Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 26




Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 26

Cielo Riveros  sehabía quedado exhausta después de la exquisita corrida que se había mandadogracias a su amiga, pero esta ultima y después de haber ingerido todo lo que sucompañera le soltó, aun tenía muchas ganas de continuar, la rubia sabía sinduda alguna que tenían toda la noche para seguir  disfrutando, así quedándole algo de tiempo para que la nena se pudiera recuperar se tomó sus rubioscabellos con una traba pequeñita quedando con toda su cara despejada y aposterior se entretuvo mirándole la vagina bien de cerca, lo hizo por unespacio de tres minutos por lo menos hasta que determinando que no podíapermitirse que a Cielo Riveros  se lepasara la calentura así como así lentamente comenzó a trepar por la cama paraposarse ahora totalmente desnuda muy apegada al cuerpo de la colegialaaplastando sus doradas y cónicas tetas con las de su ardiente amiga que eranmucho más grandes y redondas que las de ella, comenzando Claudia otra vez alamerle el cuello y sobarle con brusquedad su par de chichotas.
La fresa estudiante le lamía el cuello, la cara, sunariz, la oreja, para nuevamente comenzar ambas a besarse en los labios conapasionante intensidad, la rubia se daba cuenta que su amiga también estabadispuesta a nuevamente ir a la guerra, ya que su lengüita sincronizaba a laperfección con la de ella.
Estando el par de chamacas, siempre besándose en loslabios, puestas de costado en la cama y frente a frente ambas dos sintieron quesus vaginas ya se rozaban por lo que en forma instintiva fueron empujando suscaderas para hacer que sus femeninas hendiduras comenzaran abiertamente arasparse, a los pocos minutos de esto y en la misma posición antes mencionadael par de hembritas se meneaban arremetiendo una contra la otra, todo estoentre húmedos besuqueos y expresiones de calentura en sus rostros que eran parael recuerdo, pero esta vez fue Cielo Riveros quien queriendo ser ella también quien gozara del áureo cuerpo deClaudia con movimientos muy femeninos y delicados siempre meneándose con suscaderas hizo que se dieran vuelta en la cama para ahora ser ella quien montabael cuerpo de la rubia.
Claudia por su parte y por arte reflejo abrió susbellos muslos tal cual como si fuese a ser penetrada por una verga con ladiferencia que ahora era la panocha de su amiga la que se acomodaba sobre lasuya, y en el momento en que los negros pendejitos de Cielo Riveros  se juntaron y enredaron con los doradospelitos de Claudia, la salida y anteriormente tímida nena comenzó a moverse talcual como si ella le estuviera metiendo algo a su amiga, esta ultima solo sedio a cerrar sus ojos y a empezar a mover sus caderas buscando la perfectasincronización con los movimientos que hacía su compañerita de colegio, a lamisma vez que se daba a agarrarle y apretarle sus chichotas lamiéndoselas ychupándoselas.
O sea, y aunque cueste creer ahora era nuestra dulce CieloRiveros  quien abiertamente se estabaculeando a Claudia, los golpeteos que hacía el respaldo de la cama de la rubiacontra el muro así lo demostraban, eran acelerados y fuertes Toc…!!! Toc…!!!Toc!!! Toc!!!, que se oían producto de los firmes empujones que le mandaba lachamaca a su amiga y que se mezclaban con ardientes gemidos de hembras en celo.
Ambos cuerpos brillaban por la sudoración corporal, dea momentos era la rubia quien se montaba sobre el cuerpo de Cielo Riveros  para ella estar dándole con el mismotratamiento antes descrito. Hicieron también un exquisito 69 en donde seestuvieron chupando la concha por espacio de unos 40 minutos por lo menos ycuando después de eso estaban ambas cruzadas de piernas y con sus panochas bienpegadas una a la otra moviéndolas y refregándoselas ondulatoriamente tal cualcomo lo habían hecho en la noche en que fueron obligadas por los vejetes fueClaudia la que se puso a condimentar aun mas aquella hermosa tijera femeninaque se estaban mandando:
--E… Esto… esto es g… ge… genial Cielo Riveros  …!!, nunca pensé que lo volveríamos a hacertan r… ri… ricoooo… te g… gus… gustaaaa…!!!???, -le consultaba la rubiaguarrilla a su amiga mientras le movía su conchita estando con una de suspiernas cruzadas por debajo de un muslo de Cielo Riveros  , que lo tenía completamente abierto ydoblado sobre la cama,  y aferrándose con sus dos brazos al otro muslo dela nena, este otro Cielo Riveros  lotenía levantado verticalmente y con sus pantorrilla descansando el suave hombrode Claudia.
