Probando una Azafata!

Quería compartir con ustedes algo que pasó hace unos días atrás, y que es absolutamente cierto. Mi nombre es Miguel, tengo 37 años y por diez años aproximadamente trabaje en una pequeña aerolínea, los últimos cuatro, a cargo del área de sistemas hasta que me fui el año pasado a trabajar y vivir al interior.
Como se imaginaran, siempre tuve la fantasía de salir con una azafata, pero desgraciadamente no pertenezco a la raza de los ganadores que podrían hacerlo en dos horas en un vuelo, como contrapartida tenia mucho tiempo en el trabajo para convencer a alguna, el problema era que estaban grandes las que estaban. Hace aproximadamente tres años, ingresaron de golpe doce muevas aeromozas, de entre 20 y 25 años y de las cuales 6 estaban realmente muy buenas. Resumiendo logre salir con dos, la ultima realmente muy calentona, que me dejaba seco cada vez que nos encontrábamos. Pero la historia no pasa por aquí sino con otra de ellas con la que tenía buena onda pero estaba de novio y ante una muy sutil invitación mía, declino de aceptar.
Luego me vine al interior y no la volví a ver, pero la tenia en el Messenger aunque nunca aparecía conectada hasta que a fines del año pasado me escribió, le conteste, intercambiamos numero de celular y comenzó todo.
Los primeros sms fueron saludando, luego la invite a venir a conocer la ciudad cosa que acepto y entre idas y vueltas arreglamos para la segunda semana de enero. El problema fue que los mensajitos iban subiendo el tono cada vez mas, a esa altura tenia una calentura que no podía mas, parece que ella también porque decidió adelantar el viaje y venir el 1 de enero por la tarde.
Fui a buscarla a la terminal de ómnibus, y allí estaba Maria, 22 años, mas hermosa de lo que la recordaba, blanca, una cara muy bonita, pelo castaño largo, de 1.62 de altura, 95 de pechos, cintura muy fina y una cola pequeña pero bien redondita hacían un conjunto difícil de resistir. Llegamos a casa, tomamos unos mates, y charlamos un rato más para relajarnos porque la situación era un poco rara la verdad.
Luego de un rato, me levante y le tome una mano para que se pusiera de pie, la acerque a mi y nos abrazamos unos instantes, Lugo empezamos a besarnos y sin soltarla la fui llevando hacia el dormitorio.
Comenzamos a desnudarnos lentamente, cuando le quite el corpiño (sostén) pude ver unos pechos grandes, hermosos, paraditos, con unos pezones bien marcados, le deje su bombachita lila, se acostó y me coloque a un costado para besarle la boca y luego el cuello. Continué besando y chupando sus divinos pechos, primero uno, luego el otro, lentamente seguí por su panza, su ombligo con piercing, el pliegue entre sus piernas y su pubis, usando la lengua bien húmeda y presionando. A esta altura ella gemía suavemente y movía suavemente su cadera invitándome a seguir, lo cual hice. Estaba toda depilada, bese un poco allí y acerque mi boca a su conchita rosada sin tocarla, lo primero fue exhalarle un suave vaho, luego con la lengua por afuera de los labios mayores, sentía que latía y que tomaba mas calor, continué con mi lengua entre los labios mayores y menores y luego le separe los menores siempre con la lengua hasta llegar a su agujerito bien húmedo. Comencé a hacerle presión y le introduje un poquito de mi lengua para luego atender a su clítoris pasando mi lengua una y otra vez. A esta altura ella tomaba mi cabeza y la presionaba contra su vagina a la vez que gemía suavemente y movía su cadera cada vez mas rápido, yo ya no podía mas de la calentura así que tome mi pene y comencé a presionar su vagina y clítoris y luego lentamente la penetre, comencé a entrar y salir, se sentía muy húmeda, caliente y deliciosa, no iba a aguantar demasiado, ella comenzó a gemir cada vez mas lo cual aumento mas aun mi calentura hasta que sentí que me abrazaba muy fuerte y pegaba unos grititos, en ese momento llegue con unos fuertes espasmos y sentí que oleadas de semen inundaban su conchita, la intensidad del orgasmo había sido increíble.
Nos quedamos uno al lado del otro exhaustos unos instantes, luego ella prendió un cigarrillo que degusto muy lentamente y al terminarlo me susurro al oído
– Ahora entiendo por que se peleaban mis dos compañeritas… sonreí, la abrace y la bese un rato.
Enseguida se arrodillo y comenzó a besarme el cuello, mi pecho y fue bajando hasta llegar a mi pija ya casi dura. La tomo suavemente y comenzó a rodear la cabeza con su lengua bien húmeda, luego siguió con el frenillo y bajando por la base, así varias veces y luego le dedico unos instantes a mis testículos. Volvió a colocar sus labios en la cabeza y enderezo el cuello y comenzó a introducirla en la boca, entraba y salía de su boca pero cada vez veía que iba mas adentro, pensé que se ahogaría pero siguió haciéndolo hasta que casi logra tragarla por completo. Ver eso realmente hacia que se pusiera más grande aun, pero ella seguía hasta que comencé a moverme hacia arriba y abajo y allí se retiro, me miro a los ojos y me pregunto
– ¿Vas a acabar sin hacerme la cola?
Y sin mas se acostó boca abajo con las piernas ligeramente separadas, al ver eso tuve un impulso de ponérsela de golpe sin lubricante pero en vez de eso recorrí su cuello con mi lengua, luego su espalda, la columna desde el cuello hasta el huesito dulce y luego soplando para ver como su suave bello se levantaba. Bese los cachetes, le pase la lengua también y luego seguí con su ano. Al principio parecía muy apretado pero con la estimulación se fue relajando hasta que note que estaba listo. Saque el lubricante KY de la mesa de luz, un poquito para su ano otro para mi pija y comencé a penetrarla. Se quejo un poquito hasta que lentamente entro toda, se sentía muy muy apretado cosa que no esperaba la verdad y comencé con los movimientos de entrada y salida lentamente disfrutando la forma en que me apretaba ese agujero delicioso, luego la puse en perrito y allí le entre a dar con toda la furia y otra vez los grititos y su orgasmo y el mío que no pude evitar, fue una sacudida eléctrica intensa y deliciosa, la saque y vi como un poquito de mi semen salía de su agujerito hermoso.
Me deje caer en la cama agotado y ella hizo lo mismo, ambos con cara de satisfacción y disfrute.
Ese fue solo el comienzo, porque se quedo cuatro días en mi casa en los cuales perdí la cuenta de las veces que lo hicimos y los orgasmos acumulados.
Que forma de empezar el año!!!
Ahora estoy arreglando ir a la costa 10 días, a una playa medio desierta…

Espero les guste mi relato y gracias por la visita a mi humilde post.