Carla nos encontró en el dormitorio, desnudos en la cama, Luiza encima mío besándome mientras impedía que me moviera, asegurándose que Carla me veía así. No pareció molestarle ni sorprenderle a Carla, al contrario, se acercó a la cama y primero besó a Luiza en la boca y después me besó a mi. “Lo has pasado bien putita? No creas que esto a acabado, sabía que estabas en casa y vengo recaliente del trabajo, pero antes me daré una ducha”. Carla se levantó y caminó grácilmente hacia el baño, yo miraba como se alejaba Carla y Luiza se levantó y me dijo con una sonrisa, “Ven, creo que a nosotros también nos vendrá bien un baño”. Me levante y tomé su mano, fuimos al baño, alli estaba desnudándose Carla, la cual nos sonrió y dijo “Hacéis bien en sentiros sucios, habéis jugado sin mi y eso no está bien”.
Carla se metió en la ducha y comenzó a regular el agua, la siguió Luiza, yo me quedé fuera viendo como se acariciaban y se besaban, yo quería estar ahí también, así que me metí con ellas. Abracé a Luiza por detrás y le acerqué mi polla dura a su culo para que la sintiera mientras le besaba el cuello, rápidamente Luiza se hizo a un lado, me puso en medio y Carla comenzó a besarme, instintivamente mi mano buscó la polla de Carla, comencé a pajearla y Luiza llevó mi otra mano a su polla que ya estaba dura. Ahí estaba yo, besando a Carla y pajeando ambas pollas. No tardé en arrodillarme y comenzar a comer la polla de Carla, sentir el agua tibia de la ducha caer sobre mi. Mi mano buscaba la polla de Luiza y cuando la encontró dejé de mamar la polla de Carla para mamar la polla de Luiza, las veía a ellas besándose y acariciándose el pecho. Yo iba alternando una polla con otra hasta que Carla me sacó su polla de la boca y me dijo: “Levanta putita, quiero follarte”. Obediente me levanté y le di la espalda a Carla, que no tardó en empujar mi cabeza hacia abajo mientras Luiza frente a mi me ayudaba a mantener el equilibrio. Carla me dio un azote y me dijo “Te la voy a meter de golpe porque se que Luiza ya te ha abierto el culo puta”. Y así lo hizo, la empujó, vi las estrellas, pero me gustó, no dolió, sentí un pinchazo cuando toda la polla de Carla entro de golpe, pero reconozco que me gustó. Luiza comenzó a besarme muy tiernamente, era delicioso besar esos labios y mientras sentir la polla de Carla. El grifo del agua estaba cerrado, no se cuanto tiempo llevaría así, la verdad que no se cuando tiempo paso entre que Carla me follaba hasta que Luiza decidió dejar de besarme y llevar mi boca a su polla. Así estaba yo en la ducha, en medio de Carla y Luiza, sintiendo dos pollas entrando y saliendo de mi, Luiza se estaba follando mi boca y Carla mi culo bien duro. Luiza estaba gozando de mi boca y garganta y Carla de culo, azotándolo y follándolo. De pronto Carla la sacó y nos dijo de ir a la habitación para estar más cómodos.
