Mi nueva profesora.

Briseyda pensaba que este nuevo semestre sería igual a los demás, es decir, completamente aburrido. Con 18 años recién cumplidos, empezaba el 6° semestre de preparatoria; los mismos profesores aburridos y los mismos compañeros sin gracia, y, a pesar de que muchos de ellos la admiraban como mujer y por ser una alumna brillante, ninguno de ellos llenaba el hueco que “Brii” (como la llamaban sus amigos) tenía en el corazón, causado años atrás por un amor fallido.
Sin embargo, el destino le tenía preparada una sorpresa:
-Oye, Brii, ¿ya viste a la nueva profesora? ¡Es muy joven!
-No- contestó ella -, pero la verdad, no creo que sea nada interesante.
Ella no sabía lo equivocada que estaba.
Después del receso, llegó la clase de dibujo técnico. Y allí fue cuando la vio. No era una belleza, no poseía un cuerpo escultural ni tenía un rostro perfecto. Era una chica normal. Pero nuestra protagonista vio algo en ella que pocos podrían ver.
-Buenos días. Mi nombre es Ariadna Blanco y seré su profesora de dibujo.
Sin más comentarios empezó a dictar una lista de materiales necesarios para la clase, pero Briseyda no comprendía las palabras que salían de sus labios. Solo la observaba tras esos anteojos, leyendo unas hojas desordenadas; Briseyda no recordaba la última vez que tenía sensaciones de ese tipo, tenía más de un año que ninguna persona la encantaba de esa forma.
Las clases avanzaban con poca novedad, la nueva profesora no parecía intimar con ninguna otra de las profesoras, de hecho, parecía que las demás se sentían amenazadas por su presencia, su juventud y por el hecho de haber obtenido una plaza estatal a una edad tan corta.
Semanas después hubo una kermés en la escuela de Briseyda, pero ésta llego demasiado temprano, así que eran ella, el director y curiosamente, Ariadna.
Briseyda y Ariadna se pusieron a inflar globos para uno de los concursos, asi que Briseyda aprovechó la oportunidad para romper el hielo. Ariadna tenía 23 años, había estudiado la carrera de Químico Farmacobiólogo, y, para mala suerte de Briseyda, tenía novio. Sin embargo, este no impedía el hecho de que a Briseyda le encantara esta mujer, era tan interesante y tan bella a sus ojos, jamás había conocido a alguien así de inteligente. Quería averiguar todo sobre Ariadna, y lo haría.
La amistad entre ellas siguió floreciendo. Briseya se esforzaba por ser la mejor en la clase de su amor, quería resaltar para Ariadna en todos los aspectos. Todos los días se detenía a platicar con ella, se saludaban de beso, era perfecto. Cada día Briseyda sentía que esa mujer se adueñaba de su corazón, de su alma, cada día, trataba de cruzarse con ella con los pretextos más tontos, solo por el hecho de mirarla unos instantes extra. Ariadna notaba notaba la insistencia de su alumna por encontrarse, y, aunque el gesto no le molestaba en lo más mínimo, no dejaba de parecerle extraño.
Tiempo después, a casi un mes de terminar el curso, Ariadna tenía que enviar a los alumnos ciertos planos para la maqueta del trabajo final, esa era la oportunidad de Briseyda para agregarla al msn y por fín aclarar las cosas. Se armó de valor y la agregó. De ese modo comenzaron a platicar, ya no como alumna/maestra, sino como amigas. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, gustos musicales, filosofía, sentido del humor. Prácticamente eran almas gemelas. Sin embargo, no pasó de allí.
Un par de semanas después, el curso había terminado, y Briseyda decidió confesar su atracción, pensó que, aunque Ariadna le rechazara, al menos ya no tendría que verla. Pero Ariadna tenía algo parecido en mente.
-Ariadna- tenía meses que le hablaba de tu- quisiera platicar contigo, pero no por aquí
-Yo opino lo mismo, te parece si nos vemos en un café, esta tarde?
-Si, está perfecto- dijo Briseyda, tratando de contener su emoción.
Quedaron de verse a las 5 en cierta cadena de cafeterías muy reconocida. Brii no decidía si llevarse el vestido o la falda; finalmente optó por unos jeans entubados, flats rojos y una blusa blanca con franjas azules. “Mejor sencilla” pensó.
Al llegar al lugar acordado, su amada Ariadna no había llegado. Se sentó en una mesa al fondo, junto a unas macetas. Después de algunos minutos que parecieron horas, llegó Ariadna, usando una playera fucsia de manga ¾ con un chaleco negro encima, una falda de mezclilla y unas sandalias negras. A pesar de ser un atuendo normal, para Briseyda, se veía maravillosa.
