la descuidó su marido

Este es mi segundo aporte espero les guste

Jackie una mujer muy caliente.
Cuando Jackie llegó a la reunión a muchos nos llamó la atención. Si bien no llevaba nada atrevido, si se notaba que, a pesar de no ser una jovencita, tiene un cuerpo muy bueno. Al pasar no eran pocos los que disimuladamente le volteaban a ver porque llevaba una falda discreta, pero pegada que por delante le dibujaba un triangulo abultado que denota una panocha bien formada (y deliciosa) y por detrás le marca perfectamente el contorno de sus nalgas... y es que tiene unas nalgas anchas y grandes, deliciosas, como para estar frotandoselas y arrimándole la reata todo el tiempo. Y que decir por delante: ella es bonita, con un par de tetas normalitas, nada exagerado ni operado, pero bien en su lugar, ricas y antojables para pelliscarlas y mamárselas fuerte. De hecho a ella le encanta eso y a uno..... pero bueno, me estoy desviando en mis vicios con ella. Pues resulta que estábamos en la reunión y de pronto aparece esa mujer con su marido, un tipo común y corriente que llegando se dedicó a saludar a sus cuates y dejando a su mujercita sola, bajo la mirada atenta de una bola de hombres calenturientos, que se saboreaban esa panochita y esas nalgas ricas.
Yo estaba con mis amigos, Jesús, Alan, Rafael y Jorge, distraído, cuando sentí un codazo que casi me tira la cuba y me hizo voltear a ver, y es que Jorge y Alan ya la habían detectado
-mira nada mas que pedorrito acaba de llegar... no mames, más merezco, pero con ese culo me conformo. Me cae que esta buena la vieja...
-y mira, el pendejo de su marido nomás entró y ya se fue de pedote con un cabrón.
- No buey, se metió al privado a jugar al póker
- A de ser puñal el güey, porque no mames, yo con esa tortita ni vendría a la fiesta, me la estaría parchando a cada rato, jajajaja. Y ya todos estaban bien atentos al meneo de esa colita que iba y venía.
- Ay cabrón, decía Jesús, como para darle una buena cogidita toda la noche.
Yo ya la había visto, alguna vez estuvimos cerca en una oficina del seguro haciendo un trámite y habíamos platicado un poco mientras la huevona de la empleada terminaba de tragarse su torta y platicar con otras viejas y se dignaba a atendernos. Pero en esa ocasión, pese a que me tenía muy interesado en su linda carita, ella iba muy formalita y no daba pie a ninguna entrada de mi parte. Así que me dije.. “ahora van a ver estos bueyes, se les va a caer la baba cuando me vean saludarla” . La fiesta seguía, medio aburrida y mis cuates ya estaban medio borrachos y diciendo pendejadas, asi que mejor me fui a donde estaba ella, aburrida también y sola, tomando una piña colada.
-Hola, le dije, como te va?
Ella me vió, y como que me reconoció y me sonrió “hola, eres el de la oficina del seguro... ¿Pepe?
- La de la oficina era la vieja huevona aquella que nos hizo esperar, pero para mi fortuna, te tenía al lado y te conocí.
- jajaja, tienes razón, ya me estaba muriendo del aburrimiento... ¿Cómo estas?
- Pues... estaba medio aburrido allá con mis cuates, pero pues como que ya la cosa se puso más interesante.
- Por que?
- Pues porque llegaste tu... No viste que en cuanto entraste todo mundo volteó a verte?
- jajaja.. ¿Cómo crees? Si ni conozco a nadie.
- Pues ganas de conocerte no les faltan. Mira discretamente hacia la barra... Esos cuatro tipos ahí son mis cuates y no te quitan la mirada jajaja.
- Nooo, como crees? Además vengo con mi marido y no creo que se quisieran meter en broncas.
- Pues cual? si tu marido ya se fue a jugar al póker al vestíbulo de los viciosos
Se le notó que puso una cara de disgusto “si pues, su vicio”, hablemos de otra cosa.
- oye, y no se enojará si te saco a bailar?
- Enojarse? Si ni me pela el muy ca... bezón
Y yo pensé “uy chiquita, con ese culito yo si te pelaría... pero hasta dejarte bien peladito el culito”, pero nada más sonreí
-pues que tarugo, yo con una mujercita asi, no la dejaba descuidada, no vaya a ser que se le acerquen esos perros.
