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Fantasia en Bobures 2



Al día siguiente su primerencuentro ella decide que quiere a ese negro y su instrumento siempre cerca.
Sola en el baño me puse a meditarlo que me estaba pasando, la verdad es que estaba feliz por ello, sin embargodos cosas me comenzaban a inquietar: Mi familia y cómo tener siempre a mi negroa mi disposición.
Mientras me duchaba tomé ladecisión de quedarme una noche más, siempre que el negro se quedara a mi lado,asimismo decidí llamar a mi marido y mentirle con relación a la noche de placerque había disfrutado.
Al salir del baño, mi negro mebeso tiernamente y procedió a bañarse, aproveché y llamé a mi marido, por elcelular, le dije que pasé una noche de perros, que el ambiente del burdel eramuy deprimente y los hombres eran borrachos, marginales y soberanos (así seauto proclama la chusma que apoya a Hugo Chávez). Le dije quea las 10 de la noche me retiré a la habitación a pesar de la mala cara de laencargada, lo noté molesto quizás se imaginaba que le iba a contar de aventurasextraordinarias de sexo. Le mencioné que lo llamaría en la tarde.
Me vestí con un blue jean y esperépor Felipe y al salir de la habitación me encontré con un vigilante que nosabrió la puerta del burdel. Mi negro al montarse en su camioneta Dodge RAM, medijo con una cara de mucha sinceridad: - Gracias mi cielo, he pasado una nocheincreíble, creo que en la cama nacimos uno para el otro. - Las gracias debodarlas yo. Tú eres mi fantasía realizada. Camino del Lago de Maracaibo a cuyasorillas se encuentra el pueblo de Bobures me comento de su vida, que eradivorciado, con una niña de 6 años y que era gerente encargado de dos fincasganaderas: Una en Santa Bárbara del Zulia y la otra en la zona de Arapuey-Ladificultad situadas a 150 y 25 kilómetros respectivamente, de donde nosencontrábamos. Así mismo, me comentó que tenía una sociedad con el dueño de lasfincas, en una finca platanera cerca del Vigía y que tenían unas 100 hectáreaspara la producción de plátanos para la exportación. Me dijo debido al temor delos secuestros por la guerrilla colombiana, el dueño de las fincas tenía más de3 años que no venía al sur del Lago de Maracaibo, por lo que las instruccioneseran recibidas vía E-mail, celular y además él tenía que trasladarse cada tressemanas unos 3 ó 4 días a Maracaibo para rendir informe de todas las actividades.Este ultimo comentario me turbó un poco y me puso a meditar, sin embargo él mesacó de mis pensamientos, diciéndome: - Amor, llegamos. Mi negro era conocidoen el restaurant de comida criolla, nos atendieron de inmediato y como dosjóvenes enamorados nos desayunamos aderezando el desayuno con palabras tiernasy besos cariñosos.
Después de un recorrido por elpueblo y caminar por una playa del lago, me manifestó:
- Debo ir a trabajar a La finca deArapuey, tengo que resolver algunas cosas administrativas, porque mañana deboir a Maracaibo, ¿te parece bien si te llevo al negocio de Shalimar y a la nochenos vemos?. Me quedé viéndolo fijamente, desconcertada. Yo pensaba estar todoel día con él. Me dijo:
- ¿Qué te pasa, mi amor ?. En esemomento tomé una decisión: - ¿Podemos hablar 10 minutos?. - Claro. Regresamosal restaurant donde desayunamos pedimos dos cervezas y yo agarrándolo de susmanos dije: - Voy a hablarte de mi vida, lo voy hacer porque veo que eres unhombre serio y voy a confiar en ti porque la noche de placer que pasé contigola quiero repetir por siempre. Si bien me encontraste en un burdel trabajandode prostituta, no lo soy o mejor dicho no lo era hasta ayer.
Le dije mi verdadero nombre, miprofesión, dónde trabajaba, que era casada, con hijas, que vivía en Maracaibo yque mi razón de estar un burdel era por una fantasía y que anoche con él habíasido mi debut como prostituta y que no quería estar ni un minuto más en eseburdel, que no quería perder mi familia, pero a él tampoco.
