijo Etsuko con cara de miedo también, al parecer los exámenes médicos no parecía gustarles a nadie aunque no veía en Aoi la cara de preocupación precisamente, pero solo el hecho de pensarlo me erizaba la piel aunque sentía un calor muy agradable en donde estaba colocada la pegatina.

Aoi se me quedo mirando por unos instantes, con su sonrisa parecía que ella no tenia problema con eso precisamente.

-- ¿No estas preocupada Aoi…? …-- pregunte extrañada mientras escuchábamos el sonido de la campana que anunciaba el comienzo de las clases.

-- Para nada…soy la ayudante de la enfermera…y se puede decir que me salvo de eso…lo que no se es como…lo pasareis vosotras…-- dijo mientras pensaba lo mas seguro en algo para poder salvarnos de eso.

-- Odio los exámenes médicos…siempre terminan extrañados y mirándome con cara de tontos…-- dijo Kameko con cara de enfado y la verdad la comprendía no eran muy agradables, al menos yo podía salvarme de alguna forma o eso esperaba, pero la pobre de Kameko no sabría como saldría de esta.

--Mejor que no lo penséis y vayamos a clase…daos prisa…a propósito os he hecho una llave del club para cada una…no me preguntes como sabia que aceptarías…sencillamente lo sabia…-- dijo Aoi mientras me entregaba la llave y Kameko y yo íbamos a la clase corriendo.

Por el camino podía ver como algunos alumnos se me quedaban mirando y seguían cuchicheando, pude observar como cerca de la puerta de clase estaban aquellos chicos que me esperaban de momento se podría decir que estaba a salvo, aunque solo esperaba que la paliza que les había dado Kameko hubiera servido de algo.

Al entrar en clase pude oler la combinación que odiaba a maquillaje, perfume y desodorante todo junto y de golpe, me senté en mi sitio pero esta vez Kameko se sentó a mi lado y eso me aliviaba en parte.

Enseguida entro el profesor y comenzó la clase, esta vez me sacaron a la pizarra con un problema que se suponía que casi nadie lo sabia hacer pero que a mi me resultaba bastante fácil y no tarde mucho en hacerlo en cuanto volví a mi sitio pude observar como los compañeros no me miraban precisamente bien si no con celos y odio, los cuchicheos aumentaban, los había dejado en ridículo y eso era lo que menos quería destacar pero siempre intentaba esforzarme lo que mas podía, no sabia como hacerlo mal.

El resto de las clases pasaron rápidamente, en el descanso me puse a hablar con Kameko para conocerla algo mejor, mientras tanto algunos chicos se acercaron a nuestra mesa al parecer enfadados por la clase anterior.

-- Al menos podías quedarte quietecita sabionda…-- dijo uno de ellos mientras se apoyaba en la mesa, con cara de pocos amigos.

-- Lo siento…-- dije con la cabeza bajada, aunque era una tontería sentirlo por algo que había hecho bien.

-- Escucha imbecil déjala en paz…-- dijo Kameko levantándose de la mesa y encarándose con el muchacho.

-- Vaya que eres su guardaespaldas…que me vas a arañar con las uñas…-- dijo el chico al parecer aquella insinuación parece ser que no le sentó muy bien por que solo pude ver al momento como el chico caía al suelo con la mano en la cara y quejándose del dolor.

-- Serás zorra…-- dijo el chico insultándola nuevamente, aunque Kameko solo hizo un ademán de volver a lanzarse contra el y salieron corriendo.

-- Lo siento…haberte metido en ese lío…-- dije pidiendo perdón por la situación que había provocado inconscientemente.

-- No te preocupes…es un imbecil…la ultima vez me pidió salir…creo que se hubiera llevado una sorpresa…cuando fuéramos a hacerlo…-- dijo Kameko bromeando mientras pensaba en esa situación.

-- Je, je, je …-- dijo mientras me reía por la broma de solo pensar lo que hubiera pasado si le hubiera metido mano la verdad que se hubiera llevado una gran sorpresa.

-- Es la primera vez que te veo sonreír…desde que has llegado aquí…y es verdad se hubiera llevado una gran sorpresa…-- dijo Kameko con una sonrisa en su rostro, me gustaba ver a la gente feliz aunque yo no lo estuviera.

En el descanso saque el almuerzo estaba muerta de hambre y me sentía algo desfallecida, mientras lo hacia de reojo pude ver como Etsuko estaba en la puerta esperando a Kameko que saliera, esta sin embargo le hizo un ademán de que entrara y se uniera a nosotras en seguida vino corriendo y se sentó enfrente de Kameko.

