Yo me lo busque

19 años y cai por mi misma no se adonde aun.

1ª PARTE

Una noche de viernes salí con mis dos más amigas Lorena y Paola. Fuimos a cenar a un restaurante en el centro y a la salida, como era muy temprano para ir a nuestras casas, a sugerencia de Lorena, que no quien le había recomendado ese lugar, a lugar de strippers, que no íbamos a divertir y podíamos bailar.

Entramos y era un lugar amplio. Al fondo había un escenario muy bien puesto. Había instalados en el instrumentos musicales, por lo que supuse habría banda de rock. Pensé esto esta bárbaro. Luego había 5 o 6 filas de asientos para ver el espectáculo y siguiendo un lugar de paso y detrás mesas y sillas. Cuando se sentaba mirando el escenario a la izquierda un lugar para bailar y a la derecha estaba la barra, atestada de gente. Yo vi a dos o tres tipos con una camisa con el nombre del lugar que filmaban a la gente tomando, bailando y algunas parejas trenzadas.

A propósito mi nombre es Nancy, tengo 19 recién cumplidos, de 1,65, cabello cortó castaño rojizo. Ojos verdes y abundantes pecas. Mi cuerpo, según dicen es hermoso, bien formado producto del GYM. Yo personalmente considero que me faltaría un poco más de lolas, aunque me da pánico ingresar a un quirófano a agregarme. Mis dos amigas son de la misma edad, meses mayores que yo. Lorena si se agrego lolas.

NANCY: ojo chicas, hay tipos filmando, no hagamos macanas

Las dos respondieron con un OK.

Salieron dos strippers al escenario y comenzaron a bailar, contoneándose todo. Se sacaron las camisas o remera y quedaron con el torso desnudo, ante el griterío de todas que estiraban las manos para que las suban. Uno de ellos se quedo sobre el escenario moviéndose y los otros dos bajaron a la pista de baile, al tiempo que las mujeres metían manos en ellos y ellos en ellas. Nosotras seguíamos todo con la mirada absorta, como no queriendo creer lo que veíamos. He visto mujeres que se abalanzaban sobre la pija de stripper, algunas para chuparlas y otras para coger. Entre el humo de cigarrillo, el alcohol y alguna droga, mas la música estridente y luces, se sacaban y hacían cosas que su vida hubieran pensado hacerlas. Nosotras no manteníamos discretas y alejadas de todo.

Yo miraba el escenario y daba una mirada al resto. Pase mi mirada por la barra. Era una fauna total de tipos distintos uno del otro. Donde terminaba la barra había una mesa con 3 o cuatro sillas pero solo una ocupada. Era un tipo en apariencia delgado, de raza negro y no podía divisar más. Su mesa tenía un lugar especial, ya que desde ese lugar dominaba con la vista toda. Durante el tiempo que estuvimos en el boliche, nunca nadie se sentó en su mesa. Una de las veces que mire, tuve que desviar enseguida la mirada porque él, con una larga vista, miraba hacia el lugar, sin yo saber a quien miraba.

La actitud de ese hombre, sentado solo y con una vaso de no se que tomaría me intrigada. Nadie se le acercaba y hablaba con él. Debes en cuando algún camarero o alguno que estaba detrás de la barra, por lo que deduje seria, sino el dueño de local, el encargado.

Decidimos irnos y pasamos cerca de él. Lorena y Paola ni siquiera lo miraron, pero yo si. Me intrigaba, lo mire y el apenas noto mi paso por ahí. Salimos a la calle y lleve a las dos a su casa. Luego enfile a la mía. Me bañe y acosté enseguida. Pero no podía dormir pensando en ese boliche y ese extraño personaje. Me dormí.

Al día siguiente fui al club un rato y me encontré con Paola. Me pregunto si saldría y le dije que me quedaría en casa esa noche. Al llegar la noche me bañe y no se porque parecía una robots, me vestí con una minifalda y una blusa blanca. Debajo de eso sostén y tanga blancas. Unas zapatillas rosas completaban mi atuendo. Salí a la calle y pare el primer taxi que paso y le di la dirección. Parecía programada, al poco rato estaba en la puerta del boliche. Tomando fuerza y coraje entre. Su música aturdía acompañando al humo de cigarrillos y otros olores. Me senté sola en una mesa y pedí un coctel que me servido enseguida. Casi no tenía alcohol. Mire el espectáculo cuando vi que llegaba él, saludado referentemente por los mozos y se sentó en el mismo lugar y solo. Enseguida tenía su copa en la mesa. Tomo su larga vista y yo al ver eso, desvié la vista al escenario. De reojo vi que oteaba todo el salón.

