Tuve sexo con: mi mamá

Llevo mucho tiempo guardándome esto y siento que debo decírselo a alguien, pero que a la vez nadie sepa, así que lo haré por aquí.
He tenido muchas historias relacionadas al sexo, pero ahora voy a contar la que comenzó todo. La vez que me quitaron la virginidad de la forma más sorpresiva, aterradora, satisfactoria y prohibida en toda mi vida.Tuve sexo con mi madre. Voy a intentar de no aburrirlos con los detalles.
Hace como 9 años atrás, mi papá que es un tipo muy ocupado estaba viajando a distintos lugares del mundo por trabajo. Yo tenía 17 años en ese entonces y la mujer que tuve a mi lado todo el tiempo fue mi madre que casi cumplía los 40 años. Yo era un tipo que era adicto a la paja y al porno, tanto que podría tomar de ejemplo a muchas actrices porno como ejemplo para describir a las mujeres de mis romances prohibidos. Y de tanto que había visto ya me cansaba de lo mismo, quería tener sexo con una mujer real. Esa fue la motivación que me llevó a estar en una relación con una chica rubia de ojos verdes que tenía el cuerpo que me gustaba. Esbelta pero rellenita como para tocar al momento de tener sexo con ella. Pero como ya saben, alguien se me adelanto.
La cuestión es que, con tantos viajes que mi papá tenía de país en país, la atención que le daba a mi madre era muy poca y yo lo notaba en su cara. Quiero creer que el rumor que se dijo que mi papá tenía una amante era cierta, porque no veo otra razón para que, un año antes del suceso, mi mamá comenzó a ponerse buena y representar menos años de los que tiene. Antes parecía tener casi 50, pero en ese momento y todavía representa unos 35 años.Ahora se ve como una mujer hermosa que se preocupa por ella misma y viendo que yo ya tenía 17 años, podía permitirse hacer cosas que no podía hacer desde queme tuvo. Solo que había un problema, el cuerpo que tiene ahora es el mismo que el de mi casi novia. Esbelta y rellenita parecida a Kitten Latenight pero menos morena y una cara distinta. Sus ojos son un poco chinitos, una boca hermosa que estaba a la altura de su hermosa sonrisa de adolescente, pelo liso color negro y lo que más me mataba de ella eran sus piernas. Tienen que verlo por ustedes mismos, es como su hubiesen sido talladas por los mismos ángeles. Son perfectas, muslos gruesos y firmes, pies perfectos aun si usaba tacones o no.
Ya sabiendo que era turno para ella y viendo que tenía edad para quedarme solo en casa, ella comenzó a salir mucho por las noches con sus amigas. Por ahora no me he cogido a ninguna de ellas, pero no creo que pase porque las veo muy poco. Eso pasó por casi todo un año y estoy seguro que anduvo con unos 3 amantes que nunca vi, pero los tuvo. Porque desde las fiestas empezó a estar más contenta, animada y su simpatía que nunca se fue, solo la hacían 10 veces más atractiva. Además, que mi mamá es de esas mujeres que,cuando agarran confianza con un hombre, los empieza a acariciar, tocar o jugar con su pelo. Imagínense yo como estaba en ese momento de cambio de personalidad de mi madre en ese entonces. Yo que siempre fui su “mejor amigo” desde el distanciamiento de mi papá, me empezó a tratar como ese hombro para llorar que no tenía en años. Y bueno, cuando estaba feliz o le regalaba algo, ella hacía todo eso que les dije de tocar y acariciar, pero la ventaja que tenía yo es que ella me besaba. Así sin más, cuando me enseñó a cocinar, ella por detrás se me acerco, me tomó los hombros y me dijo: “ese es mi hombre grande” y me dio un buen beso en mi mejilla derecha. Y que besos dios mío. Ya para cuando estábamos a 2 o 3 días de enterarnos de que viajaríamos con mi papá por trabajo (donde ocurrió todo), yo ya estaba seguro de lo que estaba sintiendo. Me enamoré de mi mamá y me sentía pésimo por eso. Aquellas noches largas en las que mi mamá llegaba tarde en la noche, borracha y diciendo cosas al azar, me ponían aprueba para mantener mi moral y querer aprovecharme de ella. No podía, ella estaba delicada emocionalmente. Fue difícil porque a veces tenía que desvestirla y ponerle su pijama, acostarla o en el peor de los casos esperar a que estuviera bien después de vomitar en el baño. Siempre hubo momentos para metérsela donde sea, pero me mantuve firme, la respeté y la dejaba tranquila durmiendo y me mataba a pajas en mi habitación.