- asi? Como? Y se me quedó viendo.
- ...este... pues asi, guapa como tu, tan ... buena.
- jajaja, gracias por la flor, pero no te creas, ni que fuera tanto, además si, me tiene bien descuidada.... y como no queriendo ella se me pegó un poco más, lo que hizo que la verga se me parara y ella sintiera el bulto en su estómago. Yo pensé “ya la cagué, cuando sienta la verga dura se va a sacar de onda y me va a mandar a la chingada”, pero no... me volteó a ver con un brillo diferente en los ojos y me sonrió, pegando más las chiches .y yo pensé, “ya chingué”. Como para tantear, bajé un poco más mi mano al nacimiento de las nalgas y discretamente las moví al tiempo de que le daba un apretoncito más contra mi y ella volteó de nuevo y me sonrió... “ya estuvo” Con lo que no contaba era que la bola de cabrones de mis cuates no perdían detalle y en chinga se pusieron a mi lado para decirme que el baile era calabaceado y que les tocaba.
Chingada madre!!, pensé, estos cabrones me la van a asustar y ya valió, pero ella no, al contrario, seguía sonriente y cada uno de ellos la abrazaba y le hacía reir con alguna babosada. Cuando me tocó de nuevo le dije.
- que te parecieron mis cuates?
- muy simpáticos y guapos todos...
- Yo incluido?
- Tu también, claro, y me sonrió guiñándome un ojo.. Oye, Jorge me dijo que se iban a ir a otro lado a un lugar mas divertido.
- Yo ni me la esperaba, pero le seguí la corriente
- y que opinas? Vienes?
- Ay si, la verdad aquí está bien aburrido y yo tengo ganas de divertirme
“ay cabrón” pensé, asi que quiere acción, pues ya se le hizo - y tu marido, no se encabronará?
- Ese ... que siga tirando el gasto, yo me largo. Vámonos si quieres
Nos fuimos en la camioneta de Jorge, ella iba para a con Jesús, Alan y yo, asi que le dije.
-Vamos a ir apretaditos, no te importa?
- No, si quieres me voy en tus piernas.
- Essso... dijeron todos y yo, pues claro que si!!!
Traía la verga bien tiesa de sentir esas nalgas encima, luego ella se me recargó mientras iban echando desmadre mientras yo la abracé por detrás y le empecé a acariciar la pancita y subiendo hasta una chiche. Y me volvió a soprender cuando me dijo “apriétala”... Uff, resultó bien caliente la putita “pensé” y claro, no me hice esperar. Se la amasaba y se la apretaba mientras ella se remolía contra mi verga y suspiraba. Mientras Jesús, que estaba al lado ya le iba sobando las piernas y subiéndolas hasta llegar a la panti y me decía al oido: - trae liguero y medias la putita..... que rica está... Pero ella alcanzó a oirlo y volteó a vernos con una cara entre enfado y lujuria. Después supe que cuando oyó que se refirieron a ella como “la putita” se super-calentó y decidió que esa iba a ser su noche, que valía madre todo, que nos quería coger a todos. Más allá Alan estiraba la mano para agarrarla de la otra teta y Jorge y Jesús adelante decían. “orale cabrones, no se la vayan a acabar”, pero ni quien los pelara, ya yo le había levantado la falda y le estaba haciendo a un lado la panty y acariciando la panocha mientras Jesús se había ensalivado el dedo y le frotaba el culito que se contraía con las caricias y el pinche Alan le había abierto la blusa y le sobaba las tetas con ganas.
Llegamos al edificio donde comparto departamento con Jorge y fuimos por un pasillo oscuro, que aprovecharon Jorge y Jesús para fajársela porque decían que a ellos no les había tocado. Entramos al depa con una sala sencilla, pero eso si, con una cantina con muchos pomos. La recámara de Jorge tiene una cama king size y la iluminación era roja... cómo se nota que el pinche Jorge es bien congalero, pero era ideal para nuestros propósitos, asi que ahí fuimos. Cerramos la puerta y no perdimos el tiempo, Yo llegué por detrás y empecé a sobarle el culo y las tetas, mientras por delante la besaba Alan en la boca y le sobaba también las tetas. Yo le besaba una orejita y le dije:
- Ahora si putita, quieres verga?
