Pasó hace muchos años, me había ido a estudiar veterinaria a Esperanza (Sta Fe) y allí conocí a una chica con la cual nos pusimos de novios.
Después de unos meses yo ya era parte de su familia se podría decir, al menos así me lo hacían sentir.
Cuando mi novia decide irse a Santa fe a estudiar abogacía, sus padres me ofrecen una habitación en su casa, cobrándome un alquiler bastante más barato del que yo estaba pagando hasta ese momento, cosa que por supuesto acepté.
Mi suegro era chofer de larga distancia con lo cual estaba pocos días en su casa.
Mi suegra era una mujer delgada, de buena figura - sobre todo muy buenos pechos-, alta y de trato agradable.
Pasaron los días y cuando volvía de la universidad me quedaba horas conversando con ella, conversaciones que nos fueron acercando.
El día que tuve un accidente con la moto - fractura en una de mis muñecas- ella se quedó conmigo toda la noche.
A la mañana me ayudó a levantarme para ir al baño y noté que miró mi bulto y enseguida corrió la vista.
Ese instante me calentó y cuando volví y ella ayudó a acomodarme en la cama, me acomodé la pija semi parada para que ella viera.
Ví como no quitaba la vista y le pedí que preparara el mate y se sentara conmigo a tomar.
Cuando volvió yo corrí la sábana, dejando mi calzoncillo a la vista.
Lo primero que me preguntó fue si extrañaba a su hija, a lo que riéndome le dije si se notaba mucho.
Ella dijo que creía que sí y rió.
Entonces dije : " encima tengo la mano enyesada"
Ella no dijo nada y seguimos hablando de otra cosa.
Para mí sorpresa, de la nada, preguntó si "estaba cargado"
"Que me masturben no me haría mal" dije
Elena- ese era su nombre - estiró su mano y me rozó la pija.
" Por favor" le rogué.
Bajó mi calzoncillo y como resorte saltó la pija.
La acarició junto a mis huevos, para comenzar a pajearme suavemente.
"No debería estar haciendo ésto, me siento mal por mi hija"
" Ella nunca va a saber" le respondí y abriendo más mis piernas le dí espacio para que se inclinara y chupara.
Después de un rato le dije que iba a acabar y me pajeó hasta sacarme la leche.
Se levantó a buscar una toalla para limpiarme, y después que lo hizo la tomé del brazo y la acerqué a mi boca
Nos besamos profundamente y me dijo que necesitaba un hombre que la cogiera bien, que la tratara como a una puta ...
Confesó que nos había escuchado coger una tarde con su hija y se había masturbado de la calentura.
Que no era feliz con su marido porque nunca la "atendía" y ella quería verga.
Con todo esto mi pija estaba dura de nuevo.
Agarrándola dijo " ves ? ...yo quiero ésto a cualquier hora y en cualquier lugar" , y se agachó a besarla.
Le pedí que se subiera encima mío.
Se desnudó y se montó muy despacio, poniendo una cara de satisfacción al dejarla entrar que me puso más al palo.
Pude comprobar lo maravillosas que eran sus tetas, durísimas para sus casi cincuenta años, en forma de uvas con pezones en punta que lamí hasta dejarlos hinchados.
Acabé dentro suyo.
Elena se quedó acostada encima mío, respirando agitada, besando cada tanto mi cara.
Esa noche fui a su dormitorio.
Durante 3 años fuimos amantes. Cogimos todos y cada uno de los días en que estábamos solos.
Únicamente cuando su marido estaba en casa o Anita mi novia venía algún fin de semana, nos comportabamos "decentemente", aunque en ocasiones igual tratabamos de encontrar un tiempo para besarnos o tocarnos.
Terminó lo nuestro cuando su hija y yo nos separamos.
Yo dejé de estudiar - muy bien no me iba- y volví a mi ciudad.
Igualmente como despedida nos fuimos a un hotel en Santa fe y pasamos dos días cogiendo.
