Vacaciones junto a una trans mulata (2)

 
Continuación...

El día siguiente amaneció lluvioso y nos quedamos en la cama hasta tarde. Para mí mejor, no tenía muchas ganas de ir a la playa. Fue un día lindo junto a mis amigas y a la tarde Martu nos confesó que se estaba escribiendo con una madura del edificio. Una madre de familia que la había cruzado en el ascensor y luego cuando fuimos a la mañana a la playa. Notaba su mirada permanente y le daba mucho morbo cogerse a una "señora bien" pero sabía que no se iba a animar a nada estando de vacaciones con su marido y sus hijos. De todos modos cuando estaban en el mar Martu se le acercó y le dijo que se encontrarán en el baño del bar de la playa. La mujer no dijo nada pero fue al encuentro. Estaba muy nerviosa pero fue. Martu era un imán para el sexo de ambos géneros y de todas las edades. En el baño intercambiaron nombres y números. La madura en cuestión se llamaba Silvia y desde ayer estaban intercambiando mensajes. Le dijo a Martu que nunca había hecho esto, pero sabía que si la invitaba a pasar un rato con ella no se podía negar. Necesitaba algo distinto. Con Belu no podíamos creer la historia de la mulata y nos reímos mucho, pero esto venía a cuenta de que quería pedirme a mi que saliera un rato para dejar el departamento sólo y a Belu que se quedara por las dudas salga un trío ya que se lo había insinuado a la madura y ésta no se había negado. Estaba atardeciendo y cómo había parado de llover no tuve problema. Me puse ropa de chico que hacía varios días no usaba y fui a caminar. Estando sola no me animaba a salir como chica. Ellas me iban a avisar cuando terminaran. 

La madura le puso una excusa a su marido para salir a caminar sola y en vez de irse subió al departamento nuestro. A la noche Martu me contó los detalles. La mujer estaba muy nerviosa pero parecía decidida. La mulata no dio muchas vueltas, cuando cerró la puerta se levantó la pollerita sin nada abajo e invitó a Silvia a qué se la chupara. Al principio lo hizo con timidez pero de a poco se calentó cuando le crecía la verga en la boca. Belu se mantenía en la habitación. La mulata sabía que para enfiestar a la madura había que esperar que esté bien caliente. Silvia era una mujer linda, de 47 años, pelo oscuro lacio, medía 1,65 linda de cara y un cuerpo normal con tetas medianas algo caída, un poquito de barriga y un culo apetecibles bastante bien cuidado al igual que sus muslos. Estaba vestida con una pollera de verano, unas sandalias y un top. Martu me contó que se la chupaba de manera dulce pero la tenía que calentar más. Hizo que se pusiera en cuatro en la cama de la sala, le levantó la pollerita y empezó a frotar la vagina de la madura por encima de sus bragas. La nalgueaba, frotaba y empezó a calentarla hablándole al oído: sabe tu marido que estás con una negra con semejante pija? Te gusta ser la señora de familia que se va a comer esta verga? Sos una putita sabías? 

Así le fue hablando mientras la mujer gemia. Le corrió las bragas y apareció una concha con algo de de pelos y muy húmeda. Manipuló su clítoris con sus dedos que también los introducía en su chocho. Silvia empezó a pedir que se la metiera. La mulata le arrancó las bragas (se ve que le gustaba hacer eso con las mujeres), le puso la verga en la entrada de su concha y le pidió que se la meta sola. La madura chillaba de placer, al minuto de tener la pija de Martu adentro tuvo su primer orgasmo. Pero lejos estaba de estar satisfecha y continuó en cuatro recibiendo caña. La mulata me contó que era el momento justo para intentar que se sume Belu a la fiesta. Le pregunto a la madura si quería otra pija y ésta sólo asintió. De un grito llamó a nuestra amiga que salió a los segundos de su cuarto. En este momento los detalles me los relataron las dos. Ésta me dijo que le calentó mucho ver a las jer en cuatro con su pollerita en la cintura con la verga entrando y gimiendo sin parar, como poseída. Belu se acercó desnuda y se colocó delante de Silvia con su polla a medias y sin dudarlo la mujer se la metió en la boca. Belén le decía lo puta que era, que le iba a llenar la boca de leche. No pasó mucho para que la madura tuviera su segundo orgasmo. 

Se terminó de desvestir y fueron a la habitación de Belu. La madura se acostó boca arriba al borde de la cama y Belén empezó a follarla con ganas. Martu se recostó a su lado, le acariciaba el pelo, masajeaba sus pechos y su clítoris. Estuvieron unos minutos y Silvia tuvo su tercer orgasmo. Ahí pidió frenar un poco. Estaba transpirada y cansada pero quería seguir. Fue a la ducha a mojarse un poco y volvió a la habitación. Se sentó en la cama y comenzó a hacerle una mamada a ambas que estaban paradas. Le pegaban con la polla en la cara mientras Silvia chupaba. La pusieron boca abajo en la cama y la fueron follando. Primero acabó Martu y luego Belu la siguió follando con la concha inundada de leche hasta que terminó mientras nalgueaba a la madura. El semen brotaba de su concha y sus nalgas estaban rojas, su pelo revuelto y transpirada. Había tenido cinco orgasmos y quedó rendida en la cama. Martu le sacó una foto en la que se lograba apreciar su vagina abierta con leche y sus nalgas coloradas. Le dieron su ropa para que se vaya sin limpiarse y le mandó la foto a su WhatsApp. Me contaban los detalles mientras se reían, sabiendo que esa mujer jamás se olvidaría de esa tarde. Hacía más de un año que ninguna estaba con una mujer y en en menos de un día habían estado con dos. 