De pronto se me acerco un mozo

MOZO: (señalando hacia el) señorita, el dueño del local, como la ve sola la invita a compartir su mesa.

Mire y lo vi alzar la copa como brindando. Me levante y seguí al mozo a su mesa. Me quede parada delante de él. El mozo corrió una silla al lado de el para que me sentara y así lo hice.

Ahora que tenia cerca el tipo era delgado, alto, muy buen mozo, negro. Sonriéndome mostro su impecable dentadura blanca que iluminaba su rostro.

Hola, dijo, mi nombre es Omar y soy el dueño de esto.

NANCY: hola, mi nombre es Nancy

Interrumpió el mozo trayendo una botella de champaña, la descorcho y sirvió las dos copas que traía.

OMAR: (ofreciéndome una de la copas y tomando la otra) brindemos por nuestra incipiente amistad. Salud!

Y la tomo de un saque.

NANCY: salud! (e hice lo mismo)

Sirvió de nuevo.

OMAR: esperaba vinieras ayer, después de dejar a tus amigas, querida Nancy

Quede sorprendida, sin respuestas.

OMAR: ayer me mirabas mucho, por eso pensé regresarías sola

NANCY: era muy tarde

OMAR: si, pero la noche es hermosa para el disfrute. Bueno pero ya estas aquí.

No sabia ni porque estaba ahí, que hacia y pensaba, nada. Solo que ahí estaba y tomando champaña con un tipo.

El mozo trajo otra botella y la dejo en la mesa. No me percate en ese momento, pero la trajo abierta. Omar siguió sirviendo y si me negaba insistía en que lo hiciera, de bunas maneras.

En la segunda copa de esa botella comencé a marearme y reír como una tonta. A él parecía no hacerle nada, claro si en la segunda botella simulo tomar. Saco de su bolsillo un pastillero y tomo una pastilla. La puso delante de mi boca

OMAR: toma esto, alegrara tu espíritu

NANCY: no por favor, que es. No tomo pastillas.

No termine de pronuncia la frase que tenia la pastilla en mi boca y champaña. A los pocos segundos sentí calor en mi cuerpo y me movía en la silla.

OMAR: Baila para mí acá.

Me hizo levantar y empecé a bailar frenéticamente a centímetros de él. Me ofrecía agua mineral que yo sorbía desesperada, al tiempo que acentuaba mis movimientos.

Tomándome de la mano, tiro de mí acercándome a él.

OMAR: sácate las zapatillas y estarás más cómoda, para bailar-

Mientras me sacaba las zapatillas, él bajo la cremallera de mi minifalda y de un tirón cayo al suelo. Seguí bailando al ritmo de esa música con la camisa y mi ropa interior. Metió en mi boca otra pastilla y me dio una botella de agua.

Ya no podía pensar, no me daba la cabeza para hacerlo. Mi única voluntad la llevaba el frenético baile. Tenía sed, mucha sed y calor.

OMAR: tienes calor?

NANCY: (asintiendo con la cabeza) si mucho

OMAR: sácate la camisa y estarás más cómoda.

Mire hacia todos lados, todos estaban absortos mirando el escenario, moviéndose al compas de la música, como en otro mundo. Me la saque, estaba bastante transpirada y se la di a él, que la tomo y puso en una silla con la pollera y las zapatillas. Vino el mozo, a una seña de él. Asintió con la cabeza lo que el dueño le decía, tomo mis cosas y las llevo hacia adentro, desapareciendo de mi vista. Eso para mi pareció un sueño, yo estaba bien bailando. Me sentía excitada, sudada y con mi concha mojada.

OMAR: (dándome aliento, y tocándome el culo) baila coloradita, baila para mi.

