Este relato es un tanto bizarro, tal vez hiera alguna susceptibilidad sobre temas que nada tienen que ver con el sexo... o si.
El personaje, ficticio como siempre, es un chico/a CD que ya lo he puesto a rodar en algún otro relato que pueden leer en esta misma página ("El templo de los dioses" 1 y 2, y "Primera vez en una estación de servicio". Aún mi querida crossdresser no tiene nombre ¿Y si me ayudan a ponérselo? (el nombre por supuesto).
Holis chicaaas:
Seguro alguna de ustedes se acuerdan de esta putita.
Ya me pudieron leer cuando les conté lo que me pasó (y me pasa, mmm) en "El templo lo los dioses" y en "Primera vez en una estación de servicio", así que ya saben cómo soy.
Esto me pasó el verano pasado. Era un sábado a la mañana, yo estaba lavando en casa la bombachita y el baby doll que había usado la noche anterior en el Templo de los Dioses, ya se imaginan lo chanchitos que son, estaban llenas del semen de mis Dioses (y del mío también, los orgasmos anales que me provocan mis dioses son tremendos). Desde que ellos me atienden todas las semanas (y no sólo el auto, obvio!), me siento más segura, la leche de mis dioses me sube la autoestima, le perdí un poco el miedo a las viejas chusmas del barrio y me muestro un poquito más, no es que salga a la calle como la putita que llevo dentro, tanto no!, pero me solté un poco, vieron?
Ay!, me empecé a ir por las ramas, perdón! Bueno, estaba lavando mis cositas y sonó el timbre. Yo estaba con una calza azul de lycra que se me metía bien adentro de la colita y un culotte azul Francia, precioso! Arriba una remerita vieja ajustada que marcaba bien mis pezoncitos. Ojo!!!, no me hormoneo, pero de tanto que me los chupan y manosean mis dioses, me crecieron un poquito, están re lindos.
Miré por el vidrio de la puerta, afuera había dos tipos jóvenes, blancos, rubios, altos, delgados, pantalón oscuro, camisa blanca de mangas cortas, una plaquita azul colgada del bolsillo, unos libros en la mano. Con el calor que hacia había poca gente en la calle, así que me olvidé de las vecinas chotas que me miran con asco, abrí la puerta y caminé hasta la reja como suelo caminar cuando estoy solita dentro de casa. Siiii ya les dije, en la calle se me nota un poquito, casi nada, pero ay!, cuando estoy solita en casa, mi colita no se puede quedar quieta.
-Buen día, ¿qué necesitan chicos?.- Yo ya lo sabía pero me cuesta tan poco hacerme la boluda, que bue.
Cuando los rubios me vieron, abrieron los ojos enormes y se miraron entre ellos. Me saludaron con un marcadísimo acento inglés, eran dos gringuitos que ya se imaginan de qué me venían a hablar. Uno sonriente, el otro serio. Antes que el sonriente comenzara escuché que el otro le decía:
-Bob, let´s go right now, you see, he is faggot, he is a whore, he is a bitch-
-A lot better Jim, a soul in pain to save-
-Ok, Ok, but take care-
Claro, ellos no se imaginaban que este morocho, villerito, negrito cabeza, hablaba inglés tan bien como ellos, pero me seguí haciendo la boluda, jiji y les dediqué una sonrisa de esas de las mías.
La verdad chicas, a mi me caen bien que estos pibes le dediquen horas de su vida a esto, me llena de admiración. Pero yo tengo mis creencias y no me las van a cambiar. Para muchos yo soy un degenerado, un condenado, un tipo que va a arder en el séptimo círculo del infierno de Dante, un sodomita, un pervertido, un corruptor de menores (jamás), un excomulgado. Pero El me hizo así y El es amor y Ella es tanto amor como El, y El vio que todo lo hecho era bueno, entonces estoy orgullosa de lo que soy porque El me hizo así. Claro, sigo tapada porque vivo en esta sociedad de mierda donde nosotras somos lo peor, y para no dar pasto a las vecinas chotas que creen que porque meneo un poco la colita y no tengo voz de camionero me voy a comer a sus hijitos y los voy a convertir en unos degeneraditos como yo, aunque seguro más de uno de esos nenes se debe haber clavado más de una paja pensando en mi colita, jiji.