Dicho todo eso, llegó el día en el que mi papá quiso hacer un viaje de trabajo, pero que ahora quería llevarnos a los 2 con él, con la excusa de que yo no estuviera de vacaciones de verano en casa y para que mi mamá lo dejara de molestar de que nunca está en casa. ¿Dónde viajamos? A Rio de Janeiro, Brasil. El sentimiento de ese entonces fue extraño, porque era verano en el lugar más caluroso del mundo y vería a mi madre por una semana entera con ropa ligera y shorts o faldas cortas ahora que tiene más confianza y está toda una mamacita. Pero al mismo tiempo eso mismo era lo malo. Pensé que las chicas brasileñas podrían ayudar a no estar fijándome en ella, pero funciono a medias y para cuando ya nos estábamos por regresar a casa, definitivamente no funciono.
Viajamos a Rio y nos quedamos en un hotel bonito y de calidad. Mis papás quedaron en una habitación matrimonial y yo me quede en otra que estaba al frente de la de ellos. Ese primer y segundo día no tuvieron mucho chiste así que vamos al día 3 donde comenzó el asunto. Mi papá se levantó muy temprano para salir a trabajar y, a juzgar por el segundo día, no volvería hasta bien tarde en la noche. Así que mi mamá me sugirió ir a la playa cerca del hotel a relajarnos y olvidar todo. Acepte con unas ganas inmensas porque vería ese cuerpazo en bikini de mi madre, pero a la vez me atacaba la culpa. Me pasó mucho eso la verdad. Fuimos a la playa, bebimos cerveza en público como se acostumbra en ese país, pero mi mamá bebió más que yo y se pone más alegre y divertida cuando bebe mucha cerveza. De un momento a otro dejamos de beber y de hablar y se quitó el vestido naranja que tenía puesto y me agarró de la mano al agua. Nos reímos mucho y me gustó ver a mi mamá tan feliz. Una hora después volvimos al hotel, subimos a nuestras habitaciones a bañarnos y mi mamá me dice: “¿Por qué no mejor entras conmigo? Ven”. Para no matar el alegre ambiente le hice caso y me metí en su habitación. Le dije “¿Quién se baña primero?”, y ella me dice que la ayude a con algunas cosas para que se bañara, porque estaba mareada después de 2 cervezas. Entonces, entramos a su baño elegante, yo leabro la ducha para que se caliente el agua y me empieza a abrazar y a besar las mejillas de lo contenta que estaba. La aleje un poco para decirle que me pasara el vestido y ella se metiera a bañar. Se lo quitó, me lo dio y me pidió ayuda para desabrochar su sostén. Me dio la excusa de que me vio desnudo muchas veces desde que nací y que me tocaba a mi verla a ella desnuda. Yo con temor y deseo me acerque a ella para desabrocharlo. Cuando lo logré hacer, ella con su mano derecha agarra mi cabeza, gira su cabeza hacia al lado mientras lleva mi cabeza hacia adelante para darme un beso inusualmente largo y apasionado en mi mejilla derecha y me susurro: “mi hombre grande”. No aguante más y en ese momento solo sentía deseo. La miré después de su beso, ella seguía mirándome yla besé en sus suaves labios con algo de labial rojo. La mejor parte es que ella me lo respondió, así que, con seguridad, abrí un poco la boca para seguir besándola lenta y apasionadamente y ella hizo lo mismo. Con eso y sintiendo el olor natural de su piel, mi pene haciéndome daño con el short de lo duro que estaba, sintiendo la piel suave de su cintura y sus respiraciones fuertes cada vez que me besaba, solo me prendieron más y ya para el tercer beso abrí la boca de nuevo y le metí mi lengua a la boca. Eso parece que la despertó de la fantasía, porque me detuvo, puso su mano derecha en mi boca y dijo: “No, esto no”. Instintivamente le pregunté “¿Por qué no?”, a lo que de manera obvia me respondió“Porque soy tu mamá. ¿Cómo una madre besaría así a su hijo?”