Mi madre, la madre lactante y yo

Mi madre, la madre lactante y yo
Mi madre me pidió que ayudara a una joven madre que conocía y que estaba pasando por malos momentos… Se llamaba Abby, esa joven madre que necesitaba la compañía de un adulto y algo de ayuda en la casa… Le dijo que tenía un grifo que goteaba en el baño, una mecedora que chirriaba y una puerta con una bisagra dañada.
Cuando fui a su casa, ella sabía quién era y me había estado esperando… Mi madre se había llevado a sus dos hijos mayores para darle un poco de descanso a Abby.
No podía creer que Abby fuera tan joven... Le calculé unos 23 años y había dado a luz a tres niños cada uno con un año de diferencia… Cuando llegué estaba sosteniendo a la niña de dos meses y mamá tenía al niño de catorce meses y la niña de veintiséis meses.
Yo estoy soltero y tengo 28 años... Sólo había estado con dos chicas en todo ese tiempo... Usé condones cuando follábamos porque soy demasiado cuidadoso… En el caso de Abby estaba claro que no tiene cuidado en absoluto… Sus hijos tenían tres padres diferentes y ella no estaba casada con ninguno de ellos... Un desastre de mujer.
La mecedora tenía un brazo suelto que necesitaba encolarse y un pequeño clavo para arreglarla... La puerta sólo necesitaba unos palillos de dientes metido en los agujeros y volver a poner los tornillos de nuevo en su sitio... El grifo no tenía solución y lo mejor era cambiarlo por otro nuevo... Al decirme que no tenía dinero para ello decidí ir a la ferretería y comprarle uno… Se lo regalaba y listo.
Cuando volví a su casa, Abby sólo llevaba bragas… La niña la había vomitado cuando estaba amamantándola... Me quedé bastante sorprendido... Ella me siguió al baño mientras yo cambiaba el grifo.
Sorprendentemente, dejó caer las bragas y se sentó en el inodoro para amamantar a su hija… Escuché su orina tintinear en el inodoro mientras yo seguía trabajando... Se levantó las bragas con una mano y se las puso sin limpiarse… Miré y vi que el soporte del papel higiénico estaba vacío... También vi un bonito y grueso mechón de vello castaño en su coño y algunas manchas amarillas oscuras en sus bragas.
Quité el grifo viejo y puse el nuevo… Todo arreglado.
Abby estaba muy agradecida… Para mostrármelo, se ofreció a dejarme follarla… Normalmente, habría dicho que no, pero luego recordé lo que mi madre había dicho sobre Abby: que necesitaba compañía adulta, alguien con quien estar.
Me llevó a su habitación, puso al bebe en la cuna y se quitó las bragas… Me pidió disculpas por la falta de higiene femenina y el olor a leche agria.
Yo no había notado nada de eso... Ella era bonita... Sus pechos estaban hinchados por la leche materna hasta el punto en que iba a estallar… Su espeso arbusto se separó, dándome una visión clara de su agujero rosado que brillaba con su deseo reprimido y las gotas de su meada sobrante.
Cuando saqué un condón, ella insistió en que no necesitaba usarlo con ella… Le dije que siempre lo utilizo y ella comentó que follar con condón no me iba tanto placer... Además me dijo que no podía quedar embarazada mientras amamantaba.
Eso no me lo creí en absoluto porque ella había amamantado a los dos niños anteriores y se había quedado embarazada bastante rápido… Así que, no haciéndole caso, me puse el condón sobre mi polla.
Después de unos cinco minutos de follarla, ella me preguntó por qué tardaba tanto tiempo y si era por el condón que me había puesto que no me daba gusto.
Parece ser que esta pobre chica nunca había tenido buen sexo, pues los chicos la habrían usado sólo cómo un lugar para correrse… Yo, en cambio, quise mostrarle que era el sexo para la mujer.
La besé y jugué con sus pezones haciendo que se humedecieran... Abby, con sus manos exprimió sus tetas y dos chorros de leche mojaron mi pecho… Me reí y ella lo hizo un par de veces más.
Cuando me agaché para jugar con su clítoris, me dijo que eso solía hacerlo ella misma pero yo seguí con palpándoselo hasta que logré que tuviera su primer orgasmo, que se engancho con otros más hasta hacer que fueran múltiples... Nunca en su vida había experimentado una cosa así, encadenada.
Después de unos veinte minutos de follarla, comencé a correrme... Mi entusiasmo también eran nuevos para ella y también le causaban cierta emoción… Al final, nos corrimos juntos.
De nuevo, Abby nunca había tenido un orgasmo con la polla de un chico metida en su coño... Ella no podía creer que el sexo pudiera ser tan bueno… Le explique que había una diferencia entre hacer el amor y tener relaciones sexuales... Ella estuvo de acuerdo.
Esa noche, mamá entró en mi habitación para darme las buenas noches y agradecerme por ayudar a Abby… Me dijo que Abby le había contado todo sobre el buen sexo que habíamos tenido juntos y le pidió a mamá que me dijese que fuera a visitarla más a menudo.
