En familia frente al mar

"...el tamaño de su miembro introduciendose me impactó..."
Recuerdos como esos vienen a mi mente cada vez que vuelvo a Claromecó.
Acá transcurrió mi adolescencia y mi despertar sexual.
Mi padre arquitecto y mi madre administrativa, se cansaron de la vida a mil de Capital Federal y eligieron venirse a vivir a la costa para bajar un cambio.

Con mi hermana más chica nos adaptamos rápido. Vida tranqui, pasábamos mucho tiempo en familia, ya que vivíamos frente al mar pero algo alejados, en las afueras de la ciudad.
Mis primeros recuerdos son del primer Invierno que pasamos en la cabaña. En aquella época cenábamos temprano y nuestros padres nos dejaban ver la tv mientras ellos se iban a su habitación. Una noche normal a todas la noches, luego de ver una película, nos vamos con mi hermana a dormir a nuestra habitación, (teníamos cuchetas en ese entonces). Apagamos las luces del living y al dirigirnos a nuestra habitación debíamos pasar por la de nuestros padres, que siempre mantenían la puerta cerrada. Sin embargo esa noche quedó entreabierta, permitiendo observar por primera vez a nuestros padres, en su cama, desnudos.
Mi padre acostado boca arriba y mi madre sobre él, dándole la espalda y con su manos apoyadas en la rodilla, se balanceaba lentamente, hacia arriba y hacia abajo, hacia adelante y atrás. Mientras arqueaba su espalda y su melena se deslizaba casi hasta sus glúteos, producía un movimiento tan sensual que mi padre enloquecía. La luz tenue de una pequeña lámpara iluminaba los contorneados cuerpos, los perfectos pechos de mi madre, pero especialmente nos dejaba ver el pene de mi padre.

El tamaño de su miembro introduciendose en la húmeda vagina de mi madre me impactó... Con mi hermana nunca comentamos lo que habíamos visto, pero iba a ser la primera de varias situaciones sexuales que sucederían en aquella cabaña frente al mar.

PRIMERO MI HERMANA.
Mica desde siempre tuvo una relación especial con papá, por eso no me sorprendió ver aquella situación en el patio de atrás, una tarde que volví temprano a casa.
Los 2 estaban sentados en un sillón de jardín, mi padre sin pantalones con sus piernas semiabiertas y Mica tomando timidamente su pene. Su mano no alcanzaba a rodear el tronco pero igual comenzó a hacer lentos movimientos hacia arriba y hacia abajo. Una vez, 2 veces, 10 veces, cada tanto Mica miraba a mi padre y él asentía lo que ella le preguntaba, solo cuando estuvo totalmente recto, pudo tomar con sus 2 delicadas manos el grueso y venoso miembro de papá. De a poco los movimientos se aceleraron, Mica ahora masajeaba también el glande, que comenzó a humedecerse y brillar, mientras papá con sus ojos cerrados y cabeza inclinada hacia atrás, disfrutaba como su hija lo complacía.

Dos minutos después de éste sensual e intenso movimiento de manos, mi padre no aguanto más y estalló. Varios chorros de semen caliente mancharon la frente, el pelo y el hombro de Mica. Sus manos también quedaron cubiertas del líquido viscoso de su padre, ella sin embargo continuó masajeando hasta que ya no salió una gota más y el pene comenzaba a quedar flácido. Trabajo terminado. Wow...
Lejos de incomodarme, la morbosa situación terminó por excitarme. Yo solo pensaba: y a mi cuando me toca?
Pronto continúa la historia...

1 comentario - En familia frente al mar

Tom_Bishop
Buen relato, hacelos un poquito más largos, +10!