Mi primer madurita

Hola, lo primero decir que tengo 23 años y que soy un chico normal, más bien bajito pero con muchas ganas de fiesta y un poco payasete, en cuestión de carácter siempre de bromas, pues bien creo que fue por esto que sucedió lo que a continuación contaré que es 100% real.

Aunque no soy canario vivo aquí y todo comenzó por mis andanzas festivas, cuando salí de marcha, me encontré con una mujer, y cuando digo mujer es por que es mayor que yo, pues bien digamos que me dobla la edad, pero yo eso no lo sabía ni me importaba, por lo que un servidor se fijó en ella, empezando mi estrategia de acercamiento, y no esperando mucho el 31 de diciembre después de las uvas de rigor salí de copas con los amigos, perdiéndolos en un par de pubs cosa que no me importó porque la vi a ella y me puse a rematar la estrategia.

Después de estar toda la noche de copas por fin se rindió a mis encantos (y la borrachera que teníamos los dos) con lo que terminamos en su casa a eso de las 8 de la mañana los dos muy excitados por los bailes y las copas decidimos acostarnos, pero mi sorpresa fue cuando sin esperarlo, pues como dije antes estábamos muy borrachos, después de quedarnos dormidos, me despierto con un empalme de los de órdago y empiezo a notar un calor sobrehumano en mi polla, levanté la sábana y lo que vi me puso todavía más excitado, me estaba haciendo una mamada en toda regla, con lo que yo decidí hacerme el dormido para después despertar y corresponderla como era debido, mi esfuerzos por no demostrarla que estaba despierto lo logré pues bien, la dejé actuar y que maravilla, como chupaba, estaba que reventaba.

Me acariciaba el glande con su lengua y bajando poco a poco llegaba a los huevos los cuales le cabían los dos en su boca, no tardé mucho y me corrí como un volcán en su boca cosa que ella aprovechó para tragarse todo lo que de allí salía sin dejar escapar nada, después de esto me desperté y sin decir ni una palabra como por telepatía bajé yo a corresponder, llegando a la parte que palpitaba, la más cálida de su cuerpo, y que cuerpo, sin más dilación empecé a juguetear con su clítoris que parecía un dedo meñique, se lo bailaba de arriba hacia abajo sin parar y notaba como jadeaba y se retorcía, como su pulso se aceleraba y tras varios minutos la penetré con la lengua hasta que me dolía de tanto sacarla y moverla cosa que ella agradeció corriéndose a borbotones en mi boca, situación que me volvió a poner a mil.

Ella se dio cuenta y decidió calmarme con besitos en la puntita y caricias en mi pecho a lo que yo aproveché para masajearle sus pechos, los cuales eran perfectos, redonditos grandes y firmes, con unos pezones color café con leche, preciosos y duros, y una aureola del tamaño de una moneda de quinientas pelas, después de un buen masaje subí y me encontré con su cara frente a la mía con lo que ella me mordisqueo mis lóbulos, acto que me excita muchísimo y teniendo mi rabo apoyado en su coño no fue difícil el embiste, solo un pequeño movimiento y mi polla entró de un solo golpe chocando mis cojones contra su trasero, me quedé quieto un rato para poder sentir esa sensación sin igual y tan maravillosa tras varios segundos decidí comenzar el vaivén.

Con un ritmo acompasado nos movíamos los dos, sin embargo ella quería mucho más y con sus piernas me enganchó por la cintura sin dejarme escapatoria y me empujaba contra si, parecía que la iba a operar de anginas a ese ritmo pero con una agilidad pasmosa y sin soltarme, de repente me encontré yo abajo y ella arriba montando ese potro salvaje y queriéndolo dominar, empezó a galopar de adelante hacia atrás, cuando noté que me venía la quité de encima un poco brusco, pero esa brusquedad la excitó más con lo que la puse a cuatro patas para montarla pero por ese agujero que nos pone a todos.

Apoyé la punta y sin pensarlo y de u

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n solo envite se la clavé de un sopetón cosa que la dolió y me decía que se la sacase, a lo que yo hice caso omiso y seguí con mi polla dentro y comencé a moverme despacito al principio y cuando por fin se dilató me suplicaba que no se la sacase y era ella la que empujaba para atrás en cada embestida mía hacia delante con lo que no tardé en venirme de nuevo.

Pero no quería terminar así por lo que la di media vuelta y la tumbé en la cama para poder meter mi polla entre esas tetas tan explosivas que tenía, ella accedió y empezó a hacerme una cubana como jamás nadie lo ha hecho hasta ahora, estallando y llenándole toda la cara de semen cálido y rico, con lo que ella se relamía, después de esto nos quedamos dormidos para despertar a eso de mitad de la tarde con una tremenda erección por mi parte, como es natural en los hombres y decidí descargar esa tensión acumulada en el sueño.

Sin despertarla y con mucha suavidad la empecé a acariciar su culo no muy grande pero firme como una roca, para poder con sigilo meter mi mano hasta su almejilla, y apartando sus muslos sin despertar una vez que tuve mi mano en el sitio en cuestión estiré el dedo corazón que entró sin ninguna dificultad en ese coño húmedo y ardiente mientras con el pulgar jugueteaba con su ano, ella como por acto reflejo estiró su brazo hacia atrás amarrándome mi polla y empezó a pajearme, tras unos minutos despertó y de un salto se puso en posición sesenta y nueve con lo que yo correspondí su petición descargando toda mi leche en esa garganta que podía albergar todo lo que se propusiese.

Desde entonces nos vemos casi a diario y follamos hasta quedar exhaustos y dormirnos seguidamente...







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2 comentarios - Mi primer madurita

rolfis
muy bueno las veteranas siempre garpan 😉
MGLM1
muy buen comentario, gracias por aportar.
Las veteranas son las profes del sexo. 🙎‍♂️