Mica y su duro analista: curiosa sesión de culeo

Como mis fans (?) piden, la segunda parte del relato de Mica (La colo va a terapia, psicológica y anal) y su terapia anal:)

— Listo Mà, no me vengas a buscar porque después de la sesiòn voy a casa de Pili a estudiar.
Así dijo Micaela saliendo a toda prisa del auto y yendo al consultorio de su “doctor” (así lo llamaba la muy putita). La vieja se quedó en el auto un instante más viendo como su hijita entraba al departamento del psicólogo; estaba sonriente, satisfecha de todo lo que había progresado su hija hasta hace poco tiempo continuamente triste.
Mica llegó al departamento, llamó por el portero y entró al edificio. Subió al ascensor, se sacó la bombachita que bien metida en el culo tenía, la guardó en su mochila y llegó al piso de su analista. Sonriente tocó la puerta, Tomás le abrió, le dió un beso y un saludo de cortesía, comprobando que no haya nadie más en el pasillo. La invitó a entrar, cerró la puerta y al instante después de darse vuelta a seguir charlando con su paciente, ella ya estaba arrodillada, sonriéndole cariñosa y tiernamente. Él supo que tenía que hacer, y desabrochándose el cinto, bajándose el cierre y luego el pantalón y el canzoncillo, le pasó la pija por los labios de esa nena hambrienta pidiendo verga, por los labios mojados de Mica le pasó el pene endureciéndose, por sus mejillas, por su frente y una vez que ya estaba más dura, se la metió en la boquita para que ella se calle y mame diligentemente. Micaela supo lamer y jugar con esa gruesa pija en sus labios, en su lengua, en sus mejillas; y así llenó de baba la tiesa verga, la tragó hasta la garganta, se atragantó de verga y lo disfrutó como la mejor de las putas, siempre mirando a los ojos de su analista, que le acariciaba —le tiraba— el pelo, y le decía tiernas palabras de aliento, mientras se reía lascivamente: “hasta el fondo, puta de mierda tragaleche, daleee, me gusta cuando te atragando tanto que te lagrimean los ojitos...”.
Tomás tomándole del pelo la cabeza a Mica la alejó de su verga empapada en saliva y flema, se sacó el pantalón y se fue al consultorio para que ella venga a tener su sesión, la dura sesión anal que le esperaba a Mica. y Mica luego de sacarse su remerita y quedar en tetas, fue en cuatro al consultorio, cuidando de que la pollerita esté levantado y así su analista pueda ver su orto y el juguete con el que había estado divirtiéndose por la cola.
Ya en el consultorio el doctor inspeccionó a su paciente y pajeándose, le preguntó cómo habìa estado su semana; “la misma mierda que siempre, doctor” le dijo Mica mientras Tomás le sacaba lentamente el grueso juguete anal enmantecado que Mica tenía en el orto. Al instante el analista se lo dió para que mame a Mica al, calentito aún, consolador que recién le sacaba del culo.
“Saboreá tu ojete, mi nena puta hermosa” le dijo Tomás a su paciente, y sin dejar de pajearse, le lubricó el orto ya dilatado, se lo dedeó y disfrutó bien, le quitó su piollerita, y se dispuso a culear a esa nena hermosa que venía a tratar sus conflictos con él, y se llevaba el culo roto, la pancita y el recto llenos de leche nomás…
Y el analista sin pausa le pasó la verga por la concha mojadita de Mica, una y otra vez, para luego puertearle ese orto receptivo y sin mayor preámbulo, culeárse a la paciente muy putita que felizmente tenía. “Sí doctor, rómpame el culo, plisss, mmm, sssí” dijo Mica feliz y algo dolida por lo hondo y dilatante que estaba llegando esa gruesa verga; “cojeme bien la colita papi, bien duro papiiii” decía desaforada Mica.

Mica y su duro analista: curiosa sesión de culeo

Y Tomás tomaba esos gluteos mientras bombéaba ese culo divino y eloquecía de amor por esa tremenda puta adolescente, y más duro se la enterraba, gozando del modo en que Mica gemia y pedía más y más culeo, más y más verga.
No pudiendo aguantar más, sendos chorros de semen empezaron a invadir ese ojete, una tras otra carga de leche de pija, Mica sonreía y tenía un orgasmo, “sí, papiii, llenáme la colita de deliciosa leche” decía…
Y en ese instante en que las últimas eyaculaciones llenaban la colita de Mica, alguiien abrió la puerta del consultorio..
Mica miró sorprendida, así de espaldas como estaba; Tomás miró hacia la puerta también mientras procuraba terminar de eyacular toda la leche que tenía para ese ojete apretadito; desde la puerta la madre de Mica miraba sin poder creerlo: “se estaban culeando a su hija, su analista le estaba rompiéndo el ojete, esa enorme verga estaba bombeándole el culo a su nenita”, todos esos pensamientos pasaron por la cabeza de la vieja mientras miraba..
¿Cómo seguirá esta sorprendte historia de salud mental, de culitos rotos de niñas tristes y de analistas irresponsables? ¿Por qué volvió la vieja aún cuando le había dicho que no venga a joder? Aaah, lo sabremos en el siguiente capítulo...

1 comentario - Mica y su duro analista: curiosa sesión de culeo

cepita22 +1
Lindos relatos de amor anal! cuando habra continuacion?
GooLolita
Gracias, pronto, pronto 🙄