-- ¿Otra vez metiéndote en líos…? …-- dijo Etsuko con cara de reproche hacia Kameko.

-- ¿Se puede saber como lo sabes…? …-- pregunto Kameko con cara de extrañeza mientras cogia de su sitio un bocadillo.

-- Fácil he visto salir corriendo a unos chicos mientras venia hacia aquí…Y en esta clase eres la única que se pelea…-- dijo Etsuko mientras los colores se le subían a las mejillas enseguida pude ver la cara de Kameko como enrojecida y a su vez la de Kameko no podía ni siquiera imaginar lo que estaría haciendo debajo de la mesa por suerte estábamos en un rincón y yo tapaba toda la escena.

La cara de Kameko enrojeció por completa y su respiración empezó a agitarse ni siquiera prestaba atención al a comida yo no podía mas que observar lo que pasaba curiosamente por mi mente no aparecía nada, ni sentía deseo alguno y me era extraño normalmente debería de sentirlos.

Etsuko se deslizo un poco mas en la silla para tener mejor posición con sus pies y seguir acariciándosela por debajo de la falda, su cara era una poesía de placer tenia incluso que morderse el labio para no jadear a pleno pulmón y descubrirse, mientras Etsuko proseguía con sus caricias notaba como sus piernas se movían debajo de la mesa rítmicamente incluso podía sentir el temblor de la mesa y como Kameko estaba a punto de llegar al clímax pero una chica vinos a advertirnos del examen medico.

-- Chicas iros preparando…ya mismo tenemos el examen medico…y será mejor que la pequeña vuelva a su clase…-- dijo una de las chicas para que nos fuéramos preparando.

En ese momento Etsuko se coloco bien en la silla y la dejo estando a punto de llegar al clímax, Kameko no pudo mas que enfadarse y golpear la mesa con furia.

-- Joder…ya lo se…no hacia falta que hubieras venido…-- dijo Kameko completamente enfadada, por lo visto la había dejado en lo mejor y tardaría un poco en levantarse del sitio no podía descubrirse mientras que Etsuko se despedía de ella dándole un beso en la cara.

-- ¿Te encuentras bien…? …-- pregunte extrañada mientras los colores iban bajando poco a poco lo mismo que suponía que el bulto de su entrepierna.

-- ¿Tu que crees…? …Estoy que hecho chispas y de mientras tendré que esperar un poco y calmarme…odio a esa chica…ha venido justamente en el momento menos propicio…-- dijo Kameko enfadada y protestando por la oportuna intervención de la muchacha.

Aunque para mi aquello empezó a convertirse en un infierno en cuanto guarde el bento pude observar como las chicas empezaban a desnudarse poco a poco podía ver su ropa interior ajustadas a sus cinturas y como los sujetadores apretaban sus pechos al momento comenzaron a ponerse los bloomers de color azul oscuro y unas camisetas de color blanco con el escudo de la academia, sin embargo aquello no dejaba que mi imaginación volase y por unos momentos me quede mirándolas fijamente sin poder mover la vista de ellas poco a poco notaba como cedía un poco la pegatina pero no podía permitirlo ni tampoco moverme.

-- Akemi…despierta…¿Qué te pasa…? …-- pregunto Kameko asustada al verme de esa forma, por lo menos con sus preguntas me saco de aquel estado y mire hacia abajo intentando concentrarme en que me tenia que desvestir y poner aquellas cosas para el examen, aunque no sabría si podría resistirme por mucho tiempo.

En seguida saque el uniforme para el examen medico, por suerte yo podía esconderlo pero no sabría que haría Kameko al menos estaba mas tranquila y aquello había bajado lo mas seguro, al momento la vi levantarse y coger el uniforme pero solo la parte de arriba la mayoría de la clase se quedaron mirando extrañados al ver que no se ponía los pantaloncillos.

-- ¿Qué pasa…? …No me gustan esos bloomers…Además dará lo mismo…-- dijo Kameko a toda la clase como si se encararan con todos al momento dejaron de mirarla y siguieron a lo suyo.

En cuanto terminamos, salimos de allí en fila hacia el auditorio, para el examen sin embargo, mi olfato empezaba a notar los olores de sus cuerpos, mientras nos dirigíamos hacia el lugar, kameko me miraba preocupada y extrañada a la vez, yo solo esperaba que no se desatara aquella cosa en aquel lugar mismo, no sabría como reaccionarían, al menos esperaba que la enfermera y Aoi estuvieran para poder ayudarnos.