Fuimos al dormitorio, yo estaba un poco húmedo pero Carla no quería esperar a que me secase, así que me apuré en llegar a la habitación. Al llegar estaba Luiza sobre la cama, me dijo que fuera que íbamos a probar una cosa. Subí en la cama, me puse sobre Luiza y me metí su polla, comencé a cabalgarla, me encanta estar encima, llevar el ritmo, me hace sentir puta. Al momento apareció Carla, lleva un botecito de popper, me lo dio para inhalar, lo hice dos veces y Carla sacó la polla de Luiza de mi culo y metió la suya, yo seguía sobre Luiza besándola y lamiendo sus pezones, disfrutando de la polla de Carla. De nuevo me dio el bote de popper para inhalar y Luiza metió su polla, me dio unos empujones y Carla dijo “Vamos a follarte las dos a la vez, te vamos a meter las dos pollas putita”, yo ya lo imaginaba y me estaba excitando y preocupando, porque ambas son dos pollas grandes. Luiza se dio cuenta y me tranquilizó, me dijo que no me preocupase, que lo harían con mucho cuidado. Carla me puso un gel lubricante especial para ayudar a dilatar y volví a inhalar el popper. De pronto sentí como Carla empezaba a empujar su polla dentro, pero la polla de Luiza no le permitía entrar, Luiza sacó su polla y ambas se juntaron y comenzaron a empujar las dos pollas a la vez, despacio, poco a poco mi culo fue cediendo y ambas pollas entrando, más o menos habría entrado la mitad. Sentía el aliento de Carla en mi nuca, vi como Luiza la miraba y asentía, continuaron metiendo un poco más, me estaba doliendo un poco y lo dije, pero Carla me dijo que me callase, que ahora no la iban a sacar. Luiza comenzó a besarme y a pajearme, lo cierto es que me relajé y gracias a eso terminaron de entrar. Luiza me miró a los ojos y me sonrió. “Sabía que contigo sí podríamos putita”. Aguantaron un poco así para que me acostumbrase, y Carla comenzó a moverse, no se como, si por las embestidas de Carla o por qué, pero ya no sabía cual de las dos se movía, solo sentía que aquellas pollas se movían dentro de mi. Carla sacó su polla, Luiza también y volvieron a meterlas, costó un poco pero entraron más fácil, Luiza me preguntó si me gustaba y yo le dije que ahora si, que ahora lo estaba disfrutando y Carla me dijo “Pues prepárate putita, porque nos vamos a correr las dos”. No se cuándo ni cómo lo hizo, pero Carla le puso a Luiza un pequeño vibrador de control remoto y estaba marcándole un ritmo a su próstata. Yo veía la cara de Luiza que se estaba excitando más y más, me agarraba la cabeza y me besaba, a mi me encendía aquello… de pronto Luiza empezó a apretarme contra ella y a decir que se iba a correr y se vino dentro de mi, mientras tanto Carla aumentó su follada y no tardó en acabar corriéndose también. Caí en el colchón al lado de Luiza, extasiado, jadeando de haber sentido esas dos pollas en mi culo y Luiza a mi lado sonriendo… “Te ha gustado? verdad?” me preguntó y Carla se apresuró a contestar “Claro que sí, no ves que cara tiene. Tenías razón esta putita iba a aguantar las dos a la vez”. Yo no me lo podía creer, me habían follado las dos a la vez y me había gustado.
Luiza se incorporó y me preguntó si estaba bien, yo le dije que si, que no me lo podía creer que había sido fantástico y me dijo “Delicia… vamos a jugar más” y comenzó a chuparme la polla que estaba flácida pero empapadísima, en pocos segundo se puso durísima y Luiza se tumbó y me dijo “Ahora follame tu, quiero sentirla”. No me lo pensé dos veces, deseaba tanto follármela que fui rápidamente a clavar mi polla en ese culo. Fue maravilloso meterla en el culo de Luiza, desde que la vi deseaba follar ese culo, hasta la fecha, el culo más perfecto que he visto. Estaba gozando de aquella follando cuando de pronto, Carla entró en la habitación, venía con la polla dura de nuevo y de nuevo me la clavó. No lo había imaginado así pero fue delicioso el penetar y sentirme penetrado. No aguanté, no pude, quería aguantar más en aquella sensación, pero era inevitable, me corrí. Me quedé extasiado dentro de Luiza, sobre ella, abrazado a ella, mientras Carla la besaba y continuaba follándome. Carla sacó su polla y yo la saqué de Luiza, me puse de rodillas en la cama y comencé a chuparsela a Carla, Luiza se puso a mi lado y comenzamos a mamarla a la vez los dos, nos besábamos, nos pasábamos la polla de Carla de boca a boca, hasta que Carla dijo que queria acabar ya, así que Luiza se la chupó un poco y comenzó a pajearsela sobre mi boca. Carla empezó a jadear, su respiración era más intensa hasta que al fin llegó la leche, un lechazo por mi cara y boca.