Cuando finalicé de hablar unaslagrimas asomaron por mis mejillas, él igual que anoche detuvo con su índicemis lagrimas y agarrándome ambas manos, me dijo: - Amor, vámonos. Manejaba sinpronunciar palabra, pero me acariciaba la pierna con su mano derecha. Yo ibamuy confundida por lo que estaba pasando y no me atreví hablar. Tomo la vía queconduce al burdel y al llegar al local, me dijo: - Recoge tus cosas que tevienes conmigo. Nos bajamos y en cinco minutos ya estaba lista para partir, meencontré a Shalimar en el pasillo y le dije que me iba, nos vio a Felipe y a míy se dio por enterada del por qué me iba. - Que les vaya bien. Al salir delburdel, mi negro me dijo: - Te vienes conmigo a la finca y mañana nos vamos aMaracaibo. Yo en mi carro seguí la camioneta de Felipe. Llegamos a la finca almediodía y todos los obreros saludaban con respeto a Felipe. Atravesamos variasmateras. La casa principal de la finca estaba ubicada cerca de un río de losmuchos que hay en el pie de monte andino, allí me presentó a Juliana y le dijoque yo era su novia. De casualidad no eché una gran carcajada. Me provocódecirle: somos algo más que novios, es mi hombre.
Juliana era como especie de ama dellaves de la casa, Felipe le dijo que queríamos almorzar en una hora, deinmediato Juliana dio instrucciones dos mujeres colombianas para que nosprepararan el almuerzo.
Felipe y yo nos fuimos a suhabitación con la intención de bañarnos. La misma estaba sobriamente decoradacon muebles de fina madera, el cual tenía un estar, que hacía las veces deoficina, había un sofá, un escritorio y una computadora. Felipe encendió elaire acondicionado y yo me quité las sandalias, estaba acalorada y él me estabacontemplando, por la forma como me veía, de inmediato me di cuenta que queríahacer el amor, definitivamente había química entre los dos, parecía que loconocía desde hace años, él se me acerco y comenzó a besarme, yo de inmediatorespondí a sus caricias, agarrando su miembro sobre su pantalón, dejando aFelipe que hiciera lo que bien quisiera, me acostó en la cama y me sacó losblue jeans, me quitó la blusa, los sostenes y pantaleta, al verme desnuda susojos tomaron un color caramelo y se tornaron más libidinosos, me hizo retirarmi mano de su güevo y procedió a quitarse la ropa. El coloso, el güevo quetanto temor y tanta pasión había en mí despertado y que era el responsable dela situación que estaba viviendo, ya apuntaba hacia arriba, yo acostada estirémis pies y con ellos procedí acariciar el instrumento de mi negro, él me agarrópor mis piernas levantándomelas aún más y abriéndolas para dejar ver mi cuquitay sin pensar un instante, lanzó su boca sobre ella, chupando y lamiendo miclítoris, sus dedos jugaron con mi vagina, que ya comenzaba a lubricar, yo yaestaba gimiendo de placer. De repente clavó su lengua en mi vagina y susásperas manos acariciaron mi vientre, ombligo y se apoderaron de mis senos, susdedos hacían suaves movimientos circulares en mis pezones y su lengua lamíaávidamente mis partes íntimas, yo con mis piernas a modo de tenazas aprisionésu cabeza. Mis manos apretaban fuertemente sus brazos y comencé a dar griticosde placer, ocasionalmente su lengua se abría paso entre mis nalgas, su contactocon ese agujero, me convertía la piel de las piernas, en piel de gallina.Estaba a punto de tener un orgasmo cuando mi negro dejó de chuparme y confuerza quitó mis piernas de su cabeza, yo, jadeante le iba a decir quesiguiera, cuando vi que colocaba mis piernas sobre sus hombros y la cabeza desu güevo comenzó a penetrarme, de inmediato se abalanzó hacia mí penetrándomeprofundamente, y logrando que mis rodillas casi rozaran mis hombros y comenzó asacar y meter su güevo con un movimiento lento, pero sistemático, colocó susmanos sobre las plantas de mis pies y ese apoyo le servía para impulsarse yentrar y sacar al coloso, yo tenía la mirada perdida y sollozaba. Él de repenteme dijo: - Todo íntegro para ti. - Y comenzó a darme embestidas fuertes,clavándome y sacándome su güevo, cuando entraba sentía que llegaba hasta lo másprofundo de mi ser, comencé a decirle: - ¡DISFRÚTAME! ¡ SOY TUYA!
Yo veía su cara libidinosa y seacrecentaba mi pasión por ese güevo tan hermoso que se clavaba vigorosa yrítmicamente en mi vagina, chillé y le pedí clemencia, estaba a punto de morirde placer cuando de repente me soltó el pie derecho y se metió mi dedo gordodel pie en su boca, clavando su güevo con mucha fuerza me hicieron llegar a unorgasmo descomunal.
