Experiencia inolvidable cómo sirviente sexual

Experiencia inolvidable cómo sirviente sexual


Hoy me he levantado más caliente de lo habitual, me voy al ordenador tras el café matutino para hacerme la necesitada paja, pero entre webs porno se me ocurre, polla en mano, echar un vistazo a la pagina de anuncios de contactos más popular del país… La verdad que con la polla dura no debería meterme a leer estos anuncios porque así en caliente pasa lo que pasa… no tenía intención de contactar con nadie, sólo seguir calentando el mástil para luego correrme viendo videos pero de repente veo un anuncio que llama mi atención:

“Somos una pareja de 40 y 44, estamos hoy y mañana de visita en esta ciudad y buscamos chico de menos de 45, bien físicamente preferiblemente bisexual o heterocurioso y sano sin malos rollos para quedar en nuestro hotel y ser nuestro sirviente sexual”.

… el anuncio no era el típico, “sirviente sexual…” qué cojones es un sirviente sexual?? En muchos otros piden sumisos o BDSM pero con la palabra sirviente no había visto nada. Así que con mi polla mojada en una mano y escribiendo en el teclado con la otra les escribí. Me presenté brevemente y pidiendo más información continué con mi ansiada paja. Me contestó una tal Paula enseguida explicándome que no buscaban sumisos concretamente, el sirviente debería dejarse hacer lo que a la pareja les diese la gana pero sin ataduras ni cuero ni nada de eso. Y más avanzada la sesión poder finalizar con un trío estándar. No estaba buscando quedar con nadie pero la calentura me podía, además en los 2 o 3 mails que intercambiamos me dijo que querían “drenarme toda la leche” y eso fue más que suficiente para darles mi número de teléfono y concertar cita una hora más tarde. Me duché con la leche hirviendo en mis huevos (ya que no había eyaculado para reservárselo a mis nuevos amigos) y cogí el coche dirigiéndome a la cafetería que me habían indicado.

Llegué y no había ninguna pareja que coincidiese con las características, así que me senté en la terraza de dicha cafetería y me pedí un cortado. A los 10 minutos yo ya pensaba que igual se habían echado atrás pero aparecieron… una pareja bastante bien vestida, él de unos 1,75m delgado, la cabeza completamente rapada y perilla. Ella algo más alta que él, con una falda por debajo de las rodillas, blusa negra y un chaquetón por encima y gafas de sol, se la veía grandota pero para nada gorda, más bien con curvas y bastante deseable. Miraron a mi mesa nada más llegar y dudaron un poco en decirme algo pero me adelanté y saludé con la mano, a lo que Ella sonrió y cogiendo la mano de su marido se acercaron a mí.

- Toni???

- Si, soy yo, que tal?

Se sentaron en mi mesa y pidieron dos cafés más. Paula me presentó a su marido Manu, y tras varias preguntas genéricas para romper un poco el hielo me explicaron que eran de la ciudad de al lado de la mía, y que habían querido venir a pasar un par de días aquí y de paso “disfrutar un poco de nuevas amistades”. Me dijeron que querían quedar en una cafetería para ver si nos gustábamos y decidir como seguir la mañana.

- Tú nos has parecido muy mono, a que sí Manu???

- Para mí es perfecto. Dijo el marido que casi no hablaba.

- Y nosotros te hemos gustado Toni???

- ¡Claro, ya tengo ganas de ir a vuestro hotel… y la verdad que me da curiosidad lo de ser vuestro sirviente…jejejejee!

- No te preocupes que te lo vas a pasar genial, nosotros hacemos cosas así una o dos veces al mes, pero nunca nos habíamos venido a esta ciudad a hacerlo, así que también va a ser novedad para nosotros. Una cosa Toni, te importa tomarte esto?? Para que vaya haciendo efecto.

- …Tomarme el qué?

De pronto Paula sacó de su bolso una tableta de pastillas amarillas, sacó una guardando el resto y con los dedos la partió en dos trozos iguales. A mi eso no me estaba haciendo mucha gracia, no los conocía y aunque había decidido follar con ellos lo de tomarme pastillas así sin más me daba algo de rechazo, Paula me lo vio en la mirada y enseguida contestó:

- No te preocupes, es Cialis, la mitad te la tomas tú y la otra mitad mi marido, es como Viagra pero mejor y más duradero.

- …mmm Paula la verdad que no necesito ni viagra ni eso, de hecho nunca he necesitado ningún medicamento para ponerme duro…

- Jajajajajaja me lo imagino guapo, por como me miras sé que no vas a tener ningún problema para tener erecciones, pero no te la doy por eso. Esta media pastilla lo que hará será que te mantengas duro aunque te corras varias veces. Si no las has probado ya verás que después de hoy andarás buscando comprarlas… confía en mí. Además mira, mi marido se va a tragar su parte, para que veas que no es nada malo.

Efectivamente el tal Manu se metió su parte en la boca y con algo de agua que pidió se la tragó. Como soy un degenerado y ya estaba caliente ni me lo pensé más y mi pastilla para dentro. (niños no hagáis esto con desconocidos).