Se saludaron y ambas pidieron un café americano. Tras conversar de temas superfluos, Briseyda por fin se decidió.
-Me gustas…mucho, más de lo que me haya gustado ninguna otra chica anteriormente-dijo finalmente Brii
La frase tan abrupta más lo caliente del café, hicieron dar un pequeño respingo a Ariadna, eso era algo que ella ya sabía, más no esperaba nunca escucharlo salir de esos labios.
-Wow, no veía venir eso-dijo Ariadna nerviosa-.Pero, tu sabes que tu y yo no podemos tener una relación, ¿verdad?.
-Si, pero, tenía que decírtelo, este sentimiento lleva meses quemándome el pecho, y si a partir de este momento no quieres volver a verme, no importa, pero tenía que decírtelo ya.
La franqueza de Briseyda llegó a lo más profundo de Ariadna, a pesar de negarlo, sentía algo más por la adolescente, más que amistad o simple afinidad, era algo que nunca había sentido por otra chica. Se le ocurrió algo descabellado, acercó su rostro a la chica y le besó la mejilla, casi en la comisura. Briseyda simplemente no supo que decir, o que hacer, sólo se quedó allí, viendo un fuego en los ojos de Ariadna que no había visto antes.
-Vamos a mi casa-, dijo Ariadna, en ese momento no le importaba ya lo que pasara después. Quería a Briseyda y la quería en ese momento. Pagaron la cuenta y tomaron un taxi, ninguna de las dos habló en el camino, ni siquiera se miraban, nunca pensaron que algo así ocurriría.
Al llegar a casa de Ariadna, Briseyda no daba crédito a lo que estaba ocurriendo, nunca imaginó que algún día conocería el hogar su amada, sin embargo, solo le importaba una cosa: dejarse llevar por sus sentimientos.
El departamento de Ariadna era sencillo, una pequeña sala blanca con una mesita de centro metálica. El comedor era de 4 plazas y la cocina solo contenía lo escencial. Sin embargo, era un hogar acogedor y los pocos muebles y adornos habían sido escogidos con buen gusto. La voz de Ariadna interrumpió los pensamientos de Briseyda
-¿Quieres un poco de té helado?
-Si, gracias- dijo Briseyda; “te preferiría a ti” dijo para sí.
Un par de minutos después llegó Ariadna con dos vasos de té verde helado. El silencio era incómodo y sólo era cortado por el sonido de los hielos al chocar entre sí. Briseyda decidió romper con esto y por fín, dijo:
-¿Por qué me besaste?
Ariadna no contestó. Ni siquiera ella sabía la respuesta. Sólo había seguido sus impulsos. Miró a Briseyda a los ojos y simplemente se dejó llevar, de nuevo. Acercó su rostro al de su alumna y lo miró de cerca. Los ojos medianos y almendrados, con pestañas rizadas la veían expectantes, intercalando rápidas miradas a sus labios y a los ojos que les escudriñaban. Bajó a los labios bien formados, pulposos… y en ese momento ya no pudo resistir. Tomó el rostro de Briseyda entre sus manos y unió suavemente sus labios con los de ella. Fue un beso suave, romántico, ambas lo sintieron en lo más profundo de su ser. Tras un par de segundos se separaron y ambas rieron como tontas. Ninguna de las dos quiso hablar, por miedo a romper la magia.
Ariadna se alejó un poco y tomó de la mano a su compañera, guiándola a su habitación. Alli, Briseyda decidió tomar el mando de las cosas y tomando a su chica entre sus brazos, le plantó un beso en los labios. Acariciaba con su lengua la de Ariadna, mientras la apretaba fuertemente contra su cuerpo, quería fundirse con ella. No le importaba ya nada. Dejó de besarla y empezó a quitarle la ropa lentamente. Tras retirar la ropa exterior observó el cuerpo de Ariadna. Era de un 1.55 mts de estatura aproximadamente, de complexión delgada sin llegar a ser flaca, de caderas angostas pero senos grandes. Le gustaba, toda ella, ese cuerpo le parecía perfecto. El cabello ondulado a la altura de las orejas, su rostro, sus labios, el lunar sobre su pecho. Era perfecta.