Al darse cuenta que llegué a unorgasmo me besó y acarició suavemente, yo temblaba, respiraba jadeando y teníapequeños espasmos. Él me sacó su güevo y me hizo arrodillar sobre la camaviendo hacia la pared, dándole la espalda él me hizo colocar mis manos sobre elcopete de la cama. Por mis piernas descendían torrentes de liquido vaginal ysemen. Él se me acercó por detrás y procedió a clavarme profundamente por micuquita, que ya pedía güevo nuevamente. Su espada y sus manos se apoderaron demis hombros, me dio tres o cuatro clavadas, yo de espaldas a él sentía suacelerada respiración en mi oreja y sus palabras:
- Eres toda mía.
Yo le respondí:
- Sí mi amor y ese güevo es mío,por favor no te muevas déjame hacerte gozar. - Él se quedó quieto, yo sentía suduro pene en lo profundo de mi vagina, sentía cómo de vez en cuando se movía suglande para demostrarme que estaba vivo. Yo comencé a mover mi vientre y miculo, con un movimiento de adelante-atrás y ocasionalmente giraba mi culocircularmente. Yo jadeaba, comencé a darle con más fuerza, mis manos firmementeapoyadas en el copete de madera de la cama me daban el apoyo necesario paraclavarme mi güevo, sí, mi güevo porque ese güevo era ya de mi propiedad. Mimacho con sus manos me acariciaba mis senos y me susurraba en el oído: - Eresmi hembra y eres la mejor hembra que me cogido.
- Y a mí me gusta que cojas biencogida. Dame duro papi.
Sus 27 centímetros de peneentraban y salían de mi vagina, yo nuevamente con todos mis sentidos orientadosa tener otro descomunal orgasmo, por momentos creía que iba a desfallecer deplacer, me movía sin detenerme, estábamos bañados de sudor, ese güevo estabaacabando con mi vida, todas mis energías estaban concentradas en moverme conese monumental falo en mi vagina y gritar: - GUUUAAAOOOO. Él también estaba apunto de acabar sus manos apretaron mis tetas y me dijo con voz entrecortada: -NO PUEDO MÁS, VOY ACABAR. - Sí, amor, lléname con tu leche. Dame tu lechecaliente. Y yo sintiendo como oleadas de semen inundaban mi vagina me clavérepetidas veces mi güevo hasta llegar a un prolongado y placentero orgasmo.
Quedamos exhaustos, jadeantes,bañados de sudor, de mi vagina como un manantial brotaba semen y liquidovaginal, mis piernas estaban adoloridas y dormidas, pero todo mi ser estabapletórico de felicidad. Mi macho jadeaba sobre mi cuello y me decía: - Mi amor,qué polvo tan rico. Estuve a punto de morir de placer.
Yo le conteste:
- Tú no te puedes morir, tú tienesque vivir por siempre para que me des lo que siempre he deseado: Sexo, sexo ymás sexo.
Nos reímos los dos y el falo de mimacho se me salió de la vagina. Al yo verlo grande, pero flácido le dije:
- Acabé contigo, Te lo maté. - -No, sólo esta dormido, repone sus fuerzas para hacerte temblar, llorar y gemirde placer.