. Sabía que perdería la oportunidad después de ese comentario, así que probé suerte y deseando que la ebriedad en ella aún estuviera, dije “Es que, con una mamasota como tú, ¿quién no?”. La ebriedad de mi mamá, mi suerte o lo que sea que esa frase haya hecho en la mente de mi madre, funciono. Agarró de nuevo mi cabeza y me empezó a besar apasionadamente y más rápido, como si estuviese deseosa de sexo sin importar el costo. Yo me sentí bendecido y horrible a la vez porque por fin la pondría, pero sería con mi excitada madre que soltaba pequeños gemidos, aún en bikini, en la ducha del baño de su habitación, en un hotel en Rio de Janeiro.
Dicen que las primeras veces en el sexo, sean buenas o malas, siempre son memorables. Y les prometo que mi primera vez esa tarde con mi madre en el baño jamás se me va a olvidar. Me empezó a quitar la ropa mientras me besaba y tocaba mi pecho con sus tetas desnudas, algo sueltas pero grandes. Me quitó el short y mis boxers y fue cuando mi pene se desdobló frente a ella. No puedo decir si la tengo grande o no, porque mi mamá sin comentarios lo empezó a lamer y a besar. Esa vez aprendí muchas cosas que no entendía del sexo. Una de ellas fue el por qué tanto alboroto con los besos de lengua y la otra fue el por qué a los hombres les gusta tanto que le chupen el pene, lo veía de mal gusto. Ahora sé por qué a los hombres les gusta tanto esa sensación, porque la mujer tan a gusto saboreando ese trozo que se llevan a la boca una vez cada mil de años, lo disfrutan como si fuese la última vez así que pasan su lengua en él, lo besan y en el caso de mi mamá se lo llevo completo asu boca y comenzó a succionar. Lo estaba disfrutando tanto y yo también,sobretodo su lengua que yo sentía en la parte trasera de mi pene. Es de esas sensaciones que solo ocurren en esos momentos. El problema es que yo era nuevo en el asunto del sexo, así que estaba a nada de venirme en su boca, pero ella se detuvo en el momento justo. Por eso digo que estoy seguro de que anduvo con3 hombres en sus salidas nocturnas, porque estaba toda una experta en sexo que sabía que no duraría más de 15 minutos con ella. Así que dejó de mamármelo,apretó mi pene para evitar que me viniera, me besó de nuevo apasionadamente y de reojo me di cuenta que la ducha aún estaba corriendo. Se lo hice saber y ella me agarró de la mano y me llevó corriendo a la ducha. Obviamente nos quemamos porque la dejé corriendo a alta temperatura, nos reímos de eso e inmediatamente me fui a sus grandes y esponjosas tetas y comencé a mamarlas desesperadamente. Le quité su calzón de traje de baño lleno de arena y mientras que pasaba mi boca y lengua en su suave y deliciosa pansa, ella empujó mi cabeza hacia su vagina curiosamente depilada. Definitivamente estuvo con otros tipos antes que yo. Ella se puso en una esquina de la ducha, levantó su perfecta pierna izquierda para que metiera mi cabeza en su entrepierna, yo sujete esa pierna y caballerosamente la cargue en mi hombro derecho para que no se esforzara demás. Tenía que probar esas suaves piernas de diosa, así que las besé, las lamí y las disfruté como un sueño hecho realidad. Y en un intento desesperado de mi mamá por querer que me coma su chota, agarró mi cabeza otra vez y la llevó a su vagina. Pasé mi lengua de abajo hacia arriba por toda ella,mientras que sentía su humedad, un olor fuerte a mujer excitada que me apartó un poco la primera vez y, con eso, temía que no me gustara el sabor. Me encantó, y a ella también le gustó esa primera lamida, porque mientras que pasaba mi lengua escuché su mano derecha chocar con la pared como si la quisiera agarrar, su cuerpo sacudiéndose un poco y con un gemido tan real queme prendió aún más y la violé con mi lengua.