Briseyda liberó los senos de Ariadna del sostén negro y los observó. Eran redondos y grandes, con los pezones bronceados de areola algo grande. Los tomó con sus manos y los acarició suavemente, para después hundir su rostro entre ellos y aspirar el aroma de esa mujer a la cual amaba desde hacía tanto tiempo. Rozó sus labios delicadamente sobre ellos, sin dejar de acariciarlos con sus manos y finalemente introdujo uno de los pezones en su boca. Ariadna lanzó un pequeño suspiro, muestra de que le agradaba la caricia. Briseyda siguió saboreando esos pezones tan deliciosos, mordisqueándolos y lamiéndolos, para después empezar a descender por el vientre hasta las panties que ya estaban claramente mojadas. De repente, Ariadna se alejó un poco y sin decir nada comenzó también a desnudar a Briseyda, dejándola solo con la ropa interior. Briseyda le indicó a Ariadna que se sentara en la cama y que después se recostara. Le quitó las panties rojas y observó el sexo depilado de Ariadna. Tenía un aroma peculiar, delicioso, provocaba besarlo, y lo besó. Ubicó rápidamente el clítoris hinchado luchando por salir entre los dos pliegues de piel que lo cubrían. Le dio un lametazo rápido y Ariadna arqueó la esparla, Briseyda siguió saborendo aquella vagina, besándola cual si fuera una boca; para después concentrarse más en el clítoris mientras introducía dos de sus dedos en la vagina. Ariadna respiraba cada vez más fuerte y con sus caderas regulaba la presión que Briseyda ejercía sobre su botoncito. Ésta siguió saboreando la entrepierna de su chica y al sentir el orgasmo cerca, apresuró su trabajo, presionando la pared superior de la vagina con firmeza y moviendo rápidamente su lengua alrededor del clítoris de Ariadna, la cual no se pudo controlar más y se vino entre gemidos y jadeos, levantando las caderas y liberando grandes cantidades de jugos de su conchita, inundando la boca de Briseyda y mojando incluso las sábanas. Nunca había tenido un orgasmo tan fuerte y placentero. Briseyda se tumbó junto a ella y Ariadna se incorporó para besarla, saboreando en su boca el sabor de su propio sexo.
A continuación, Ariadna retiró la ropa interior del cuerpo de Briseyda, observando por primera vez a esa joven como lo que era: una hembra. Briseyda era algo más rellena que Ariadna, de senos medianos y pezones pequeños, los cuales ya estaban duritos, su cuerpo era muy curvilíneo, con piernas bellamente torneadas. El pubis sólo mostraba un poco de vello, el resto había sido retirado. Ariadna besó a Briseyda, presionando sus tetas contra las de ella; se levantó un poco para dejar colgando libremente sus enormes senos, para que los pezoncitos se acariciaran mutuamente, era una sensación divina. Tomó los pequeños pechos de Briseyda y empezó a frotarlos, pellizcando de vez en cuando los pezones, que no podían estar más erectos. Finalmente, siguiendo su instinto, se incorporó un poco, deslizando una de sus piernas bajo las nalgas de Briseyda, quedando así las vaginas una frente a la otra. Briseyda entendió la idea y se deslizó un poco, uniéndose los dos sexos en un beso húmedo. Ariadna empezó a cabalgar a su chica suavemente, frotando su coño contra el de ella. los jugos de cada una de ellas hacían de cada movimiento más placentero; Ariadna se dobló hacia el frente para besar a Briseyda, sin dejar de mover sus caderas, finalmente, el orgasmo les llegó a ambas de manera salvaje. Briseyda sentía las pulsaciones en sus entrañas y los fluidos manar desde su interior. Había sido el mejor orgasmo de su vida, con la mujer de su vida. Ariadna por fin se detuvo, exhausta y se acostó junto a Briseyda, la cual la miró con la mirada más cariñosa del universo. Intercambiaron una sonrisa y unieron sus labios en un beso romántico, un beso por el cual habían esperado mucho tiempo, un beso que duraría para siempre.






Es mi primer relato erótico jeje 😃 espero que les guste ^^
[/b]

4 comentarios - Mi nueva profesora.

dico77
Excelente Capo!!! Lo unico es que deberias describirlas mejor al inicio del relato. Como cuando estaban solas inflando globos, como iban vestidas, que le miraba y le encantaba tanto. Es solo una idea. Igual es muy bueno 😃
mexicano_al_100
Esta muy bueno el relato, felicidades por tu primer post
packu2
Felicitaiocnes por tu primer post 😃 está muy buneo tu relato 😃
pezcesito
Me parece una interesante historia erótica...pollo...pezcesito