- Eso espero. Le contesté. -Llamaron a la habitación. Era Juliana para decirnos que la comida estaría listaen 5 minutos, rápidamente nos bañamos, extrañándome que el baño estabaexcelentemente bien equipado, con equipos de primera calidad y hasta un jaccuzi.Ello me llevó a preguntar a Felipe y me dijo que en el pasado al dueño legustaba venir a esta finca con frecuencia y la tiene bien equipada. Pero que nome preocupe él ahora es quien utiliza esta casa ya que debido a la situacióncon los Elenos difícilmente el dueño regrese acá algún día. Nos vestimosrápidamente y en 10 minutos estábamos saliendo al comedor. En el jardíninterior de la casa a pesar de la sombra de los árboles el calor erainsoportable, una alta húmeda y una temperatura cercana a los 40 gradoscentígrados a la sombra. Afortunadamente en el comedor había aireacondicionado. Los muebles del comedor de la casa eran de madera muy fuerte ybien trabajada, las sillas eran de madera y cuero. Una pared estaba llena detrofeos seguramente ganados en ferias agropecuarias por los animales de lafinca. Almorzamos comida típica de la región y finalizado éste, mi negro se fuea visitar las distintas materas de la finca (materas son salas de ordeño, muyrusticas en la cual se reúnen las vacas dos veces al día para ser ordeñadas,entiéndase que muchas de las fincas del Sur del Lago de Maracaibo son de baja ymediana tecnificación, con animales de doble propósito, con una producción porvaca de 5-6 litros). Me quedé conversando con la encargada de la cocina,Florencia una colombiana costeña, que hablaba por los cuatro costados. Meinvitó a tomar un guayoyito (café negro, un poco flojo) en la cocina. Allíhablaban como cotorras ella y su ayudante, Florencia me presentó a su hija,Janet, una muchacha preciosa de unos 18 años, que había terminado sus estudiosde secundaria en la población de Sabana de Mendoza y se iría a Maracaibo aestudiar Veterinaria. La cocina además de servir para la casa tenía un granventanal, que daba hacia la parte trasera de la casa, allí se encontraba ungran mesón en el cual me indicaron comían los mecánicos y tractoristas de lafinca, ya que en el galpón cercano funcionaba el taller de maquinarias de lafinca, por ese ventanal se daba la comida a los mecánicos y tractoristas. Eranlas tres de la tarde y me quedé conversando con Florencia quien se desvivía enatenciones conmigo, su hija en cambio estaba muy callada, lo cual era algonormal por ser gente de extracción muy popular en donde la timidez es uno delos rasgos característicos. Su cara denotaba una gran dulzura blanca y con elpelo liso, contrastaba mucho con su madre que era morena y con rasgosafricanos. Me estaba tomando el tercer guayoyo, cuando llegó un joven negro,alto de 1.90 como mínimo y de unos 23 años, en un tractor Ford 8000 con unarastra, se veía acalorado y por el ventanal le pidió a Juliana agua y café,cuando Florencia se volteó, el negro le hizo un guiño a la muchacha la cualasintió nerviosamente. Cuando el joven notó mi presencia, se sorprendió, me vio,casi desnudándome y me dio las buenas tardes. Juliana me lo presentó comohermano de Felipe, diciendo:
- Le presento a Carlitos, es elhermano menor de Felipe, él estudia Agronomía en Maracay, pero en lasvacaciones se viene a trabajar aquí. Carlitos la señorita es la novia deFelipito.
El Carlitos de casualidad no seatragantó, diciendo:
- Mucho gusto señorita, y acontinuación, exclamó:
- ¡Coño, Florencia, Negro macho sesaco la lotería! Florencia esta mujer es un bombón.
Me reí y le di las gracias,aproveché esta situación para agradecerle a Florencia el café y el almuerzo yme fui a la habitación a ver alguna película por televisión a través de Directtv.
Florencia me despidió con cariño yme dijo:
- La comida estará lista a las7.30 de la noche, sin embargo Felipe siempre llega como a las 8. Si ustedquiere comer antes venga. - - Gracias, pero yo lo esperaré. - Encendí latelevisión y en menos de 10 minutos me quedé dormida, cuando me desperté estabaanocheciendo eran las 6.45 p.m. estaba, como dicen mis hijas, burda de Ladi(ladi diminutivo de ladilla), esta expresión significa altamente fastidiada. Mearreglé un poco y salí de la habitación, estaba anocheciendo, la casa en suinterior tiene un jardín central como de 400 metros cuadrados, con grama yárboles muy bien cuidados, no había luces encendidas solamente la entrada de lacasa tenía las lámparas encendidas y una de las habitaciones tenía luz, que sefiltraba por la ventana, gracias a una cortina a medio cerrar, me imaginé queera la habitación de Juliana.
A lo lejos se oía los mugidos dealguna vaca llamando a su becerro, al calor se mantenía cercano a los 33grados, fastidiada me senté en una butaca, deseosa de que Felipe llegara, paracenar, al rato vi que entró una mujer a la casa, me di cuenta que era Janet,iba con un short y una blusa amarrada a la cintura, no me vio y entrórápidamente a la habitación de la luz encendida cerrando tras de sí.Transcurridos unos minutos, estaba tan aburrida, que pensé, es mejor hablar conestas mujeres, que estar sola sentada en esta oscuridad. Me dirigí hacia lahabitación que tenía la luz encendida, caminando por el amplio corredor de lacasa entre el jardín y las habitaciones.
