Entrego el culo en un cumple (Tío ll)

Descargo de la Autora: Me han preguntado bastante si los post son reales o no. Bueno, digamos que ambas. La historia con mi familia y la relaciones entre nosotros son, o mejor dicho, fueron, bastantes conflictivas. Así que voy relatando historias "basadas en hechos reales". Los nombres, fechas o lugares son ficticias, pero los sucesos se basan en mi propia historia. ¿Por qué entonces no contar la historia real? Pues principalmente porque no quiero, porque los hechos fueron a mi parecer resultan medio aburridos (excluyendo las partes de sexo), porque me gusta escribir y porque a veces prefiero adornar o encajar mejor los hechos. Contar la historia real, pero contándolo de buena manera. Gracias por leerme y por sus mensajes y fotos. Me gusta escribir, pero tampoco olvido que esta es una comunidad porno, así dedíquenme jaladas, manden fotos al mp, díganme lo que desean. Espero que esto sea de su deleite. Bye y besos besos.

Entrego el culo en un cumple (Tío ll)



Mi mente explotó. Mi culo. Obviamente no era virgen de ningún orificio. Y mi culo ya tenía su trayectoria. Normalmente se lo guardo para personas “especiales”. Pero en ese momento pensé “bueno, ¿Qué es más especial que la familia?”. Mi respuesta fue <Y yo soy una zorrita, entonces ¿porqué no estás cogiéndome el culo?> Y con esa respuesta se fue la poca dignidad que tenía, si es que sobraba alguna.
Mi tío me dijo “aquí no, vamos a mi auto”. Salimos de allí, a tiempo porque éramos prácticamente los últimos y también con un poco de suerte, pues los mozos estaban esperando afuera del baño para limpiar, pusieron caras raras al verme salir del sanitario para caballeros, pero a ellos yo no los conocía. Fuimos rápidamente hasta el estacionamiento, mi tío tenía una Toyota fortuner. No había luces y no había nadie más en ese lugar. La camioneta estaba estacionada en una esquina y una pared ocultaba un de sus lados. Mi tío me agarró del brazo y me llevo hacia la puerta trasera de ese lado oculto.
Abrió la puerta y me arrojó boca abajo entre los asientos de atrás. Pude reaccionar rápidamente y escupí en mi mano, para a continuación llevar esa saliva a mi ano. Pero Roberto se comportó muy bien. Pensé que me lo iba a partir así sin más, pero se controló, apartó mi falda, me abrió las piernas un poco. Mis pies calzados con zapatos de tacón alto sobresalías por la puerta abierta, colgados en el aire. Metió su pene en mi vagina y lo lubricó con mis propio jugos. Metió un dedo en mi ano y luego dos. Yo le facilité más saliva. Luego puso su pene en mi culo. Su gran glande apretó contra mi esfínter y yo apreció el sublime momento antes de la penetración.
Luego, la gran estima que tenía a mi tío se esfumó. Todo el control de hace un momento desaparecieron y soló quedó un animal en celo arriba mío y con su miembro dentro mío.
Siguiendo la analogía, me hizo su hembra. Al comenzar yo misma aparté mis nalgas, pero cuando se transformó no pude aguantarlo y apreté los asientos del auto con mis manos, buscando atajarme o escapar por algún lugar, me tapé la boca y me mordí los dedos. De mi boca salía saliva y gemidos.
<¡Puta madre me estás rompiendo!> es lo que quería gritar en ese momento, pero en cambio solo salieron sonidos guturales, como de un animal herido. Incluso sin abrir las nalgas mi tío me penetraba muy profundamente. Se montó sobre mí y con su peso ni podía moverme. Sus piernas abrían mis piernas y su pene entraba y salía a un ritmo alarmante. Deliré, me moví, gemí e intenté zafar, pero Roberto me sujetó bastante bien. Me abrazaba, me tomaba del cuello, me daba besos en la mejilla y en la espalda. Me penetraba rápidamente, luego me dejaba la verga bien dentro, la movía en círculos y hacía tantas cosas en mi recto que, sumado a la calentura y quizás a mi tanga dentro de mi vagina, un tanto en contra a mi voluntad me sacudió un fuerte orgasmo.