Con tal de satisfacerlo, acentué mi baile. Se levanto y ubico a mi lado. Era mucho más alto que yo y más fuerte. Saco otra pastilla y ya dócilmente abrí la boca y tome agua, mucha agua. Tanta que transpira el doble. Todo lo que tomaba lo despedía por mis poros, sin deseos de ir a orinar. Ya no sentía ni sabia quien era, solo interesaba bailar para el. Me tomo de la mano y tirando de ella lo seguí. Abrió una puerta y entramos a un largo pasillo, con distintos cuarto. Fuimos hasta el fondo, el mozo nos franqueo la puerta. Mire al mozo y moviéndome le dije

NANCY: hola lindo

Esto provoco la risa de ambas y la mía también.

OMAR: todo listo Carlos

CARLOS: si señor

NANCY: (bamboleándome) si señor todos listo.

Esto provoco la risa de ambos. Quedamos solos en la habitación Omar y yo. No había mucho mueblaje, solo una amplia y mullida cama, una TV y una heladerita. Me ubico en el centro de la habitación, frente a la cama

OMAR: quédate acá.

Ni me percate que el mozo entro con una cámara filmadora. Omar se tiro en la cama, recostándose sobre almohadones a la cabecera de la cama. Vi que se había desnudado y como estaba yo no le di importancia. El mozo tenía solo el objetivo de filmarme a mí y yo como una estúpida bailaba y me reía delante del lente.

OMAR: eso muy bien, baila para mí. Sácate el sostén y tíramelo.

Me saque el sostén, mientras el mozo no perdía detalle de nada. Yo muy sonriente le tire el sostén a Omar, quien lo agarro en el aire.

OMAR: (llevando el sostén a su nariz y boca) bárbaro, calentito y húmedo como me gusta a mí. Ahora la tanguita.

La baje y cayo en el suelo, siempre seguida por la cámara. Se la alcance y la olio

OMAR: (oliéndola) humm que bueno, toda mojadita y con una olorcito hermoso. Sigue tu danza.

La tercera pastilla comenzó a sentir efecto en mí, bailaba cualquier cosa, la música era estridente y movediza. Sonreía como una estúpida ante la cámara.

OMAR: (reacomodando las almohadas) ven chiquita ven conmigo, bailando ven a mi, eso así esta perfecto.

Sus palabras me hacia mover mas.

MOZO: le damos otra pastilla señor

OMAR: no, esta bien regalada ya.

Tiro de mí y caí encima de él, sentí su miembro tocando mi cuerpo. Me beso en los labios metiendo su lengua en mi boca, jugueteando con la mía, mientras su mano apretaba mis pequeñas tetas. Pellizcaba mis pezones retorciéndolos. Eso me excitaba mas y maldije no haberme agregado tetas, pero espero le gusten estas, su mano llego a mi conchas abriendo entre, sus dedos en mis labios vaginales. Yo estaba delirante. Con su otra mano tomo la mía y la llevo a su miembro erecto.

OMAR: baja y dale unos besos, así no se pone celoso.

Baje y vi el miembro que tenia en mi mano y medio me asuste. Era enorme, negro completamente y muy fibroso. Pensé si mi concha seria capaz de deglutirlo todo. Lo tome en mis manos y comencé a chupar todo su tronco de arriba abajo. Fui a sus testículos, los lamí y metí en mi boca.

Yo desde los quince, que perdí mi virginidad, sabia lo que era chupar y coger. Solo que nunca quise me hicieran el culo.

Inclusive cuando íbamos a algún boliche y solo teníamos plata para una copa y la vuelta a casa, hablábamos con los de la puerta y les ofrecíamos hacer una felación para que nos deje entrar.

El mozo con la filmadora se acercaba y alejaba constantemente. Se acercaba a tomar los plano cortos, de mi cara gozando y alejaba para filmarme en conjunto.

Yo ya había entrada en un total éxtasis y no me importaba nada, solo que lo que hacia en ese momento. De pronto sentí mi boca llena de semen y parte de el en la cara o en la comisura de mis labios. El mozo aprovecho muy bien a filmarme primeros planos

Estaba rendida pero seguía excitada. Sentí un pinchazo en mi brazo derecho, mire y el mozo me había aliado una inyección de no se de que.

Mi excitación iba en aumento quería coger mas. Omar se levanto de la cama y tomo la filmadora, mientras el mozo se desnudaba y se tiraba encima. Ni siquiera lo rechace al contrario lo recibí con besos y abrazos. Ya tenía el miembro erguido y yo mojada. La metió en mi concha y nos movimos frenéticamente. Su boca besaba y mordía mis pezones y llegamos los juntos en un polvo bárbaro.