La nena escuchaba la consulta de la rubia estando deespaldas en la cama  con sus dos brazos extendidos hacia los lados como siestuviese crucificada a esta, sus chichotas de movían circularmente y en formadeleitosa productos de los movimientos de ambos cuerpos, ya que ella tambiénestaba dada  a menear y refregar su panocha contra la de Claudia, a lamisma vez que sentía en su pelvis las fuerzas en que su amiga también lafriccionaba contra la de ella, en su muslo levantado sentía como su joven amigase aferraba con mas energías en el momento que arremetía con su vagina hacia lade ella, admitiéndose para su interior que hacer cosas de chicas con la rubiaahora también le encantaba. Así que ya sin duda alguna le dio su respuesta:
Cielo Riveros  --Siiiiiii…!Ahhhhh…!! Me encanta Clauuuuu…!!! Me encanta hacer cosas de chicas contigo…!!!Ohhh…!!! Que r… ricoooo…!!! Que ricoooo… que se siente estooooo…!!!, -leadmitió meneándole su zorrita y con sus ojitos semi cerrados, siempre mirándoladesde su posición con su blanca carita adornada con tonalidades rosadas, eralógico comprender que en aquellos momentos la calentura le brotaba hasta porlos poros a nuestra tremenda chamaca de ojos verdes.
Pero no era solo eso lo que deseaba saber la rubia,aparte de querer hacer más rico aun el refriegue que se estaba mandando con sumejor amiga:
--Ahhhh Cielo Riveros …!! Quisiera saber…!!! Mmmmm…!!! Quisiera saber… cual de todas lasvergas que ya te has comido fue la que te gusto mas…!!??, -le consultó la Claua Cielo Riveros  , como si entre ellas yano existiera ningún tema tabú. Y así era según la respuesta de la lujuriosachamaca.
--De todas las que me he comidoooo…!?, -le preguntabaahora Cielo Riveros  con la mismaexpresión en su rostro antes descrito.
--Si amiga…!!! De todas las que te has comidoooo…!!!!,-el estomago de la rubia se revolvía nerviosa y exquisitamente al notar ellaque su amiga estaba dispuesta a iniciar otra conversación llena de guarreríasal mismo tiempo en que se frotaban sus tajitos, por lo que se dio a refregar elsuyo con mas frenesí todavía, ya que así lograría mejores respuestas se decíala muy aprovechadora. En tanto Cielo Riveros ya comenzaba a sacarla de su morbosa incertidumbre:
--Me han gustado t… to… tod…todas las pingas y detodos los tamaños todassssss…!!!
Semejante respuesta descolocó a la rubia a tal gradoque ya estaba que se ponía a vomitar de calentura, como era eso que a la muyputinga de su santurrona amiga le gustaban todas las vergas que le habíanmetido?, pensaba en que fue la misma Cielo Riveros  quien momentos antes le había asegurado quetodas las culeadas que le pegaron los 7 de la fama, estas se sucedieronforzadamente y ahora ella muy suelta de cuerpo le contestaba que le gustabantodas aquellas vergas.
--Todassss…!!!??? Me dices que todassss…!!!???, -larubia ahora se meneaba mas frenéticamente haciendo con esto  que acuosossonidos que provenían de sus afiebradas panochas se escucharan escandalosamenteen toda la habitación.
Cielo Riveros  --SiiiiClauuuu…!!! t… to… todasssss…!!!! Me han gustado todassssss…!!! Ohhhhh…!!!Ohhhhh…!!! -Ahora era la nena quien también le colaboraba a la rubia meneandosu vagina a la misma velocidad en que se la movía la rubia, sus ojos estabanfuertemente cerrados en clara señal del empeño que le ponía la colegiala a lacausa. Ambas panochas ya casi ni se separaban, solo se comprimíancircularmente, y al momento en que lo hacían era una gran cantidad de jugos quemanaban y escurrían por las dos entrepiernas, haciendo escandalosos y acuosossonidos.
--Oh de verdad que te creo amiga…!!! Pero a estasalturas ya debes tener tus favoritas… vamos cuales son las vergas que más tehan gustado, quiero saber el nombre de sus dueños???, -Claudia se movía y seacomodaba en aquella impresionante posición tijeresca sin dejar de preguntarleguarrerías a su amiga del alma, la excitación ya casi la superaba.
--Mmmmm…!!! Han sido todas muy ricassss…!!! P… pe…peroooo…,
--Pero queeee!!!??, -la rubia sentía que unavasallador orgasmo ya se le venía a raudales, le calentaba hasta la locuraestar haciendo cosas de chicas con Cielo Riveros  , pero esa calentura se multiplicaba por ciencon el solo hecho de nuevamente estar sonsacándole intimas zorrerías a la mascalladita de sus amigas.
--Pero c… creo… creo…, creo que son dosssss…!!!, -la colegialadio se respuesta con sus ojitos cerrados y refrescándose sus labios con sulengüita, para luego seguir confirmando: --Si, son dos las que más megustannnn…!!!!