Hubo que pasar de nuevo por la ducha, pero esta vez fuimos por separado. Había que salir a cenar para despedir a Luiza.
Carla se metió en la ducha y comenzó a regular el agua, la siguió Luiza, yo me quedé fuera viendo como se acariciaban y se besaban, yo quería estar ahí también, así que me metí con ellas. Abracé a Luiza por detrás y le acerqué mi polla dura a su culo para que la sintiera mientras le besaba el cuello, rápidamente Luiza se hizo a un lado, me puso en medio y Carla comenzó a besarme, instintivamente mi mano buscó la polla de Carla, comencé a pajearla y Luiza llevó mi otra mano a su polla que ya estaba dura. Ahí estaba yo, besando a Carla y pajeando ambas pollas. No tardé en arrodillarme y comenzar a comer la polla de Carla, sentir el agua tibia de la ducha caer sobre mi. Mi mano buscaba la polla de Luiza y cuando la encontró dejé de mamar la polla de Carla para mamar la polla de Luiza, las veía a ellas besándose y acariciándose el pecho. Yo iba alternando una polla con otra hasta que Carla me sacó su polla de la boca y me dijo: “Levanta putita, quiero follarte”. Obediente me levanté y le di la espalda a Carla, que no tardó en empujar mi cabeza hacia abajo mientras Luiza frente a mi me ayudaba a mantener el equilibrio. Carla me dio un azote y me dijo “Te la voy a meter de golpe porque se que Luiza ya te ha abierto el culo puta”. Y así lo hizo, la empujó, vi las estrellas, pero me gustó, no dolió, sentí un pinchazo cuando toda la polla de Carla entro de golpe, pero reconozco que me gustó. Luiza comenzó a besarme muy tiernamente, era delicioso besar esos labios y mientras sentir la polla de Carla. El grifo del agua estaba cerrado, no se cuanto tiempo llevaría así, la verdad que no se cuando tiempo paso entre que Carla me follaba hasta que Luiza decidió dejar de besarme y llevar mi boca a su polla. Así estaba yo en la ducha, en medio de Carla y Luiza, sintiendo dos pollas entrando y saliendo de mi, Luiza se estaba follando mi boca y Carla mi culo bien duro. Luiza estaba gozando de mi boca y garganta y Carla de culo, azotándolo y follándolo. De pronto Carla la sacó y nos dijo de ir a la habitación para estar más cómodos.
Fuimos al dormitorio, yo estaba un poco húmedo pero Carla no quería esperar a que me secase, así que me apuré en llegar a la habitación. Al llegar estaba Luiza sobre la cama, me dijo que fuera que íbamos a probar una cosa. Subí en la cama, me puse sobre Luiza y me metí su polla, comencé a cabalgarla, me encanta estar encima, llevar el ritmo, me hace sentir puta. Al momento apareció Carla, lleva un botecito de popper, me lo dio para inhalar, lo hice dos veces y Carla sacó la polla de Luiza de mi culo y metió la suya, yo seguía sobre Luiza besándola y lamiendo sus pezones, disfrutando de la polla de Carla. De nuevo me dio el bote de popper para inhalar y Luiza metió su polla, me dio unos empujones y Carla dijo “Vamos a follarte las dos a la vez, te vamos a meter las dos pollas putita”, yo ya lo imaginaba y me estaba excitando y preocupando, porque ambas son dos pollas grandes. Luiza se dio cuenta y me tranquilizó, me dijo que no me preocupase, que lo harían con mucho cuidado. Carla me puso un gel lubricante especial para ayudar a dilatar y volví a inhalar el popper. De pronto sentí como Carla empezaba a empujar su polla dentro, pero la polla de Luiza no le permitía entrar, Luiza sacó su polla y ambas se juntaron y comenzaron a empujar las dos pollas a la