Mamá me besó y dijo que estaba orgullosa de mí por usar un condón y darle también placer a la chica... Me contó que con demasiada frecuencia los chicos sólo estaban interesado en su propio placer… Y también me dijo que papá no era ese tipo de hombre que soy yo... Esa noche me quedé dormido preocupado por mi madre.
Cuando yo terminaba de trabajar y llegaba a casa, mamá me hacía que la acompañase a ver a Abby y los niños… Ella se sentaba en la sala de estar y cuidaba de los niños, mientras Abby y yo íbamos al dormitorio para hacer el amor, o sea, follar.
Abby me contó que mamá le había dicho que debía gritar cada vez que tenía un orgasmo para que ella pudiera escucharlo... También me dijo que mamá se estaría masturbando en la sala de estar pensando en lo que estábamos haciendo en la cama… Yo quedé realmente asombrado de mi madre al escuchar ese comentario.
El sexo entre Abby y yo mejoraba cada vez más... Ella aprendió lo que me agradaba y yo también... A ella le gustaba estar encima de mí, al principio y al final, de espaldas golpeándola duro.
Una noche de camino a casa, mamá me preguntó:
- “¿Puedo veros a ti y a Abby teniendo sexo?... Me gustaría veros follando… Ella me dijo que no le importaría."
Miré a mamá… Tenía 44 años y era una mujer de buen aspecto con bonitos pechos, cintura pequeña y grandes caderas... Lo que llamaríamos una figura de reloj de arena.
Cuando me senté en el asiento delantero del coche mirándola, vi que tenía sus pezones endurecidos debajo de blusa y su respiración se volvía más pesada.
- "¿Qué estás mirando?", me preguntó mamá.
- "Una mujer muy guapa", le respondí.
Mamá giró rápidamente la cabeza para mirar por la ventana lateral y yo me reí y dije:
- “Tú, mamá, eres esa mujer guapa... Nunca me había dado cuenta antes, pero eres tan guapa como cualquier chica de las revistas Playboy que he visto."
- "Pero tengo más de cuarenta años", me respondió.
- “Ya lo sé y sigo pensando que eres guapa... Mis amigos te llaman MILF, que significa una mamá a la que les gustaría follarse."
- "¿Tus amigos quieren follarme?", me preguntó.
- "Sí, y no sólo mis amigos", respondí.
- "¿Quién más?", preguntó mamá.
- "La mayoría de los hombres que te ven, algunas mujeres también y yo, por supuesto que también", le respondí.
Mamá me miró y comenzó a decir algo, pero no lo terminó.
Después de la cena, la rutina de mamá cambió... Ella nos dijo a papá y a mí que quitemos los platos de la mesa, lavemos todo, los secasemos y los guardasemos… Se dio un largo baño de burbujas... Podíamos escuchar la música suave proveniente del baño, nuestro único baño… Papá y yo salimos fuera para regar las plantas.
Cuando mamá bajó a mirar televisión con nosotros, llevaba una bata amarilla transparente que le llegaba hasta los tobillos… Debajo de eso llevaba un camisón transparente con bragas a juego… Todo era tan transparente que papá y yo podíamos ver sus areolas oscuras y el hecho de que se había afeitado todo el vello de su coño...  Iba clarísimamente desnuda.
- "¿Por qué estás vestida así?", le preguntó papá.
- "Porque hoy mi hijo me dijo que soy guapa y me he puesto esto porque también me dijo que quería follarme", le respondió sonriendo.
Papá escupió la cerveza que tenía en la boca y casi se ahogó... Cuando se recuperó, lo único que hizo fue regañarla, decirle algunos nombres sucios que no quiero mencionar, e insistir en que se cambiara y actuara según su edad.
Mamá le dejó perfectamente claro que iba a vestir exactamente así a partir de ahora... Le recordó a papá que él era el único hombre con el que había estado y al que se había entregado pero a continuación le dijo lo maravilloso que podía ser tener sexo con la pareja adecuada.
Papá, haciendo caso omiso a lo que mamá le dijo antes, le preguntó dónde iba a encontrar esa pareja adecuada, a lo cual, mamá respondió que no en su cama sino tal vez en la mía… Papá escupió más cerveza y se atragantó de nuevo.
Con gran enfado, papá le dijo que estaba loca y que se acostara conmigo si quería porque ella ya no se acostaba más con él... Ví cómo papá cogió un par de cervezas más, se metió en su habitación y cerró la puerta tan fuerte que toda la casa se sacudió.
Mamá ni se inmutó… Me sonrió y me preguntó:
- "¿Quieres que nos acostemos ya o prefieres que nos acurrucarnos en el sofá y veamos una película?"
Yo estaba totalmente confundido... No sabía que decir, ni cómo actuar.
