Una noche de experimentar/ relato erótico

Era un día típico de pandemia, Ayana estaba totalmente aburrida chateando con extraños en una aplicación que encontró por internet al principio no estaba muy animada porque algunas personas eran muy complicadas pero de la nada recibió un mensaje que captó su atención, una persona prometía cumplir una de sus fantasías por mensaje
Con un poco de duda y desconfiada abrió el mensaje contestando algunas de sus fantasías, el instantáneamente se puso a escribirle cosas muy ricas, poco a poco se fue ganando su atención y despertando un intenso líbido en ella, de la nada Ayana ya no podía dejar de leer y como por impulso una de sus manos había ido hacia su vagina y había comenzado a tocarse
Entro en un frenesí de lujuria, sus dedos no dejaban de acariciar su vulva desde abajo hacia arriba jalando un poco sus labios e introduciendose en su vagina mientras con su otra mano apretaba sus pezones y acariciaba sus tetas, estaba vuelta loca por el placer y así se mantuvo por un delicioso momento disfrutando, gimiendo en silencio y retorciéndose de placer pero desafortunadamente justo cuando estaba a punto de correrse alguien tocó la puerta, muy frustrada tuvo que detenerse y mientras se preparaba para poder recibir a su desafortunada visitante preguntó

-- Quién es? A lo que una voz muy familiar le contestó -- Mari, apoco olvidaste que íbamos a hacer el proyecto?, Apurandose fue terminandose de arreglar corriendo hacia la puerta, abriéndola y recibiendo a Mari -- No, cómo crees si ya estaba preparando todo para comenzar, dijo entre pequeños jadeos con la cara aún roja testigo del delicioso placer qué estaba sintiendo apenas unos momentos
A pesar de que Ayana se había esforzado por intentar estar lo más presentable para recibir a su amiga, Mari siempre había sido una persona muy perceptiva e inmediatamente había notado unas pequeñas señales que le dieron ciertos indicios de lo que estaba haciendo su querida y muy deseada amiga y es que su respiración aún no regresaba a la normalidad, tenía la cara roja, estaba un tanto despeinada, su ropa estaba desordenada, al notar todo eso Mari estuvo a punto de preguntarle al respecto a Ayana sin embargo podría aprovechar la oportunidad que tanto había deseado y si jugaba bien sus movimientos esa deliciosa vagina que tanto había anhelado besar y saborear por fin podría estar al alcance de su lengua
Sin esperar ni un minuto Mari hizo su primer movimiento, sabía que si dejaba que Ayana bajará su "calentura" no tendría otra oportunidad tan buena, entonces de la nada la abrazo por detrás frotando su cuerpo contra el suyo y acercando su boca contra la oreja de su amiga le susurro suavemente -- no sé porque pero hoy te ves más hermosa de lo habitual, Mari sabía que a Ayana le excitaba que le susurraran y para rematar Mari le dió un suave y apasionado beso en el cuello que hizo que Ayana se estremeciera un poco y su vagina reaccionara, seguía bastante caliente, si el beso fuera de un chico ya lo hubiera tirado en el piso y se hubiera sentado en su cara haciéndole un delicioso y magistral Facesitting pero fue Mari quien la había besado, la adoraba como si fuera su hermana y aunque en el fondo de su corazón siempre había tenido una curiosidad sexual con ella, también había tenido miedo de confundir su amabilidad con otra cosa, de otra manera ya le habría hecho la mejor comida de coño de su vida

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