Estuvimos un rato más hablando de cosas banales, yo a veces les preguntaba cosas sexuales que querían hacer más tarde pero Paula me decía que eso vendría luego, y sacaba otro tema totalmente arbitrario. A los 40 minutos Manu pagó la cuenta de los cafés y el agua y nos fuimos andando hacia el hotel que estaba al cruzar la calle. Entré con ellos al Hall y nos dirigimos al ascensor, piso 3. Abrieron la habitación con la tarjeta del hotel y entramos. La habitación de estas modernas y acogedoras, me hicieron sentarme en uno de los silloncitos que había allí y entonces fue Manu el que tomó la voz cantante:

- Bueno Toni aquí va a empezar la fiesta, ante todo si hay algo que no te gusta o que no quieres hacer dilo sin compromiso, nosotros te vamos a ir pidiendo cosas y tú debes hacerlas pero siempre disfrutando la situación y si algo no quieres lo dices sin problema ok? Pero no puedes llevar iniciativa en nada de lo que hagamos si no te lo pedimos y preferimos que durante la sesión no hables si no es algo importante. Lo has entendido todo??

- Sí, entendido, no te preocupes. Soy el sirviente…jejejejee.

- Exacto, nosotros te diremos que te pongas así o que hagas tal, y tu lo haces, nada de chuparle una teta a mi mujer porque la tienes cerca si no te lo decimos.

- Ok.

Por la explicación me pareció que me iban a utilizar de muñeco sexual, en vez de comprar uno me han llamado a mi… en fin me parecía bien la idea y además algo nuevo en el sexo.

- Pues perfecto, pero si no os importa necesito ir al baño a mear antes.

Paula me miró y me dijo:

- Vale, pero espera no mees aún, desnúdate.

Se sentaron los dos en el borde de la cama con sus ropas puestas y mirándome querían que me desnudara. Me puse de pie y comencé a quitarme la ropa y dejarla en el sillón. La verdad que no sé si era por la excitación de la situación o por la pastilla pero ya tenía la polla morcillona incluso con ganas de mear. Me quedé totalmente en pelotas de pie delante de ellos y me miraban mientras Manu le tocaba las tetas a su mujer por encima de la blusa. Se les veía el vicio a ambos. Se levantaron y comenzaron a quitarse cada uno su ropa también, Manu se quedó desnudo pero Paula se dejó puesto el tanga y el sujetador, de encaje semitransparente y color rosa. La verdad que estaba muy buena, curvas voluptuosas, pero nada de excesos. Paula me cogió de la mano y me llevó al baño, seguidos de Manu. ¿Estos quieren verme mear? Entonces ella abriendo la tapa del wc se sentó con el tanga puesto y abriendo las piernas, “ven siéntate encima”, yo no entendía pero ella cogiendo mis piernas me hizo sentarme a horcajadas encima y de cara a ella, quedando mi polla entre sus piernas y con acceso al wc entre ellas. Manu se situó de pie detrás de mi, podía notar su polla en mi espalda y sus manos en mis hombros.

- Muy bien guapo, ahora puedes mear, e intenta darle algún chorrito en mi chochito y mójame aún más las bragas…

Yo con la cercanía a Paula se me estaba endureciendo el nabo pero me concentré para no ponerme duro si no no podría mear, Manu seguía detrás de mí pero se había agachado y creo que miraba por debajo de mi culo para ver cuando empezaba a caer mi chorro de pis, la verdad que en la calle no habría apostado a que estos dos fueran tan cerdos, con lo formales que parecían… en fin, comencé a mear. Iba alternando mi chorro entre meterlo directo al wc y pequeños chorritos a su tanga justo en su coñito, de repente noto como la mano de Manu se mete por bajo mi culo y cogiéndome la polla la empieza a dirigir él, yo le dejo y él comienza a regar más las bragas de su mujer, Paula suspira mirándome a los ojos y a veces a su entrepierna viendo como la riego con ayuda de su marido. A mitad de mi meada escucho otro chorrito caer, es Paula que se ha puesto a mear también con el tanga puesto… Normalmente no me excito viendo mujeres orinar pero estando allí con ellos, sentado sobre ella meando a la vez me eleva la temperatura, miro hacia abajo y veo como a través de la tela del tanga sale su liquido y cae junto al mío al wc. En cuando terminamos ambos me levanto y enseguida Paula me la mira y la coge con la mano, se la apunta a la boca y me escupe en el glande restregando bien su saliva por toda mi seta, se levanta ella también y cogiéndome del rabo me mete con ella a la ducha que estaba al lado del lavabo. Paula abre el grifo de la ducha y esperando a que se caliente el agua comienza a quitarse el sujetador y el tanga, dándole este último a su marido y guiñándole un ojo. Manu coge esas bragas y automáticamente comienza a olerlas y lamerlas totalmente empapadas de su flujo, mi orina y la suya, mientras con la otra mano se pajea.