Cuando estaba a punto de tocar lapuerta de la habitación sentí un ruido extraño, lo que me hizo ser precavida yme acerqué a la ventana de la cortina a medio cerrar. Había una hamaca guindadamuy alta a unos 20 centímetros por arriba de una cama matrimonial. Cuál nosería mi sorpresa, al ver a Janet sobre la cama y vestida únicamente con unaminúscula tanga roja, agachada sobre Carlitos, le estaba besando las tetillas ycon las manos le agarraba el enorme bulto que sus interiores escondían.Carlitos acostado y con los ojos cerrados, dejaba a Jane que actuara por símisma, estuve a punto de irme, pero la curiosidad pudo más, Janet tenía unacara de cierta inocencia pero con un deseo por tener sexo irrefrenable. Subello cuerpo, se movía con una voluptuosidad, propia de una mujerexperimentada. Yo nunca en mi vida había presenciado un acto sexual, apenasalgunas películas pornográficas, vistas en motel de la carretera panamericanacercana a Caracas con mi amante hace 12 años. Pero este acto, era en vivo y endirecto, como dicen en la tv.
Ambos tenían unos cuerposespectaculares Carlos tenía tipo de deportista y Janet tenía a su favor lajuventud y unos deseos sexuales irreprimibles. De pronto ella soltó lavirilidad de Carlitos, con ambas manos agarró los interiores de Carlos y se losquitó dejando ver el enorme falo, tan grande como el de mi negro. Janet deinmediato se tragó literalmente de 10 a 15 centímetros de güevo, yo al ver eseenorme güevo me acordé de mis ultimas 24 horas y comencé a excitarme, noentendía cómo esa muchacha bella con cara angelical, fuera tan diestramanejando un güevo de esas dimensiones. De inmediato pensé ¿ Qué estaránhaciendo mis hijas en Caracas ?, ¿en qué mundo he vivido yo?, la juventud deahora es distinta. Hace 20- 25 años era otra cosa yo, he tenido que vivir 42años para poder cogerme el güevo que deseé toda la vida y hasta a un burdel,tuve que irlo a buscar y esta carajita apenas liceísta, se los traga en la casade su jefe.
Estaba absorta en estospensamientos que no me daba cuenta de lo que ocurría en la cama y en mientrepierna, yo estaba mojando por completo mis pantaletas y en la camaCarlitos había dejado su actitud pasiva y ahora tomaba dominio de la situación,había acostado a Janet en la hamaca en forma transversal, despojándola de lapantaleta, la carajita tenía toda la cuquita afeitada, él sentado en la camatenía que hacer poco esfuerzo para chuparle la cuca a Janet, apenas el negro,le colocó la lengua en los labios de la cuquita, la carajita se estremeció ygritó:
- RICO, MI AMOR. - Estoenvalentonó a Carlos que con gran avidez mordía, besaba, chupaba y lamía lacuca de Janet. Sus manos se apoderaron de los hermosos senos de la joven quienya fuera de sí sólo atinaba a decir:
- Cogéme por favor, métemelo ya. -El descomunal güevo de Carlitos a veces parecía más grande que el su hermano,parecía una manguera, a mí me temblaban las piernas, mis pantaletas y el bluejeans estaban húmedos.