- Si, ando caliente, nunca he estado con más de uno, pero ahora ando caliente y quiero que me cojan, que me usen como una puta, para que vea el cabrón de mi marido que no debe andar descuidándome
- Ni te apures chiquita, te vamos a dar verga hasta por las orejas, dijo Jorge mientras Jesús le sacó la falda y empezó a hurgar debajo de sus calzones y le frotaba la panocha. Alan seguía besándola y Jesús ya se había sacado la verga y le tomó de la mano para que ella se la masturbara. Ella con una mano se la chaqueteaba a Jesús y con la otra me sobaba la mía por detrás, que ya la había sacado y estaba dándole piquetes entre las nalgas
Ella estaba en éxtasis, cerrando los ojos y dejándose llevar; estaba experimentando lo que quería, que todos, desconocidos la utilizaran sexualmente, como un objeto, en una habitación desconocida, todo eran manos, bocas, vergas para ella sola. Estaba tan caliente que con tanta frotada de panocha de Jesús se empezó a venir y se le pusieron flojitas las piernas. En seguida la sostuve para que no se cayera y le dije. Esto apenas empieza.
- Si, cójanme como quieran. Soy su perra, su ramera y ando caliente
La pusimos en cuclillas, y ya estábamos todos con la reata de fuera. Como perrita se fue de rodillas y se puso a mamar como becerrita. Ella estaba encantada, había variedad de vergas grandes, carnosas, húmedas y calientes y entraban y salían de su boca alternativamente, era una perrita muy caliente;
- A ver puta, ven y mámanos la verga, le dijo Jorge, al tiempo de que le pegaba unas nalgadas que le dejaron el trasero rojo. “Si, enséñanos tus dotes de cusca mamadora y enséñanos la panocha que traes bien caliente perra” agregué yo.
- Si, soy una mamadora y me encanta la verga cabrones... acérquense y van a ver que tal.
Puta madre!! Dijo Jesús cuando sintió como la boca de Jackie iba engulléndole la reata... esta cabrona si que la mama rico, no mames... es una experta mamadora ¿Quién te enseñó, mamacita?
- Yo solita, se me da naturalito, jajajaja además tienes buena verga. Mmmm....
Y volvió a agarrarle el camote y se lo volvió a meter haciendo que el pinche Jesús pusiera los ojos en blanco hasta que le aventó todos los mocos a la boca y cara al tiempo que ella lo miraba con sonrisa de satisfacción. . Y es que ella se la tragaba suave e intenso, con la lengua iba acariciando el fierro y gozando como le entraba poco a poco mientras la saboreaba y sentía los distintos sabores del camote de esos cinco cabrones. Nos chupó los huevos y se los metía en la boca y los succionaba, nos recorría el fierro con la lengua, incluso a mi me dio un beso negro... Uff, que gusto, Yo tenía la verga bien tiesa y ya quería cogérmela por esa panochota tan sabrosa que le habíamos visto desde la fiesta. Y no nos equivocábamos, la tenía abultada, semi-depilada y muy apetitosa. Queríamos darle gusto, queríamos cogérnosla mucho rato hasta que estuviera llena de verga,
Así que mientras chaqueteaba dos vergas, se la mamaba a uno, yo me paré, me le puse por detrás y se la encajé de una sola. Entró como cuchillo en mantequilla, tenía la panocha bien apretadita, pero de tan caliente y lubricada entró como en guante. Ella cuando recibió el vergazo suspiró y dijo “ay weeyyyy, que riiiico” pero no dejó de mamar verga. Se nota que le gusta el papel de mamadora sumisa, así que le daba nalgadas duras y a cada golpe sentía como la panocha me apretaba el pito.
Jorge se paró y le dijo “Ya puta, de de mamarme la verga, que te la quiero retacar por el chiquito. A ver, pinche Pepe, hazte a un lado que me la voy a coger” y ella puso una cara entre gusto y preocupación porque al pinche Jorge no por nada le dicen el caballo. Tiene una vergota grande y gorda.
- Es que la tienes muy grande y me va a doler.
- Ni madres... te voy a culear y bien culeada, que te voy a dejar el hoyo bien abierto, que ni te vas a poder sentar jajaja.
Y yo que me le estaba cogiendo de perrito le dije. A ver, espera y en una que se la dejo caer en el culo aprovechando los liquidos que le salian de la panocha. ¡!Ufff, exclamó, pues no se la esperaba y le había dolido el vergazo.