--Dos…!!??? Y cuáles son esas dossss!!!???, -Claudiatambién cerraba sus ojos fuertemente intentando aguantar no correrse ya que laconversación otra vez ya estaba más que salida.
Cielo Riveros  trasconcentrarse y volver a pasar su lengüita por todo el contorno de sus labios ledio su veredicto a la enloquecida rubia, siempre meneándole rápidamente supelvis, sobre todo cuando sentía que la rubia le recargaba la de ella sobreesta misma:
Cielo Riveros  --Lade don P… Pe… Pedro…!!!, y la de don S…Se… verianooooo…!!!!, -le confirmófinalmente…
Claudia no se la quería creer, pensaba que ella nohabía estado muy lejos de pensar que su amiga mantenía algún tipo de relacióncon el repulsivo mecánico que trabajaba en la feria, pero eso de que ellatambién se acostaba con su casi suegro y que mas encima este era poseedor deuna de sus vergas favoritas la tenia al borde del desmayo, aparte de estarrespirando por la boca al tener sus fosas nasales tapadas debido a que suacelerada respiración estaba muy por encima de sus necesidades corporales, noobstante a esto la hiperventilada y a la vez ardiente rubia continuaba con susguarrerías:
--Ahhhh… que ricoooooo amigaaa…!! Pero escoge solounaaa…!!! la más rica que tu encuentresss…!!!!
Cielo Riveros  intentabaescoger una, pero no podía, a ella verdaderamente le gustaban las dos vergasantes señaladas por lo que se dio a aseverar lo que estaba diciendo:
--Me gustan las dos Clauuuuu…!!! Como no loentiendes…!!!!???? Mejor sigue moviendoteeee…!!!!, --Tu siempre quieres saberlotodoooo!!!!-, le contesto en una forma fastidiosamente caliente, ahora la nenazarandeaba sus curvas más desquiciantemente, su cuerpo estaba bañado en sudor,ella también sentía que las convulsiones de placer ya amenazaban porposesionarse de su sistema tanto neuronal como hormonal.
--Ok… Ok… mi Cielo Riveros  …!!!!, -la rubia conformándose a medias yacasi estaba entregada al eminente orgasmo que ya casi la hacían explotar, aunasí escuchó que su amiga de la infancia no estaba dando por terminada laconversación, su amiga la quería matar de calentura pensaba la rubia.
--Ademasss…!!!
--Ademassss queeee…!!!!!?????, -bufó la rubia antes desucumbir a la lujuria…
--El cojo Juannnnn…!!!!, -le musitó su tímida amigaahora con sus dos manitas empuñadas en sus labios debido a lo que estaba apunto de confidenciarle a Claudia,
--Que pasa con ese cojo asquerosoooo…!?
- Cielo Riveros -Él… es el que mejor me lo ha hecho por detrasssss…!!!! Ahhhhhh…!!!! yano doy más Clauuuuuu…! Creo que me iré cortadaaaaa…!!!!!, -la nena ya comenzabaa levantar su cintura de la cama unos buenos centímetros siempre refregándoselacontra la rubia concha de Claudia.
--Noooooooo…!!! No, te vayas aun… Dimeee…!!! te hagustado que el cojo de mierda ese te diera por el culooooo…!!!!!, -la calientefresa se aferraba con energías al muslo de Cielo Riveros  , encargándose de que ambas vaginas semantuvieran comprimidas al máximo, las dos chicas sentías el huesito de lapelvis de la otra ante tan delirante refriegue, aun así se seguían meneandofirme no temiendo a pelárselas. En tanto Cielo Riveros  le reafirmaba a Claudia con crudas palabras yde la forma más explícitamente posible otra de sus más secretas intimidades:
Cielo Riveros  --Siiiiiiiiiiiiiiii…!!!de verdad…!!! Es el mejor que me lo ha hecho por el c…cu…looooo…!!!!, fue tanbrutoooo…!!! Tan animalllll…!!!! Y es tan feoooooo y asquerosoooo…!!!!, meencanta que haya sido el primero en pegarme al mismo tiempo que me lorompioooooo…!!!!, -nuestra nena ahora sí que estaba desatada, y era cierto,aunque casi todos esos viejos asquerosos con los que ella había cogido se la habíanenculado y le habían pegado, ella no podía dejar de sentir cierta sensacióncorporal por la verga del cojo, y por esa bestialidad con la que se la habíaembutido por el culo por una tarde entera mientras estaban encerrados en sucuartucho ubicado en el sótano del colegio, aquello había estado en lo mássecreto de su mente, y ahora también se lo confidenciaba a su amiga con la quese estaba revolcando desnuda y en una cama tal cual como se revolcaba con losdemás vejetes.