Estuve lamiendo por casi 2 minutos y mis ganas de acabar disminuyeron, pero sus gemidos eran cada vez más fuertes. Ella me detuvo con su mano, me levantó, me dio la espalda con ella mirando hacia la pared y me dijo esa frase que me prendió, que todavía me persigue y la que confirmó que quería más. “¡Apúrate y métemelo!”. Y yo impulsivamente le metí mi verga con fuerza en su vagina por detrás, soltando el gemido que más me gustó de toda nuestra aventura. Simplemente su cabeza miró al piso y con sus ojos casi cerrados soltó un “¡AHH!”. Un gemido fuerte, agudo, sin preparación, sin aire, ni respiraciones, fue un grito de dolor y disfrute máximo que se escuchó con eco en todo el baño. Pero parece que le dolió más que disfrutarlo porque, si bien no me gritó ni me pegó, giró hacia atrás para empujarme un poquito mi pecho,sin quitar mi pene de su vagina. Parece que no es buena idea entrar con todas las fuerzas dentro de una mujer. Nosotros sentimos como se abre ahí adentro,pero son ellas las que reciben nuestro miembro, por lo que es lógico que les duela con la primera entrada. Interpretando eso en mi mente, agarre románticamente su mano que empujaba mi pecho en señal de disculpa. Ella me respondió con una mirada de dolor y excitación innegable, por lo que saqué y metí mi verga con más cuidado y eso hizo que le gustara más. Cada vez los movimientos iban más rápido, sus gritos iban en aumento y en una de esas me soltó un alabo: “Ah! ¡Parece una piedra dura y gruesa! ¡Ah… AHH!!!”. Con eso la sensación de culpa se fue por completo, la abrasé por detrás, agarré y apreté sus tetas como en los videos porno, besaba su cara, cuello, hombros y espalda,pero ya completamente mojados por la ducha, antes de que me moviera más rápido para oírla gritar, paré un poco para descansar (algo que no esperé que pasara)y porque estaba a punto de venirme. Qué bueno que lo hice, porque recordé que no puedo llenarla de amor por más que quisiera. Paré lentamente e hice mis movimientos más lentos, pero ella no quería parar y como último regalo espectacular de ese inolvidable momento, me hizo la tarea más difícil porque,aun abrazándola y viendo su cara excitada desde atrás con mi cabeza en su hombro derecho, ella comenzó a mover sensualmente su culo con mi verga adentro.Como si estuviese bailando moviendo su cintura arriba y abajo, tanto ella como yo lo disfrutamos porque ella decía: “¡Ay amor que rico!” sintiendo mi verga por las paredes de su chota ya que sus piernas estaban juntas, y yo también porque ese movimiento era el que más me excitaba de los videos porno y yo lo estaba viviendo. Cuando me di cuenta mis ojos se fueron a blanco, miré a ver su culo de señora moviéndose de arriba abajo como si me quisiera sacar el miembro y solo me excité más. Saque rápido mi verga y comencé a meter mi lengua en su chota para no retrasar su orgasmo. No estaba funcionando así que le metí un dedo y ahí volvió la pasión. Fui lo más rápido que pude para que ella disfrutara en lo que yo me recuperaba y ya listo para el final, le metí la verga de nuevo y fue aún más rápido para que ella terminara antes que yo. Fue difícil pero no imposible. Ella gritó fuerte de placer hasta que me gritó: “¡Ah Ah Ah me vengo o o