Cuando el agua ya estaba caliente Paula me mete bajo el chorro y abrazándome se mete ella también, su cuerpo muy suave me rodea completamente y me acaricia por todas partes, sus manos van desde mis hombros hasta mi culo pasando por mis caderas y por supuesto se deleita acariciándome los huevos, sus manos no paran de moverse, mi polla ya a tope apuntando al techo pero ella aún no se centraba en ella, masajeaba mis huevos y metía sus dedos por los laterales llegando a la parte de atrás dándo suaves caricias a mi ano y la parte del perineo, no se dejaba nada por tocar. En cierto momento Manu le da los botes de champú y gel típicos que hay en los hoteles y ella derrama todos los líquidos por su cuerpo y el mío, yo sin pensarlo muevo mis manos para acariciar su cuerpo pero Paula me mira y dice:

- Toni acuérdate… no puedes hacer nada si no te lo digo, estáte quieto y no te preocupes que todo se andará.

Con resignación dejo de acariciarla y sin decir nada continúo mirando el espectáculo y dejándole hacer lo que le apetezca. Sus manos continúan buscando por todos mis rincones, me toca el cuello, los brazos, incluso me hace separar algo los brazos para acariciar con sus dedos mis axilas cosa que me hace algo de cosquillas y sin querer me moví un poco y cerré los brazos, Paula poniendo cara seria me cogió los huevos apretándolos y se acercó a escasos centímetros de mi cara:

- Toni, te he dicho que no te muevas…!

- Perdona, no he podido evitarlo…

- Toni!!!! Tampoco puedes hablar aún!!!!!

Y apretó un poco más mis bolas, no me dolían pero me hicieron agarrotar todo mi cuerpo. Esa fina línea entre sexo consentido y sentirme violado me estaba poniendo a tope… mi polla no dejaba de soltar líquido preseminal que resbalaba por todo mi tronco hasta su mano que me agarraba fuerte las pelotas. Cuando se tranquilizó las soltó y siguió acariciando todo mi cuerpo con las dos manos, se arrodilló y continuaba acariciando mis piernas, hasta los mismos dedos de los pies para luego subir lentamente de nuevo. Yo la miraba fijamente sin moverme y con el agua cayendo por nuestros cuerpos, al subir ví que se detuvo delante de mi pene y se acercó para hacer como que lo olía, pensaba que se lo iba a meter en la boca pero no lo hizo, frotaba su nariz por la polla tocándola también con sus labios pero sin abrirlos. Algo de líquido preseminal se quedó en su mejilla y sus labios ya que al alejarse un hilito de fluído se resistía a romperse entre su cara y mi nabo… muy excitante. Se puso de pie de nuevo y cogiéndome de los hombros me giró hacia la pared de la ducha, dejando mi espalda y culo frente a ella y a su marido, me dijo que apoyara mis manos en la pared y abriese más las piernas. Así mirando al alicatado de la ducha estaba yo sin ver exactamente lo que hacían mis nuevos amigos pero sentía las manos de Paula recorrer mi espalda, bajar hasta mis lumbares y por supuesto amasarme el culo, me lo apretaba, abría mis nalgas, me agarraba los huevos desde detrás como sopesándolos, la parte interior de mis piernas, de vez en cuando pasaba sus dedos por toda mi raja del culo desde abajo hacia arriba y viceversa sintiéndolo muy suavemente al pasar por mi ano… la verdad que yo estaba en la gloria sintiendo todas esas caricias por los recovecos de mi cuerpo y con la leche de mis huevos hirviendo dentro de éstos. Ella al hacer todo esto me frotaba su coño por mi pierna izquierda, lo tenía totalmente depilado excepto un pequeño cuadradito sobre su clítoris perfectamente delineado y suave al contacto con mi pierna, aprovechaba cualquier movimiento de su cuerpo al acariciarme para apretar su chochito en mi y rozarse con mi piel. A Manu no lo veía porque estaba justo detrás de mí pero enseguida noté que habían 3 manos acariciándome por detrás, por lo que supuse que se había sumado al extraño masaje que yo estaba recibiendo. En cierto momento por la posición de la mano que me cogía los huevos desde detrás supuse que era él, amasaba mis huevos de forma cariñosa, los cogía y movía hacia delante y detrás pero con mucha delicadeza, sólo rozaba mi nabo en alguna ocasión pero no lo cogía directamente. Cuando los soltaba notaba como sus dedos se deleitaban acariciando mi ano y toda mi raja pero sin apenas fuerza, sólo ligeras pasaditas sin llegar a abrírmelo y disfrutando de toda mi piel en esa zona. Al mismo tiempo Paula se agachó y comenzó a lamerme la nalga izquierda, daba pequeños mordiscos con algo de fuerza pero sin dolor por toda la nalga. Cuando apretaba los dientes le oía ligeros suspiros que salían de ella, al parecer le estaba excitando mucho manosearme y morderme mientras sus manos subían y bajaban por mis piernas. Siguió mordisqueándome las dos partes del culo y se detuvo besándo mi zona lumbar, para ello se había puesto de rodillas entre Manu y yo, pero seguía notando la mano de Manu que se abría paso por donde podía y seguía acariciándome la parte interna de las piernas. Yo con los ojos cerrados y cara a la pared me sentía en el cielo, es cierto que tenía la polla que me reventaba pero como no me la tocaban prácticamente aguantaba perfectamente la situación, aunque algún suspiro se me escapaba a mí también.