Esto último ya fue mucho para la caliente Claudia queya estaba en un excitante estado de delirio sexual, sus rosados labiosvaginales se separaron solo milímetros de los de Evelin y en forma misteriosaempezaron tiritar y a cerrase y abrirse levemente hasta que cuando la rubia yano dio más y soltó de estos un fuerte lluvia jugos vaginales con los que bañóla vagina de su amiga, en su imaginación estaban las nítidas imágenes de ver alcojo Juan pegándole a su amiga para después verlo enculandola brutalmente:
--Ay… Cielo Riveros …!!!! Ay mi Cielo Riveros  …!!!!me corrrooooooo…!!!! Creo que me corrrooooooo…!!!!! Ahhhhhhyyyyyyyy…!!!!! –fueel grito que mandó en el momento que soltó el primer chorro, --Me mandastecortada con tus puterías amigaaaaaa…!!!! Ahhhhh…!!!! Ufffffff…!!!! Mmmmmm…!!!!!,-gemía la rubia a la misma vez que habría sus compuertas de líquidos femeninoscon los que bañaba la panocha de su amiga y parte de su vientre, esosexquisitos chorros de líquidos salían expulsados en forma de abanico, tal cualcomo si estuviera apagando el fuego que existiera en la concha de CieloRiveros  .
En tanto la mente de nuestra retraída colegialatambién sucumbió ante tanta guarrería desatada:
- Cielo Riveros -Ay si…!! Siiiiiiiiiiiii…!!! Siiiiiiiiiiii…!!! Yo también Clauuuuu…!!!!Yo también me voy cortada junta contigooooo…!!!!!
En el momento de la explosión orgásmica y de jugos detodo tipo ambas chamacas enderezaron sus cuerpos para quedar sentadas en lacama pero siempre son sus piernotas cruzadas y moviéndose como endemoniadas,las dos se abrazaban fuertemente desde las suavidades de sus nalgas atrayéndoseuna contra la otra, mientras eran asaltadas por placenteros calambres que lashacían retorcerse enteras los cuales nacían de los dos bañados coños que senegaban a separar y dejar de chuparse entre sí, y todo esto ante la bandasonora del popurrí de guarrerías que se gritaban una a la otra.
--Corrámonos juntas entonces amigaaa…!!!!!Guaaaaa…!!!!! me viene otro Cielo Riveros …!!!! me viene otrooooooo…!!!!! Siento que se me deshace la zorraaaaa…!!!!!–aullaba la rubia estudiante mientras continuaba yéndose cortada, --Ahí levoyyyyy… Ahhhhhhh…!!!!! Ohhhhh…!!!!! Ricaaaaa mi Cielo Riveros  ……!!!!! me fuiiiiiii…!!!!! mefuiiiiiiiiiiiiii otra vez…!!!!! Ahhhhhh…!!!! Diossss…!!!! Diosssssss…!!!
En tanto la calladita Cielo Riveros  tampoco se quedaba atrás con su propioarsenal de lujuriosidades:
Cielo Riveros  --Ahhhhhh…!!!!Ohhhhh…!!!!Mfffssssssssss…!!!! Eso Clauuuu…!!!! Dame tus caldosss…!!!! Meáme enteraaaaa siasí lo quieressss…!!!! Báñame con tus meados calientessssss…!!!!! Ohhhhhh…Clauuuuuu…!!!! Ahí te van los míos Clauuuuuu… Tomaaaaa…!!!!!Tomaaaaaaaaaaaa!!!!!, -le gritaba empujando bruscamente su vagina haciéndolaimpactar con la de Claudia, mientras sentía que esta se derretía y se aleaba conlas tibias carnes de su amiga y ante los fluidos calientes que ella también ibasoltando mientras ambas se corrían.
Con sus resbalosos torsos bien pegados uno al otro ycon las cuatros chichotas resbalándose entre ellas buscando acomodamiento lassabrosas y lujuriosas nenas no dejaron de moverse, besarse y correrse solodadas a sentir las oleadas de escalofríos en que se vieron asaltadas.
Fueron muchas y largas horas en que en el solitarioliving de la casa de Claudia se escucharon notoriamente desde la habitación dela hija del matrimonio de aquel hogar sonidos de jadeos de cuerpos que serozaban, gemidos y susurros femeninos de aliento, gritos de jóvenes hembras quese corrían una y otra vez, mas los acuosos y escandalosos choques de ciertaspartes corporales que estaban empapadas según se oía ya que daba la impresiónque por cada vez que impactaban debía saltar agua de aquellas singularespartes, sin mencionar los largos minutos de acelerado golpeteo del respaldo dela cama de la chamaca rubia contra la pared en el transcurso de la noche y encortos intervalos de tiempo, así lo hubiese oído cualquiera que hubiese estadosentado en uno de los sillones de la sala. Aun cuando ya estaba aclarando conlos primeros resplandores de la mañana según se veía en los ventanales de lacasa, desde la habitación de Claudia otra vez venía el morboso crujir de lacama, y aquel escandaloso golpeteo de esta contra el muro, obviamente se habíanpuesto a culear de nuevo y todo lo anterior al son de los gemidos de las dos nenasmejor cotizadas corporalmente tanto en el colegio al cual asistían y en elbarrio en el cual cada una de ellas vivía.