o. AAAAAAHHHHHHH!” y ella puso su espalda curva como si recibiera un golpe en la pansa, empezó a tener espasmos, tenía gritos ahogados y su culo se movía con mi pene dentro. Yo seguía dándole hasta que ese último movimiento de culo me mató y saque mi pene rápido de ahí para lanzar mi semen en su espalda. Lo curioso es que cuando saqué mi pene, salieron unas gotas de“agua” de su vagina y aprendí que ese era el “semen” de las mujeres. Acerque mi pene a su culo mientras que seguía liberando semen hacia arriba y cayendo en su espalda y ella terminaba de soltar sus últimos gemidos de placer y agotamiento,pero aún seguía temblando. Pensé que algo hice mal porque parecía que le hice daño o algo, porque hasta cayo de rodillas al suelo y sus piernas no parecían responder. Me preocupé y me acerqué a ella para saber si estaba bien y ella me abrazó en el suelo. Yo me senté junto a ella para seguir abrazándola, como si me estuviese dando las gracias. Le dije en broma que nos reclamarían por gastar tanta agua con la ducha, ella se rio, pero me dijo que la dejara correr un rato más para que todo quedara limpio. Sí, todo eso aprendí esa tarde, sobre que la ducha es el mejor lugar para tener sexo y que nadie se entere, la penetración por detrás definitivamente es mi posición favorita por ese movimiento o que después de tantas emociones intensas y perversidades, cuando se termina y los 2quedan satisfechos, es algo muy bonito para recordar. Mi mamá me dio unos últimos besos, pero estos eran más tiernos y me abrazó. Nos quedamos ahí tirados un buen rato, aclarándome que esto no lo debe saber nadie y yo solo la miraba y le decía la asombrosa mujer que es. Luego cerramos de una vez esa ducha, nos levantamos y yo me fui del baño para que ella se bañara. Yo le pedí un último de sus ricos besos y le dije “Te amo mamá. Gracias.” Y ella dijo “Yo igual mi amor”. Cerré la puerta del baño, me sequé con una toalla y me senté desnudo en su cama.
Desde ese entonces empecé a ver a mi mamá de una manera muy distinta. No como una perra adicta al sexo o una incestuosa inmoral, sino que la veía como a una mujer real. Una que también siente, tiene sueños, entrega amor, trabaja hasta tarde en casa y por supuesto necesita atención sexual que mi papá no le estaba dando, pero yo acabo de dárselo. Tal vez no está bien que un hijo de 17 años tenga sexo con su madre biológica de casi 40 años cuando el marido no está, pero la verdad no me importó. Esa mujer entrega mucho de ella como madre y poco es lo que se lleva, así que el haberla hecho sentir las emociones más fuertes hasta verla caerse del agotamiento, es como si le hubiese hecho un enorme favor a la mujer que me lo dio todo.
Hay cosas que aún me parecieron extrañas, como que mi mamá me invitara a su habitación justo cuando nos teníamos que bañar. ¿Será que ella lo planeo todo?, ¿por eso nunca me gritó y me trató tan bien o nunca sintió culpa? No lo sé, simplemente ocurrió todo tan bien que hasta suena raro. Sin embargo, me consta que la deje muy satisfecha esa tarde, porque no fue la última vez que lo hicimos. Pero eso tal vez lo cuente después.

1 comentario - Tuve sexo con: mi mamá

JAQ7 +2
Excelente el relato, yo tambien siempre tuve ganas de cogerme a mi mama