vez, despacio, poco a poco mi culo fue cediendo y ambas pollas entrando, más o menos habría entrado la mitad. Sentía el aliento de Carla en mi nuca, vi como Luiza la miraba y asentía, continuaron metiendo un poco más, me estaba doliendo un poco y lo dije, pero Carla me dijo que me callase, que ahora no la iban a sacar. Luiza comenzó a besarme y a pajearme, lo cierto es que me relajé y gracias a eso terminaron de entrar. Luiza me miró a los ojos y me sonrió. “Sabía que contigo sí podríamos putita”. Aguantaron un poco así para que me acostumbrase, y Carla comenzó a moverse, no se como, si por las embestidas de Carla o por qué, pero ya no sabía cual de las dos se movía, solo sentía que aquellas pollas se movían dentro de mi. Carla sacó su polla, Luiza también y volvieron a meterlas, costó un poco pero entraron más fácil, Luiza me preguntó si me gustaba y yo le dije que ahora si, que ahora lo estaba disfrutando y Carla me dijo “Pues prepárate putita, porque nos vamos a correr las dos”. No se cuándo ni cómo lo hizo, pero Carla le puso a Luiza un pequeño vibrador de control remoto y estaba marcándole un ritmo a su próstata. Yo veía la cara de Luiza que se estaba excitando más y más, me agarraba la cabeza y me besaba, a mi me encendía aquello… de pronto Luiza empezó a apretarme contra ella y a decir que se iba a correr y se vino dentro de mi, mientras tanto Carla aumentó su follada y no tardó en acabar corriéndose también. Caí en el colchón al lado de Luiza, extasiado, jadeando de haber sentido esas dos pollas en mi culo y Luiza a mi lado sonriendo… “Te ha gustado? verdad?” me preguntó y Carla se apresuró a contestar “Claro que sí, no ves que cara tiene. Tenías razón esta putita iba a aguantar las dos a la vez”. Yo no me lo podía creer, me habían follado las dos a la vez y me había gustado.
Luiza se incorporó y me preguntó si estaba bien, yo le dije que si, que no me lo podía creer que había sido fantástico y me dijo “Delicia… vamos a jugar más” y comenzó a chuparme la polla que estaba flácida pero empapadísima, en pocos segundo se puso durísima y Luiza se tumbó y me dijo “Ahora follame tu, quiero sentirla”. No me lo pensé dos veces, deseaba tanto follármela que fui rápidamente a clavar mi polla en ese culo. Fue maravilloso meterla en el culo de Luiza, desde que la vi deseaba follar ese culo, hasta la fecha, el culo más perfecto que he visto. Estaba gozando de aquella follando cuando de pronto, Carla entró en la habitación, venía con la polla dura de nuevo y de nuevo me la clavó. No lo había imaginado así pero fue delicioso el penetar y sentirme penetrado. No aguanté, no pude, quería aguantar más en aquella sensación, pero era inevitable, me corrí. Me quedé extasiado dentro de Luiza, sobre ella, abrazado a ella, mientras Carla la besaba y continuaba follándome. Carla sacó su polla y yo la saqué de Luiza, me puse de rodillas en la cama y comencé a chuparsela a Carla, Luiza se puso a mi lado y comenzamos a mamarla a la vez los dos, nos besábamos, nos pasábamos la polla de Carla de boca a boca, hasta que Carla dijo que queria acabar ya, así que Luiza se la chupó un poco y comenzó a pajearsela sobre mi boca. Carla empezó a jadear, su respiración era más intensa hasta que al fin llegó la leche, un lechazo por mi cara y boca.
Hubo que pasar de nuevo por la ducha, pero esta vez fuimos por separado. Había que salir a cenar para despedir a Luiza.
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