(Al siguiente día)
Nuestra agraciada colegiala se despertó toda desnuda yadolorida en la cama de su amiga, al abrir sus ojos verdes lo primero que pudover fue a Claudia ya vestida, la rubia estaba de minifalda y con una blancablusa primaveral mientras alisaba sus rubios cabellos, fue en eso que la fresaestudiante al girar su cara se percató que su tímida amiga también ya se habíadespertado.
--Hola Cielo Riveros … que tal dormiste…!?, -le consultó dándole los últimos retoques a sucabello y mirándose de distintas posiciones al espejo.
A la chamaca con solo sentir su desnudo cuerpopegajoso sumándole la humedad que existía en la cama rápidamente  se leaclaró la mente y se le vinieron las imágenes de las largas e intensas horas desexo lésbico que había mantenido con su amiga de la infancia durante toda lanoche, por ende como un rayo tomó una de las sabanas que estaban caídas a unlado de la cama y se tapó hasta el cuello, el pudor y la vergüenza nuevamenteimperaban en su tímida personalidad.
--Claudiaaaa…! Ehhhh… qué hora es?, -fue lo único queatinó a preguntar sin siquiera poder mirar a su amiga a la cara.
--Son las 12 del día…!, -le contestó la rubia de lomás relajada.
--Queeee…!? pero como es tan tarde…!?,-automáticamente la preocupada chamaca se dio a mirar el lugar en donde habíaquedado su ropa, sus calzoncitos rojos los vio que estaban destrozados ytirados en el suelo.
--Y que mas quieres?, -la voz de su amiga del almanuevamente atraían su atención, --ps… yo encuentro temprano para lo hora en quenos dormimos, si no te acuerdas ya estaba claro cuando lo hicimos por últimavez…, -le dijo Claudia mirándola en forma maliciosamente  traviesa a lamisma vez que giraba su cuerpo para quedar de frente a la cama para que a CieloRiveros  no le quedaran dudas a lo que serefería, para luego decirle… --Porque… recuerdas lo que hicimos anoche verdad?.
Cielo Riveros  imperiosamentenecesitaba que llegaran los ovnis y se la llevaran a la galaxia más lejanaposible al estar su amiga recordándole en sus mismas narices que se habían“acostado”. Hasta que  a sabiendas de no poder negar lo innegable lecontestó:
--Ay Clauuu…! Si…, lo recuerdo…! Pe… pero por favor yano le empieces si…!? Que me da pena…!!, además que eso no volverá a ocurrirentre nosotras…, -le dijo la muy avergonzada nena mirando hacia cualquier partede la habitación.
--Jijiji… si claro…!!!, -Claudia mientras lecontestaba guardaba las llaves de la casa y su celular adentro de su bolso.
--De verdad…!! Yo no quería hacerloooo…!!!! Por favorcréeme… lo jurooooo!!!!, -continuaba chillando la mamasota quien ahora estabaacostada de lado en la cama tapándose férreamente hasta la altura de las tetas.
La rubia que más o menos calculaba que Evelinempezaría con sus cosas también le hizo saber sus impresiones, (claro que enforma amigable):
--Como tampoco querías hacerlo con tu ramillete deenamorados, verdad Cielo Riveros  ?,-ahora la atractiva y toda producida Claudia cerraba su bolso y miraba a Evelinun poco más seriamente.
Nuestra nena no hallaba donde meterse, recordaba muybien las intimas revelaciones que le había hecho solo hace horas.
--Yo no te he mentido Claudia…!, -exclamó de pronto CieloRiveros  , --Ya te expliqué que enciertas ocasiones no se qué es lo que me pasa… De verdad…!!! --Y lo de anoche…lo de anoche… eso no debió haber ocurridoooo…!!!
--Bueno… si tu lo dices… que así sea, jijiji… comoUsted mande mi capitana!!, Jijijiji…!!!, -Claudia quien ya estaba en estadonormal no dejaba de sorprenderse entre la gran diferencia que existía entre esachamaquita de su misma edad que estaba ahora en la cama tapando su cuerpo enforma pudorosa, ella no tenía nada que ver con la otra poderosa y lujuriosaamazona que no se cansaba de tener orgasmos y hablar guarrerías de gruesocalibre a la hora de mantener sexo con la que se había estado revolcando lanoche entera, las dos eran la misma, se decía la joven rubia, pero al estar tanapurada para ir a encontrarse con su novio dejó esas cavilaciones para otromomento.