Carlos, continuó chupando la rajade la carajita, ésta gritaba: COÑO, CÓGEME. QUIERO GÜEVO. PÁRTEME EN DOS. Lamujer porque en verdad era una mujer estaba desesperada, su cara denotabaangustia, deseo y pasión. Yo a pesar de la guevamentazón que había llevado enlas ultimo 24 horas, también ardía de pasión y casi estaba a punto de comenzara masturbarme. Carlos agarró a Janet y la arrodilló sobre la cama y le colocóel cuerpo sobre la hamaca, quedando Janet con su culo y cuca dispuestas asentir el miembro del semental que se aprestaba ya a metérselo, él con su manoderecha le metió dos o tres dedos en la vagina, moviéndolos circularmente,luego se echó abundante saliva en su mano derecha y se comenzó a hacerse lapaja, el güevo se le endureció aún más y procedió con los dedos abrirle loslabios a Janet para comenzar la penetración, Carlos la agarró por la cinturacolocándole la cabeza de su güevo en la entrada de la vagina y sin perdertiempo la clavó de un solo golpe, la mujer, gritó: - AAAAAAYYYYYYY. Carloscomenzó a bombearla y meciendo la hamaca ayudaba a la salida del pene, paraluego con las manos y el cuerpo ayudarse para una penetración profunda. Yo meestaba agarrando mis senos y mordiéndome los labios. La muchacha tuvo variosorgasmos y su piel se estremecía a cada embestida, ya no gritaba sólo decía: -Tú eres mejor. Tú eres mi hombre. Carlos le hizo pasar una pierna a Janet sobrela hamaca y él con sus pies sobre la cama y las manos sobre la cintura de Janetse la estuvo cogiendo durante varios minutos, yo estaba a punto de masturbarme,cuando Carlitos le dijo:
- ¡¡¡MI AMOR ME VOY!!! Luego deunos segundos de éxtasis, Carlos con delicadeza acostó a su carajita en lacama. Ella se le quedó viendo y le dijo: - Tú eres el mejor. Él hizo intenciónde pararse y yo de inmediato me retiré para evitar que me vieran. Excitada comoestaba, me dirigí a la cocina eran las 7.45 p.m. Florencia me preguntó si iba acomer le dije que quería esperar a Felipe, pero quería tomarme un trago. Mesacó una botella de Ron Sta. Teresa, me preparó una Cuba libre y me dijo: -Vamos a llamar a Negro macho por 2 metros para ver a qué hora viene.
No le entendí y me dijo: - AFelipe le decimos Negro macho y voy a llamarlo por radio. Felipe informó queregresaría en una hora, que comiera yo sola, así lo hice. Cuando finalicé le dilas gracias a Florencia y le pregunté por Janet, ella inocentemente mecontestó:
- Se fue a las 7 a jugarmonopolio, con los hijos del veterinario, el cual vive en la casa que está comoa 50 metros de aquí. - De casualidad no le dije que seguramente había compradolas Compañías de agua y luz eléctrica porque vi que le estaban metiendo unagran tubería y tenía los ojos encendidos.
Le di las buenas noches y me fui ala habitación, pero pasando por la habitación de Carlitos la luz estabaencendida pero no los vi. Me imagino que estaban haciendo el amor en la ducha.
Al llegar a la habitación encendíla televisión pero además de estar molesta porque no había llegado Felipeestaba excitada por lo que había visto. Acostada me puse a pensar lo que habíapasado con mi vida en estas 24 horas y como había aprendido. De pronto meacordé que no había llamado a mi esposo, afortunadamente había cargado labatería del celular. No sabía qué decirle, se me ocurrió una mentira tonta ysin pensarlo dos veces lo llamé le dije: - Estoy en Sabana de Mendoza, el carrose me accidentó en la carretera a las 3 de la tarde y nos trajeron con una grúay sólo a las 6.30 estuvo listo y como no iba a viajar de noche tuve que buscarun hotelito en la carretera panamericana. Mañana me voy como a las 9. Él medijo: - Sabes que estoy contento que cómo salió esta descabellada aventura,creo que todo esto fue una locura de mi parte estoy arrepentido de habertehumillado de tal manera. Perdóname.
- No te preocupes, lo que pasó esuna bonita experiencia. Después hablamos. Por cierto has llamado Caracas parasaber de las niñas.
Me dijo que las tres estaban bien,a dios gracias no me dijo que muy bien, porque si no me las imaginaba queestaban como Janet. Nos despedimos fríamente.
Cuando colgué, pensé, si fuerealmente una bonita, agradable y apasionante experiencia. De la neverita de lahabitación me serví una copa de vino tinto y saboreándolo recordé las escenasvistas a través de la ventana de Carlitos y me excité y mi negro que no llega,las 8.45 p.m. y ya debería de estar aquí. A falta de pan buenas son tortas, medesvestí, agarré mi aceite para niños, me fui al baño y llené el jacuzzi conagua caliente y me comencé a tocar mis senos y a recordar las escenas vistashace poco, ahora fantaseaba con falos existentes me imaginaba yo en el medio deCarlos y Felipe. Ellos ávidos de penetrar mis agujeros y yo deseosa de sentiresos enormes y deliciosas mangueras negras, horadar mis carnes hasta lo másprofundo. Dando pequeños sorbos a mi copa, comencé a tocar mi clítoris, paralubricarlo, abrí la tapa del aceite, cuando iba a llenarme la mano de aceite,por encima del ruido del agua y del motor del jacuzzi, se oyó la voz de Felipe:
- Dónde está mi hembra, que vengocansado pero sediento de amor. - Estas palabras me vinieron como anillo aldedo:
- Aquí amor lista parasatisfacerte y darte el reposo que el guerrero necesita.