Vieron?, me fui por la rama de vuelta. Bueno, ahí estaban los dos gringuitos y yo con mi calza de lycra metida en el orto, mi más linda sonrisa de putita, y mis manos acariciando mis nalguis, esperando que de sus voces salieran las verdades que me redimieran, pero los dos estaban mudos mirándome de arriba a abajo.
Al fin el sonriente comenzó y yo que soy una máquina de hablar, ya se dieron cuenta, no?, empecé a retrucarle con mis argumentos
-Por que el Libro del...., dice que...-
-Ay amor, no me digas eso, si el amor es universal-
-Si pero si lees el ....-, me retrucaba el serio
-Ay chicos chicos, verdad absoluta hay una sola, no se aferren asiiií-
Y mientras charlábamos el sol nos daba de frente y los tres transpirábamos a lo loco.
-Chicos, perdones, ¿no quieren que sigamos adentro?, así tomamos algo fresco- Se miraron, pero el calor pudo más que el recelo. Los llevé a mi livingcito, los hice sentar y me fui a buscarles un poco de coca a la cocina, cuando los miré de reojo, vi 4 pupilas clavadas en mi colita, jiji. "Estará mal si los hago pecar?", pensé.
Ya les dije, en mi casa soy una nena y con Jim y Bob lo era totalmente. Les traje la bebida y unos sanguchitos de miga que habían sobrado de anoche (si!, brujas, mis dioses del templo me llenan la colita pero después nos sentamos en el escritorio y me llenan también la pancita, cenamos todos juntos, son unos amores). Charla va, charla viene, yo cruzada de gambas como si no tuviera huevos, y gesticulando como la nena que soy. Boby me miraba de una manera que parecía querer desnudarme y la verdad, era tan lindo que yo quería que me desnudara. Jimmy, más serio y callado, lo miraba a Bob y me miraba a mi, pero yo notaba cómo cada tanto se frotaba la bragueta.
A pesar que tenía aún en mi pancita los 6 polvos que mis dioses me habían dado la noche anterior en el templo, ya saben lo calentona que soy, mi conchi me comenzó a latir, y cuando me late, me mojo toda! Si hasta uso protectores diarios como "ellas", o peor, porque necesito para mi conchita y para mi clit. No piensen mal, no se me para, es virgen y será siempre virgen, pero a veces si estoy muy muy calentita se me pone baboso y las bombachitas hay que cuidarlas, vieron lo que salen un culotte de CC?, yo no uso cualquier marca!!! Ay perdón, ya me fui del tema de nuevo.
-A estos me los como-, me dije. La excusa se dio justa, a Boby se le cayó un trozo de miga con mayonesa sobre la impoluta camisa blanca y le rodó al negrísimo pantalón.
-Ay cómo te pusiste Boby, vení que vemos cómo lo limpiamos, ya volvemos Jimmy- Me levanté y Boby me siguió como un perrito, sus ojos clavados en mi culito. Mi dormitorio tiene baño en suite, ¿qué se creen?, ¿y adonde lo iba a llevar al gringuito? El tipo vio la cama y se congeló, me di vuelta -dale, vení- lo llevé al baño. -Ay cómo te pusiste!, esperame-, fui a buscar una bata mía, -disculpame, no es muy masc...-, me quedé dura y con la boca abierta. El gringo tenía una carpa en el pantalón que casi le rompía la tela!! Ya me conocen chicas, me perdí, al carajo con mi plan de seducción, me arrojé casi, le bajé el cierre y en 10 segundos me estaba tragando su pija hasta la garganta. Boby me agarró de la cabeza y diciendo cosas que yo no entendía, me empezó a recoger la boca mal, me acomodé para no toser y me puse a esperar como la putita que soy mientras mis manos se aferraban a sus caderas y mis ojitos lagrimeaban por el esfuerzo. No duró mucho, me inundó de lechita gringa, mmmm, deliciosa. Me levanté para besarlo, Boby estaba super agitado, me hizo señas que no lo besara, entonces mirándolo a los ojos me tragué toda su lechita, y me arrodillé a limpiarle la blanquísima herramienta. Y ya que estaba luego de limpiarla seguí mamando esa delicia gorda y tibia, pasé mi lengua por su glande, busqué el agujerito de placer, lamí, recorrí todo el tronco, bajé a sus huevos de pendejos rubios, y me la volví a tragar. Con sus manos alejó mi cabeza de su poronga y le escuché decir:
-Oh, my God, nooo, what have I done?- No me iba a quedar callada!
