La hermana de mi amigo (Del granizo al pete)

Volví otra vez al ruedo, está vez con una historia que terminó con una trompada íntegramente justificada hacia mí. (El título ya lo explica).

Esto pasó hace un par de meses, me fui a Mendoza por el cumple de 30 de Gustavo, un amigo que conocí en la facu, con el que nos juntábamos a hacer trabajos prácticos y así conocí a Constanza, su hermana menor, en ese entonces 15 años. ahora 23.

Cuando conocí a Consti era una nena y siempre lo jodía a Tavo que algún día iba a terminar revolcándome con ella, pero nunca había pasado nada más que la joda, digamos que la vi crecer desde sus 15 a los 21, pero mi mirada nunca había cambiado.

Para ir al cumple de Gustavo arreglamos ir en auto de a 4, éramos 12 personas, 3 autos, en mi auto fuimos Constanza, y una pareja de la facu, Marcelo y Julia.
Salí de mi casa siendo viernes después del trabajo y apunté San Isidro, donde vive Marcelo, cuando subió me preguntó quien más venía en el auto y la conversación mientras íbamos a lo de Julia fue algo así:

-Santi, quién más viene con nosotros?
-Después de pasar a buscar a Juli, vamos a lo de los padres de Tavo, ellos van con unos tíos y Constanza viene con nosotros.
-¿Viste lo que está esa pendeja?
-No Marce, hace años que no la veo
-Boludo, por Facebook, está hecha una modelo la hermanita de Tavo.
-No uso Facebook, tengo la cuenta, pero ni entro.

Desde San Isidro hasta San Fernando (donde vive Julia) me fue mostrando una foto en cada semáforo en su celular y la verdad es que si, Constanza se convirtió en una hermosura. Castaña de ojos verdes, a ojo unos 95 o 100 de tetas, una cinturita divina, pancita chata, unas gambas espectaculares y mí cerebro ya empezó a maquinar.
Pasamos a buscar a Julia y de ahí hasta Castelar cambiamos completamente de tema, cosas de laburo generalmente, ya que los 3 trabajamos en cosas similares. Llegamos a Castelar y apareció Consti, hermosa, mi cerebro ya había viajado a la luna.

En el viaje nada emocionante, hasta San Luis manejé yo y ahí cambiamos y siguió Marcelo, llegamos el sábado para desayunar. Nos quedamos hasta el martes, fue un fin de semana largo.
Cuando llegamos a lo de Gustavo (en realidad es la casa que heredó Mariana, su novia) nos quedamos maravillados, vive en una casa quinta con pileta climatizada, un quincho espectacular, con parrilla, horno de barro y una mesa de esas que son de pool, se les pone una tapa y son de ping pong o para comer.
El quincho realmente era la casa del cuidador que la reformaron, por esto está como a 150m de la casa que antes era el casco de una estancia.

El sábado pasó sin sobresaltos, la verdad es que yo estaba muy cansado y después de las pizzas al horno de barro del medio día me tiré en una hamaca paraguaya y me pegué una siesta para el Guiness.

El domingo a la noche era la fiesta y el cumpleaños de Tavo, tomamos y festejamos desde que nos despertamos hasta que el alcohol nos tumbó pasado el amanecer.

El lunes desayunamos con la merienda, los padres y los tíos de Gustavo se habían ido y volvían al otro día, iban a Chile a conocer un poco y comprar cosas baratas, quedamos los 10 “pendejos”. A la noche nadie tenía ganas de cocinar y por suerte había un delivery que conseguimos, empanadas a domicilio y bebidas teníamos de sobra.
Empezó a hacer un poco de frío en el quincho y prendimos un fueguito en la parrilla para calentar el ambiente. Comimos, tomamos, nos reímos, boludeamos y todas las boludeces que uno hace en esas reuniones.