- Tienes un cuerpo muy apetecible Toni, y te estás portando muy bien… me gusta morderte el culo…

Paula bajó de nuevo y con la lengua comenzó a lamerme por toda la raja pero en esa posición creo que el agua le caía directamente en los ojos y le molestaba, así que cogió el grifo y lo cerró apagando la ducha. Tras esto continuó lamiéndome el culo y abriéndolo con ambas manos comenzó a pasarme la punta de la lengua por el agujero del ano muy suavemente. Pero poco tardó en separarse y abrazándome de pie por detrás puso su boca al lado de mi oreja y me dijo:

- Toni me gusta tu ano, pero lo vamos a aderezar un poco con la leche de mi marido… no te preocupes que todavía no te vamos a penetrar, sólo un poco de lechita por encima y estará aún más apetecible.

Estas palabras me tranquilizaron un poco porque de repente creía que me iban a romper el culo sin ni siquiera haberme metido un dedo antes o una mísera paja, pero asintiendo con la cabeza mantuve la posición abriendo un poco más las piernas.

- Cariño estás listo??

- Listo para la primera lechada del día amor!, dijo Manu.

- Pues cuando quieras, yo lo abro un poquito para que apuntes bien.

Dicho y hecho, Paula me abría las nalgas al lado mío, yo apoyado en la pared y las piernas abiertas, y Manu pajeándose más fuertemente que antes y acercando su entrepierna a mi culo. No lo veía pero lo sentía por los pequeños golpecitos que a veces daba su polla en mi raja con el movimiento de su paja. Poco tardó en eyacular, al oir los primeros suspiros de Manu comencé a notar como su leche me salpicaba el ano, toda la raja quedaba manchada con cada chorrito que salía de su polla… lo notaba caliente y me mojaba entero por mis huecos del culo. Paula me abría las nalgas pero soltó una mano y poniéndola bajo mi culo recogía la leche que resbalaba y caía, cuando tenía una pequeña cantidad en su palma me la volvía a untar por la zona de mi ano como queriendo que se mantuviese ahí aunque la gravedad volvía a dejar caer la leche hacia mis huevos. Tras unos pequeños gemidos de Manu noté como se apartaba y Paula con más acceso a mis partes íntimas se arrodilló y seguía untándome bien la leche de su marido e incluso noté como con un dedo comenzó a penetrarme suavemente el ano intentando meter algo de leche dentro… debo decir que me encantó la guarrada que me estaban haciendo y aunque ella sólo me penetraba con un dedo y únicamente hasta la primera falange, nada profundo, lo sentí delicioso junto al calor de la leche de Manu invadiéndome por todas partes. Cuando Paula decidió que ya no podía restregar más el semen por mi piel, volvió a abrir mis nalgas y con la lengua comenzó a lamerme de nuevo por toda la raja, concentrándose de vez en cuando en el ano, intentando meter su lengua dentro de mí, restregando con su boca toda la leche que tenía untada por todo mi culo. Mi polla explotaba de excitación, en ese momento si me la llega tan sólo a agarrar creo que me corro, pero afortunadamente no la tocaba. Se me escapaban gemidos hacia la pared y ellos parecían satisfechos al escucharlos y seguían con su sesión de guarreo conmigo. La escena era digna de una peli porno pero de high level, muy delicado todo pero con un nivel de cerdeo digno de cualquier local swinger en nochevieja…jejejeje.

Cuando Paula decidió acabar de lamerme todo el culo se levantó, y volvió a girarme de los hombros para quedar de cara hacia ellos de nuevo, aunque esta vez me dijo que me pusiese de cuclillas agachado, sobre mis pies, piernas flexionadas y totalmente abiertas, sólo mantenía el equilibrio gracias a mi mano izquierda que se apoyaba en la pared y la otra colgando. Paula agachada a mi lado y poniéndose generosamente gel de nuevo en sus manos volvió a masajearme por la parte de mis huevos, ligeros roces en mi polla, entre las piernas y hasta los gemelos. Manu arrodillado fuera del plato de la ducha con la polla dura aún tras haberse corrido metía también sus manos por dentro de mis piernas buscando partes de mi piel no cubiertas por las de Paula, era todo un masaje de ingles a cuatro manos y yo de cuclillas…maravilloso. Notaba como con el gel de sus manos me recorrían cada recoveco y hacían resbalar sus manos sobre mí. Ahora era la mano de Manu la que estirándose llegaba a mi ano e intentaba abrirlo con un dedo, lentamente con ayuda del gel de ducha que me lubricaba. A los pocos minutos nos levantamos los tres con las indicaciones de Paula y abriendo de nuevo el grifo de la ducha fue ella la que me enjabonó otra vez entero y me lavó todo el cuerpo. Manu salió del baño hacia la habitación dejándonos sólos. Paula y yo salimos de la ducha y ella tras enrrollarse en una toalla cogió otra y comenzó a secarme el cuerpo, la cabeza etc. Yo permanecía quieto dejando que ella me secara a su ritmo y facilitándole la tarea girándome cuando requería. Ahí mi polla menos mal que bajó la excitación, no reducía la dureza pero notaba que se tranquilizaba un poco, mejor para la continuación de la experiencia. En un momento dado y antes de salir del cuarto de baño para ir a la habitación, Paula se quedó mirándome muy cerca y me besó en los labios, metió su lengua en mi boca a lo que yo correspondí recibiéndola. Se separó de mi y me dijo que lo estaba haciendo muy bien, que hacía tiempo que no se divertía tanto en estas sesiones y que no había hecho más que empezar. Me agarró de la polla y me llevó a la parte de la habitación, allí vimos a Manu que ya estaba de rodillas encima de la cama esperándonos impaciente. Paula se tumbó en la cama boca arriba y me dijo que me acercara, quiso que pusiese mis piernas a horcajadas sobre su cara y cogió mi polla y comenzó a rozar mi capullo por sus labios, la postura me obligó a apoyarme también con las manos y rodillas en el colchón sobre ella para que mi nabo apuntase directamente a su boca. Ella aún no se la metía en la boca, la acariciaba con los labios y la dirigía de un lado a otro con la mano. Manu estaba a nuestro lado mirando de cerca la escena y pajeándose su dura polla que ya tiraba gotas preseminales de nuevo. A mi en pocos segundos se me recuperó la excitación y notaba mi pene caliente y muy duro, más de lo normal, aunque aguantar toda la situación de la ducha estaba acumulando en mí muchas ganas de eyacular seguía conteniendo mi derrame… Paula dejó de frotar sus labios y de un golpe se metió mi polla en la boca… ufffff que calorcito ahí dentro… yo a cuatro patas encima de ella y mi polla en su boca y mis huevos golpeándole la barbilla. Con mis movimientos de cadera facilitaba la entrada y salida hasta que ni siquiera Paula movía la cabeza, le follaba la boca en toda regla. Manu a mi lado tocándome con su pierna la mía se masturbaba mirando y de pronto me dijo:

- Muy bien Toni, follale bien la boca… te voy a ayudar.

Estando de rodillas a mi lado, metió una mano bajo mi abdomen cogiendo la base de mi polla con dos dedos como cogerías un puro y su palma sobre mi piel y con la otra mano metida por detrás entre mis piernas levantándome el culo con la palma apoyada bajo mis huevos... parecía que cogía un saco y lo levantaba y dejaba caer solo que el saco era yo (¡!) gracias a ese movimiento de Manu mi polla entraba y salía de la boca de Paula prácticamente sin yo hacer ningún movimiento, él era el que me levantaba y bajaba a su ritmo. En cierta medida me sentía totalmente utilizado y usado por esta pareja pero la sensación totalmente nueva para mí me llevaba al séptimo cielo… Por supuesto no tarde ni dos minutos, mi leche se agolpaba a su camino hacia mi glande y con fuertes gemidos comencé a derramarme dentro de la boca de Paula, Ella notando la leche caliente inundar su lengua comenzó a gemir también y suspiros salían de Manu que aceleraba los movimientos de mi cuerpo para que expulsase todo mi semen en su mujer… terminé totalmente agarrotado por las convulsiones, tanto rato esperando ese momento y al final pude aliviar la presión de mis huevos. Ya tranquilizándonos los 3 Manu me ayudó a quitarme de encima de su mujer y me dijo que me sentase en el sillón frente a la cama y que los mirase. Al ponerme de pie me dí cuenta de que las pastillas que me habían dado estaban haciendo efecto porque aún habiéndome corrido segundos antes mi polla no perdía nada de dureza, seguía apuntando arriba y liberando gotas transparentes que caían por el tallo hacia mi bolsa escrotal. Me senté en el sillón siguiendo sus instrucciones y los miré como querían. Paula seguía tumbada boca arriba en la cama en la misma posición y Manu ahora se ponía encima de ella en la posición del misionero pero sin penetrarla, abrazándose ambos y comenzando a besarse salvajemente. Claramente Paula aguantaba mi leche en su boca y la estaba compartiendo con Manu, ambas lenguas bailaban embadurnadas de mi leche dentro de la boca de ella. Se comían las bocas y con los movimientos bruscos algún hilo de mi semen mezclado con su saliva se le escapaba a Paula recorriendo su mejilla hacia el colchón. La situación de ver a esa pareja enrollarse con las lenguas bañadas en mi leche me estaba recargando el vicio en tiempo record, mi polla volvía a palpitar dura como una roca. Manu se separó de los labios de Paula y habiendo recogido parte de los fluidos con su boca, la abrió a cierta distancia de la cara de ella y los dejó caer sobre sus labios… me estaba poniendo muy caliente el guarreo que llevaban estos dos perturbados… Paula volvió a recoger con su boca abierta mi leche desde la boca de él y cerrando los labios hizo el típico sonido de deglución, se lo había tragado todo mirando fijamente a su marido. Manu se incorporó aún encima de ella y comenzó a masturbarse más fuerte suspirando pero rápidamente Paula se reclinó y cogiéndole los huevos con brusquedad a su marido le dijo:

- Ni se te ocurra correrte aún cabrón!!! Quiero que calientes un poco más la leche… ¿Entendido hijo de puta?.

- Ahhg!!... vale cielo, aguantaré.. pero me cuesta…

- Nada!!, aguántalo dentro, te correrás cuando te lo diga, como nuestro nuevo amiguito ok??