-Ay Boby don't be so silly, enjoy!!!!- me la engullí de nuevo, la chupé como si se me fuera la vida en eso, y lo conseguí. Estaba dura como piedra. Me quité la ropa como pude, le bajé el pantalón y el blanquísimo calzoncillo, puse las manos en el lavatorio y quebré la cadera
-Fuck me Boby, fuck me pliiiiiiiiiiis-
Al gringo con la vista de mi conchi se le fueron los remordimientos, me la clavó de una hasta el fondo, menos mal que yo estaba tan mojada y dilatada que me entraba hasta la de un caballo.
El gringo bufaba, yo gemía, el lavatorio se zamarreaba con cada pijazo que me daba Boby. De pronto se abre la puerta del baño y aparece Jimmy
-What a hell are you doing?????- Sin dejar de partirme el culo lo escuché a Boby decir entre gemidos
-Don't you see?, fucking this whore. Don´t lie me, you wanna do it too!- La bragueta de Jimmy también estaba por estallar. Di vuelta la cabeza y con mi mejor sonrisa de putita le dije a Jimmy:
-Mi boquita está vacía- Jimmy sonrió y sus pantalones volaron por el aire. Sacó mis manos del lavatorio, me corrió y me puso la pija en la boca, y esta putita, que en su vida sólo había hecho tríos con sus dioses del Olimpo, se encontró con dos pijas enormes dentro suyo!!! Boby que me tenía de la cadera y me levantaba en el aire con cada pijazo, Jimmy que me agarraba la cabeza y me la metía hasta la garganta, y yo que quería, más que gemir, gritar de placer, no podía. Ahh, no, paremos, con una cama, queen como su dueña, a dos metros, estar cogiendo así no tenía sentido.
-Kids, the bed, the bed-, pude gritar cuando logré sacarme la de Jimmy de la boca. Corrí a la cama y me puse patitas al hombro en el borde, los gringuitos se miraron, -ahora io- dijo Jimmy, se ubicó entre mis piernas y me la clavó de una, Ay, que placer sentir esa poronga que me llegaba al ombligo. Bobi se quedó sólo mirando, en un momento me pareció que se la iba a meter a Jimmy, pero se frenó, se quedó pajeándose mientras miraba a Jimmy rompiéndome el culo. Yo veía esa enorme poronga blanquita y de pendejos rubios entrando y saliendo de mi culito moreno y saben qué? me acordé de la maldición de Malinche, jeje, el rubio rompiéndole el culo al negrito sudaca, pero soy más trola que nacionalista, y me dije " bueno ya encontraré algún kolla pijudo que me llene de altiplánica leche o un paragua hermoso que me coja en guaraní, ahora putita, disfrutá, enjoy!!!", cerré los ojos y gocé de esa pija gringa que me taladraba la concha. Y valió la pena, al ratito sentí como la pija de Jimmy se engrosaba y me deleité con sus gritos y sus palabrotas en inglés mientras me inundaba, literal literal, la conchita de leche.
Ni tiempo de reponerme me dieron esos dos, Boby me puso en 4 y me la clavó y Jimmy se vino por delante y puso a la altura de mis labios su poronga mojada de semen y juguito de mi concha, ¿qué podía hacer?, más bien!, abrí los labios y me la clavó y la saboreé y disfruté del sabor de su lechita.
No se cuanto tiempo me estuvieron dando así, sólo les cuento que me tomé la segunda lechita de Jimmy y mi conchi recibió la de Boby. Quedaron los dos rendidos. Mis gringuitos la tienen buena, pero no tienen la potencia de mis dioses del olimpo, mis argentos incansables y que, ellos sí, me destruyen a mi.
Jimmy se fue a bañar. Boby se quedó callado cerca mío, sin tocarme sin acariciarme sin mirarme. Mientras la ducha corría se sentó en el borde de la cama
-Thanks, gracias, aun no se como te llamas-
-La pasé genial gracias Boby-
-Pero... no se, esto no debería haber pasado, nuestro motivo era .., pero-
-Pero te encontraste con una perra de Sodoma que te hizo caer en la tentación- Bobi se puso rojo y agachó la cabeza. Casi me rio, pero me contuve, me dio un poco de penita, vieron?