Al llegar al auditórium pude ver que era una sala enorme tenían separadas dos canchas de baloncesto y varios ventanales, las gradas las tenían recogidas al fondo había dos puertas que lo mas seguro darían a los pasillos en medio de la sala había una especie de biombo y a cada lado había una enfermera, al parecer no era la que me atendió, además no sabría como reaccionaria.

Aoi se paseaba entre las filas tomando los nombres para hacer una lista de las que estábamos allí y así poder hacer una lista con los datos. En cuanto llego a nuestras altura tomo nuestros nombres.

-- Al parecer, la enfermera no ha venido, según he escuchado esta enferma y la sustituye esta…solo espero que no pase nada…-- dijo Aoi mientras seguía tomando nombres. Pensé que estábamos en un buen lío y precisamente el mayor de todos lo tenia yo, entre aquel olor delicioso que me llegaba y la visión de las chicas en bloomers ajustados marcando sus traseros y las camisetas ajustadas a sus pechos me estaba volviendo loca.

La fila empezó a avanzar lentamente y poco a poco llegaría mi turno cuando llego, observe como una compañera entraba por la puerta del fondo y se acercaba a la enfermera y le decía algo a la enfermera al oído.

-- Akemi tienes que ir a la enfermería…date prisa…-- dijo la enfermera al menos de momento me habría librado o eso o la enfermera que conocía había llegado y era un alivio, pero no sabia que le pasaría a Kameko de mientras, al salir me fije que empezaba a discutir con la enfermera por llevar la falda.

Salí del auditórium por la puerta del fondo, la chica me indico el camino y empecé a caminar por aquellos pasillos completamente en silencio, sabia que no había nadie pero tenia la seguridad de que alguien me estaba observado de alguna forma varias veces me di la vuelta para comprobarlo pero no había nadie, así que no le preste mas atención, en cuanto llegue llame a su puerta y entre.

Al principio no observe nada, no parecía que hubiera nadie en la habitación pero escuche como cerraban el cerrojo detrás de mi, parecía ser una especie de trampa pero de que forma no veía nada que pudiera hacerme daño ni nada por el estilo.

De repente a mi olfato llego un olor delicioso me adentre un poco mas y pude ver que sobre la camilla había una chica de cabellos marrones, y cortos, su rostro tenia las facciones redondeadas, y una boca pintada de color rojo muy sensual sus pechos eran medianos y sus caderas estaba bien torneadas tenia los bloomers bajados hasta los tobillos y su sexo estaba al aire mostrándose ante mi delicioso y muy apetecible, al parecer estaba completamente dormida, si querían tentarme lo estaban haciendo perfectamente, al momento sentí como si mi otra personalidad empujase por tener el control, intente por todos los medios resistirme pero me resultó imposible, al momento fue como un desmayo pero note enseguida que la otra personalidad había emergido, como aquella pegatina se iba despegando rápidamente, no pude mas que bajarme los pantaloncillos y dejar que saliera libre, en cuanto se despego aquello se mostró grande gruesa palpitante y muy caliente, notaba como sus venas palpitaban incluso observé como el liquido preseminal ya goteaba y caía al suelo.

Me acerque a la chica lentamente sin prisa le puse mi mano encima de su pubis y empecé a acariciarlo lentamente pude ver que aun estando dormida, emitía gemidos de placer mis pequeños dedos se introdujeron dentro de su sexo y la joven emitió un gemido de placer, podía notar que era muy calido, húmedo y acogedor empecé a mover mis dedos con un ritmo normal y notaba como su humedad salía afuera mojando sus muslos y mis dedos, su respiración se agitaba y podía ver como sus pechos subían y bajaban cada vez mas deprisa, los pezones se marcaban por encima de la camiseta desafiándome con su dureza.

Seguía moviendo mis dedos con mas rapidez, su cuerpo empezaba a girarse y sus piernas se apretaban mas contra mi mano queriendo aprisionarlas mientras las movía sabia que estaba próxima al orgasmo por las contracciones de su sexo que queria enjaular mis dedos en su interior, pero no queria que fuese tan rápido, tenia en mente otras cosas que podría hacerle y mas ahora que estaba sola con ella, tenia todo el tiempo del mundo, saque mis dedos y me quede mirándolo fijamente como su flujo chorreaba por ellos, no pude mas que meterlos en mi boca y saborearlos muy despacio lo mismo que cualquier caramelo, me quede por unos instantes mirando su cuerpo semi desnudo mientras aun gemía…

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