Pequeños rotos en la camiseta, para pequeños pechos

Había ido con mi novia a una fiesta en casa de Sheila y Alejandro. Yo no podía quedarme mucho, pues tenía que ir al bar a trabajar, pero me pase un rato junto a mi novia, que esta si se quedaría más. Sheila como buena anfitriona y sabiendo que no iba a estar mucho, no paraba de calentarme. Iba con una camiseta roja ancha y un vaquero claro. Al meternos mano, noté como no llevaba sujetador, así que cogí un hielo, me lo puse en la boca y comencé a bailar detrás de ella, pasándoselo por el cuello. Sus pezones se pusieron muy duros y los empecé a notar acariciando la camiseta. Mi polla no paraba de crecer contra su culazo.
No perdimos más el tiempo y nos fuimos a su habitación. Nos empezamos a besar y con el hielo en mi mano, lo pase directamente por sus pezones tapados en la camiseta, haciendo que se marcaran mucho más. La tire sobre su cama y me eche sobre ella, besándonos y acariciándonos.
Mordisquee sus pezones con la camiseta puesta, antes de preguntarla si tenía mucho cariño a la camiseta. Me respondió que no especialmente y entonces la sonreí, mientras sacaba una navajilla que llevaba en un bolsillo de mi pantalón. Raje un poquito la camiseta por uno de sus pezones, y aprete la camiseta hacia su pecho, para que el pezón asomara por él. Comencé a lamerlo, tan durito y tan delicioso. Hice lo mismo en el otro lado y también lo lamí cuando quedo al descubierto. Mientras jugaba con uno, pellizcaba el otro. Cuando se los mordía, esta gritaba de dolor y gusto. Rompí un poco más las rajas, haciendo unos agujeros donde se veían bien sus pechitos. Nos besamos, se los comí y los acaricie y pellizque.
Me tumbe en el suelo y la arrime al borde de la cama. La quite el vaquero, dejándola con un tanga blanco. Lo aparte y comencé a comerla el coño. Mis manos subieron hasta agarrar sus pechitos. Mi lengua subía de velocidad, según se los pellizcaba más fuerte. No saque mi lengua, hasta que Sheila se corrió y soltó un fuerte gemido, mientras apretaba sus muslos contra mi cabeza.
Me levante y me desnude. Me tumbe, nuevamente, sobre ella y mientras nos besábamos, restregaba mi polla por su coño tapado por el tanga. Fui subiendo a gatas por la cama, pasando mi polla por su cuerpo, hasta ponerla en su cara y restregarla. Sheila la acabo agarrándola y masturbándome, mientras me comía los huevos con su enorme boca. Me acabo haciendo una tremenda mamada, superexcitante, variando la velocidad y jugando con mis huevos también. La pedí que soltara mi polla y huevos y comencé a follarla la boca, con penetraciones secas y espaciadas.
Fui bajando, a gatas y cuando mi polla llego a sus pechitos, Sheila la agarro y la paso por ellos, notando sus durísimos pezones. Me levante, me puse un condón y me coloque de rodillas entre sus piernas. Los coloqué sobre mis hombros, aparte su tanga y comencé a follarla, mientras acariciaba sus muslazos. Cambie de agujero y la folle el culo también. Baje una de sus piernas y me incline sobre ella, follando su coño nuevamente. Mordisquee sus pechitos y me bese con ella.
Nos levantamos y la lleve contra la pared. La cogí en vilo y esta me rodeo con sus piernas. Agarre fuerte sus muslazos y comenzamos a follar. Nos besamos apasionadamente y de vez en cuando mordía fuerte, estirándolos incluso, sus pezones. Cambie, nuevamente, metiéndosela en su culazo y este comenzó a moverse en círculos. La baje y la coloque mirando la pared, con sus manos en ella. Seguí con la polla en su culazo, la agarre de la cintura y la follé duro. Una de mis manos subió para volver a jugar con sus durísimos pezones.
La volví a tirar en la cama y me tumbé sobre ella. Aparte el tanga para poder metérsela en el coño y seguir follándola rico mientras nos besábamos. Mis manos no paraban de subir y bajar para acariciar sus pezones y sus muslazos. La coloque de lado, y me tumbe detrás de ella. La metí en su culazo y se lo follé suave, mientras pellizcaba uno de sus pezones y nos besábamos. Poco a poco subí la velocidad, hasta provocarla fuertes gemidos, que tapaba cuando la besaba.
Cuando me iba a correr, la tumbe normal y me coloque de rodillas en su pecho. Me quité el condón y comencé a golpear su cara con mi polla durísima. La metí en su boca y se la follé despacito, para aguantar un poco mas la corrida. Me baje de la cama, poniéndome de pie frente a Sheila que se sentó en el borde. Abrió la boca, me masturbe con el glande apoyado en su boca y su lengua jugaba con él. Cuando me corrí, la primera lechada, la eché dentro de su boca. Saque la polla y las restantes las eche sobre sus pechitos y camiseta. Pase mi polla por sus duros pezones, dejándolos con leche. Sheila agarro mi polla y me la limpio bien con una maravillosa mamada con su enorme boca. Cuando me dejo seco, comenzó a limpiarse con las manos la que tenia en los pechos y alrededor de los rotos de la camiseta.

Antes de volver a la fiesta, Sheila se cambio la camiseta, cosa de la que se percato Alejandro y me miro riéndose, pues sabia que algo la había hecho yo. Tras una ultima copa me fui a trabajar.

0 comentarios - Pequeños rotos en la camiseta, para pequeños pechos