-Ay, ay, espérate... que me duele.
- ¿Qué nunca te habían chiquiteado?
- Si, pero no asi, de sopetón,
- Pues mejor que te acostumbres porque el pinche Jorge te va a sacar los ojos.
- Ya me esta gustando... mmmm y seguia mamandole la verga a Alan y Rafael
- Yaaaa, pinche Pepe, hazte a un lado, que si no te mueves te la clavo a ti.
- Si buey, te rompo el hocico... espera... y seguí bombeándola hasta que la oí resollar y me vine llenándole el culo de mocos.
- Pinche Pepe, no mames, me vas a hacer batir leche.
- Es el lubricante puto...
Me quité y se puso Jorge de rodillas para encajarle esa vergota. Ella nomás tomó aire y se puso flojita. Poco a poco le iba entrando la verga. Parecía una culebra entrando a su nido,
- No chingues pinche güero (le decimos el güero por prieto, jajaja), la vas a dejar bien guanga y yo también quiero chiquitiarla, dijo Jesús, pero se fue pasando por debajo de ella y se la clavó por la panocha. Ella pujaba y sentía como le iba entrando poco a poco la reata por el culo mientras Rafael se la estaba ensartando por la cuquita y le estrujaba las chiches con ganas, hasta ponerle los pezones colorados. Cuando Jorge iba como a la mitad del camino, se la empujó de una y ella pegó un gritote... “Ayyy, carbónnnn , hijo de tu puta madreeee!!, me dolió, sácala, por favor...
- Cállate el hocico pinche perra y afloja el culo, que ni madres que te la voy a sacar... y se la empezaron a bombear entre los dos mientras el Alan, que no había tenido mucha acción, se paró y le clavó la verga en la boca para que siguiera mamando... “ándale, cállate el hocico y sigue mamando, puta”. Y ella sumisa siguió mamándosela tan rico que casi se viene en su boca.
Después me contó que al vernos tan calientes y tan violentos se asustó un poco. Hasta entonces siempre había cogido con gente más o menos conocida y nunca nadie había hecho nada que no quisiera o se le antojara, pero se dio cuenta que esta vez iba a ser diferente, y que esos hombres iban a culearsela y a hacer con ella lo que quisieran sin importarles lo que ella dijera, asi que decidió cooperar. Aunque había fantaseado coger con más de uno, en realidad era la primera vez que lo hacía y la experiencia era de humillación total por cómo la estaban tratando, pero eso le gustaba y cuando le llamaban puta y perra y le decían groserías y la nalgueaban se ponía super caliente que a una hora ya había perdido la cuenta de las veces que se había venido sobre la verga de alguno.
Cuando ya todos se habían venido en su boca, sus tetas, su panocha o su culo, Jackie seguía caliente sin saber por qué, asi que se tumbaron y ella se puso encima de ellos para chupárselas hasta que recuperaran el tamaño. Entonces se abrió la puerta y entró otro más de mis amigos y se quedó con ojos de plato al ver a una mujer buenísima mamandosela a cinco cabrones. Se acercó y empezó a sobarle el culo y el coño empapado de semen. Ella dijo que no, que seis vergas era demasiado para una, pero o todos empezaron a protestar...
- Ay no chingues!!!, si ya te hemos dado verga entre todos... donde comen cinco comen seis, asi que órale, a hacerle los honores a Juanito
Y uno de ellos la agarró y la hizo tumbarse sobre él para volver a encajarse ese camote palpitante y duro que le iba entrando poco a poco, cosa que le iba gustando mucho porque, aunque no era muy larga, era la más gorda y la llenaba completamente. Mientras tanto Pepe se acercó por detrás y se la clavó en el culo. Aunque lo tenía ardiendo porque Jorge se la había cogido dos veces por ahí con su gran pito, eso la volvió a calentar muchísimo y empezó a gozar como una desenfrenada.
- Que gusto haber coincidido contigo en la fiesta, Jackie... gózala... esta noche la vas a recordar con mucho gusto y chance vengas a visitarnos otro dia, le dijo Pepe..
- Ayyy, que caliente me tienen... espero que no sea la última vez.
