Laura, una MILF chantajeada I - Inicio

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En una habitación oscura, iluminada solo con la luz de la luna que entra por la ventana, se encuentra Lura; madre de Esteban.
Su piel blanca contrastaba con el color de la lencería de encaje negra que lleva puesta y pese a la poca luz, aun se puede distinguir perfectamente su silueta. Con su pecho sobre la cama y el culo levantado completamente, presenta una vista aun mejor que tenerla en cuatro.
Estaba dormida… no, más bien estaba exhausta. Había tenido un maratón de sexo con tres jóvenes llenos de energía. Tenía restos de semen aun sobre sus nalgas, un poco más sobre su espalda y un delgado chorro escurriendo de su concha... pero, lo que más llamaba la atención, era la dilatación de su culo, el cual estaba completamente enrojecido por la sesión intensa de sexo anal que acababa de tener.

Laura siempre gozo de una genética privilegiada, sus piernas gruesas y sus nalgas perfectamente redondas, llaman la atención en cualquier lugar a donde va, sus tetas grandes y bien levantadas, incitan a cualquiera que las vea a pegar su boca en ellas y mamárselas.
Es toda una milf de 1.70, piel blanca, pelo rubio, ojos verdes y con un rostro angelical que parece no afectado por los años (42) y la razón es que, durante toda su vida, ha dedicado una parte del día a intensas sesiones de ejercicio, debido a lo cual desarrollo unas piernas bien torneadas y un culo aún más grande. Bendecida además por la genética y el trabajo duro, ha logrado conservar un cuerpo espectacular. Su silueta es envidiable hasta para mujeres mucho más jóvenes que ella.

La puerta de esa habitación se fue abriendo poco a poco, pero no era por ninguno de los jóvenes que se había saciado de ella anteriormente… sino, Esteban, su propio hijo, quien, con lágrimas en los ojos por haber presenciado la humillación de su madre, se acercó lentamente… no podía evitar tener esa erección, sentía culpa.
Como podía sentir eso por su propia madre!!, pero, una fuerza que no comprendía lo llevaron a ponerse justo detrás de ella y por un extraño instinto, quizá el instinto más básico y primitivo de todo hombre, no pudo controlarse y se abalanzó sobre el enorme culo empinado de su madre, comenzó a lamerlo, no le importaron los restos de semen, no le importo nada, se saco el pene y en un movimiento torpe pero rápido, la penetro… ni siquiera supo por dónde, pero al hundir toda su verga en el interior de su madre, duro solo unos segundos antes de terminar.
Lura exhalo un ligero gemido, mezcla de cansancio y dolor, o quizá placer y fue entonces cuando Esteban se asustó y salió corriendo de la habitación de su madre, dejándola ahora con otro chorro de semen saliendo, esta vez de su dilatado culo…

Como terminamos en esto?, bien, pues comenzó hace algunos días o mejor dicho, una noche, cuando los tres bullies de su hijo lo estaban golpeando en un callejón sin salida, probablemente el pobre Esteban corrió sin éxito, hasta quedar encerrado en ese lugar, para su fortuna (o desgracia), su madre iba pasando en su auto, cuando vio la escena.

Al ser el un chico delgado y de baja estatura, no tenia mucho que hacer frente a 3 tipos mas altos y fuertes que él, que, a pesar de tener su misma edad, parecía mucho mayores.

Laura freno su auto y se bajó corriendo, al hacerlo, sin darse cuenta, sus tacones se atoraron en una grieta provocando que tropezara y cayera al suelo. Se rompió la falda que llevaba, pero poco le importo, levantándose de inmediato, por este movimiento tan brusco, sin darse cuenta, su falda comenzó a romperse cada vez más.

-Deténganse!!!!, déjenlo en paz. Grito mientras se acercaba cojeando, sin darse cuenta que su falda ya estaba a punto de caerse por la ruptura de hace un momento.
-No me escucharon!!!!, que lo dejen en paz!!!. Insistió, mientras los 3 bullies no dejaban de patear el cuerpo de Esteban que yacía en el suelo. Finalmente llego con los tres agresores y comenzó a golpearlos, sin embargo, sus golpes, poco o nada les afectaban ya que, solo se miraban entre ellos mientras contemplaban la histeria de la madre de su víctima.
-Uuuuy, pero mira que tenemos aquí. Dijo Omar, uno de ellos.
-No se meta señora, estamos dándole a este idiota su merecido. Agrego Leo
-Es mi hijo!! Déjenlo en paz. Dijo Laura lanzándose sobre el cuerpo en el suelo de su hijo.
Al hacerlo, termino de romper el pequeño trozo de tela que unía su falda, dejándola completamente rota y cayendo al suelo, sus nalgas quedaron completamente descubiertas, a la vista de los agresores de su hijo.
Los tres se quedaron perdidos en ese hermoso culo blanco, cubierto por una pequeña tanga negra.
de inmediato sintieron como se iba endureciendo un bulto en sus pantalones.


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