-Ay, Boby!!, somos humanos, no me hiciste ningún daño, no les hice ningún daño, nos dimos un rato de placer mutuo sin perjudicar a nadie. A qué prójimo lastimamos, bobito?-
-A nadie, pero.....-
-Pero nada, El es amor y quiere que seamos felices, ¿lo fuiste?-
-Si, pero...-
-Pero NADA-, me levanté, tomé sus mejillas entre mis manos y le di un besito suave en los labios. Sonrió.
-Sos hermoso-
-NO, no soy hermoso, soy hermosaaaa, soy una DIOSA, pagana pero diosa al fin-, nos reímos los dos a carcajadas, pero para bajarle la culpa, me puse la bata, no sea que la vista de mi colita lo incitara a pecar de nuevo.
Jimmy salió envuelto en una toalla y sin hablar se fue a cambiar al living. Boby se bañó también.
Los dos se fueron casi sin volverme a hablar, solo mascullaban cosas entre ellos. Bueno, me dije, qué experiencia!, estos dos llegan a sus casas, buscan un látigo y comienzan a flagelarse la espalda, jiji
La semana de laburo vino dura como siempre, tapada como siempre, pero con mi tanguita bajo el pantalón, como siempre. El viernes, obvio, me fui al lubricentro, el templo de mis dioses, y como siempre me destruyeron mal, volví con las piernas flojas y chorreando leche sobre mis protectores, me parece que cuando vaya a verlos voy a usar apósitos. Me duché y me fui a dormir, muerta, muerta, muerta, pero feliz!!!
A eso de las 10 del sábado entre sueños me pareció sentir el timbre, naaa, no me había recuperado de la cogida de mis dioses, no iba a atender. Pero el timbre insistía. Yo duermo desnudita, lo saben. Me tuve que poner mi bata rosa, y salí a ver. La conchita me empezó a latir! En la puerta había dos tipos jóvenes, blancos, rubios, altos, delgados, pantalón oscuro, camisa blanca de mangas cortas, una plaquita azul colgada del bolsillo, uno de ellos con un libro en la mano, el otro se llevaba la mano a la bragueta, ya se imaginan quienes eran, ¿no amores?
El personaje, ficticio como siempre, es un chico/a CD que ya lo he puesto a rodar en algún otro relato que pueden leer en esta misma página ("El templo de los dioses" 1 y 2, y "Primera vez en una estación de servicio". Aún mi querida crossdresser no tiene nombre ¿Y si me ayudan a ponérselo? (el nombre por supuesto).
Holis chicaaas:
Seguro alguna de ustedes se acuerdan de esta putita.
Ya me pudieron leer cuando les conté lo que me pasó (y me pasa, mmm) en "El templo lo los dioses" y en "Primera vez en una estación de servicio", así que ya saben cómo soy.
Esto me pasó el verano pasado. Era un sábado a la mañana, yo estaba lavando en casa la bombachita y el baby doll que había usado la noche anterior en el Templo de los Dioses, ya se imaginan lo chanchitos que son, estaban llenas del semen de mis Dioses (y del mío también, los orgasmos anales que me provocan mis dioses son tremendos). Desde que ellos me atienden todas las semanas (y no sólo el auto, obvio!), me siento más segura, la leche de mis dioses me sube la autoestima, le perdí un poco el miedo a las viejas chusmas del barrio y me muestro un poquito más, no es que salga a la calle como la putita que llevo dentro, tanto no!, pero me solté un poco, vieron?
Ay!, me empecé a ir por las ramas, perdón! Bueno, estaba lavando mis cositas y sonó el timbre. Yo estaba con una calza azul de lycra que se me metía bien adentro de la colita y un culotte azul Francia, precioso! Arriba una remerita vieja ajustada que marcaba bien mis pezoncitos. Ojo!!!, no me hormoneo, pero de tanto que me los chupan y manosean mis dioses, me crecieron un poquito, están re lindos.
Miré por el vidrio de la puerta, afuera había dos tipos jóvenes, blancos, rubios, altos, delgados, pantalón oscuro, camisa blanca de mangas cortas, una plaquita azul colgada del bolsillo, unos libros en la mano. Con el calor que hacia había poca gente en la calle, así que me olvidé de las vecinas chotas que me miran con asco, abrí la puerta y caminé hasta la reja como suelo caminar cuando estoy solita dentro de casa. Siiii ya les dije, en la calle se me nota un poquito, casi nada, pero ay!, cuando estoy solita en casa, mi colita no se puede quedar quieta.