--Clauuuu… ya párale!!! y no me molestes…!!! Clau…para dónde vas tan apurada…?!, -Evelin en el intertanto de la conversación sehabía dado cuenta que su amiga iba saliendo.
--Ok… no me hagas caso Cielo Riveros  … jiji, Ahhhhh…!, claro… yo voy saliendoahorita así que si quieres…
--Vas saliendo…? y para donde…?, -le cortó la nena enforma extrañada ya que ella aun estaba desnuda y en la cama de su amiga.
--Voy a juntarme con mi novio, me llamó casidesesperado para invitarme a la casa de sus padres, no se… un tío esta decumpleaños y esas cosas aburridas a las cuales me invita…
--Entiendo, espérame… y nos vamos juntas…, –la chamacaen el acto se sentó en la cama siempre tapando sus encantos con la sabana deClaudia.
--No amiga, ya estoy bastante retrasada, mis padres nollegan hasta la tarde así que dúchate tranquila… Ahhhh…!, se me olvidaba… en elrefri hay leche y bocadillos, chao mi Cielo Riveros  y dale mis saludos a tu Rodrigo, jijiji…
Sin más la rubia desapareció ante la otra vez exaltadamirada de la chamaquita al recordar de sopetón que nuevamente le había falladoa su amado Rodrigo.
Nuestra nena una vez que se quedó sola se dio unalarga ducha en el baño de su amiga, no entendía el porqué, pero extrañamentemientras enjabonaba su cuerpo no sentía  culpa por lo recientementeocurrido con Claudia, así que mejor se dio a pensar en que cosa le diría a suamado Rodrigo ya que nuevamente este estaría decepcionado de ella.
Pensando en mil soluciones para salir del problema consu novio la nena de pronto se vio vestida y recién bañadita bebiendo un vaso deleche en la cocina de la casa de los padres de Claudia y lista para irse parasu casa, claro que por razones de fuerza mayor nuestra colegiala iba sin suscalzones, recordemos que la rubia se los destrozó en el momento que la estabaencuerando.
Al rato la nena ya iba llegando a su casa, y notabaque a pesar de ser las 1 de la tarde en aquel día domingo no hacía calor, yaque al ir caminando por la vereda experimentaba como un fresco aire se colabapor debajo de su vestido blanco con florecitas oreándole exquisitamente supanochita desnuda y los negros pelitos de esta. Misteriosamente, tal como sedijo anteriormente, y a pesar de haberse mandado una lujuriosa noche de sexolésbico con su mejor amiga, la chica no sentía muchos remordimientos, ademásque muy para sus adentros reconocía que lo hecho con Claudia había estado muypero muy rico, sin embargo y aunque su sensualidad le aclaraba de logratificante que era el haberse revolcado con Claudia aun así faltaba algo, yese algo era sencillamente que no se la habían metido, con estos pensamientosen su cabecita la nena sin ser ella misma consiente ya se sentía falta deverga, claro que su cuerpo aun no se lo demandaba, pero era una verdadera bombade tiempo.
Con estas intimas impresiones, algunas de ellas aunescondidas en su mente y mientras caminaba despreocupadamente desde la veredaobservó que el tugurio de don Lucas estaba cerrado, por lo mismo ni señas deeste y de ninguno de sus secuaces, lo mismo con la horda de marihuanos que porlo general siempre estaban parados y adornando la esquina de la calle dondevivía.
Todo esto era muy tranquilizador para la nena, yrecordando que su madre le había dicho que ella no regresaría hasta las 7 de latarde pensaba en llegar a su casa y relajarse para ponerse a pensartranquilamente en como lo haría con Rodrigo.
Una vez que giró la llave de la puerta de su casa yhubo entrado a esta, con algo de desconcierto pudo comprobar que tal vez sumamá no había ido a la cena con sus amigas, porque estaban todas sus cosas enuno de los sillones, seguramente había preferido descansar pensó alegremente yaque así podrían compartir juntas la tarde del día domingo.
Pero fue en el momento que observó que la puerta de lahabitación de su progenitora estaba abierta y que en su interior estaba toda lacama desordenada supo que algo no andaba bien ya que desde que ella tuvo uso derazón siempre la vio ordenada, su madre tenía por costumbre que siempre allevantarse no hacía nada sin antes orear la habitación y rehacer las ropas decama en esta.
Todo fue muy rápido, pues el desconcierto, la mentira,la nerviosidad y lo prohibido invadieron la mente y el cuerpo de nuestranuevamente afligida chamaquita debido a que en el momento en que vio el lechode su madre y que este estaba todo desarbolado escuchó risas y una conversaciónque venía de adentro del baño, situación que hizo que en forma automáticainspeccionara más detenidamente la alcoba en cuestión y fue cuando vio que enla silla que estaba a los pies de la cama colgaba de esta un grueso cinturónnegro con cartuchera del mismo color.