Fue una experiencia hermosa ... nunca más volvimos a vernos
Después de unos meses yo ya era parte de su familia se podría decir, al menos así me lo hacían sentir.
Cuando mi novia decide irse a Santa fe a estudiar abogacía, sus padres me ofrecen una habitación en su casa, cobrándome un alquiler bastante más barato del que yo estaba pagando hasta ese momento, cosa que por supuesto acepté.
Mi suegro era chofer de larga distancia con lo cual estaba pocos días en su casa.
Mi suegra era una mujer delgada, de buena figura - sobre todo muy buenos pechos-, alta y de trato agradable.
Pasaron los días y cuando volvía de la universidad me quedaba horas conversando con ella, conversaciones que nos fueron acercando.
El día que tuve un accidente con la moto - fractura en una de mis muñecas- ella se quedó conmigo toda la noche.
A la mañana me ayudó a levantarme para ir al baño y noté que miró mi bulto y enseguida corrió la vista.
Ese instante me calentó y cuando volví y ella ayudó a acomodarme en la cama, me acomodé la pija semi parada para que ella viera.
Ví como no quitaba la vista y le pedí que preparara el mate y se sentara conmigo a tomar.
Cuando volvió yo corrí la sábana, dejando mi calzoncillo a la vista.
Lo primero que me preguntó fue si extrañaba a su hija, a lo que riéndome le dije si se notaba mucho.
Ella dijo que creía que sí y rió.
Entonces dije : " encima tengo la mano enyesada"
Ella no dijo nada y seguimos hablando de otra cosa.
Para mí sorpresa, de la nada, preguntó si "estaba cargado"
"Que me masturben no me haría mal" dije
Elena- ese era su nombre - estiró su mano y me rozó la pija.
" Por favor" le rogué.
Bajó mi calzoncillo y como resorte saltó la pija.
La acarició junto a mis huevos, para comenzar a pajearme suavemente.
"No debería estar haciendo ésto, me siento mal por mi hija"
" Ella nunca va a saber" le respondí y abriendo más mis piernas le dí espacio para que se inclinara y chupara.
Después de un rato le dije que iba a acabar y me pajeó hasta sacarme la leche.
Se levantó a buscar una toalla para limpiarme, y después que lo hizo la tomé del brazo y la acerqué a mi boca
Nos besamos profundamente y me dijo que necesitaba un hombre que la cogiera bien, que la tratara como a una puta ...
Confesó que nos había escuchado coger una tarde con su hija y se había masturbado de la calentura.
Que no era feliz con su marido porque nunca la "atendía" y ella quería verga.
Con todo esto mi pija estaba dura de nuevo.
Agarrándola dijo " ves ? ...yo quiero ésto a cualquier hora y en cualquier lugar" , y se agachó a besarla.
Le pedí que se subiera encima mío.
Se desnudó y se montó muy despacio, poniendo una cara de satisfacción al dejarla entrar que me puso más al palo.
Pude comprobar lo maravillosas que eran sus tetas, durísimas para sus casi cincuenta años, en forma de uvas con pezones en punta que lamí hasta dejarlos hinchados.
Acabé dentro suyo.
Elena se quedó acostada encima mío, respirando agitada, besando cada tanto mi cara.
Esa noche fui a su dormitorio.
Durante 3 años fuimos amantes. Cogimos todos y cada uno de los días en que estábamos solos.
Únicamente cuando su marido estaba en casa o Anita mi novia venía algún fin de semana, nos comportabamos "decentemente", aunque en ocasiones igual tratabamos de encontrar un tiempo para besarnos o tocarnos.
Terminó lo nuestro cuando su hija y yo nos separamos.
Yo dejé de estudiar - muy bien no me iba- y volví a mi ciudad.
Igualmente como despedida nos fuimos a un hotel en Santa fe y pasamos dos días cogiendo.
Fue una experiencia hermosa ... nunca más volvimos a vernos
2 comentarios - Mi suegra, un amor prohibido