Manu asintió relajando los movimientos de su mano al masturbarse, se le veía algo desesperado por correrse pero era completamente sumiso a su mujer y le hizo caso. Yo sin darme cuenta mientras los miraba me estaba acariciando el glande con dos dedos pero Paula me miró con cara severa y me dijo que me estuviese quieto, que no me había dado permiso para tocarme. Sin decir nada dejé lo que estaba haciendo y apoyé ambas manos en los reposabrazos del sillón de nuevo. Manu se quitó completamente de encima de su mujer y me dijo que me acercara y me pusiera de rodillas en el suelo cerca de la cama, Paula se giró aún tumbada poniendo su coño cerca de mi cara y rodeándome con sus piernas en mis hombros. “Chúpalo” me ordenaron y sin pensarlo ni un segundo metí mi lengua a lamer todos esos pliegues de su vagina. La tenía empapada tras tantos juegos, muy apetecible y muy cuidada, todo depilado excepto el cuadradito en su monte de venus. Tal como comencé a darle lametones por los labios internos ella se desesperaba y se revolvía en la cama, al parecer también estaba muy excitada desde que todo comenzó y deseaba correrse en poco tiempo, yo apretaba mi cabeza contra su sexo y empujaba mi lengua todo lo que podía entre su clítoris y labios, penetrándola ligeramente con la punta, lamiendo de arriba abajo desde su ano hasta su clítoris, mojándome entero en sus fluídos… Ella suspiraba y daba pequeños gritos, a veces apretaba mi cabeza contra su coño como queriendo meterme dentro, se volvía loca. Manu estaba pajeándose mirándome comerme el coño de su mujer y bajó de la cama, se puso de rodillas detrás de mí y comenzó a frotar su polla por mi culo… la sensación de estar entre dos personas de esta forma es sensacional, a mí no me gustan los tíos pero sí las pollas y la de Manu tenía buena pinta, por lo que notarla frotarse por mi culo y espalda me calentaba aún más, sobretodo cuando empecé a sentir las gotas de preseminal que me iba dejando por donde pasaba. Sin dejar de hacerlo metió su mano rodeándome hasta llegar a mi polla y comenzó a pajearme lentamente, más suave cuando me bajaba la piel del capullo y apretándola más cuando lo estiraba, de tal manera que exprimía las gotas precum y las forzaba a salir por la punta en mayor cantidad, la situación era muy caliente, y aunque intento descirbirla con detalle en este texto no soy capaz de darle el morbo que allí sentía con estos dos… La polla la tenía enorme, ahora sí estaba convencido de la efectividad de las pastillitas que me habían dado, no bajaba ni un milímetro de erección y la sensación era más profunda. Tenían razón, a partir de ese día iba a buscar donde comprar esas “vitaminas”…

Mientras yo seguía tragando fluídos Manu hacía de las suyas en mi, rozándome con su polla ya directamente en mi ano y pajeándome con las manos, los tres nos movíamos con ritmo y disfrutando, y sin vérmelas venir Paula me apretó salvajemente la cara contra su vagina mientras gemía corriéndose y se restregaba en mi lengua y nariz, Manu con una mano me pajeaba fuerte pero con la otra me agarró los huevos también de forma fuerte imposibilitando mi inminente corrida, la verdad que al agarrotarme por el apretón no comencé a derramarme allí de rodillas, y más viendo que la corrida de ella bajaba la intensidad pero volviendo a tener otro orgasmo encadenado con el primero… vaya esta tía es multiorgásmica y aunque ha tardado en que le diese placer ahora parece que se lo está cobrando todo a la vez… Los gritos de ella los oirían hasta en la recepción del hotel, flexionaba las piernas y me aprisionaba la cabeza entre ellas, pero me hacía seguir chupándola y como 2 minutos después del segundo orgasmo va y tiene otro que la hace arquearse más y hasta pega una patada que por poco me da en la frente… A Manu lo oía suspirar cerca de mi oreja y seguía trabajándome la polla abrazándome fuerte, yo estaba como un utensilio sin voluntad sobre lo que ocurría a mi alrededor, ellos iban haciendo y yo seguía instrucciones.

Tras el tercer orgasmo de Paula me hizo parar de lamer y Manu también se detuvo, como esperando órdenes de su mujer, menos mal, mi polla estaba a pocos minutos de explotar de nuevo. Ella se levantó y acercándose a la mesa de la tv abrió su bolso y cogió tabaco, se encendió un cigarro (en contra de las normas del hotel…) y sentándose en el sillón nos ordenó a ambos, Manu sentado en la cama y yo seguía de rodillas entre sus piernas.

- Toni, ahora quiero que lo masturbes, pero que no se te ocurra hacer que se corra aún, quiero que hagas que se corra cuando yo te lo diga entendido?

- Entendido.