El anticuado revólver oxidado y el grueso bastón demando que estaban ahí colgados le indicaron a medias lo que estaba pasando alinterior de su casa, sus ojos ya habían dado con el resto del uniforme delasqueroso y corrupto policía que estaba desperdigado en distintos puntos de laalcoba, cayendo en cuenta también que al estar las ventanas cerradas el fuerteolor a sexo lo invadía todo, y ya sin tener tiempo de reacción fue cuando seabrió la puerta de baño en donde crudamente a la nena se le borraron todas susdudas.
Con sus bellos ojos verdes vio a su madre descalza yenvuelta solo en una toalla de baño de las normales, ni siquiera era de lasgrandes que la taparan un poco mas pensó Cielo Riveros  para sus adentros, además que era obvio quedebajo de la toalla no traía nada puesto, pero lo más perturbador para nuestraalterada colegiala es que venía saliendo con su pelo mojado, sonriente y tomadade la mano del grotesco cuerpo moreno del inigualable sargento EustaquioSinforoso quien se encontraba todo sonriente y a torso desnudo, este estabasolo tapado desde cintura para abajo también con una mísera toalla, su pachachocuerpo oscuro, aunque muy ancho de pecho, y con su tremenda panza peluda oscuracontrastaban con el blanco y aun bien formado cuerpo de su madre.
La pobre señora Isabel casi se murió de un infartocuando vio a su hija de 18 añitos parada en la puerta de su habitación yviéndola salir del baño casi desnuda y tomada de la mano de un hombre que noera su padre, su bella sonrisa de milf (Milf que aun está muy buena para darle)automáticamente se borró de su cara dándole paso a una marcada expresión dehorror, lógicamente y en forma acertada pensó que su hija ya tenía claro queella (la señora Isabel) y el sargento se habían acostado aprovechando que ella(Cielo Riveros  ), se había ido a pasarla noche en la casa de una amiga.
-- Cielo Riveros …!!!! M…Mi…Mija pero que haces aquí a esta hora…!?, si se suponía que nollegarías hasta las 7 de la tardeeee…!!!!, -le consultó entrecortadamente a lamisma vez que rápidamente le soltaba la mano al policía de negros y largosbigotes mexicanos.
--Llegué antes…, -fue todo lo pudo balbucear ladecepcionada nena en el momento que iba bajando su vista al suelo, de reojo viocomo su madre le hacía señas al sargento para que este se metiera adentro de sualcoba.
La nena no supo en qué momento su estómago se llenó denudos de pesar, ni que mencionar los ríos de lagrimas que corrían por sucarita, eran lagrimas de desilusión, ya que su madre, su propia madre era quiense bajaba por si sola del alto pilar en que ella la tenia puesta solemnementeen virtud de la rectitud y como también de la abnegación, desde este día para CieloRiveros  su madre pasaba a ser solo unamortal mas, común y corriente.
Una vez que se cerró la puerta de la habitación quehabía sido de sus padres en el momento en que el casi desnudo sargento de lapolicía se metió en su interior, la señora Isabel rápidamente le habló a suhija:
- mi Cielo Riveros … nosotras dos debemos tener una conversación, deja vestirme y te loexplicaré todo…!, -le decía la contrariada señora Isabel quien ahora sesujetaba la toalla con una mano empuñada a la altura de sus tetas para que estano se le cayera.
--No te preocupes… lo entiendo todo…!, -la nenitajunto con decirle eso se limpiaba sus lagrimas de la cara con una de susmanitas.
--No hija… debemos hablar las dos…!, -insistía labella progenitora sin saber que mierda hacer ante tan comprometedora situaciónen que la había sorprendido su hija.
--No mamá… yo ya no quiero hablar contigo… Sniffsss…!!Me… me… mentisteeee!!!, -le dijo la bien portada hija quien dio media vueltapara dirigirse a su habitación.
--Hijaaaa…!, por favor hablemos…!!! Perdóname… debíhabértelo dicho… y lo iba a hacerrrrr…!!!, -intentaba explicarle Isabel a suatractiva hija.
--Noooo…! No quiero escucharloooo…!! Snifsssss…!! porahora lo único que quiero es estar sola… Sniffsss…!!!!, -la angustiada y muysentida nena ya se dirigía para su habitación.
-- Cielo Riveros … para donde vasss…?, por favor perdonameee…!!!!
Naturalmente la colegiala se iba retirando a suhabitación tal como lo dije antes, pero en estas situaciones aunque la parteque cometió la falta, en este caso la madre de Cielo Riveros  , vea lo lógico  de lo que sucede igualse dedican solo a preguntar puras webadas sin sentido.