Nuevamente tenía dos vergas dentro de ella otra vez. Nunca antes lo había hecho así y en una noche lo había hecho varias veces y empezó a gritar de placer y dolor, pero el recién llegado traía otras intenciones, asi que se desnudó, se puso de pie en la cama y le metió la verga en la boca. Ya no podía gritar y una lágrima de desesperación corríó por sus mejillas. Eso parece que les excitó aún más por lo que Jesús volvió a meterse por debajo para ensartarla por la panocha y siguieron llenándole todos sus hoyos de verga con más fuerza. Poco a poco el dolor se fue volviendo placer, y los gritos, gemidos y jadeos. Nos excitaba pensar que nos la estábamos culeando contra su voluntad, pero la verdad es que ella lo disfrutó como nunca imaginó. Al final, Juanito le aventó un montón de leche en la cara y el pelo que la dejó toda pringada. Aunque tragó todo el semen que pudo tenía todo el cuerpo lleno de ese líquido caliente y viscoso: las tetas, los muslos, la cara, el pelo y que decir de la panocha y el culo. Le echamos hasta la última gota que tenían dentro y empezaron a vestirse, diciéndome lo buena puta que había sido. Ella estaba agotada, le dolía el culo, la concha, las mandíbulas, se sentía sucia y humillada, pero satisfecha; después me dijo que había ido a eso y lo había conseguido, que nunca se había imaginado con tantos hombres pero que en el fondo le había gustado mucho. Que cuando llegara a casa y se metiera en la cama se masturbaría recordando lo sucedido.
Antes de irse, se metió a bañar y yo me metí con ella, la lavé y le quité todos los mocos mios y de mis amigos. Ya que estaba bien limpiecita nos empezamos a besar y ella me empezó a mamar la verga suavemente, levantó una pierna y se la clavé, la empecé a bombear despacio mientras nos besábamos y le acariciaba las tetas hasta que me vine y ya me quedé completamente seco. Cuando salimos los cuates estaban entre dormidos o echando la hueva y nomas dijeron...
-Pinche Pepe, te sacaste un diez con tu amiguita... y sigues de cogelón hasta en la regadera... ya ni chingas... Y tu mamita... aquí tienes tu casa, espero que te hayas divertido.
- Gracias, dijo ella. Como un poco apenada después de tanto desenfreno y de haber sido la porno-star de la noche. “hasta luego”. Y el pinche Jesús ya estaba al lado sobándole las nalgas y diciéndole “cuando quieras mamacita”
- Ya güey... ya nos vamos, le dije. Otro día nos vas a visitar, verdad?
- Espero que si, pero voy a tardar en recuperarme... me dejaron el culo ardiendo jejeje.
- Nada que no te cure una ración de pomada de “mipalo”, dijo el alburero de Jesús y todos soltamos la carcajada.
Luego la llevé a la fiesta y su marido acababa de terminar el juego. Estaba todo encabronado porque había perdido dinero y le estaba reclamando.
- Donde estabas, ¡chingada madre!... hace ratito terminé y no te encontraba.
- Estaba afuera, platicando con Pepe, un amigo de la universidad que encontré por casualidad, como tu estabas muy entretenido y yo muy aburrida... Afortunadamente me lo encontré y me quitó lo aburrida.
- mucho gusto, le dije.
- Mucho gusto, y gracias por haber atendido a mi esposa. Espero que no lo haya fastidiado con sus quejas y sus historias, ya ve como son las mujeres.
- Al contrario, su mujer es una persona muy interesante, se le ocurren cosas muy divertidas y es muy entusiasta y entretenida. No viera como nos divertimos...
Como que al güey no le agradó mucho oír eso, pero por otro lado no estaba en condiciones de reclamar por haber olvidado a su mujer por tanto tiempo (cosa que aprovechamos maravillosamente) y dijo:
_ Pues me alegro, a ver que día lo invitas a comer a la casa Jackie... ¿tiene nuestra dirección?
- Si, ya la di ... y el también me la dio... y muy bien dada (dijo por lo bajito, pero la alcancé a oir)... Sonrió mirándome maliciosamente y se despidió dándome un beso en la mejilla.
- Nos vemos Pepe, fue un placer, espero que no sea la única vez que nos veamos. Despídeme de tus amigos, son muy simpáticos.
- El placer ha sido mutuo. Hasta luego. Luego la vi alejarse del brazo de su marido, meneando ese culo tan hermoso y tan tragón de verga que resultó.

2 comentarios - la descuidó su marido

sebis10
excelente relato!! te sigo, seguime