Manu sentado apoyando ambas manos en el colchón, abría las piernas más para permitirme el acceso, mi mano agarró su falo que estaba totalmente empapado de sus fluidos y comencé suavemente a pajearlo, la situación era muy excitante, su polla era apetecible y sin ningún pelo, lo pajeaba lentamente para que no se corriese y el se veía que disfrutaba. Siguiendo nuevas órdenes de Paula continué pajeándolo mientras le lamía los huevos con cuidado ya que veía que Manu gemía más fuerte con cada lamida, estaba claro que iba a explotar de leche en breve, por lo que yo hacía pequeñas pausas para no llegar a su punto de no retorno y enfadar a su mujer. Al acabar su cigarro ésta se levantó del sofá y se acercó por detrás de mí, como yo me giré a verla me ordenó que comenzase a chuparle la polla a su marido para que no viese lo que me iba a hacer, yo algo desconfiado pero dejándome me puse a lamer ese enorme nabo que tenía delante, sus gotas me inundaban la boca, casi lubricaba más que yo, y seguía tragando hasta donde podía y dándole placer. A la vez Paula detrás de mi me había abierto de nuevo las nalgas dejando mi ano al descubierto, y tras escupirme un par de veces en el centro del agujero y repartirlo con el dedo comenzó a frotarme un pequeño vibrador que había sacado de algún sitio, y ya cuando hubo calentado mi agujerito lo alineó con el vibrador y lento pero con fuerza comenzó a introducírmelo… como sin querer moví un poco las caderas al sentir la intrusión ella volvió a cogerme los huevos con la mano que tenía libre para inmovilizarme y sin decir nada lo consiguió, me quedé totalmente quieto con esa mano presionando mis bolas sin llegar al dolor y con la otra a meter y sacar cada vez más profundamente el dildo dentro de mi culo. Comencé a gemir suavemente con la polla en la boca, pero sin dejar de chupársela, y notaba todas las venas de Manu en mis labios, la tenía a reventar, hasta él mismo a veces me paraba el movimiento poniéndome la mano en la frente para no correrse. Paula se dio cuenta y me dijo:

- Bueno, ahora quiero que mi marido se corra en tu boca pero no te lo tragues, resérvalo un momento dentro.

Así hice, no hizo falta más que tres o cuatro chupadas más fuertes que las anteriores para que el marido comenzase a convulsionar y soltarme fuertes tiros de leche caliente en la boca, uno!, dos!... hasta siete chorros noté en mi campanilla, me excitaba de tal manera que yo también quería correrme pero no me atrevía sin el permiso de Paula que seguía trabajándome el ano con el vibrador pero sin llegar a meterlo completamente. Una vez Manu se derrumbó en la cama habiendo quedado con los huevos vacíos y mi boca llena, la saqué y me giré mirando a la mujer para que me dijese que quería que yo hiciese con la leche. Paula sacó el vibrador de dentro de mí y me lo puso delante.

- Ahora Toni escupe con cuidado toda esa leche sobre el vibrador, que no se caiga al suelo eh?

Con cuidado fui soltando todo ese líquido que no era poco sobre el vibrador en posición horizontal, quedó totalmente embadurnado de semen, aunque fue imposible que no cayesen algunas gotas al suelo. Una vez Paula estuvo satisfecha con el baño de leche, lo cogió y haciendo que me agachara y poniendo mi cara sobre la cama de nuevo me levantó el trasero, y apuntando de nuevo a mi ano metió todo el vibrador dentro de mi culo esta vez aderezado con la leche de Manu… Esta pareja eran un par de pervertidos de puta madre! Y yo me creía enfermo sexual… vaya amigos me he encontrado pensé.

Paula comenzó a meter hasta el fondo el aparato con más ansias que antes, al principio dolía pero poco ya que no era de un tamaño excesivamente grande, más bien era mediano tirando a pequeño. Manu ya se estaba reponiendo y miraba curioso como su mujer me sometía, y así estuvieron un rato. A los 7 u 8 minutos me sacó el dildo del culo diciendo que ya lo tenía bastante dilatado (me había imaginado que vendría luego), y poniéndome de pie me tiraron en la cama boca arriba. Paula a un lado y Manu al otro, ambos de rodillas comenzaron a pajearme a la vez mientras encima de mi se besaban entre ellos de forma muy bruta, como salvajes y mientras uno me pajeaba el otro me masajeaba los huevos o el nabo a la vez, mi polla estaba rellena de leche que iba a escapar de un momento a otro y por lo que pudiera ocurrir entre gemidos les dije que estaba a punto y si seguían así no me iba a poder contener.

- Sí, córrete cabrón, correte fuerte que después me la vas a meter mientras mi marido te acaba de partir en dos por detrás…!