Sus testículos chocaban contra mis labios vaginales “Paf,paf, paf” era el sonido que reinaba en la noche junto con mis “argh, argh” monótonos que me arrancaba cada vez que su polla se abría paso en mi culo.
Me ensartó. Me empaló y me educó. Creo que no me había el culo con tanta vehemencia. Sin pedir permiso. Tomando lo que quería. Creo que eso se traba ser zorrita. Para mí esa sodomía fue una eternidad, pero en retrospectiva no duró tanto tiempo. Nadie dura tanto tiempo en mi culo. Por suerte, porque la follada fue tan intensa que no tendría problemas en ir al baño por una semana.
Explotó dentro mio. Por el ano siento mejor el semen caliente. Lo sentí muy bien. Chorros, al menos tres grandes, muy calientes, su verga metida en su totalidad. Nos quedamos un rato así, hasta que la última gota de leche haya desaparecido dentro mio.
Sacó su pene de mi ano y me sentí tan abierta que si me levantaba tenía miedo de saldría todo el semen. Así que me quedé ahí mismo, boca abajo, totalmente deshecha. Roberto al parecer captó mis pensamientos, porque sentí sus dedos hurgando en mi vagina. Me quitó la tanga que tenía ahí, hico un bollito con ella y me lo metió en el culo. Aunque después del tratamiento incestuoso a penas lo sentí. Estaba muy abierta.
<Tienes un culo hermoso. Con esto no se te saldrá>
Hace mucho tiempo que no me zarandeaban de esa manera. Me quedé por un tiempo más. Mientras mi tío fumaba un cigarrillo. Me imaginaba que estaba ahí, mirando mis nalgas al aire, diciendo “uff todo eso me comí”, pero no me importaba. Me hizo un tremendo favor y aunque estaba un poco molesta por lo brusco de la penetración, en realidad no me había lastimado, había mucha lubricación y si quitas mi orgullo me había gustado.
<¿Te llevo a casa?> Sus palabras me despertaron. Me había quedado dormida. Me levanté. Me arreglé un poco y acepté el favor. La tanga en mi culo, efectivamente, había detenido el semen y mi esfínter se recuperó algo. Al menos ya no lo tenía abierto. Roberto siguió siendo amable todo el camino y poco a poco mis juicios acerca de la tremenda cogidota se diluyeron.
Tanto que me agaché, abrí su cremallera y comí, lenta y tiernamente su verga semi flácida y sus huevos. El viaje, a mi parecer duró un poco más de lo que debería. Nos detuvimos frente a mi casa, aceleré el proceso usando mis manos y mi tío me regalo unas gotas mas de semen. Eran ácidas y sabían fuerte. Pero lo disfruté como el manjar más delicioso de la jornada. Incluso mi dignidad volvió a crecer un poco luego de verle la cara a mi tío. Dos veces en una noche si que lo había jodido, incluso sudaba por la frente.
Le di un beso en el cachete y me despedí. El se quedó estacionado hasta que entré a la casa. Entré directo a la ducha y me bañé cerca de una hora. No hace falta decir que la tanga salió por si sola en la ducha, ni tampoco mencionaré la enorme cantidad de semen que mi tío había metido en mi culo.
Dormiría como una bebé. Al día siguiente me iba a doler, pero nada de eso importaba. Lo disfruté. Entre sueño y deseos pensaba en donde sería el próximo cumpleaños. No sabía nada acerca de que no necesitaba un cumpleaños para el siguiente suceso ocurra.

2 comentarios - Entrego el culo en un cumple (Tío ll)

Mami-madura +1
Me encantó, me quedo con ganas de más 🤤