Salí del jacuzzi a pesar del fríodel aire acondicionado, lo besé le di mi copa y la botella de vino y lo trajeal baño, lo senté en el borde del jacuzzi y le quité las botas, las medias, sucamisa, en fin lo desnudé, sin decir palabra le llené una copa de vino y se laofrecí, él tomó de un trago la mitad yo acabé de un trago lo que quedaba.
Lo metí en el jacuzzi y lo senté,yo me coloqué a horcajadas sobre él, comenzando de inmediato a besarlo ymoviéndome voluptuosamente sobre él. Mi negro respondió de inmediatomostrándome y clavándome en el ombligo su vara maravillosa, le dije con voz entrecortadapor el deseo:
- No sabes lo lento quetranscurrieron las horas sin ti. Tú me haces mucha falta pero más falta me haceél y acompañé esta frase agarrando al falo que me da placer y me hacer retorcerde emociones nunca antes vividas. - - ¡¡¡Este güevo es mío!!! - Me sumergí enjacuzzi y trate de ganarle a Janet, si ella se tragó 10-15 cm yo estabatratando de tragármelo completo, no pude pero lo que me metí era realmentedemasiado para cualquiera, me quedé más de 60 segundos bajo el agua chupándoleel güevo a mi macho. En ese momento me acordé que en dos oportunidades lehabían dado el calificativo de Negro Macho, salí a las superficie volviéndome asentar a horcajadas sobre él y sin soltar mi güevo de ébano y respirandoprofundamente por la falta de oxígeno le pregunté:
- Amor, por qué te dicen Negromacho. - - ¿Quieres saberlo?
- Sí. - - Bueno tú lo pediste. Esesobrenombre, me lo puso el dueño de la finca hace 12 años cuando tenía yo 20años, me llevó con su chofer y mi papá que era encargado aquí a Cúcuta, allínos fuimos en la noche a un burdel llamado La Casa de Las Muñecas, sitio encual había más de 80 mujeres la gran mayoría bellas. De inmediato llamaron 4mujeres, a mí me asignaron una mujer como de 32 años que a los 5 minutos queríairse a la habitación a tirar, yo como carajito al fin, le pagué, no lacontradije y nos fuimos, bueno ella al ver mi bate se volvió loca no sabía sillorar o reír. Aparentemente nunca había visto un güevo de ese tamaño, se lometí, gozó una bola y a los 20 minutos ya yo estaba sentado en la mesa y ellaharta de güevo, se fue contenta sin embargo le comentó a dos o tres amigas loque había gozado con el carajito. A los 10 minutos las mujeres me tenían comoloco, pidiéndome cigarrillos y diciéndome: - ¿ Qué será lo que quiere el negro? Mi padre que era muy putañero y jodedor, les decía: - El negro lo que quierees bollo. Y con los dedos índice y pulgar de ambas manos hacia una forma detriangulo para imitar una cuquita. Para hacerte el cuento corto entre tragosesa noche me acosté con 6 mujeres distintas y todas quedaron satisfechas. Mipadre esa madrugada estaba orgulloso de mí como si estuviera graduándome en laUniversidad. Yo recuerdo que le pagué a la primera y las otras no me pagaronporque no quise cobrarles. El dueño de la finca, al día siguiente almorzando enel hotel me decía, cada vez que nos pasaba una mujer cerca: - Negro macho otroculito, pidiendo tus favores. Esa aventura la dieron a conocer y desde eseentonces me dicen Negro macho. Yo apretando duro al coloso de mi negro, ledije: - ¿Cuando vamos tú y yo a batir ese record ?. - Yo misma me contesté:
Pronto tú tienes que tener más deseis orgasmos en una noche conmigo. Prométemelo.