-Buen día, ¿qué necesitan chicos?.- Yo ya lo sabía pero me cuesta tan poco hacerme la boluda, que bue.
Cuando los rubios me vieron, abrieron los ojos enormes y se miraron entre ellos. Me saludaron con un marcadísimo acento inglés, eran dos gringuitos que ya se imaginan de qué me venían a hablar. Uno sonriente, el otro serio. Antes que el sonriente comenzara escuché que el otro le decía:
-Bob, let´s go right now, you see, he is faggot, he is a whore, he is a bitch-
-A lot better Jim, a soul in pain to save-
-Ok, Ok, but take care-
Claro, ellos no se imaginaban que este morocho, villerito, negrito cabeza, hablaba inglés tan bien como ellos, pero me seguí haciendo la boluda, jiji y les dediqué una sonrisa de esas de las mías.
La verdad chicas, a mi me caen bien que estos pibes le dediquen horas de su vida a esto, me llena de admiración. Pero yo tengo mis creencias y no me las van a cambiar. Para muchos yo soy un degenerado, un condenado, un tipo que va a arder en el séptimo círculo del infierno de Dante, un sodomita, un pervertido, un corruptor de menores (jamás), un excomulgado. Pero El me hizo así y El es amor y Ella es tanto amor como El, y El vio que todo lo hecho era bueno, entonces estoy orgullosa de lo que soy porque El me hizo así. Claro, sigo tapada porque vivo en esta sociedad de mierda donde nosotras somos lo peor, y para no dar pasto a las vecinas chotas que creen que porque meneo un poco la colita y no tengo voz de camionero me voy a comer a sus hijitos y los voy a convertir en unos degeneraditos como yo, aunque seguro más de uno de esos nenes se debe haber clavado más de una paja pensando en mi colita, jiji.
Vieron?, me fui por la rama de vuelta. Bueno, ahí estaban los dos gringuitos y yo con mi calza de lycra metida en el orto, mi más linda sonrisa de putita, y mis manos acariciando mis nalguis, esperando que de sus voces salieran las verdades que me redimieran, pero los dos estaban mudos mirándome de arriba a abajo.
Al fin el sonriente comenzó y yo que soy una máquina de hablar, ya se dieron cuenta, no?, empecé a retrucarle con mis argumentos
-Por que el Libro del...., dice que...-
-Ay amor, no me digas eso, si el amor es universal-
-Si pero si lees el ....-, me retrucaba el serio
-Ay chicos chicos, verdad absoluta hay una sola, no se aferren asiiií-
Y mientras charlábamos el sol nos daba de frente y los tres transpirábamos a lo loco.
-Chicos, perdones, ¿no quieren que sigamos adentro?, así tomamos algo fresco- Se miraron, pero el calor pudo más que el recelo. Los llevé a mi livingcito, los hice sentar y me fui a buscarles un poco de coca a la cocina, cuando los miré de reojo, vi 4 pupilas clavadas en mi colita, jiji. "Estará mal si los hago pecar?", pensé.
Ya les dije, en mi casa soy una nena y con Jim y Bob lo era totalmente. Les traje la bebida y unos sanguchitos de miga que habían sobrado de anoche (si!, brujas, mis dioses del templo me llenan la colita pero después nos sentamos en el escritorio y me llenan también la pancita, cenamos todos juntos, son unos amores). Charla va, charla viene, yo cruzada de gambas como si no tuviera huevos, y gesticulando como la nena que soy. Boby me miraba de una manera que parecía querer desnudarme y la verdad, era tan lindo que yo quería que me desnudara. Jimmy, más serio y callado, lo miraba a Bob y me miraba a mi, pero yo notaba cómo cada tanto se frotaba la bragueta.
A pesar que tenía aún en mi pancita los 6 polvos que mis dioses me habían dado la noche anterior en el templo, ya saben lo calentona que soy, mi conchi me comenzó a latir, y cuando me late, me mojo toda! Si hasta uso protectores diarios como "ellas", o peor, porque necesito para mi conchita y para mi clit. No piensen mal, no se me para, es virgen y será siempre virgen, pero a veces si estoy muy muy calentita se me pone baboso y las bombachitas hay que cuidarlas, vieron lo que salen un culotte de CC?, yo no uso cualquier marca!!! Ay perdón, ya me fui del tema de nuevo.
