Me ordenan

Me ordena ponerme de rodillas y acercarme a él.
¿Por qué? Le pregunto, desafiante.
Me dice que es porque soy una perra sumisa y entonces él entiende que debo ser también obediente.
Me río para mis adentros, mientras le alcanzo el extremo de la correa que está atada al collar que llevo en mi cuello.
El infeliz se siente muy seguro mientras acaricia ese cuero.
Tironea, intentando hacerme acercar a él.
Me resisto, hasta que él se cansa de insistir tanto.
Me espeta que soy una perra sucia y merezco ser castigada.
¿Por qué?, pregunto por segunda vez.
Muy despacio, mirándome a los ojos, comienza a desabrochar su bragueta. Su mirada ahora es de fuego…
Le devuelvo esa mirada y empiezo a gatear hacia él.
Ahora ya no pregunto por qué…

1 comentario - Me ordenan