--Dime… para dónde  vas mijaaa…???!!!, -seguíabufando la buenota de la madre de Cielo Riveros hasta que fue testigo del sonoro Plaffffff…!!!!!, que retumbó en toda lacasa cuando la dolida chamaca cerró su habitación con un más que sonoroportazo.
En el intertanto de lo anterior don EustaquioSinforoso se vestía rápidamente y muerto de la risa en la antigua habitaciónmarital de aquella casa.
El sinvergüenza policía se había trabajado casi un mesentero a aquella buena mujer hasta que logró acostarse con ella a base dementiras y regalos baratos, diciéndole que él estaba pasando por un muy malmomento en su matrimonio y que su separación ya casi era un hecho inminente ymil cosas más, siendo que la verdad era muy distinta, ya que él era casado conuna tremenda mujer gorda y muy mal humorada que era capaz apalearlo y de hastacortarle la verga si se atrevía a dejarla a ella y a sus 7 hijos, pero elaprovechador viejo aprovechaba los horarios y los turnos de su trabajo que porlo general eran de noche para hacer de las suyas con cuanta musa a la cual élpudiera sacarle provecho, y ahora estaba plenamente dedicado a enviciar yenvilecer el hogar de la chamaca que el mismito había sorprendido en andanzasraras con un mecánico, además que sabía que teniendo carta abierta para llegaresa casa a la hora que él lo quisiera se estaría agasajando con esas dosvulnerables y buenotas mujeres todas las veces que pudiera.
En el momento en que el gordo y moreno policía conmucho trabajo  y echando la guata para adentro se estaba terminando deabrochar su grueso cinturón negro de reglamento entró a la habitación unadesesperada hembra de 39 años que lo único que atinó fue a sentarse en la camaintentando tapar su cuerpo con la mísera toalla que llevaba puesta, ella sindarse cuenta puso uno de sus bien ponderados muslos blancos por encima delotro. Lo que la cubría la pequeña toalla era lo mínimo, el caliente sargentomiraba fijamente a esa atractiva cara de hembra madura adornada por unastímidas arrugas que se vislumbraban a la altura de sus ojos, y con una que otracana en sus cabellos, el vejete estaba que se abalanzaba sobre ella paraponerle otra ferviente cacha, es que lo que más le calentaba al corruptopolicía era el ser consciente de que ya a estas alturas se las había culeado alas dos, y estaba lejos de querer dejar de hacérselo a ambas, pero sabía quedebía ser prudente para sacar el máximo de provecho posible a tan exquisitasituación.
--Que pasó allá afuera, la chamaca se dio cuenta dealgo?, -le consultó en forma aborrecida y como solapando su burlona consulta.
Pero la señora Isabel no estaba para darse cuenta deestos detalles si bien hace un rato ella estaba presta para prepararle un ricoy abundante almuerzo para luego pasar la tarde juntos ahora la situacióncambiaba abruptamente:
--Don Eustaquio por favor discúlpeme por lodesconsiderada que voy a ser con Usted, pero creo que lo mejor por ahora es quese vaya…
--No te preocupes mi amor, tu sabes que yo lo únicoque quiero es lo mejor para ti y tu hija, Jejeje…
--Lo sé… le sé don Eustaquio… y perdóneme por estarpidiéndole que se vaya…
--Tranquila mijita, ahorita mismo me estoy yendo paraque me arregles esta situación… recuerda lo que hablamos anoche, en poco tiempoquiero tener llaves de la casa para venirme a quedar contigo todas las vecesque yo quiera y para venir además a darme unas vueltitas cuando tu estés en eltrabajo, así cuidaré a tu chamaca para que no le pase nada malo, jejejeje…
--No se preocupe don Eustaquio… yo sé de sus buenasintenciones, y sé también que una vez que se lo explique todo a mi CieloRiveros  , ella también lo entenderá…--U… Us… Usted… es la perfecta imagen paternal que ella necesita.
(--Claro que lo soy, como me las voy a culear a lasdos juntas Dios mío… A esa Cielo Riveros le haré un hermanito con este tremendo pedazo de yegua que tiene pormadre, y a esta misma le haré unos cuantos nietecitos con la descocada potrancade su hija, que bonita familia les dejaré antes de que me jubile, jejejejje…)
Con semejantes planes para ellas el viejo uniformadoinicio sus palabras de despedida:
--Bien, si es así entonces yo ya me voy, nos vemospronto primor…, -en eso el ancho y vicioso policía por fin se retiró dando porterminada su visita a aquel hogar con un sonoro y potente portazo.
Y así fue la tarde de aquel día domingo en la casa denuestra colegiala, con ella encerrada llorando en su habitación, y con su madrecada 10 minutos golpeando su puerta para intentar explicarle que ella con elbuen sargento Sinforoso tenían una relación.

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