-A estos me los como-, me dije. La excusa se dio justa, a Boby se le cayó un trozo de miga con mayonesa sobre la impoluta camisa blanca y le rodó al negrísimo pantalón.
-Ay cómo te pusiste Boby, vení que vemos cómo lo limpiamos, ya volvemos Jimmy- Me levanté y Boby me siguió como un perrito, sus ojos clavados en mi culito. Mi dormitorio tiene baño en suite, ¿qué se creen?, ¿y adonde lo iba a llevar al gringuito? El tipo vio la cama y se congeló, me di vuelta -dale, vení- lo llevé al baño. -Ay cómo te pusiste!, esperame-, fui a buscar una bata mía, -disculpame, no es muy masc...-, me quedé dura y con la boca abierta. El gringo tenía una carpa en el pantalón que casi le rompía la tela!! Ya me conocen chicas, me perdí, al carajo con mi plan de seducción, me arrojé casi, le bajé el cierre y en 10 segundos me estaba tragando su pija hasta la garganta. Boby me agarró de la cabeza y diciendo cosas que yo no entendía, me empezó a recoger la boca mal, me acomodé para no toser y me puse a esperar como la putita que soy mientras mis manos se aferraban a sus caderas y mis ojitos lagrimeaban por el esfuerzo. No duró mucho, me inundó de lechita gringa, mmmm, deliciosa. Me levanté para besarlo, Boby estaba super agitado, me hizo señas que no lo besara, entonces mirándolo a los ojos me tragué toda su lechita, y me arrodillé a limpiarle la blanquísima herramienta. Y ya que estaba luego de limpiarla seguí mamando esa delicia gorda y tibia, pasé mi lengua por su glande, busqué el agujerito de placer, lamí, recorrí todo el tronco, bajé a sus huevos de pendejos rubios, y me la volví a tragar. Con sus manos alejó mi cabeza de su poronga y le escuché decir:
-Oh, my God, nooo, what have I done?- No me iba a quedar callada!
-Ay Boby don't be so silly, enjoy!!!!- me la engullí de nuevo, la chupé como si se me fuera la vida en eso, y lo conseguí. Estaba dura como piedra. Me quité la ropa como pude, le bajé el pantalón y el blanquísimo calzoncillo, puse las manos en el lavatorio y quebré la cadera
-Fuck me Boby, fuck me pliiiiiiiiiiis-
Al gringo con la vista de mi conchi se le fueron los remordimientos, me la clavó de una hasta el fondo, menos mal que yo estaba tan mojada y dilatada que me entraba hasta la de un caballo.
El gringo bufaba, yo gemía, el lavatorio se zamarreaba con cada pijazo que me daba Boby. De pronto se abre la puerta del baño y aparece Jimmy
-What a hell are you doing?????- Sin dejar de partirme el culo lo escuché a Boby decir entre gemidos
-Don't you see?, fucking this whore. Don´t lie me, you wanna do it too!- La bragueta de Jimmy también estaba por estallar. Di vuelta la cabeza y con mi mejor sonrisa de putita le dije a Jimmy:
-Mi boquita está vacía- Jimmy sonrió y sus pantalones volaron por el aire. Sacó mis manos del lavatorio, me corrió y me puso la pija en la boca, y esta putita, que en su vida sólo había hecho tríos con sus dioses del Olimpo, se encontró con dos pijas enormes dentro suyo!!! Boby que me tenía de la cadera y me levantaba en el aire con cada pijazo, Jimmy que me agarraba la cabeza y me la metía hasta la garganta, y yo que quería, más que gemir, gritar de placer, no podía. Ahh, no, paremos, con una cama, queen como su dueña, a dos metros, estar cogiendo así no tenía sentido.