Tipo 4am Tavo salió a fumarse un pucho y entró diciendo que no le gustaba el cielo, que se venía el granizo, su novia miró por una ventana y confirmó, asique empezamos a llevar las cosas a la casa y en un momento se largó con todo, por suerte todos los autos estaban bajo techo.
Quedaron todos en la casa, menos Constanza y yo que estábamos en el quincho. Estaba granizando fuerte para un mendocino y para un porteño “caían glaciares”. (Busquen granizo en Mendoza en Google y los que no conocen van a ver de lo que les hablo).
Consti y yo estábamos bastante entonados y nos quedamos mirando por una ventana, uno al lado del otro y la química del momento nos hizo empezar a tranzar, nos íbamos calentando cada segundo más, mis manos pasaron de su cintura a la cadera, de la cadera al culo, redondito y durito, una delicia. Nos corrimos de al lado de la ventana para que no nos vieran.
Bastante calentona resultó la pendeja, se puso solita contra una pared y yo la apretaba cada vez más caliente mientras ella me agarraba el culo con las 2 manos, la di vuelta y empecé a apoyarle el culo, pocas cosas me calientan tanto como eso, una mano en la cintura y la otra fue subiendo hasta sus tetas que eran deseadas hace un buen rato ya. Con mi otra mano le acariciaba la concha a través del jean. Consti paraba la colita, lo disfrutaba. Se dio vuelta, me agarró de los hombros y me puso contra la pared, puso una mano sobre mi pija y me susurró al oído con voz de putita golosa:

-Coger no podemos, pero no te voy a dejar así. -Me abrió el jean y me sacó la pija afuera. –A la vuelta te voy a volver a agarrar. –Dijo mientras se agachaba bajándome de un tirón el jean y el bóxer.

Empezó a pasarse mi pija por la cara y suspiraba, me pasó la lengua desde los huevos hasta la punta, me miró a los ojos y se metió la cabeza en la boca. Volvió a mirarme a los ojos y se la metió un poco más.
Pocas veces me calentaron tanto. Me la chupaba de tal manera que mi cerebro volaba a mil, se sacó la pija de la boca, se chupó un dedo mirándome con cara de pícara degenerada y volvió a metérsela en la boca y con el dedo empezó a jugar en mi ano. Yo estaba regaladísimo a todo y disfrutando como pocas veces. Se quedó con la punta contra sus labios y al mismo tiempo que se iba metiendo mi verga me fue metiendo el dedo, creo que en menos de un minuto ya le estaba avisando que acababa y ella siguió chupándomela, acabé en su boca, tuve un orgasmo pocas veces sentido hasta ese momento. Quedé apoyado contra la pared un par de minutos recuperando el aliento.
Constanza se paró, fue al baño, volvió y me dio un beso en la boca mientras yo terminaba de acomodarme.

Había dejado de granizar, pero llovía bastante, acomodamos un poco el quincho y cuando aminoró la lluvia fuimos a la casa donde la joda seguía. Para mi había pasado una eternidad, pero no eran ni las 5am.
Nos sumamos al grupo, hablamos del granizo bestial, agarré unas empanadas frías para el bajón y seguimos un buen rato más.
De a uno los soldados se fueron durmiendo y quedamos Tavo, Mariana y yo. Cuando Mariana se fue al baño le dije a mi amigo:

-Tavo, me agarré a tu hermana.
-Hace rato que no me jodias con eso Santy.
-No es joda, está vez fue en serio.

Se paró, me dio un duro golpe en las costillas y volvió a su sillón.


Espero que les haya gustado, cuando tenga tiempo y ganas de seguir con la historia continuaré contándoles sobre Constanza, pero ya en Bs.As.

5 comentarios - La hermana de mi amigo (Del granizo al pete)

fledo02 +1
x lo menos tenes codigos y le dijiste la verdad ja
fedegus
si la verdad! huevos para decirle la cosa asi de simple
hotmanoeste +1
Soy de Castelar, ojala me topara con esa Constanza!! Buen relato!!
Fernandito_22
Buen relato! Pasa el Facebook, soy de Castelar