Yo seguía caliente y volvió Omar, que con la ayuda del mozo me dieron vuelta. Cuando vi que me querían dar por el culo, trate y no de rebelarme. Hubo forcejeo de los tres y caí vencida. Sentí el estilete de Omar ingresar en mi agujero negro pegando un grito de dolor. Parecía me estaba desgarrando. Me desmaye no se si por eso o el cansancio de la noche. Me quede tendida en la cama.

Cuando desperté al día siguiente estaba en una pequeña celda. Mi tobillo derecho con una cadena que se sujetaba en la pared y al tocar mi cuello note con horror que tenía un collar de pero con una chapita. Quise leerla y no podía. Quise sacarme el collar y era imposible. Ni hablemos de mi pierna sujeta a la pared.

Pensé que me hicieron, adonde estoy. Me moví y el suelo estaba con sangre, eran restos de sangre de mi culo. Solo pensé “que hice” “adonde estoy” “cuando me dejaran”. Y no tenía respuestas para ellas. Recordaba algunas cosas de la noche, otras eran como una nebulosa y por momentos nada. Solo recuerdo la cámara acercarse y alejarse de mí. Me pare como pude. La cadena me dejaba llegar a la puerta. Me tome de los barrotes. Y grite.

NANCY: alguien me escucha. Adonde estoy? Cuando me dejaran ir? Omar ven acá.

Sentí acercarse unos pasos y respire, por lo menos alguien hay, dentro de todo este silencio. El tipo con un palo grueso pego en mis manos que tomaban los barrotes. Me aparte gritando de dolor

GUARDIA: atrás, sin agarrarse.

No aguantaba el dolor de mis dedos y manos y me tire al suelo, sin decir más. Vi se abría una ventana debajo de la puerta e ingresaba comida y agua. Quise preguntarle y no me contesto. Tome el plato, eran unos fideos como con cuajada. Mal olor, pero tenia hambre y comí, tomando agua natural que parecía estar caliente. Llore arrepentida de lo hice, al ir a ese boliche y todo lo demás que paso. En realidad sabía poco de lo que paso y lo que hice. Lo único que sabía era que me habían cogido hasta el culo.

Tirada en el suelo, sucia, totalmente desnuda, encerrada en una celda con una cadena en mi tobillo aferrada a la pared y un collar de perra esperando que alguno apareciera vi que estaba llegando la noche. Parecía estaba yo sola en el lugar, al guardia no lo había vuelto a ver y había un silencio total. Si gritaba volvía el eco de mi voz. Para colmo la ventana que daba al exterior era pequeña y estaba alta, y por mas que me esforzara no podía trepar la pared, para mirar afuera, ara ver adonde estaba. Sentía truenos y comenzó una lluvia torrencial, por el ruido. En el exterior al no haber luna era todo oscuridad. Del golpe se apagaron las luces del edificio adonde estaba y quede sumida en una completa oscuridad. Sentía el andar de ratones o lauchas y me dio miedo. Una de ellas rozo mi pierna y pegue un grito. Me senté en el suelo debajo de la ventana, apoyando mi espalda en la pared. Los truenos atronaban el ambiente y lo hacia mas tétrico. Trate de no cerrar los ojos y dormir, pero el sueño me venció y ahí sentada quede dormida.

La mañana me sorprendió y desperté sobresaltada al escuchar ruidos en los pasillos. El guardia mando por debajo de la puerta mi desayuno, compuesto de mate cosido con pan duro. Lo tenía que mojar en el mate para comerlo. De nuevo una horas de silencio y volvieron los ruidos de pasos acercándose a mi celda. El guardia abrió la puerta y aparecieron dos tipos, por el físico parecían fuertes. Llevaban ropa común y su rostro estaba cubierto por una capucha. Uno de ellos soltó la cadena de mi tobillo y en su lugar puso una esposa unida al otro tobillo. Caminando no podía dar pasos de mas de 20 centímetros. Mis manos fueron esposadas a mi espalda y luego me empujaron para que caminara. Apenas podía caminar. Le preguntaba a los tipos adonde me llevaban y que iban a hacer conmigo. Parecían sordos o mudos no emitían ningún sonido. Me llevaban como corriendo dentro de mis posibilidades de hacerlo. Llegue jadeando al lugar de destino. Abrieron la puerta y era un consultorio médico con quirófano. Había dos o tres enfermeras y la misma cantidad de médicos y todos llevaban la cara cubierta con barbijos y cofias que no permitían ver sus rostros. Me llevaron a un y sacaron dos mangueras tipo de bomberos. Dos mujeres aparecieron con ropa de lluvia y botas. Una abrió una de las mangueras y tiro sobre mi cuerpo espuma de jabón. Enjabonada y sin poder abrir los ojos, sentí que pasaban fuertemente una áspera esponja por todo mi cuerpo. Luego se apartaron y una abrió la otra manguera y chorros de agua fría cayeron sobre mi cuerpo. Cuando terminaron me dejaron unos 20 a que el sol me secara. Volvieron y me llevaron adentro

