Un cuento "Cartoon"

Este cuento fue escrito desde un celular en mensajes de 144 caracteres, fue hace unos años cuando comenzaban los sms y luego mi pareja lo paso al formato txt.



El lugar era muy parecido al Cartoon Room, aunque en el techo tenía dos espejos, uno plano al techo sin llegar a la pared, el otro en un plano inclinado que permitía tener una visión espectacular apoyando la cabeza sobre la almohada, un espejo al respaldo de la cama, que no tenia respaldo, sino que era el espejo y dos espejo s a cada uno de los lados de la cama, de frente un gran ventanal de vidrio que da al norte con una espectacular vista al río, eran las 5 de la tarde y nos encontrábamos recostados viendo el río con una copa de champú en la mano, un largo y profundo beso para romper el hielo, te estiré del pelo y te lo puse para arriba...te lo ataste con una peineta, te sacaste el corpiño de tigre y...me desabrochaste el pantalón y como el que busca encuentra, sacaste el miembro erecto y ahí nomás practicaste un fellatio, como nunca lo habías hecho, el sol penetraba por la ventana y reflejaba sobre tu rubio pelo, al mismo tiempo una brisa suave entraba y refrescaba los cuerpos que ardían, al mismo tiempo te acariciaba el cabello, y masajeaba los pechos, te saqué los pantalones que estaban tan ajustados que parecían la piel misma, te senté suavemente sobre la cama y abrí tus piernas lentamente, y besando tu cuerpo centímetro por centímetro llegué al pulvis y lentamente te hice cunnilingus que hoy todavía recordarías, me tocaste para que me diera vuelta y sin dejar de hacer lo que estaba haciendo vos pudieras introducir el erecto miembro en tu boca, y por extensos e inacabables minutos saboreamos los mejores gustos que tiene la vida. Pasó el tiempo y nuevamente me puse por arriba tuyo y mi pene naturalmente fue a ubicarse entre tus senos...las sombras de algunas nubes se cruzaron entre el sol y nuestros cuerpos que se retorcían sobre la cama, fue ahí cuando abriste naturalmente las piernas esperando que mi pene te penetre en esa vagina que desbordaba de placer, poco a poco fue penetrando entre pequeños gemidos que hacías por cada centímetro que penetraba, tirabas la cabeza para atrás como haciendo lugar para que la penetración sea aún más profunda, fuiste levantando las piernas para facilitar la profundidad de la introducción, tenías los ojos cerrados y al parecer no querías abrirlos por temor a que sea un sueño, mientras tanto te besaba los pesones, que nunca habían estado tan erectos, poco a poco los cuerpos fueron avanzando en un abrazo interminable, el movimiento se hizo más frecuente y cambió el ritmo varias veces durante este rato...los cuerpos sudorosos chocaban produciendo un extraño ruido, así giramos y de un solo movimiento te encontraste arriba comenzando una cabalgata de placer donde supiste encontrar distintos tipos de trotes, mientras que te besaba y te acariciaba los senos y nos veíamos fijamente a los ojos, tratando de ver uno dentro del otro, de pronto demostraste y te pusiste en cuatro para esperar que por atrás, con una actitud provocadora, esperando que ese pene que ya parecía explotar, lentamente te penetré y nuevamente estalla tu cara de goce. Te tomé de las caderas y modifiqué lentamente la velocidad de la penetración y seguías gimiendo, así de pronto sentiste como la erección se hacía más fuerte aún, y de pronto sentiste que la temperatura aumentaba sustancialmente y mis gemidos demostraban que estaba acabando dentro tuyo, nos desvanecimos juntos en la cama y dejamos que esa brisa nos refrescara y produzca un escalofrío al chocar con nuestra transpiración, prueba de ello era la piel de gallina que tenías...así me desperté

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