Al oír eso relajé los músculos y comencé a brotar gran cantidad de leche que iba escupiendo mi polla por todas partes, los manché a ellos y sobretodo me cayó sobre mi pecho y abdomen, ellos seguían pajeándome hasta que me vieron dejar de gemir y de tirar leche. Habían gotas mías hasta en las tetas de ella, y rápidamente me puso esa teta en la boca para que le lamiera y limpiara lo que acababa de manchar. Sin darme tiempo a recuperarme Manu me cogió de las axilas y levantándome se puso Paula tumbada boca arriba, yo encima de ella entre sus piernas y como mi polla no bajaba debido a las pastillas y aún con los últimos latigazos de la sensación de orgasmo que había tenido, Manu cogiéndome la polla la dirigió a la vagina de su mujer y la metió dentro de ella, yo como un resorte automático comencé a bombearla con el mete saca. Era increíble como aun habiéndome corrido momentos antes mi polla no bajaba debido a las pastillas mágicas esas… Paula suspiraba con cada metida de polla que le daba y con los brazos me abrazaba acercándome a su cara y besándome de vez en cuando en la boca, y Manu por supuesto ya se había posicionado detrás de mí y debió ponerse algún tipo de lubricante en la polla porque enseguida la sentí dura y algo fría buscando mi ano. En cuanto lo tuvo a tiro noté como su enorme capullo entraba y me abría el culo, menos mal que él era algo más calmado y lo hacía de forma lenta para no reventarme en un segundo. Paula pedía más polla mía y más rápido, lo que dificultaba algo la tarea de Manu, pero poco después ya estábamos los tres coordinados, la polla de Manu totalmente metida en mí y dándome de lo lindo y a la vez yo dándole a Paula lo que pedía en su coñito. Por los movimientos a veces nos des coordinábamos pero al poco vi que si yo ralentizaba mis empujones a la mujer, con los embites de Manu íbamos servidos los tres, y allí follando como 15 minutos en esa postura estuvimos. Paula fue la primera en correrse, puede que ayudase que con una mano se pellizcaba un pezón mientras yo se la metía, pero tuvo una, dos y hasta tres corridas seguidas fantásticas, con cada grito de sus orgasmos a mí me acercaba más al momento de correrme también y por los suspiros de Manu sentía que él también estaba a punto de llenarme el culo de leche. Cuando sentí que él aceleraba sus penetraciones en mí como que me iba a rellenar no pude aguantar y a la vez que él y puede que una cuarta de Paula por sus gritos, nos corrimos ambos yo llenando el coñito de Paula y Manu rellenándome a mí. Descansamos los tres unos minutos sin salir de nuestros cuerpos, y en cuanto sentí que Manu se levantaba y sacaba su polla de mi culo hice lo mismo saliendo de Paula. Chorritos de leche me salían del ano y caían por mis piernas y lo mismo le pasaba a Paula con mi leche que salía de ella.

- Bufff! Increíble lo de ser vuestro sirviente…jejeje

- Te ha gustado? La verdad que podríamos seguir hasta entrada la noche, como habrás visto el Cialis es fenomenal, mírate la polla, sigue en pie jajajjajajaa!

- Jajajajaja la verdad que sí, pero debo tener los huevos vacíos, no se como sigue tan dura…

- Si no te la tocas en unos minutos baja, pero ante cualquier caricia…vuelve a ponerse como un cohete! Dijo Manu que también la tenía aún dura.

Paula sacó otro cigarro de su bolso y nos dio uno a su marido y a mí. Éste abrió la ventana para que saliese algo del humo y continuamos charlando sobre lo que nos habíamos divertido los tres y que había sido una suerte encontrarnos porque éramos muy afines. Ya cuando veía que nos íbamos a vestir por lo menos yo para irme, Manu se me quedó mirando a mi polla y me preguntó:

- Si quieres te ordeñamos una última vez para que se te baje un poco antes de salir a recepción jejejejeje.

- …Pues… una última antes de irme???

Sin decir nada ya tenía a Paula arrodillada delante de mí metiéndosela en la boca y a Manu detrás abriéndome las nalgas de nuevo pero esta vez sólo chupándome el ano, la sensación brutal, ambos trabajándome los bajos a la vez por delante y detrás. Al poco Ella se puso a cuatro patas abriendo su culo y con algo de lubricante que me dio el marido me la unté y ale, para adentro del culo de Paula. La verdad que siempre me ha encantado follar culos y que me lo follen a mí, pero ver esa gran yegua siendo atravesada por mi nabo con ese gran culo rebotando en mi entrepierna era de lo más excitante. Habiéndome corrido ya varias veces esa misma mañana sentía la posibilidad de poder follarla a lo bestia sin miedo a correrme por lo menos en ese momento, y así hice, Paulita no iba a olvidarse de mí en por lo menos un par de días cada vez que se sentara. Ella gritaba salvajemente pero le veía entre dolor y placer, más este último. Al Manu ya lo tenía merodeando de nuevo pero esta vez se dedicó más a su mujer, a la que poniéndole la polla en la boca miraba como yo la reventaba por detrás ahogando sus gritos de la desfloración anal que le estaba haciendo. Ahí sí que pudimos aguantar los tres bastante más rato que antes, por lo menos estuve dándole polla unos 25 minutos al 100% de dureza y a lo salvaje, pero la presión del ano de Paula poco a poco recargó mis huevos y cuando sentí que podía correrme no me contuve y le metí mi leche dentro de ese culazo. Al ver que me corría por mis gemidos Paula creo que tuvo otro orgasmo y Manu sacó su polla de su boca y comenzó a derramar leche por la cara de su mujer aunque en mucha menos cantidad que las anteriores.

Ahí sí quedé exhausto tirado al lado, pero cogiendo fuerzas de no sé donde me obligué a levantarme y a vestirme. Ya era tarde y lo cierto es que yo tenía cosas que hacer, así que despidiéndome de ambos salí de su habitación y del hotel hacia mi casa. Hace escasas dos horas que he llegado y sin ducharme me he hecho un almuerzo rápido y me he venido a escribirlo todo para no olvidarme de nada, ha sido espectacular y lo bueno es que al despedirnos me ha dicho Paula que están pensando en volver a esta ciudad para final de mes… y que me escribirán a lo que por supuesto aceptaré encantado ser su sirviente sexual!.

2 comentarios - Experiencia inolvidable cómo sirviente sexual