Me hicieron entrar a uno de los consultorios y me subieron a la camilla. Me sacaron las esposas y abriéndome las piernas me ataron a las puntas de la camilla. Lo mismo hicieron con mis brazos. Nadie me dirigía la palabra, cuando yo preguntaba, con miedo, que iban a hacerme.

Veía que iban de un lado a otro, como esperando a alguien. Para no se si empezar o acabar conmigo.

Se abrió una puerta y entro un médico también sin poder verle la cara, acompañado por Omar

NANCY: Omar menos mal que viniste, nadie me habla, nadie contesta mis preguntas

OMAR: bueno Nancy tranquila, no pasa nada.

El muy hijo de pita le dejo unas cosas a una de las enfermeras y se fue. El médico principal dio orden de encender las luces totalmente, mientras se ponía los guantes de látex. Yo estaba asustada. El médico principal, dio la orden de comenzar. Fue a mi concha y con la ayuda de otro me puso un expansor que abrieron mi concha, como si fuese a tener un hijo. Estuvo trabajando dentro y cuando termino

MEDICO: bien, las trompas están ligadas. Otra que no va a poder parir.

Me quería morir, ligaron mis trompas a fin de evitar quedar embarazada y eso era irreversible. Llore amargamente y los insulte de pies a cabeza, porque? Porque?

Podían haberme dejado el DIU que tenia puesto y no hacerme eso de dejarme sin poder hijos en toda mi vida. Pero no tenia tiempo para llorar o lamentarme, estos hijos de puta seguían y no se con que. Me pusieron una mordaza y me ti cosas muy malas para mi cuerpo. Una de las enfermeras trajo un estuche plano, que había dejado Omar. El cirujano lo abrió y dijo

CIRUJANO: bonitos no?

ENFERMERA: si y muy Modernos

NANCY: (desesperada por ver que era y donde me lo colocarían) humm, mmmmmm

Me desesperaba no poder hablar, preguntar, solo murmullos incoherentes. La enfermera saco un aro de metal que tenia una abertura. Pensé y eso para que, que me van a hacer. Esa misma enfermera abrió más el aro y se lo entrego al cirujano depredador de cuerpos de mujeres. Este lo coloco en la base de mi teta derecha y lo cerró. Luego con una pinza que le alcanzaron entro a ajustarlo. A medida que lo hacia mi teta parecía agrandarse y mi pezón parecía estallar. Dolía y como. Luego fue a mi teta izquierda e hizo lo mismo. Era mucho dolor y mis lágrimas caían por mis mejillas, mientras al observar las tetas, estas se hinchaban más y se iban poniendo rojizas. La enfermera alcanzo una cajita pequeña, que le alcanzo al cirujano. Este la abrió y saco un aro pequeño de metal, devolviéndole el estuche vacio. Lo miro y abrió. Yo miraba con pánico lo que haría. Fue a mi concha tomo mi labio vaginal mayor y sin más y ante mi desesperación lo perforo. Yo saltaba lo que podía arriba de la camilla. Tomo el aro y lo paso por el agujero hecho. Que insoportable dolor. Luego hizo lo propio con el otro labio, paso el aro y cerro automáticamente.

Me sacaron las esposas para ponerla otra vez en los tobillos y en las manos a la espalda y me llevaron los encapuchados a mi celda. Una ves ahí sacaron todas las esposas, previamente tomaron la cadena adherida a la pared y la pusieron esta en mi collar de perra. Luego la sacaron del gancho de la pared, la acortaron y la pusieron en un gancho mas bajo, de tal manera que lo máximo que podía era estar de rodilla o en cuclillas. Mis pechos estaban enrojeciendo más y me dolían mucho. Los pezones parecían que saltar. Tirada en el suelo con el agua cerca y una vasija llena de comida, me dejaron y se marcharon. Al rato que a oscuras y al tanteo pude comer. Después me tire contra la pared y no encontraba forma de dormirme a causa de mis teta, que la apretaba de aquí o de allá. No quería tocarlas por estaban tan sensible que me dolían mas.

