Mi Esclava (Episodio 1)

Ella es una yegua madura, casada, con guita. Tiene un cuerpo voluptuoso, apetecible. Siempre estuvo enamorada de mí, desde la adolescencia. Ahora a los 40, la volví a encontrar y poco a poco la convertí en lo que quise, una verdadera trola insaciable. Está feliz y me agradece cada minuto el haberle abierto los ojos y la concha para siempre. El marido que le metía los cuernos cuando quería con putas de cabarulo ahora tiene una cornamenta que le impide caminar. No deja muñeco suelto y yo hago y deshago a mi antojo.

Ese día la esperé ansioso, estaba anocheciendo y ya en el ascensor le obligué a que abriera la boca de mamona que tiene, apretándole el cuello y le escupí abundantemente en sus fauces. Susurrando al oído, le dije que hoy iba a tener que recolectar mucha baba, la de ella y la mía y que no tragara nada. En silencio obedeció sin rechistar.

Al entrar a la cocina, le levanté la pollera y comprobé, tal como le había sugerido por teléfono, que no traía tanga, su concha estaba jugosa y depilada. Agarré el consolador enorme que ella misma había comprado en otra ocasión y se lo metí de una estocada en la concha, le dije que mientras estuviéramos charlando debería mantenerlo apretado dentro de su cajeta empapada. aceptó de mil amores.


Cada tanto le escupí en la boca y la baba caliente se iba acumulando, mientras ella salivaba también, haciendo que sus cachetes de inflaran del líquido viscoso. Mientras me puse a contarle de mis romances, aventuras. Ella en silencio, me observaba atentamente.

Así después de un buen rato empezaba a notar sus ojos vidriosos de calentura y los hilos de baba rebozando por la comisura de sus labios, tanto de la boca como de su concha rosada y gorda.

Me desnudé por completo y procedí a atarle las manos detrás de su espalda, sentada en un banquito de madera y con el nabo de goma haciendo tope en la base de madera.


Me encantaba escupirla y cachetearle esos mofletes que siempre me gustaron. Le embadurnaba la cara de baba espesa y caliente mientras acercaba mi pija a su nariz para que huela el olor a macho que tanto la volvía loca.

Hacía todo lo que me pedía. Le ordené que tirara la cabeza un poco para atrás y que abriera la boca cuidando que no se derramara ni una gota. De un movimiento, le inserté la verga hasta el fondo en ese caldo baboso, atravezando su garganta y probando que realmente había aprendido a hacer "garganta profunda" tal y como me lo había referido el día anterior. Sus ojos rojos lagrimeando, los brazos tensos intentando zafarse, las piernas apretando el consolador, mis huevos golpeando en sus labios carnosos, todo me hacía enloquecer de placer. Le ordené que intentara decir "te amo" sin parar, mientras le cojía esa boca carnosa y rebozante de líquido caliente.

Era hermoso escuchar esas interjecciones de la puta, intentando decir las palabras mezcladas con las arcadas que mi enorme tronco le provocaban. Así la tuve un largo rato, cachetándole la cara y las tetas, apretándole la nariz y provocándole momentos de asfixia que ella devolvía con retorcijones y atragantándose aún más con mi chota, desafiante.

No podía creer en lo reventada que se había convertido. en un momento la agarré de los pelos y la levanté llevándola al baño a los empujones. La hice arrodillar frente al inodoro y le metí la cabeza en él. Mientras apretaba accionaba el sifón del agua, hundiendo su cabeza, le metí la pija en el orto sin mediación. Sus gritos quedaban apagados por el agua del sanitario. Así bombeé largo rato en ese culo generoso y blanco. Su concha también estaba ocupada por el artilugio de goma, sus piernas temblaban y enloquecía de placer y dolor. El chorro de leche en su ano fue descomunal, abundante, desaforado. Así permanecí un largo rato, con el nabo metido hasta los huevos. Al sacarlo, de un tirón le saqué el consolador, y salió un chorro caliente que no era otra cosa que todas las acabadas juntas de la trola hija de puta. La dejé tirada en el baño, y me fui al sofá a fumar. Desde ahí se escuchaba la conversación por teléfono:

- Hola amor! el curso estuvo bien, ahora estamos en un recreo... si! yo también te extraño. Bye!


(Continuará)

4 comentarios - Mi Esclava (Episodio 1)

BigWomanNQN
Muy buen relato...espero la continuación!
fl22lf
muy buen relato te felicito
EL_PROFE25
Muuuy bueno!!
Gracias por compartir