-Kids, the bed, the bed-, pude gritar cuando logré sacarme la de Jimmy de la boca. Corrí a la cama y me puse patitas al hombro en el borde, los gringuitos se miraron, -ahora io- dijo Jimmy, se ubicó entre mis piernas y me la clavó de una, Ay, que placer sentir esa poronga que me llegaba al ombligo. Bobi se quedó sólo mirando, en un momento me pareció que se la iba a meter a Jimmy, pero se frenó, se quedó pajeándose mientras miraba a Jimmy rompiéndome el culo. Yo veía esa enorme poronga blanquita y de pendejos rubios entrando y saliendo de mi culito moreno y saben qué? me acordé de la maldición de Malinche, jeje, el rubio rompiéndole el culo al negrito sudaca, pero soy más trola que nacionalista, y me dije " bueno ya encontraré algún kolla pijudo que me llene de altiplánica leche o un paragua hermoso que me coja en guaraní, ahora putita, disfrutá, enjoy!!!", cerré los ojos y gocé de esa pija gringa que me taladraba la concha. Y valió la pena, al ratito sentí como la pija de Jimmy se engrosaba y me deleité con sus gritos y sus palabrotas en inglés mientras me inundaba, literal literal, la conchita de leche.
Ni tiempo de reponerme me dieron esos dos, Boby me puso en 4 y me la clavó y Jimmy se vino por delante y puso a la altura de mis labios su poronga mojada de semen y juguito de mi concha, ¿qué podía hacer?, más bien!, abrí los labios y me la clavó y la saboreé y disfruté del sabor de su lechita.
No se cuanto tiempo me estuvieron dando así, sólo les cuento que me tomé la segunda lechita de Jimmy y mi conchi recibió la de Boby. Quedaron los dos rendidos. Mis gringuitos la tienen buena, pero no tienen la potencia de mis dioses del olimpo, mis argentos incansables y que, ellos sí, me destruyen a mi.
Jimmy se fue a bañar. Boby se quedó callado cerca mío, sin tocarme sin acariciarme sin mirarme. Mientras la ducha corría se sentó en el borde de la cama
-Thanks, gracias, aun no se como te llamas-
-La pasé genial gracias Boby-
-Pero... no se, esto no debería haber pasado, nuestro motivo era .., pero-
-Pero te encontraste con una perra de Sodoma que te hizo caer en la tentación- Bobi se puso rojo y agachó la cabeza. Casi me rio, pero me contuve, me dio un poco de penita, vieron?
-Ay, Boby!!, somos humanos, no me hiciste ningún daño, no les hice ningún daño, nos dimos un rato de placer mutuo sin perjudicar a nadie. A qué prójimo lastimamos, bobito?-
-A nadie, pero.....-
-Pero nada, El es amor y quiere que seamos felices, ¿lo fuiste?-
-Si, pero...-
-Pero NADA-, me levanté, tomé sus mejillas entre mis manos y le di un besito suave en los labios. Sonrió.
-Sos hermoso-
-NO, no soy hermoso, soy hermosaaaa, soy una DIOSA, pagana pero diosa al fin-, nos reímos los dos a carcajadas, pero para bajarle la culpa, me puse la bata, no sea que la vista de mi colita lo incitara a pecar de nuevo.
Jimmy salió envuelto en una toalla y sin hablar se fue a cambiar al living. Boby se bañó también.
Los dos se fueron casi sin volverme a hablar, solo mascullaban cosas entre ellos. Bueno, me dije, qué experiencia!, estos dos llegan a sus casas, buscan un látigo y comienzan a flagelarse la espalda, jiji
La semana de laburo vino dura como siempre, tapada como siempre, pero con mi tanguita bajo el pantalón, como siempre. El viernes, obvio, me fui al lubricentro, el templo de mis dioses, y como siempre me destruyeron mal, volví con las piernas flojas y chorreando leche sobre mis protectores, me parece que cuando vaya a verlos voy a usar apósitos. Me duché y me fui a dormir, muerta, muerta, muerta, pero feliz!!!
A eso de las 10 del sábado entre sueños me pareció sentir el timbre, naaa, no me había recuperado de la cogida de mis dioses, no iba a atender. Pero el timbre insistía. Yo duermo desnudita, lo saben. Me tuve que poner mi bata rosa, y salí a ver. La conchita me empezó a latir! En la puerta había dos tipos jóvenes, blancos, rubios, altos, delgados, pantalón oscuro, camisa blanca de mangas cortas, una plaquita azul colgada del bolsillo, uno de ellos con un libro en la mano, el otro se llevaba la mano a la bragueta, ya se imaginan quienes eran, ¿no amores?
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