La noche estaba lluviosa, nos quedamos viendo una película, tomando un vino y nos fuimos a descansar. A mí me quedaban sólo dos días y una noche de vacaciones junto a ellas. Por suerte el día siguiente amaneció soleado. A la mañana fuimos a la playa cercana y Silvia se encontraba junto a su marido. Las chicas se rieron pero a la mujer se la notaba nerviosa. Ellas evitaron generar una situación tensa y nos fuimos más lejos. Luego del almuerzo nos fuimos al parador gay/trans. Yo estaba de nena y para mí sorpresa me encontré con Jorge y luego con Luis. Ambos me fueron buscando para hablar, los dos estaban muy lindos. En un momento coincidimos los tres en el bar y ya con unos tragos encima y con mucha calentura, me jugué a ver si me salía. Les conté que me iba al día siguiente y que me gustaría irme con los dos a mi departamento. Que si entre ellos no querían hacer nada no tenía problema pero que me gustaría pasármelo con ellos. Los dos aceptaron con agrado. Sobretodo Jorge que miraba con ganas al rubio. Le avisé a mis amigas y los tres nos subimos al auto de Jorge. En el camino le iba chupando la pija mientras manejaba y en el medio del camino me fui al asiento trasero para hacer lo mismo con Luis. No quería perder ni un minuto disfrutando de esos bellos hombres. 

Al llegar al departamento me avalance sobre Jorge y lo empecé a besar. Luego seguí con Luis. Me arrodillé entre los dos y se las chupe con ganas. Se pusieron duras al instante. Primero me falló Jorge. Me levantó colocando mis piernas en su cintura y me dio caña. Cómo saben me encanta esa posición. Me siento muy abierta. Luego siguió Luis mientras se la chamba para a Jorge. Estaba disfrutando mucho al sentir mi colita golpear contra su entrepierna. Era la primera vez que estaba con dos machos para mí y sentía como esas vacaciones me habían terminado de liberar. Luego me salí de Luis y empecé a chuparle su hermosa cola bien carnosa y lampiña. Estaba en cuatro recibiendo mi lengua y Jorge le dió de mamar su pija. Le fui metiendo mis dedos y el rubio los recibía con gusto. Su cola se iba dilatando y gemía con placer. Me puse en cuatro al lado de él, parando nuestras dos colitas para Jorge que se puso detrás nuestro. Nos agarraba, nos metía dedos, nos escupía en nuestros agujeritos. Empezo por la cola de Luis que le tenía ganas. El rubio gimió y se movía para que le entre más profundo. Decía "me encanta" mientras gemia. Luego siguió conmigo. Yo estaba muy abierta y sentía esa verga caliente que me llenaba. Fuimos cambiando de posiciones hasta que el maduro inundó mi colita de leche. Acabó como nunca. Luis se avalanzo a tomar la leche que salía de mi colita. Yo la tenía muy dura y aproveché que Luis estaba muy putito para follarlo. Jorge se fue al baño mientras yo cogía a Luis en posición misionera mientras nos besábamos. No tardé mucho en acabar entre gemidos y besos. La cola del rubio chorreaba leche. Yo estaba cansada pero quería que termine. Se la chupe hasta que acabó en mi boca. 

Esa tarde seguimos follando hasta que anocheció. Cuando mis amigas llegaron mis machos se están yendo satisfechos y agotados. Era una lastima que ambos vivieran en otra ciudad pero Jorge me prometió que me iría a visitar. Me agradeció por esa tarde y me pareció que entre ellos había mucha onda. Mis amigas me hicieron una cena de despedida y fuimos juntas a una fiesta en una casa alejada de la ciudad. Yo no tenía muchas ganas de follar aunque recibí algunas invitaciones. Esa tarde había acabado tres veces con mis amantes. En cambio Belu se fue con dos chicos y Martu se volvió acompañada de un lindo jóven bien femenino como a ella le gusta. Al día siguiente mis amigas me dieron una rica despedida luego del almuerzo dándome caña entre las dos. Era la primera vez que las tenía a las dos para mi. Les pedí que filmen un vídeo mientras me cogían que aún conservo como un tesoro. Martu y Belu se quedaron una semana más y luego ambas fueron para mi ciudad, dónde Belu también conoció a mi amiga Cande, pero eso será otra historia. 

Esa noche regresé luego de una intensa semana en la playa, una de las más placenteras de mi vida y siempre de la mano de la trans mulata que cambió mi vida para siempre. 

Espero les haya gustado. Si es así agradezco sus valoraciones, mails y comentarios. 

1 comentario - Vacaciones junto a una trans mulata (2)

ivanoff31 +1
Lei todos tus relatos, uno mejor que el otro, muy calientes, realmente te felicito y espero poder leer mas