Me vinieron a buscar a la mañana bien temprano y llevaron con los médicos. Estaba en la camilla tirada y miraba que irían a hacer conmigo. Me pusieron otra vez la mordaza. Entro el medico asesino de ayer y se puso los guantes.

Apretó mis tetas haciéndome ver no solo las estrellas sino también hasta la última vía láctea. La enfermera le entrego otro estuche que abrió y mostro a los demás y no a mí.

Después tomo mi pezón derecho y empezó a perforarlo ante la desesperación y dolor mío, paso el anillo por el y se dedico al otro pezón haciendo lo mismo. Un dolor intenso se apodero de mí y un vacio estomacal que parecía me desmayaba. Una de las enfermeras me hacia inhalar alcohol para evitar me desmayo. Con cuidado, que no habían tenido antes, sacaron los aros de las bases de mis tetas y mis tetas quedaron liberadas de esa presión. Me llevaron de nuevo a mi celda y no me sacaron para nada en toda la tarde.

A la noche no se exacto a que hora, pero supongo luego de las 23, escuche no muy lejos de ahí, música, alegría de gente gritando, risas, etc. Lo que menos suponía que esa fiesta era en mi honor. Me llevaron los dos encapuchados de siempre haciéndome andar delante de ellos en 4 patas. Llegamos al lugar, era a aire libre, música bien fuerte, botella de alcohol a doquier y mesas con 4 o 5 personas en cada uno de ellas. Calculo habría más de 100 personas de ambos sexos. Hombres y mujeres elegantemente vestidos de etiqueta y todos con antifaces, ninguno a cara descubierta.

Apareció Omar y se sentó en la mesa central. Adonde terminaban las mesas había una pantalla gigante de cine. Me ubicaron en el suelo al lado de Omar. Bebieron y cantaron más de una hora. Luego Omar tomo un micrófono. Había también algunos empleados del boliche sirviendo en la mesas y entre ellos el mozo

OMAR: bien amigos, estamos acá para festejar la llegada de una nueva cerda

Hubo aplausos y risas. Vino el mozo y me hizo poner de pie y a medida que Omar hablaba este mostraba el anillado de mi cuerpo

OMAR: como podrán ver tiene dos anillos en las tetas y uno en los labios vaginales. Además hemos implantado, que a partir de hoy en lugar de llevar DIU, se les ligue las trompas. A esta se le ha hecho, quiere decir que nunca quedara embaraza.

Con el equipo médico estamos evaluando hacerle una nueva intervención, la definitiva. La menstruación es molesta tanto en ellas como en nosotros. En ellas porque a veces se irritan y ponen mal y el nosotros el no poder usarlas y aguantar sus olores, por lo que pensamos de ver la posibilidad de vaciarla, así evitamos el goce. Aunque luego tendremos que educar su mente para erradicar definitivamente el goce en ellas. Pero por ahora mañana le anillaremos el clítoris y luego la enviaremos al campo de entrenamiento. Cuando decidamos si vaciarla o no la traeremos. Ahora miraremos un film sobre ella. Disfruten amigos y salud!

No, no podía creerlo, mañana anillarían mi clítoris y encima de haberme ligados las trompas iban a evaluar vaciarme. Temblaba no se si de miedo o de bronca y encima comenzaban a pasar mi filmación.

Más de tres horas de filmación sobre mí. Pasaron el primer día cuando fui con Paola y Lorena. Las tres sentadas en una mesa, mirando el espectáculo y yo mirando de reojo a Omar. Luego cuando nos fuimos las tres juntas.

Pensé que Lorena y Paola se habían salvado de todo esto y la estúpida había caído en la redes de mafiosos que no se adonde iría a parar, pero no seria algo bueno, eso seguro.

1 comentario - Yo me lo busque

AldinGomez
Si el relato fuera real me encantaría ver una foto tuya desde el ombligo p arriba aunque sea escotada me vuelven loco las pecosas