- Te lo prometo. Sentada sobre él,agarré el aceite para niños lo vertí en mi mano y con ella comencé a masturbara mi hombre suavemente, pero ejerciendo cierta presión de forma sistemática,sus labios comenzaron a besar mis senos voluptuosamente, en la medida que yoaceleraba mis movimientos con la mano él procedía a darme con su dedo en miclítoris, de inmediato comencé a gemir y mis labios buscaron los labios de minegro, su falo estaba incontenible y exigía caricias más profundas, sinpensarlo dos veces me levanté un poco para buscar que me penetrara y le dijepenétrame ya. Eso bastó y sobró para que mi negro guiara su coloso hacia micuquita, lubricado como estaba le resultó fácil meterme la cabeza de su miembroy con sus manos sobre mis hombros ejercía presión que inexorablemente permitíanel paso de su miembro sobre mis carnes sedientas de güevo. Me clavó en pocossegundos su estaca y yo sin dominio de nada lo dejé hacer lo que quisiera, consus manos sobre mis hombros ejercía presión y me atraía hacia su cuerpo y suvara maravillosa me clavaba violentamente y se retiraba con mucha lentitud,cada vez que la sacaba yo sólo podía pensar qué tan fuerte vendría la próximaembestida y mis músculos vaginales se esforzaban en apretar la vara que meestaba haciendo disfrutar, lo cual también producía placer en mi hombre, yocomo loca comencé a gemir y gritar y mordiéndole suavemente los hombros a minegro acariciaba su espalda y mis piernas se enrollaban en su cintura. Él mepenetraba y retiraba su vara maravillosa, no sé cuántas veces lo hizo pero meprovocó un orgasmo impresionante, no me había recuperado del mismo cuando mesacó su impresionante miembro, me instó a salirme del jacuzzi y llevándomeamorosamente a la cama, procedió a untarse aceite a todo lo largo de su pene ylevantándome las piernas procedió a metermelo por mi culito, me entró el glandecon facilidad y continuó penetrándome hasta llegar nuevamente a lo más profundode mi ser, sus dedos agarraron con firmeza mi clítoris y con movimientos circularesvigorosos comenzaron a provocar espasmos en mi cuerpo, una vez más estaba fuerade mí y el negro comenzó a bombearme con su pedazo de carne fabulosa y con sumano vigorosa me daba duro en el clítoris, yo con mis piernas sobre sus hombrosejercía presión sobre su cuello, él con la mirada perdida me embestía conferocidad y yo golosa recibía con placer toda su carne dentro de mi culito, sinembargo le supliqué que me lo sacara que quería que me lo metiera por lavagina, el cumplió con mi deseo, me lo sacó y arrodillado frente a mi cuquita,me puso la cabeza de mi adorado tormento entre los labios de mi vagina, lomantuvo allí sin moverlo, yo como loca le grité: - MÉTEMELO NO ME HAGAS SUFRIR.
El sonriendo comenzó a meterlolentamente y yo con la mirada perdida, jadeando y sedienta de güevo, le reclamécomo una puta:
- COÑO, CÓGEME COMO UN HOMBRE. -Su rostro no se inmutó ante mi insolencia, sin embargo, su cuerpo y su hierrovigoroso sí respondieron y de inmediato, atrayéndome hacia su cuerpo comenzó amoverse con furia clavándome repetidas veces, yo perdí nuevamente todoraciocinio y me hundí en un estado de locura. Muy pronto ambos alcanzamos untremendo orgasmo, estábamos muy sudados, jadeantes y toda mi vagina llena desemen, tratando de recobrar mi respiración normal, sentía que el semen salía demi vagina y se deslizaba hacia mi culito, él de repente, comenzó a moverse y apesar de que su güevo (no, no era su güevo, ese güevo ahora era mío) habíaperdido rigidez y con un lento ritmo de mete y saca, se acostó sobre mí, yoaproveché para colocar mis piernas sobre las de él a modo de tenazas, estábamoscomo dicen los jóvenes "burda" de sudados, él sin dejar de meter ysacar su palo maravilloso me dijo irónico, pero tiernamente:
-Traté de cogerte como un hombre.¿Lo logré?
Sin darle respuesta lo beséseductoramente y comencé a moverme y a contraer los músculos de mi vagina, élinmediatamente respondió y comenzó nuevamente a moverse rítmicamente y amorderme mi oreja sintiendo su respiración entrecortada, para mi sorpresa, nuestrosdeseos sexuales pronto se avivaron y en menos de 5 minutos le suplicaba: -MÁTAME MI AMOR, HAZME ACABAR NUEVAMENTE, DAME DURO PAPI. Y así nuevamente entregritos, sudor y jadeos, llegamos a un orgasmo maravilloso.
Casi de inmediato nos quedamosdormidos llenos de semen y de sudor pero satisfechos de haber disfrutado comonunca, yo, por supuesto, me dormí con la barra de hierro de mi negro de Boburesentre mis manos, como niña durmiendo con muñeca nueva. FELIZ.

 

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