Mamá me llevó al sofá y la abracé mientras se recostaba... Eligió una película y comenzamos a verla...  A mitad de la película, mamá se levantó y se fue a la cocina… Volvió con dos refrescos, se acostó a mí lado y cogio mi mano y la colocó sobre su pecho.
Tenía un pecho de buen tamaño y empecé a apretarlo suavemente y luego me puse a jugar con el pezón… Entonces mamá comenzó a arrullar… Estaba caliente y le gustaba lo que le hacía.
Cogió y bajó mi mano hacia su entrepierna… Pronto comencé a disfrutar de tener mi mano sobre un coño caliente… Lo froté y luego pasé el dedo por su raja húmeda... Cuando comencé a masturbar su clítoris, mamá gritó incapaz o poco dispuesta a controlarse… Estos gritos eran lo suficientemente fuerte como para que papá supiera lo que estaba pasando si todavía estaba despierto… A ella poco o nada debía importarle.
Mamá apagó la película, apagó la televisión, apagó las luces y luego me llevó a mi habitación… Sabía lo que ella quería y yo también sabía lo que quería.
Sin embargo, sabía que papá estaba en la habitación justo al lado de la mía... Ese hecho no pareció molestar a mamá, pero a mí, sí y se lo dije.
Entonces mamá me llevó de vuelta al sofá y me preguntó si aquí estaba más a gusto o si quería follarla en el jardín... De cualquier manera ella iba a tener sexo conmigo y yo no tenía otra opción.
Recordé que a mi primera novia le encantaba hacer el amor en el sofá de sus padres con ellos en su habitación, así que yo sabía exactamente qué hacer.
Metí la mano debajo de la delgada bata de mamá y le bajé las bragas, dejándola salir de ellas… Luego me desnudé por completo y senté a mamá en el borde del sofá y la empujé hacia atrás para abrirle las piernas… Luego le quité su bata, dejándola desnuda y comencé a palparle bien su coño.
Mamá necesitaba desesperadamente sexo, buen sexo y sexo incesto con su propio hijo. Mamá comenzó a segregar abundante flujo,que corríapor sus piernas, mientras yo besaba y lamía el agujero que me había dado a luz… Ella era lo que se llama una MILF, una madura muy apetecible.
Nueve meses tardé en salir y dieciocho años volver a entrar’, pensé mientras lamía su coño.
Mamá estaba totalmente sin palabras… Ella dejaba escapar gritos mientras le comía su coño y bebía cada gota de flujo que se le escapaba… Esos gritos seguro  que los escuchaba mi padre… Conté que tuvo tres orgasmos y posiblemente uno de ellos era múltiple, yle era muy difícil evitar temblar todo el tiempo.
Por una necesidad imperiosa, mamá me susurró:
- “Fóllame... Fóllame ahora… Lo necesito… Fóllame duro… Fóllame profundo… Soy una MILF… Folla a tu MILF, ahora."
Levanté sus piernas y coloqué mis brazos debajo de sus rodillas y la agarré por los hombros cuando mi polla entró en ella… Mamá cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás como señal de entrega… Luego, comenzó a temblar de nuevo.
Con cada golpe de polla que le daba, ella temblaba... Se la metía tan profundamente que mi polla golpeaba su cuello uterino... En el extremo externo pude ver los labios del coño de mamá aferrándose a la cabeza de mi polla en un intento de evitar que se la sacara... Sacarla fue lo más impensable que habría hecho.
Ella era mi MILF y finalmente me la estaba follando… Había soñado con hacer eso durante unos años.
El coño de mamá había sido hecho para mí, para salir y volver a entrar… Estabamos hechos el uno para el otro.
Disparé tanto esperma en el útero de mi madre que quedé agotado... Ella tuvo tantos orgasmos seguidos que también quedó agotada... Y así enganchados, nos dormimos.
Despertamos justo cuando el sol entraba por la ventana del salón.
Mamá me abrazó, me besó y me dijo que me amaba… Esto lo había escuchado cientos de veces a lo largo de los años, pero no como me lodijo ahora... Ella me lo decía en serio y no sólo por ser su hijo, sino por ser su amante.
- "Yo también te amo", le dije.
Luego llevé a mamá a mi cama y de nuevo volvimos a follar repetidas veces, sin importarnos donde estaba mi padre.
Ese día papá se marchó de la casa… Dijo que no podía soportar lo que estaba viendo: su propio hijo follando a su esposa y madre… Realmente horrorizado hizo su maleta y se fue.
Mamá estuvo de acuerdo con él y le deseó lo mejor en su futuro... De hecho, mamá sugirió que papá se fuera a vivir con Abby… Y eso hizo… Encontró casa y chica joven con la que follar… Aunque  también sabía que Abby vendría a casa para que yo la follara en presencia de mi madre, que se calentaba tanto que al final se incorporaba para hacer un trio en el que todos disfrutabamos… Verla lactando a mi madre me ponía muy excitado y ella lo sabía porque al final recibía su premio… Tener dos mujeres para uno es una autentica maravilla de placer sexual.
F I N

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